Antropología cap 10

Page 1

Capitulo 10 Lyra Eran acerca de las dos de la mañana. Las calles de Canterlot estaban vacías. Lyra sabía que no podría tomar el tren de vuelta esta noche como ella lo había planeado, pero aun si ella pudiera, ella todavía tiene que ir a la casa de sus padres. Ella tiene que hablar de algunas cosas con ellos. Seguía siendo difícil no pensar en ellos como sus padres. Ellos mandaron esa carta preguntando por su visita. No le parecía extraño en ese momento. Pero ellos lo saben. Todo este tiempo… “Ha pasado demasiado tiempo. No magia, no Cutie Mark, Qué tal si es todo porque ella-” En verdad, Lyra no se había sorprendido al escuchar que los humanos están extintos. Solo que no pasó como ella lo esperaba. Pero toda la idea que hay otro mundo afuera, y ella en realidad era… —‘Un unicornio normal’ —Lyra murmuró a su persona—. Todo este tiempo, ellos me siguieron diciendo que me comportara como un unicornio normal. Ella llegó a su casa. Se detuvo enfrente de la puerta, alzó un casco con duda, y tocó. Esperando nerviosamente. Lyra miró a las otras casas con sus ventanas oscuras. Ella escuchó pisadas acercándose y finalmente abrieron la puerta. — ¿Heartstrings? —Dijo Cirrus—. Me preguntaba si vendrías después de la Gala. ¿Cómo estuvo tu noche? ¿La gala? Lyra prácticamente todo lo que había pasado. —Uh… Mamá, si no te importa… me gustaría que me llamen Lyra. Quiero decir… Hearstrings es un nombre poni… La mirada de compresión en los ojos de Cirrus dijeron que ella sabía exactamente a lo que Lyra se refería. —Has hablado con la Princesa. —Sí. Cirrus suspiró. —Entonces, entra. Lyra la siguió hacia la sala de estar y dejó el estuche del instrumento y los libros. Ha sido algo de tiempo desde su última visita, pero no ha cambiado mucho. Cirrus subió las escaleras para buscar a Dewey. Lyra miró alrededor su casa de su infancia mientras ella esperaba. Unas cuantas fotos de sus padres, tomadas poco después de que se conocieron, fueron colgadas en las paredes. Y había también algunas fotos de Lyra, cuando ella había sido un potrilla. Ella ahora se dio cuenta que nunca había visto fotos de ella como un bebé. Sus padres bajaron y se sentaron. Ellos la miraron a través de mesa de centro, inseguros por dónde empezar. El único sonido era el tictac del reloj en el pasillo.


Cirrus finalmente rompió el incomodo silencio con un suspiró. —La princesa nos dijo que ella ha estado hablando contigo. Ella podría explicar lo que ella hizo mejor que nadie. —Estaba empezando al parecer que como si fuera inevitable. Sabíamos que no podríamos ocultártelo siempre —agregó Dewey. —No importa lo que eres, aún te consideramos nuestra hija. —La única razón por la que tratamos de mantenerte alejada de todas esas historias sobre humanos era para protegerte. Si alguna vez encontraras la verdad… Lyra los interrumpió. —Escuchen… no estoy enojada con ustedes —dijo ella—. Entiendo completamente por que los humanos les tenemos miedo. Los humanos. Y realmente apreció que cuidaron de mí. Sé lo mucho del riesgo que debió haber sido. —No estamos asustados de ti. Hearstrings, —dijo Cirrus, frunciendo el ceño. —Ahora, solo soy Lyra, —ella dijo—. La princesa Celestia me dijo casi todo, pero… ¿En dónde vengo en realidad? Su padre —Ella todavía no podría evitar llamarlo así— intercambió una mirada con su esposa. — Estábamos dando un paseo por los jardines el castillo. La Primera cosas que notamos… bueno, muebles, esparcidos por todo el jardín. Naturalmente no sabíamos que estaba pasando. Te encontramos en una cuna, pero… no era un poni. No estábamos seguros de lo que eras. —La única cosa que sabíamos es que estabas. Llevarte a la princesa parecía como la mejor idea. Toda la situación era extraña, o cuando menos —dijo Cirrus—. Los guardias reales buscaron cualquier cosa en los jardines y no pudieron entenderlo. Así que ellos nos dejaron ir a ver a la Princesa, y, bueno… Ella nos dijo la misma explicación que te dijo. —Sobre… lo que son los humanos, —dijo Lyra—. Y lo que hicimos. —Pero La Princesa te dijo que no eres de Equestria. Ni siquiera, ella estaba segura donde exactamente —dijo Dewey—. Basado en como todo fue encontrado esparcido, parecía como un accidente. Y además, tú eras solo un bebé. Podría haber sido malo en abandonante solo porqué lo que hizo tu raza hace miles de años que tú nacieras. Sin embargo, otros ponis podrían no entender, así que… —Convirtiéndote en poni era la mejor de cualquiera de nosotros. Especialmente para ti, —dijo Cirrus—. La Princesa dijo que se suponen que los humanos están extintos. Ella no sabias de donde venias, por lo tanto ella no te podría regresar… Nosotros nunca pudimos tener un bebé por nuestra cuenta, y siempre necesitabas de alguien que te cuide… Lyra miraba el piso. — ¿Alguien más sabe de esto? —Solo nosotros. Y la princesa. Nadie más —dijo Dewey.


