Antropología Cap 12

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Capitulo 12 Choque cultural Ella dejó de tocar una vez que ya no era capaz de dejar sentir hambre. Lyra no había comido desde, bueno… esta mañana, en casa en Canterlot. ¿En realidad había sido eso hoy? al parecer Des Moines estaba tan lejos de casa como pudo llegar.

—Nunca antes he visto un instrumento como ese. Lyra saltó al escuchar la voz. Ella se paró y se dio la vuelta con su lira en sus manos. Era un chica —probablemente casi la misma edad de ella—. Lyra la reconoció, esta humana la ha estado observando por un tiempo. Ella tiene cabello oscuro, y suelto un poco más del cuello de su camisa de cuadros rojos. Lyra contuvo su aliento, así que una humana le estaba hablándole, de nuevo. No es gran cosa. Solo mantener la calma. —Sí…—dijo Lyra—. Espera, tú… nunca has visto uno… —Eso no podría estar bien. Este era un instrumento humano —tenía que serlo— ¿Los humanos no los tocaban? —Es una lira, ¿No es cierto? —la chica preguntó. —Sí. —Lyra dio un suspiro de alivio—. Pensé que habías dicho que no habías visto una antes. —Bueno, no en la vida real. —Sonriendo, la chica preguntó—, ¿Tiene algunos poderes mágicos? Lyra se quedó desconcertada. — ¿Magia? No, por supuesto que no. La chica rió y sacudió la cabeza. —Calma, solo estoy bromeando. Digo, solo me hizo pensar en… — Ella notó que Lyra parece confusa—. Olvídalo. No debes jugar la leyenda de Zelda. —En realidad no estoy tomando pedidos1 —dijo Lyra. Ella no sabía cómo tocar esa, pero podría ser una de las leyendas que los humanos recitaban con la lira. Tal vez pudiera aprenderla. Ella recogió el dinero y los papeles verdes y los metió en sus bolsillos, entonces puso su instrumento—. En realidad, estoy a punto de irme. —Ella se detuvo, y giró su cabeza—. Espera, vives aquí, ¿verdad? ¿En dónde puedo ir a comer algo? La humana encogió los hombros. —No es que haya nada demasiado especial aquí. —Comería cualquier cosa ese es el punto—. Lyra cerró los seguros del estuche y se levantó. Su estomago gruño. 1

Tocar y jugar son palabras homónimas en ingles “play”

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Ella se inclinó enfrente del estuche de su lira, y examinó lo que los humanos habían tirado. Ella estaba feliz al ver unas cuantas monedas —plata y bronce, no oro— pero la mayoría eran solo pedazos de papel verde. Ella recogió uno. Tenía la cara de un humano y un numero “1” en todas las esquina. ¿Es esto algo que vale la pena? Muchos humanos le dieron estos, así que tal vez lo era.


—Tú probablemente querrás comer algo barato de cualquier modo. No creo que hiciste mucho tocando. Pero eres bastante buena —dijo la chica—. Oh, por cierto, Soy Audrey. —Ella extendió la mano. Ella estaba ofreciendo un saludo, probablemente. Lyra sabía sobre esos saludos. Los ponis tienen su versión, pero sin los dedos. —Mi nombre es Lyra —dijo ella y tomó la mano de Audrey. Sus dedos se cerraron juntos. Lyra miró sus manos, es difícil de creer que esto estaba pasando.

— ¿Huh? —dijo Lyra—. Sí… Supongo. —Ella recogió el estuche del suelo y se colgó su mochila al hombro. — ¿Dónde aprendiste a tocar una de esas? —Audrey asistía hacia el estuche mientras que Lyra lo guardaba en su mochila. —La he estado tocando desde que era una por-digo, desde que era una pequeña niña —dijo Lyra—. Mis padres me la dieron… bueno, no mis verdaderos. Era adoptada —esta conversación no va voy bien. Ella sonrío extrañamente. —Oh… —Audrey parecía insegura en lo siguiente que iba a decir. —En verdad estoy hambrienta. Necesito comer algo. —Cierto. También Estaba a punto de irme a cenar. ¿Por qué no vienes conmigo? — ¿En serio? — ¿Una humana le estaba invitando a comer con ella? Esto era casi demasiado bueno para ser verdad. Y esto no era un sueño, esto realmente estaba pasando. —Es solo una invitación. No tienes que aceptarla. Digo, son vacaciones de verano y yo necesito un poco de interacción humana… — ¡Lo mismo digo! —exclamó Lyra —Bueno, eso es suficiente, supongo. Lyra asistió con fuerza y la siguió afuera del parque. — ¿Así que tocas a menudo? Vengo aquí mucho y nunca te he visto —dijo Audrey. —No, soy… de las afueras de la ciudad —dijo Lyra—. ¿En dónde vives? —Walnut Street. No está muy lejos de aquí. —Audrey hizo un gesto a su derecha y los ojos de Lyra siguieron su mano. Ella estaba un poco más interesada en la mano en lo que está señalando.

