Daños a la propiedad Applejack puso su puesto en el centro del pueblo. Ahora que el invierno había sido recogido del año, ella estaba feliz al regresar al cultivar y vender manzanas. Su primer cliente del día ya estaba ahí. —Hola, Bon-Bon, ¿qué puedo hacer por ti? —preguntó Applejack.
—Muy bien. —Applejack empezó a inspeccionar algunas manzanas y empezó a recoger las mejores hasta llegar una bolsa—. ¿Cómo has estado últimamente? No te he visto por un tiempo. —He estado muy bien —dijo Bon-Bon—. Solo que… bueno, Me tomó a mí y a Lyra bastante tiempo terminar todas esas manzanas y luego ella estaba diciendo que si ella volvía a ver otra rebanada de pie de manzana ella probablemente se enfermería, y tengo que admitir que me estoy quedando sin recetas que puedan llevar manzanas… Applejack asistió. —Apple Bloom ya no se hará cargo de las ventas. —Es lo mejor —dijo Bon-Bon solemnemente. —Como sea, ¿Cómo va el negoción en Sugarcube Corner? Espero que Pinkie Pie no te este molestando —dijo Applejack, sonriendo. —Pinkie es bastante manejable. Estoy segura que conoces a mi compañera de cuarto. Estoy acostumbrada a eso.” Applejack ayudó a cargar las manzanas en las alforjas de Bon-Bon. —Eso me recuerda. Acabo de hablar con Lyra esta mañana. ¿Alguna idea de lo que está haciendo? —Ella hoy se fue temprano. Pensé que ella este tocando otro concierto en el parque. —Bon-Bon inclinó su cabeza confusa—. ¿Ella de qué estuvo hablando? —Ella solo preguntó si podría pedir prestado una de nuestras carretas durante el día. No puedo imaginar para qué, pero tenemos varias —dijo Applejack—. Yo pensé que podía prescindir de una. — ¿Una de tus carretas? —Dijo Bon-Bon, frunciendo el ceño—. ¿Por qué ella necesita una de esas? —Ni idea —dijo Applejack encogiéndose los hombros. —La Gala es en una semana. ¿Qué está haciendo? —Bon-Bon suspiró—. Pero tú sabes de lo que dicen de los esos ponis artistas. Ellos pueden ser un poco… excéntricos.
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—Oh, solo lo de siempre. Solo llevaré… —Bon-Bon miró los cestos colocados alrededor de la carreta de los Apple—. Una docena estará bien.
—Estoy segura que no hay nada de qué preocuparse —dijo Applejack—. Pero de cualquier modo, ¡disfruta tus manzanas, Bon-Bon! —Gracias —dijo Bon-Bon Hubo un ruido sordo en la distancia, seguido por el sonido de ponis gritando y galopando en shock. Applejack entrecerraba sus ojos en algo al final de la calle, y solo tuvo tiempo de murmurar, — ¿Qué carajos? —luego una cosa de madera pasó, sólo un borrón pasando por las calles de Ponyville con la velocidad para desafiar a los Wonderbolts.
Bon-Bon no quería mirar a lo que se precipitó a través del pueblo, pero ella lentamente giró y miró al final de la calle. Había una carreta de manzana desapareciendo en la distancia. El sombrero de Applejack salió volando de su cabeza. Ella lo levantó, quitó el polvo antes de ponérselo de nuevo. Sus ojos estaban muy abiertos con incredulidad. —Uh, que fue… — ¿Qué hizo ella ahora? —dijo Bon-Bon, un tono que casi era un susurró. —Lo más importante, ¿Qué está empujando esa carreta? —dijo Applejack. Twilight corrió casi directamente hacia ellas a todo galope, y rápidamente se detuvo de golpe. Ella las miró. —Oigan, chicas. ¿Tiene una idea de qué fue eso? —Su cabeza se volvió para verlo, ahora era solo un punto marrón en la distancia. De pronto Rainbow Dash apareció, volando unos cuantos pies sobre sus cabezas. — ¿Vieron eso? ¿A dónde se fue? ¿Qué era? —ella dijo, ganando algo de altura, tratando de ver dónde se había ido. —Creo que es mi compañera de cuarto… —dijo Bon-Bon. Su voz todavía temblaba en shock. — ¿Qué? ¿Cómo? —dijo Rainbow Dash, lazando otra mirada a la calle. — ¿Eso era Lyra?” dijo Twilight—. ¡No lo entiendo! ¿Qué está haciendo? —Creo que es mejor si dejamos de hablar y hacemos algo antes que algún poni salga lastimado — dijo Applejack. Dash asistió rápido. — ¡Estoy en ello! Ella se había ido en un borrón, persiguiendo la Carreta. Ella aceleró tan rápido como pudo mientras volaba por la calle, pero todavía, apenas alcanzándola. Había un montón de distancia que cubrir. Aleteando sus alas con más fuerzas, logró igualar su velocidad a la del vehículo y volar justo a la derecha, junto al conductor.