Lyra asistió. —así que Twilight nunca fue parte de esto. —Sus padres habían sido los últimos de que ella pueda esperar de ser parte de cualquier conspiración. —La Princesa Celestia nos dijo que nunca tuvo la intención de decirle a Twilight acerca de los humanos. Hemos estado preocupados desde que ella apareció en tu casa, pero ahí no había nada —dijo Cirrus. — ¿Así que estuvieron hablando a la Princesa todo este tiempo? —dijo Lyra. —Teníamos que hacerlo. Ningún humano se había convertido en un poni antes. Tuvimos que hacerlo saber cómo ibas —que finalmente aprendiste a usar la magia, que tú parecías que ibas a crecer como cualquier otro poni, cuando encontraste esos libros sobre tu especie… —La voz de Dewey se apagó. — Aún creo que sería mejor si no teníamos que decirle —dijo Cirrus—. Solo va a hacer las cosas difíciles. —Esto no tiene que cambiar nada —replicó Dewey. Él se volteó a Lyra—. Pero ahora que lo sabes, solo tienes que mantener esto en silencio cuando vuelvas a Ponyville. Si alguien se entera que eres human, no estamos seguros que podría pasar —dijo Dewey—. Seguramente debes entender. La Princesa Celestia le había dicho lo mismo cuando se fue. Si ella vuelve a casa, ella no puede decirle a nadie sobre esto. Los humanos están mejor olvidados. Y ahora… era suficientemente difícil antes, pero escuchar a Bon-Bon o Twilight decir que los humanos eran una tontería y saber que ella es una… Lyra no sería capaz de soportar eso. Pero tiene que haber una segunda opción. —Así está la cosa… —Dijo Lyra—. No regresaré a Ponyville. Dewey pestañeo. — ¿A qué te refieres? ¿Qué hay sobre tú compañera de cuarto? Ella dudó, sabiendo que no sería feliz con lo que pasaría. —La Princesa ha estado intentando averiguar de dónde vengo, y ella dijo esto, si quisiera… ella podría mandarme de nuevo a mi mundo. —Ella forzó una sonrisa, a pesar de que ella ya anticipaba la reacción. Una vez de nuevo hubo un largo y doloroso silencio. —La princesa Celestia nos ha dicho que ha perfeccionado el hechizo —dijo Dewey—. Ella ha estado estudiando los artefactos de tu mundo. Esas cosas de los jardines cuando apareciste. Lyra había sido informada acerca de estos. La Explicación de la magia de Celestia que había estando usando para rastrear el mundo de los humanos era demasiado complicada de entender y combinada con el actual estado mental de Lyra, ella no podría recordar nada. Todo lo que importaba a ella era que había una oportunidad de que ella pudiera regresar y vivir como humana. —Hearstr – o, Lyra, supongo… —dijo Cirrus. La pronunciación era extraña para ella—. No tienes que hacerlo. Los humanos son peligrosos. ¿La Princesa no te hablo sobre la guerra?