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— ¿Lyra? Como tu instrumento —dijo Audrey


Después de unas cuantas cuadres ellas llegaron a un edifico con tejado verde —un restaurante—. A través de las ventanas, Lyra pudo ver a humanos sentados en mesas, comiendo algo. Le recordó de nuevo lo hambrienta que estaba. —No es la gran cosa, pero dijiste que no te importaba —dijo Audrey cuando empujo la manija de la puerta. Ella dejó entrar a Lyra primero.

Normalmente Lyra podría estar más interesada en observar en lo que había, pero en ese momento ella estaba hambrienta. Además ella estaba a punto de saber lo que era la comida humana. Podría ser similar a lo que los ponis comen. Ella esperaba que a los humanos les gustaran los pasteles tanto como a ella. Audrey fue al mostrador y habló con el humano que operaba la máquina registradora. —Pediré un… numero uno. Y sin mostaza. — ¿Lo quiere como combo? —Sí. —Seria cinco con sesenta y siete. Lyra observó muy de cerca en como Audrey pagaba, pero todo lo que entregó al cajero fue una tarjeta rectangular pequeña. Y después se la regresó. ¿No es así como se supone como debe pagar? — ¿Puedo ayudarte? —Ahora el cajero le estaba hablando a Lyra. ¿Qué debería ordenar? Todo lo que Audrey había dicho fue un número. —UH… —dijo Lyra —. Tomaré lo mismo. —Eso era un modo seguro, ella pensó. —Muy bien. Son cinco con sesenta y siete. Cinco sesenta cinco… ¿qué? Lyra metió la mano en su bolsillo y sacó el fajo de papel. Estaba bastante segura de que era la moneda humana. Se quedó mirándolo por uno segundos, luego lo dio. El humano parecía confundido, pero tomó un poco del fajo y le regresó el resto. Él cogió unas cuantas monedas de la máquina registradora. —Treinta y tres centavos de cambio. Tenga un lindo día. —Igualmente… —dijo Lyra.

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El olor de algo bueno —comida, pero Lyra no pudo identificarlo— era fuerte. El interior del edificio era como cualquier otro restaurante, excepto que había humanos en las mesas y la cocina en parte trasera. Había una familia con niños en la esquina. La música sonaba — ¿de dónde? Era probable que sea grabada, pero no había ningún fonógrafo puesto que ella pudiera ver.


Todos aquí eran tan amigables. La Princesa Celestia había estado equivocada acerca de los humanos. O al menos, Lyra había estado en lo correcto que los humanos en su mundo podrían ser diferentes. Era difícil de creer que justo esta mañana ella había estado en la vieja aburrida Canterlot, y ahora ella estaba en algún lugar tan asombroso como Des Moines. —Y, um…—Lyra empezó—. ¿Qué significa ‘Des Moines’ exactamente? Es en donde estamos, ¿verdad?

—oh… ¿en serio? —Así que terminó en Francia… Lyra sonrió, imaginando la reacción de Rarity si podría saber en donde ella estaba en ese momento. Francia es un lugar real. En este mundo todavía era próspero. — ¿Por cuánto tiempo has estado en la ciudad? —Audrey levantó una ceja. —Acabo de llegar hoy —dijo Lyra. —Te acostumbrarás. En realidad, es bastante aburrido por aquí. —Lo dudo. —Lyra sonrió. Mientras ellas esperaban por su comida, Lyra escuchaba la música, de cualquier lugar donde podría venir. Era bastante pegajosa, lo que sea que era. “It don't take money, it don't take fame, don't need no credit card to ride this train…” Era una melodía alegre. Lyra se dio cuenta que, esa era música humana. A ella le gustaba más que cosas clásicas que son populares en casa. “It's strong and it's sudden and it's cruel sometimes, but it might just save your life - That's the power of love! “ La comida vino en bandejas marrón. Lyra reconoció algo de la comida como papas fritas, pero estas no parecían como las hacen en casa. La otra comida venia como pequeñas cajas cuadradas hechas de cartón. A ellas les dieron unos vasos vacios, hechos de papel. Ella observó A Audrey ir a una caja a lado del mostrador y lo llenó el suyo con algo. Lyra solo imitó lo que ella hizo, y tomó un sorbo —solo era refresco regular—. Un poco dulce y más burbujeante que en casa, pero aparte de eso, fue como estar de nuevo en Sugarcube Corner. Al momento que se sentaron, Lyra no pudo contenerse. Abrió la caja —Era algún tipo de sándwich — e inmediatamente empezó a comer. — Así que realmente tenias hambre —dijo Audrey, la miraba con un poco de diversión.