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— ¡Hey, Bon-Bon! —Era la voz de Lyra, pero de pronto se interrumpió cuando ella paso.
—Oh, Hey, Rainbow Dash —dijo Lyra, mirándola y regresando su vista al frente. Ella estaba sentada enfrente de la carreta, su blusa oleaba en el viento cuando ellas iban a toda velocidad por la ciudad. — ¿Lyra? ¿Qué estás haciendo? —Dash la observaba, con el ceño fruncido.
—Es un experimento. Estoy… bueno, Es tomaría mucho tiempo para explicarlo —dijo Lyra—. Y no creo que tengamos mucho tiempo. Rainbow Dash miró enfrente y notó el barranco al que se dirigían. — ¿Puedes detenerlo? —ella preguntó. —Me tomó un rato hacer que esta cosa acelere. Resulta que frenar es mucho más difícil. —Dijo Lyra con toda naturalidad—. Dirigirlo es casi imposible. —Te diriges a un acantilado. —Lo sé. Con unos segundos de margen, Rainbow Dash agarró a Lyra, con sólo sus patas delanteras, levantándola de la carreta de un tirón. Ella solo fue capaz de soportar su peso por unos segundos. La carreta aceleró pasado debajo de ella y ambas cayeron al piso, tratando de recuperar el aliento. La carreta se asomó al borde y desapareció de la vista. Se oyó el sonido del golpe de la madera en las rocas. — ¡Aquí están! —Era la voz de Twilight. Twilight y Applejack galopearon hacia ellas. Bon-Bon seguía de cerca con un trote rápido. Lyra, poniendo un casco en un lado de su cabeza, estaba luchando por ponerse de pie. Sus Piernas temblaban, se inclinó hacia un lado y cayó por completo. —Lyra, ¿Qué estabas haciendo? —Bon-Bon exigió Con un poco de esfuerzo, Lyra consiguió levantarse del suelo. Sacudió su cabeza. —Sé que parece raro. Pero tienen que escucharme —dijo Lyra, levantando u n casco—. Oh, y Applejack, lo siento por la carreta. — ¿C-cómo? —Applejack logró asomarse. Ella estaba mirando hacia cañón con incredulidad.
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Las últimas casas en Ponyville fueron pasadas y ahora ellas dirigían fuera del pueblo. El cuerno de Lyra brilló por un momento y apenas se desvió alrededor de un árbol y luego continuó a toda velocidad por la carretera. Rainbow Dash viró hacia el otro lado, y luego voló de regreso junto a la carreta.
Ellos podían ver los restos astillados de la carreta. Una rueda todavía se dio la vuelta sobre su eje, pegando hacia arriba en el aire. Otra rodó por el suelo y cayó al suelo. Lyra sonrió tímidamente. —Los hechizos de vida son extremadamente avanzado. En realidad, no deberías intentar algo tan grande sin una práctica apropiada. Incluso yo no puedo logran controlarlos —dijo Twilight. — ¡Tengo una buena razón para esto!
—Um… Verán… —Lyra respiró hondo—. Los humanos tenían carretas que se movían solos. En realidad esas no se parecen como estas, están hechas de algo diferente, pero tuve que usar lo cosa más parecida. — ¿De eso se trata? —dijo Bon-Bon. Ella puso un casco en su frente en exasperación–. ¿De nuevo humanos? –Lyra, He leído todos los libros. Se supone que los humanos no son capaces de hacer magia, y nunca podría controlar cualquier cosa ciertamente avanzada —dijo Twilight—. “¿Dónde puedes conseguir ese tipo de idea? Lyra vaciló. —Es… bueno… lo soñé. —Su voz estaba muy tranquila. —Todo de esto. ¿Solo fue un sueño? —La voz de Twilight era plana. —Bueno, sí. Veo humanos en mis sueños todo el tiempo. No siempre concuerda con lo que los libros dicen, pero… esas cosas tienen sentido para mí. —Lyra insistió. —Difícilmente podemos considerar los sueños ser una fuente válida para una investigación —dijo Twilight—. Especialmente cuando la existencia misma de los humanos es cuestionable en lo mejor de los casos. —Solo mira esto con lógica. Los humanos no empujaban carretas, podemos decir eso por mirlas, ¿Pero si ellos necesitan viajar grandes distancias? ¿Cómo lo conseguirían? ¿Qué tal si ellos necesitan transportar algún tipo de carga grande, como muebles o algo? —dijo Lyra, su voz levantaba intensidad con cada pregunta. —Supongo que casi tiene sentido, pero… —Twilight, no me digas que le crees —dijo Bon-Bon. —En realidad no puedo hacer ninguna conclusión sobre los humanos con la poca información que tenemos. Pero no creo que eso sea incluido en nuestro reporte final —dijo Twilight. Ella miraba los restos de la carreta—. Lyra aún admitiendo que no hay registro de nada como eso. Mientras que esto beneficia a los humanos, es mucho más allá de lo que se decían de sus habilidades.