— ¡No todos los humanos son así! —Insistió Lyra—. Digo, no soy así… y hay mucho más de nosotros que eso. Todo de las cosas que inventamos para hacer la vida más fácil. Los ponis aun los siguen usando. No somos destructivos, no importa lo que diga Celestia. Sé que no lo somos. —su voz tambaleaba. —Nunca has conocido a otro humano —dijo Cirrus—. Te criamos como si fueras un poni. Ni siquiera sé qué hubiera pasado si te hubieras quedado ahí. — Esa parte es por la que quiero ir, supongo tengo que estar ahí. —Lyra miró al piso y sus cascos. Ella no había nacido con esos—. Además, la guerra fue causada por Discord y fue en Equestria. Los humanos de donde vengo pueden ser… diferentes. —Levantó los ojos ligeramente. Cirrus estaba a punto de levantar otra protesta, pero Dewey levantó un casco y la calmó. —Esta es decisión de Lyra. —Era como si el trataba de convencerse también. —La Princesa Celestia me habló sobre los riesgos, pero necesito saber la verdad acerca de los humanos —dijo Lyra—. Sé que no podemos ser malos como los ponis piensan. — No estás pensando correctamente —dijo Cirrus—. Estas cansada. Te sentirás mejor en la mañana. Dewey asistió —Quizás deberías dormir. Lyra sacudió su cabeza. —Desde que me entere de los humanos, he querido saber más de ellos… o en realidad, supongo que he querido ser como uno. Es lo que quiero. —Nunca debiste haber dejado que tuviera esos libros —Cirrus murmuró. —En el momento que la encontré con los libros, era demasiado tarde —replicó Dewey—. No pensé que se lo tomaría tan en serio. Lyra miró a su padre, luego a su madre, —Necesito intentarlo al menos. —Ella se detuvo—. Lo siento. —Tal vez todo lo que necesitamos es hablarlo en la mañana, —dijo Dewey—. Lo que sea que decidas, Lyra… solo asegúrate que es lo que realmente quieres. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Lyra estaba en su cama de la infancia. Ella se quitó el vestido y trataba de relajarse, pero no había oportunidad de que ella pudiera dormir esa noche, de cualquier modo prácticamente ya era de mañana. Ella debería sentirse un poco feliz sobre esto. Ella siempre ha amado a los humanos. Así que sus padres todavía pensaban que los humanos eran peligrosos. No solo ellos, pero, también, la princesa Celestia. Tranquilamente Lyra podría no tener problemas al decir que ellos


están equivocados, pero ella aun seguía pensando sobre la guerra. ¿Qué tal si no había sido la culpa de Discord? No… Eso era ridículo. Celestia había admitido que ella y Luna no eran capaces de derrotarlo en ese momento. ÉL solo tuvo más tiempo para alcanzar el poder, y él empezó con los humanos. Él pudo tener ponis locos, si él hubiera querido. El mundo de los humanos podría ser perfectamente seguro. Ella recogió su diario de la mesita de noche y lo miró de nuevo. Sus sueños la mayoría probablemente habían sido cosas de su mundo, no de Equestria. Eso podría explicar por qué todo parecía tan diferente de sus libros. ¿Cuánto sería lo mismo? Sus sueños habían sido similares lo suficientes que ella pensaba con sinceridad que eran los mismos lugares… Eso era la única cosa que tenía sentido. Ella todavía tenía problemas con el concepto de un mundo humano “Separado.” Alguien toco su puerta, y ella levantó la vista. Dewey se asomaba desde el pasillo. —Esta… ¿bien si puedo entrar? —Él preguntó. —Sí, por supuesto, —dijo Lyra. Ella dejó su diario. Había un algo flotando en el aire a lado de él, un brillo azul. Lyra no puede decir que es lo que era. Algún objeto plano rectangular. —Todavía quieres irte y vivir con los otros humanos —él dijo. Lyra asistió. —Tal vez es lo que debería hacer. Realmente no lo sé… —Él miró a lo que él estaba sujetando. Flotó hacia Lyra, y ella lo tomó con su magia. —Celestia te dijo lo que encontró. Cosas que cayeron a través de la grieta contigo. Ella quería estudiarlos. Pero me quede con este. Lyra no podría creerle a sus ojos. Era solo un vieja fotografía, pero… —Estos son… ¿humanos reales? —Ella dijo. Los dos —un hombre y una mujer— parados enfrente de una casa grande y uno de esos carretas semovientes de sus sueños. El hombre tenía cabello oscuro y barba y su brazo alrededor del hombro del la mujer. Ella lo miró. — ¿Cómo puedes tener esto? — Nunca he sabido a ciencia cierta, pero ellos podrían ser tus padres. Ella estaba estupefacta. Ella colocó la foto en la mesita de noche, pero apenas pudo controlar las lagrimas. Cualquier evidencia fotográfica puede ser emocionante, pero eso… Bueno, por supuesto sus padres biológicos podrían ser humanos, pero en realidad verlos pronto lo hizo todo mucho más real.