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—Uh… No puedo recordarlo —dijo Audrey. Sus brazos se cruzaron enfrente de ella—. Es algo francés.


Lyra asistió y tragó un poco. —Es delicioso. —No es nada especial —dijo Audrey. Ella se inclinó hacia delante—. Como sea, ¿de dónde dices que vienes?

—Ok… —Audrey asistió lentamente y empezó a comer. La Lechuga estaba cayendo del sándwich de Lyra hacia la bandeja. Era difícil sostener todo el sándwich todo junto. Tal vez ella solo no tiene la suficiente experiencia con sus nuevas manos. Lyra observaba como Audrey recogía y comer algunas papas. Ella usaba sus dedos sin pensar. Ella siempre los ha tenido, así que no podría darse cuenta algo especial. Humanos como ella no podrían imaginar los suertudos que eran. —Me gustaría escuchar más acerca de ti —dijo Lyra—. ¿A qué te dedicas? ¿Tienes trabajo? —He intentado en algunos lugares el año pasado, pero no tuve respuesta. Lo mismo este año. — Las manos de Audrey se movían ociosamente mientras ella hablaba—. Usualmente, estoy tan ocupada con la escuela para trabajar en el resto del año. Lyra se detuvo y la miró. — ¿Aún sigues en la escuela? Pero… ¿Cuántos años tienes? —Dieseis, a partir del febrero pasado. ¿A qué te refieres, con ‘aún’? —Me gradué hace años —dijo Lyra. — ¿De qué? —Dijo Audrey—. Todavía me faltan dos años de preparatoria. Después quiero ir a la Universidad de Grand View a estudiar psicología, y eso seria otros cuatro años, al menos. Lyra no sabía que decir. ¿En serio iban tanto tiempo a la escuela los humanos? Ella era incluso unos pocos más vieja que esta humana y sin embargo, ella había acabado la escuela de magia hace mucho tiempo. Sus pensamientos fueron interrumpidos por una repentina ráfaga de música, tenía una calidad diminuta y sonaba mucho más cerca que la música que estaba sonado. —Ups. Es el mío —dijo Audrey, jalando un objeto pequeño objeto negro de su bolsillo. Ella lo miró por un rato y su cara parecía irritada. Lyra sentada, no segura cual era la respuesta correcta—. ¿Cómo él podría esperar que yo sepa algo sobre eBay? —Audrey no estaba hablando

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—Es, um… —Lyra tomó otra mordida, preguntándose cuanto debería decir. ¿Qué pensarían los humanos sobre los ponis? Ella no tomaría riesgos hasta saberlo—. Es un pueblo pequeño. Muy lejos de aquí. Es posible que nunca hayas oído hablar de él. Es así de lejos.


con ella, ella solo miraba la cosa en sus manos y luego empezó a tocarlo con sus pulgares, que era interesante. Después lo guardo de nuevo y su expresión amigable volvió de nuevo. —Lo siento. Ese era mi amigo Nathan Lyra asistió, aunque ella estaba más confusa que nunca. Esa cosa tenía nombre y Audrey lo consideraba un “amigo.” La explicación de Audrey había sido tan casual, como si Lyra simplemente lo entendería.