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— ¿Qué exactamente? —dijo Applejack, levantando una ceja.
Lyra miró al piso. —Yo nunca he sido capaz de entender cómo funcionan las cosas, también es el por qué necesito probarlo. —Si los humanos en realidad tuvieron algo como eso, ¿no lo seguimos utilizando? —Es probable. No lo sé —dijo Twilight. Bon-Bon miró a Twilight. —Tú dijiste que no crees que los humanos sean reales.
—Tal vez deberíamos irnos —dijo Bon-Bon. Lanzándole una mirada a Twilight. Lyra se volteó a Applejack. —Está bien. Te pagare. Se apresuró después de Bon-Bon sin decir nada, alegrándose de estar lejos de ese lío. ———————————————————————————————————————————— Una vez que ellas regresaron a casa, Bon-Bon se giró a su compañera de cuarto. —Lyra, sé que he estado diciendo esto antes, pero lo digo en serio esta vez. Todo este asunto de los humanos necesitas detenerlo — dijo Bon-Bon—. He tolerado esas… manos, incluso no dije nada cuando empezarte a usar ropa, ¿Pero esto? ¡Te pudiste haberte matado! —Fue mi primer intento con esa tecnología. Los errores pasan —dijo Lyra. — ¿Tu primer…? No, Por favor dime que no vas a hacer nada como eso de nuevo. Destruiste totalmente la carreta de Applejack, todo porque alguna teoría que ni siquiera tiene sentido… —Sé lo que he visto —dijo Lyra—. Si sabes cómo son mis sueños, lo entenderías. Si averiguo cómo los humanos hacia funcionar esas carretas, ¡imagina lo mucho que Equestria podría cambiar! — ¡Los humanos no son reales! —gritó Bon-Bon. Lyra se echo atrás. Subiendo su tono de voz, BonBon continuó—. Eres tan grande para creer en esas historias. Solo escucha a Twilight. Escucha a tus propios padres, por el amor de Celestia. —Ninguno de ellos entienden lo que está pasando aquí. Sé que los humanos son reales —dijo Lyra. —Pero todas las cosas que has estado haciendo… ¡Eres un unicornio! Nada va a cambiar eso. No eres una humana. —Nunca dije que lo fuera.
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—Bueno, no —replicó Twilight—. Pero aun considerando la aceptable mitología, esto no tiene ningún sentido. —Sus ojos se abrieron como platos—, necesito enviar un reporte a la Princesa de mi progreso. No que he hecho mucho…
Bon-Bon respiró hondo. —Lyra, No quiero tener que decirlo, pero… si sigues haciendo esos experimentos, o lo que sea como los llamas, yo… —Bon-Bon vaciló–. En serio no quiero obligarte a que mudes, pero… Lyra la miró, tomada completamente desconcertada, —Tú… ¿Es enserio eso? Bon-Bon asistió lentamente. —Pero…
No había nada más que decir. —Bien. —Con un suspiró, Lyra se volteó y se dirigió a su habitación. Cerrando la puerta detrás de ella, Ella se dejo caer en la cama y rodó hasta mirada el techo. Era tan frustrante. Todo lo que ella necesita es prueba solida. Tal vez todo lo que ella tiene son solos teorías, piezas separadas de las pruebas que apunta al hecho de que algo había existido y ha creado esta sociedad antes de que los ponis hubieran aparecido. Pero ellos parecían tan cercanos en sus sueños. Ella miró por encima y vio su diario en la mesita de noche. La noche anterior ella despertó de nuevo y tenía esas imágenes en su cabeza. Ella lo hojeó hasta la última página y miró lo que dibujo. Ella logró tener la mayoría de los detalles antes que se les olvidaran. En realidad tenía muy poco en común con una carreta de madera de manzana, pero era lo más parecido que tenia. Esos vehículos humanos estaban hechos de algo más… posiblemente metal, ¿Basada en la apariencia? Tenían ventanas de vidrio en todos los lados. Los pasajeros y los conductores se sentarían adentro. Y las ruedas eran más gordas y no hechas de madera. Ellos ha estado moviéndose en el sueño por lo tanto ella no los pudo observar bien. El verdadero problema era propulsión. Ella ha estado usando magia, lo mismo que lo que da potencia a cualquier cosa en Equestria. Todos los libros dicen que los humanos no pueden usar magia… pero ¿Cómo funcionan estos carros? Ella los había visto moverse a velocidades imposibles sin nada tirando de ellos. Twilight no cree en los sueños de Lyra, pero ella nunca los ha experimentado. Esos no eran sueños normales. Todo estaba extraordinariamente detallado. Lyra a menudo veía cosas que no estaban descritas en los libros, pero no había manera de que ella sea capaz de imaginar todas esas cosas por sí misma. Y aún, Twilight tiene un buen punto… Si los humanos habían construido esas cosas, que le habrán pasado, ¿Y por qué los ponis no las usan?