— ¿Has tenido esto durante todo estos años? —preguntó Lyra. Dewey asistió. —Tu madre no sabe que conserve esto, pero era nuestra única pista para saber quien solías ser. Estaría mintiendo si digo que no tengo curiosidad sobre tu especie. Me he preguntado acerca de los humanos desde que te encontramos. Lyra miró de nuevo la foto, luego lo miró. —No puedo creer que tengas esto… —No estoy tratando decirte qué decisión tomar. Pero antes de tomar cualquier decisión sobre lo que vas a hacer… Solo asegúrate que sea absolutamente la correcta. Si abandonas Equestria, Tal vez no puedas regresar. —Lo sé… —dijo Lyra. —Entiendo el por qué te quieres ir —él dijo—. Al final es tu decisión. —Se volteó y se dirigió a la puerta, Dewey estaba a punto de salir de cuarto. —Espera. Él se volteó a mirarla. Parecía muy cansado. —Papá, ¿No crees que… todos los humanos son malvados? —dijo Lyra. Él sonrió. —Solo he conocido a uno. Ella miró de nuevo la foto en su mesita de noche, la imagen que aun parecía tan imposible, y después lo regresó la mirada a su padre. —Buenas noches. —Buenas noches, Lyra —él se fue, y la puerta se cerró detrás del él. Lyra estuvo en la cama toda noche, pero nunca se durmió. Ella estaba mirando los rostros de aquellos humanos. Cada imagen que veía de humanos antes de haber sido dibujados. Pero esos humanos… Sus padres, tal vez… ellos eran reales. Todavía pueden estar en algún lugar. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------La siguiente mañana, Lyra fue a caminar. Canterlot era familiar para ella. Ella vivió la mayor parte de su vida aquí, e incluso después de mudarse con Bon-Bon en Ponyville, ella venia de visita alguna veces. Entonces, ¿Por qué de repente se siente como si no perteneciera aquí? La Princesa Celestia le había explicado, mientras ella estaba atónita en silencio total, que ella todavía seguía siendo ciudadana de Equestria independientemente de su patrimonio. Ella podría quedarse. Incluso, eso fue lo que Celestia le recomendado. Y por supuesto sus padres no quieren que ella se vaya.


Pasando por la estación de trenes, ella observó con una locomotora se detenía. Lyra facialmente puede regresar a Ponyville más tarde si ella quería. Regresar y empacar todos sus libros, decirle a Bon-Bon que ella ya no escucharía jamás más de los humanos. Olvidando que ella vea quiénes son sus verdaderos padres y que ella nunca había sido un poni desde el principio… No, Eso no era posible del todo. Ella pasó por el estadio donde los derbis de los Wonderbolts tomaban lugar. Había un poster con una fecha, diciendo que habría una carrera en unos días. A Lyra le gustaba verlos… Su herencia de pegaso era una completa mentira. Ella pensó que eso explicaba el por qué la magia se había sido tan difícil, La primera vez que ella uso magia para tocar la lira, ella estuvo imaginando dedos moviéndose por las cuerdas. Y cuando se dio cuenta que usar manos para tocar, parecía ser mucho más fácil. Ponis, vestidos con sombreros elegantes y las modas de alta clase de Canterlot, pasaban por ella, sin pensarlo dos veces. No tienen idea de que era algo que se suponía que sólo existe en los mitos. Nada era diferente. Ella no cambio en absoluto. Ella siempre ha sido humana. La única diferencia era que ahora ella lo sabía. Todas las veces que Bon-Bon la miraba a los ojos y le decía que dejara de obsesionarse con esos “Sueños locos…” Cuando ella era un potrillo, ella siempre creyó que los humanos podrían estar en algún lugar en Equestria. No fue hasta ella era más grande que se resignó al hecho que ellos probablemente están extintos. La oferta de la princesa era demasiada buena para ser verdad. Y eso era una cosa buena. Porque todos esos miedos sobre humanos eran completamente sin fundamentos. ¿No es así? Los Humanos no estaban extintos de verdad. Lo que le pasó en Equestria fue desafortunado, pero eso no significa que Lyra tenga que estar nerviosa por regresar a casa. Lyra se detuvo y se quedo quieta por un momento. Ella dejó escapar un suspiro. Esto No iba a ser nada fácil. Solo que tenía que tomar su decisión final. Se volteó, ella se dirigió a casa para hacer algunos arreglos finales. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------El Castillo de Canterlot se sentía diferente desde el día de la gala hace dos días. Era brillante, pero muy tranquilo. Ellos pasaron a unos guardias en el camino a la cámara de la Princesa, custodiando la puerta. Dewey fue reconocido como el jefe bibliotecario, Así que él no tuvo problemas para entrar. No hubo mucha discusión cuando llegaron. La Princesa Celestia sabía por un instante el por qué habían venido. Cirrus parecía inquieta. Dewey seguía empezado a decir algo, luego su voz se apagó


