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EXPERTOS: La fundación Española del corazón recomienda ejercicios para las madres.
LAS MADRES QUE PRACTICAN EJERCICIO DURANTE EL EMBARAZO HACEN MÁS FUERTE.
Compartimos este tema promocionado por la “FUNDACIÓN ESPAÑOLA DEL CORAZÓN” , a través de una investigación realizada en la Universidad de Kansas.
Así lo demuestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Kansas City University of Medicine and Biosciences y realizado en 61 mujeres embarazadas sanas de entre 20 y 35 años, de las que 26 practicaban algún ejercicio físico de manera regular, es decir, alguna actividad aeróbica durante más de 30 minutos y con una frecuencia de tres veces por semana. El resto de mujeres, por su parte, llevaban un estilo de vida activo pero sin realizar ningún tipo de ejercicio, lo que significa que no llevaban a cabo ninguna actividad física de manera constante durante los nueve meses de gestación.
A todas las mujeres se les realizó un magnetocardiograma a las 28, 32 y 36 semanas de embarazo con el objetivo de medir el ritmo cardiaco del bebé. Tras evaluar los resultados, y especialmente los correspondientes a la semana 36 de gestación, se observó que el ritmo cardiaco de los bebés cuyas madres habían realizado ejercicio era más bajo que el de los bebés cuyas madres no practicaban actividades aeróbicas constantes.
“Así el trabajo muestra que el ejercicio físico que practica la madre, afecta directamente la salud cardiovascular del feto”.
La taquicardia del bebé durante el parto es signo de sufrimiento fetal, por lo que si el ritmo cardiaco del bebé se mantiene bajo, dentro de los parámetros establecidos, el riesgo de sufrir taquicardias durante el parto es menor, lo que beneficia al recién nacido y evita complicaciones. Por esta razón, un ritmo cardiaco fetal bajo es señal de un corazón más sano”, destaca el Dr. José Luis Palma, vicepresidente de la FEC.
Se observó que la variabilidad del ritmo cardiaco del feto aumenta en el primer grupo y que el beneficio que reporta el ejercicio materno en el bebé no es circunstancial, sino que se mantiene a lo largo de todo el embarazo y también durante, al menos, el primer mes desde su nacimiento. Otro aspecto observado, es que el beneficio generado en el corazón del bebé es más evidente entre aquellos cuyas madres habían llevado más actividad física durante el embarazo.
“Aunque todavía se desconoce la causa exacta por la que el feto adquiere los beneficios del ejercicio materno, se cree que las hormonas segregadas tras la práctica de deporte, las conocidas endorfinas, traspasan la placenta durante la actividad física favoreciendo el desarrollo del corazón del feto y haciendo, en definitiva, que el niño esté más cardioprotegido desde el momento de nacer”, destaca el Dr. Palma.
“La mayoría de hormonas atraviesan la barrera placentaria (la barrera que existe entre los elementos del sistema cardiaco de la madre y del feto) del mismo modo que lo hacen también las hormonas encargadas de regular el gasto cardiaco, la presión arterial y la frecuencia cardiaca. De este modo, se explica que según la actividad materna un feto tenga un nivel más alto de estas hormonas y esté, por tanto, mejor preparado para afrontar situaciones comprometidas”, puntualiza el doctor Palma.