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—Estoy preocupada por ti, Lyra. Estaría dispuesta de olvidarlo y decir que era inofensivo antes, Pero esto… Esto es demasiado. Pudiste herir a algún poni con esa cosa.
Dejó el diario debajo de la cómoda, encima de un lio desastre abarrotado de la partitura para la Gran Gala del galope. Eso le recordó, ella solo tiene una semana. Ella recogió una copia de uno de los valses y revisó las líneas de la música, escuchando en su cabeza mientras sus ojos se mueven a lo largo de la página. Bien, Tal vez ella se daría un descanso por un tiempo. Hacer un poco de última hora practicando para la Gala, a pesar de que era muy necesario. Bon-Bon estaba molesta y cualquier investigación adicional en este momento solo hará que empeore.
Ella apagó las luces, e intentó desconectar sus pensamientos y dormir un poco. ———————————————————————————————————————————— Un taxi se había detenido justo en frente de la casa. Bon-Bon fue la primera en verlo por la ventana. —Lyra, ¿estás lista? Tu carruaje esta aquí —ella llamó. — ¡Ya voy! —La repuesta vino desde el final del pasillo. Lyra hizo una búsqueda rápida en su cuarto, recogiendo todo lo que necesita. Había partituras tanto a granel y juntas en libros, esparcida por la habitación en su escritorio, mesita de noche y en la cama. Ella utilizo su magia para sacar todo deprisa. Todo en su tocador estaba apilado en un montón confuso, que se compacta tanto como podía y ella salió corriendo por la puerta si otro pensamiento. Lyra estaba corriendo tan rápido como podía en su vestido, tratando de no tropezar con el vestido. Ella estaba más acostumbrada a los pantalones. Este era demasiado amplio y difícil para moverte. —Buena suerte —dijo Bon-Bon—. ¿Crees regresar esta noche? —Ni idea. —Lyra encogió los hombros—. Mis padres me mandaron una carta. Ellos dijeron que quieren que los visite después de que termine, pero intentare regresar tan pronto como pueda. Ella revisó todas sus cosas — el estuche de su lira, los libros de las partituras…— Eso debería bastar. Todos flotaban encima de su cabeza cuando ella trotaba saliendo por la puerta. Lyra avanzó a la puerta del carruaje. Ella la abrió, empezó a poner todas sus cosas en el interior. Bon-Bon la siguió afuera y caminó al frente del vehículo. — ¿Todo está bien? —El chofer había notado la expresión de preocupación en la cara de Bon-Bon. —Oh, todo bien. Solo quería asegúrame que usted está manejando —dijo Bon-Bon. Ella obtuvo una mirada curiosa como respuesta—. Um... es una larga historia. —Ella bajó la cabeza.
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Lyra estaba cansada. Ella solo quería respuestas clara, pero ¿Si ella nunca las consigue? Solo algo que haga a Bon-Bon ver las cosas a su modo.
—No sé preocupe, Ma’am —contesto el cabello—. He hecho el viaje entre Ponyville y Canterlot todo el tiempo. Todo estará bien. —Si, por supuesto… —Bon-Bon soltó una pequeña risa—. Estoy segura que así será. Tal vez ella se preocupaba demasiado por Lyra. Sus… locuras… se habían vuelto más graves en los últimos meses, eso sin duda alguna. Pero ¿podría ser lo peor cosa que pueda pasar en la Gran Gala del Galope? Esto no sería más que un paso en la dirección correcta para Lyra. Tal vez con el tiempo iba a encontrar una carrera permanente con una orquesta y obtener un ingreso estable.
—Adiós, Lyra, —dijo Bon-Bon—. Da lo mejor. —Te veré mañana, al más tardar. —Señalando un casco para dar énfasis. Lyra avanzó al interior del carruaje. Ella se sentó en la acolchonada banca del interior, pero su vestido hacia extraña e incómoda al sentarse de la forma usual. De todos modos ella tiene que sentarse como un poni normal durante su actuación, justo como Bon-Bon y Rarity le habían dicho. Ella miró como Bon-Bon y su casa se hacían pequeñas mientras el carruaje se alejaba. Canterlot probablemente estaba a una hora o más. Ella se acomodó para el viaje.
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—Bien, Estoy lista —dijo Lyra, viniendo de un lado. Ella miró a Bon-Bon y después al chofer—. Vámonos.