—Un mundo entero afuera de Equestria —pensó Lyra—. Con humanos viviendo. Lyra no habría traído mucho con ella. Ella tenía su lira, por supuesto, en una larga alforja a su lado. También su diario —Ella ahí escribía sus sueños, y esos era los únicos datos de su propio mundo y no del pasado de Equestria—. Y la fotografía de sus padres humanos. Ella los encontraría… de alguna manera. Ahora Lyra y Celestia se quedaron a solas en una habitación de huéspedes. —Estás absolutamente segura de esto —dijo la Princesa. No era una pregunta, estaba repitiendo un comunicado. —Estoy segura —dijo Lyra—. Necesito saber quien soy en realidad. —Mi oferta aún sigue en pie. Tú eres más que bienvenida a quedarte en Equestria, —dijo Celestia—. Yo solo he sido capaz de ver las apariencias del mundo de dónde vienes. Es muy diferente de la sociedad humana que conocemos. Tu especie sobrevivió demasiado tiempo… Su tecnología es mucho más avanzada. —Lo he visto en mis sueños. Eso es lo que es, ¿No es así? —Quizás… — dijo Celestia—. Pensé que tú serias demasiado joven para recordar algo. Lyra podría sentir su corazón latiendo con fuerza. Tan pronto ella ya no sería un poni. Ella nunca tendrá cascos de nuevo. La Princesa Celestia era la única lo suficiente poderosa para hacer este tipo de hechizo de transformación… No, era lo contario. Ella estaba removiendo el hechizo, eso es todo. — Entonces, no vamos a demoramos más — Celestia bajo su cabeza, apuntado la punta de su cuerno hacia Lyra—. Relájate, solo tomará un momento. Su cuerno brillo suavemente, con un blanco puro. Lyra tuvo que apretar sus dientes, esperando que el proceso seria doloroso, como las veces que ella se dio manos, solo que multiplicado por mil, pero... ella ahora se estaba transformando y apenas sintiera nada. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Lyra aún no ha llegado de la Gala. Ella dijo que volvería hace dos días. Bon-Bon había empezado a sentirse preocupada. Pero, honestamente, ¿Qué podría pasarle a ella? A pesar de todo los delirios de Lyra sobre gobiernos conspirativos, y humanos, y como la Princesa Celestia “La sacaba del camino” o lo que sea, no había razón para estar asustada de Canterlot. Bon-Bon estaba un poco avergonzada de sí misma por estar tan preocupada. Hubo toque en la puerta. La cabeza de Bon-Bon se levanto bruscamente, fue a la puerta. La abrió la puerta. Un Pegaso gris se encontraba, sus ojos sesgaba en dos direcciones diferentes.


—Tengo una carta para ti, ¡Srta. Bon-Bon! —Ella dijo alegremente. Bon-Bon tomó el sobre y vio el nombre de “Rainbow Dash” en frente. Ella frunció el ceño. —Uh, gracias…— dijo ella. Probablemente habrá tiempo de entregarlo antes de ir al trabajo. Eso no sería necesario, Rainbow Dash se presentó atrás de la cartera sostenido otra carta con su boca. —Hola, Bon-Bon —dijo con voz plana—. Tengo tu correo. —Gracias, Rainbow Dash, Yo tengo el tuyo. — cambiaron los sobres. En su carta tenia “Bon-Bon” escrita en la letra familiar de Lyra. Se sentía pesada por alguna razón. Había algo extra en su interior. Rainbow Dash se volteó hacia la otra pegaso, allí de pie con la mirada abatida. —Uh… te estás mejorando, al menos. Solo tuve que ir una casa esta vez. —La Cartera dio una sonrisa y alteó sus alas. Bon-Bon llevó la carta dentro de la casa, preguntándose que podría ser. Algún tipo de explicación de por qué ella no había llegado. Al menos Lyra había tenido la consideración de escribirle si ella le ayudaría por alguna razón. Cuando ella abrió el sobre, unas cuantas monedas de oro cayeron y sonaron sobre la mesa. Incluso, después de sacudirlo, había una cantidad considerable de dinero. Frunciendo el ceño, Bon-Bon sacó la carta y la empezó a leer. Querida Bon-Bon, Lo siento por la corta noticia. Algo ocurrió en Canterlot y me estoy mudando. Esto debería cubrir mi renta por los siguientes meses. Tal vez puedas encontrar alguien más como compañera de cuarto. Fue genial conocerte. Gracias por ser tan paciente conmigo. —Lyra Ella se quedo mirando la nota escrita a toda prisa con incredulidad. Lyra en serio se estaba mudando, ¿Justo así? Bon-Bon no pudo evitarlo pero se sentía responsable de esto. ¿Había sido tan dura por el incidente de la carreta? Bon-Bon hizo una mueca. Era como ese poni para hacer algo tan impulsivo. Ella en realidad no debería de estar sorprendida, aún, esto era drástico. ¿Qué exactamente se refería por algo ocurrió? Y todo ese dinero… Los ojos de bon-bon se abrieron como plato. La Gala… ¡Por supuesto! Lyra debió de haber sido descubierta en la Gala y contratada por una sinfónica. Celebridades de toda Equestria habría asistido, así que no realmente no sabe en donde podría haber terminado.


Ella puede haberse movido a una gran ciudad, probablemente, donde la sinfonía está localizada, El dinero extra que probablemente era sólo una parte de lo que le habían ofrecido. Pero ella acababa de irse. Ni siquiera un adiós, solo esta carta. Había dejado atrás todo lo que tenía, —Su ropa, muebles, libros… Todas de sus teorías locas sobre humanos… A pesar de todo, una sonrisa se asomó en el rostro de Bon-Bon. ¿Cómo era posible? Lyra finalmente había averiguado quien era ella. Ella esta destina al éxito, atrevería a decir que incluso una música famosa. Sus días de cazar humanos finalmente terminaron. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Lyra se encontraba en un cuarto privado, examinándose en espejo. Ella acaba de terminarse de vestirse con la ropa que le había dado la Princesa. Llegó hasta la frente con una mano, sintió la suave piel detrás de su flequillo. Sin cuerno. Si intentaba alcanzar algo con la magia, no pasaba nada. Pero esto estaba bien para ella. Alzando sus manos, ella inspeccionó los dedos. Todavía la fascinaban, a pesar de que ha sido capaz de hacerlo ella misma como poni. Aunque, comprándolas con sus intentos anteriores habían sido brutos —Los dedos habían sido demasiados gruesos, no tan flexibles—. Estas eran verdaderas manos humanas. Delgadas, con gracia, y completamente asombrosas. Parecía un trato justo por su magia. Sus ojos todavía seguían siendo dorados, y su crin —no, su cabello— era verde menta con rayas blancas, justo como cuando ella era un poni. Esos no eran colores normales humanos como ella sabía. Pero ella tenía el mismo tono de piel claro como la mayoría de los humanos en los sueños que había tenido. Era extraño estar casi totalmente sin pelo, pero a Lyra no estaba completamente oponía a esto. De hecho, ella le gustaba un poco. Ella estaba vestida con una sencilla blusa verde y unos pantalones color canela, y zapatos —esto había sido algo nuevo para ella. Los únicos zapatos que ella había usado eran los elegantes que Rarity había hecho para ella con su vestido de la Gala, pero estos nuevos eran planos y diseñados para ser prácticos. Ahora que la piel era tan suave, en vez de cascos, los zapatos iban a ser necesarios. Junto con su ropa que había encontrado un collar de oro con un pequeño dije de oro en forma de su Cutie Mark. Cual se había ido, justo como su cuerno. Ella revisó su cuerpo entero. El collar le serviría como un recordatorio de Equestria, supuso.


Ser un humano era experiencia surrealista y aún así de alguna manera familiar. Tal vez era su instinto, o tal vez solo esos sueños donde ella parecía exactamente como ahora. Lyra pasó sus manos por la piel suave y sin vellos de sus brazos. Esto era real, no un sueño esta vez. Ella era una humana. Ella se volteó y caminó hacia la puerta. Todo en cuarto estaba hecho para los ponis, y todo parecía más pequeño. Ella era de cuatros pies de alto como un poni y ahora ella estaba entre los cinco o los seis. Había una nueva bolsa en el cuarto en la que habían movido sus cosas al interior. La larga corre se la puso por encima del hombro. Un tipo como alforja. Pero para caminar en dos piernas. Ella tomó el pomo de la puerta con su mano —No la giró, la mayoría en Equestria no lo hacen— y empujó la puerta para abrirla. Lyra caminó por los pasillos vacíos del Castillo de Canterlot. El piso parecía estar tan lejos cuando miró a sus pies. Sus brazos cruzados enfrente de ella. Fue un poco extraño, teniendo esas dos extremidades extras que ellas no necesitan usar mientras camina. No es que ella no podría acostumbrase a esto. Ella poco a poco alcanzó el salón del trono donde sus padres adoptivos esperaban con la princesa Celestia. Ellos voltearon a mirarla. Dudando un momento, Lyra finalmente habló. —Estoy lista. Cirrus dio un paso atrás, sorprendida por la aparecía de Lyra. —En realidad no es muy tarde para cambiar de opinión —dijo Cirrus—. Estás… ¿Absolutamente segura? Los dedos de Lyra golpeaban sin cesar contra sus brazos. —Estoy segura. He estado estudiando a los humanos por demasiado tiempo. Creo que ser capaz de hacerlo. —Una vez que llegues a tu mundo, lo más probable es que no puedas volver aquí —dijo Celestia. Lyra ahora casi estaba mismo nivel de los ojos de la Princesa, aunque todavía su tamaño era impresionante—. Va estar por tu cuenta. La mente de Lyra se fue a la foto dentro de la mochila colgando de su cintura. No exactamente sola… Ella solo tiene que encontrarlos. —Supongo que es tu decisión… —dijo Dewey. Él miró a Lyra y dio una débil sonrisa—. No me di cuenta lo alta que eres. —Esto es normal para los humanos, creo —dijo Lyra. Ella no pudo evitarlo pero sonrío—. Digo, wow, no lo puedo creer soy realmente… Ella puso una mano en la frente. —El hechizo es similar a la tele transportación, aunque con una variación mucho más compleja — dijo Celestia. Lyra lo volteó a mirarla—. Tan pronto cuando estés lista. Te daré tu tiempo. Lyra se volteó y sé arrodillo enfrente de sus padres. —En serio los voy a extrañar. Solo creó que… esto es lo mejor para mí.


—No podemos hablar de esto, ¿podemos? —dijo Cirrus. Sacudiendo su cabeza, Lyra contestó, —Estaré bien. —Solo ten cuidado —dijo Dewey—. Todo lo que queremos es que estés al salvo. —Lo estaré. Sé… Sé exactamente lo que estoy haciendo. Ella puso sus brazos alrededor del en un apretado abrazo, ella se volvió a Cirrus. Ella estaba un poco incomoda a cerca de la verdad de Lyra, pero devolvió el abrazo. Lyra sintió una lágrima cayendo por su mejilla. Finalmente, Lyra se levantó. Ella se volteó a mirar a la Princesa Celestia. —Creo que estoy lista ahora. Celestia miró a la humana parada enfrente de ella, deseando que ella pudiera ver algo más que lo seres corruptos de todos esos cientos años atrás. Lyra todavía tenía cualidades poni en ella —el color del cabello, sus ojos—, pero aparte de eso, Lyra todavía es humana como el día que nació. —Por tu propio bien… Espero que tengas razón acerca de los humanos siendo diferentes en tu mundo —dijo Celestia. Ella bajó su cuerno de nuevo, y empezó a brillar. Lyra se quedó como el Castillo de Canterlot, La princesa Celestia, Sus padres, toda Equestria se desvaneció.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.