—Oh, bueno… —Lyra dudó. Era probable mejor decir la verdad—. En realidad, estoy buscando a mis padres. Audrey asistió y tomó un sorbo de su bebida. —Cierto… tu mencionaste que eras adoptada hace rato —ella dijo y después agregó rápidamente—. No importa que pregunte al respecto, ¿verdad? —No para nada —dijo Lyra—. En realidad ni siquiera sabía que era adoptada hasta hace poco. — ¿En serio? La mayoría de los niños adoptados lo saben. Alivia mucho la situación, permite a los niños…—dijo Audrey—. No puedo imaginar lo que debes haber pasado al descubrirlo. —Mi situación fue… complicada. Dejémoslo así —dijo Lyra. Sacudiendo su cabeza, Audrey murmuró —Aun. Dejar tus padres atrás y todo eso. —Me mudé hace un tiempo… supongo que puede quedarme en el pueblo, cerca de casa. Twilight hizo eso —dijo Lyra, encogiendo los hombros. — ¿Twilight? —sí, ella es una… amiga —dijo Lyra. Ella recordó cuando ellas investigaban juntas hace meses. Mira quién tuvo razón. —Ese es… una especie de nombre extraño—dijo Audrey, frunciendo su nariz—. Que, ¿Sus padres son hippies o qué? Lyra de repente se dio cuenta de lo que ha hecho. Los nombres de ponis eran diferentes de los nombres humanos. Su mente colapsó totalmente. —Sí… Hippies verdaderos. —Lo que sé que significa, pensó Lyra. Aunque parecía una respuesta satisfactoria. —La gente siempre debería burlarse de ella. Tú sabes, por los libros.

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—Pero como sea, aún no sé nada de ti. ¿Qué estás haciendo aquí en Des Moines? —preguntó Audrey.


—Bueno, a veces, pero… —Lyra parpadeó—. Espera, ¿Cómo sabes que a Twilight le gustan los libros? —No, estaba hablando acerca… —Audrey dio un suspiro—. ¿Sabes qué? Olvídalo. Continua. Estabas hablando cuando te mudaste. ¿Hace cuando fue eso? —Cerca…. —Lyra pensó por un momento—. ¿Hace cuatro años? Audrey la miró. —Y tienes… ¿Cuántos años?

—Tú has estado viviendo por tu cuenta desde los doce. —Sí. Bueno, quiero decir, tuve a una compañera de cuarto —dijo Lyra—. Esta ciudad es más grande que en la que vivía, pero creo que soy capaz de arreglármelas. — ¿Tus padres te corriendo cuando tenias doce? —Audrey parecía sorprendida por alguna razón. —No, yo escogí mudarme —dijo Lyra—. Ellos no me forzaron a irme o nada y yo quería estar sola. Mis padres en realidad no le gustaban del todo de la investigación que estaba haciendo acerca… — La voz de Lyra se cortó. Sus ojos vagaban alrededor del restaurante, a los humanos detrás del mostrador, y a Audrey, sentada enfrente de ella—. Bueno, no es realmente importante. Pero era capaz de hacer lo que quería. —Tenías doce —Audrey repitió—. Eso solo, no lo sé… un serio caso de abandono, o algo… ¿El servicio social se enteró? —No es la gran cosa —dijo Lyra. Audrey sacudió su cabeza, luego continuó. —y… tú mencionaste que tratas encontrar a tus verdaderos padres. Eso es el por que estás aquí. —Sí. Mis padres… bueno, mis padres adoptivos… ellos me dieron esto —Ella se agachó para recoger su mochila a lado de la mesa, y tomó la fotografía—. Esto es todo lo que tengo de mi familia verdadera. Audrey tomó la foto y la miró por unos momentos. — ¿Esto es todo lo que te dieron? ¿Siquiera sabes sus nombres?, ¿Algo acerca de dónde vienen? Todo lo que Lyra sabía era que ellos venían de este mundo. Aún así, ella no creía que los humanos eran conscientes de la existencia de Equestria. —No… En realidad no sé nada de ellos.

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—dieseis. Como tú. —Lyra sonrío.


—Caray. Odio decirlo, pero no creo que esto va hacer mucho bien —ella volteó, pero no había nada del otro lado. Ella se volvió—. No puedo creer ellos te mandaron por tu cuenta con nada pero esto. Esta son las clases de cosas que pasan. No tiene sentido. —Oh, está bien. Como dije, he vivido por mi cuenta por mucho tiempo —dijo Lyra, regresando la foto a su mochila a lado de su diario—. Creo que puedo manejarlo. — ¿De dónde eres?

—Ni siquiera sé que decir a eso. —Uh, sí —Lyra tomó otra mordida mientras ella trataba de figurar lo siguiente que iba a decir. Ella terminó lo ultimó de su sándwich. Era exactamente lo que necesitaba y ella se sentía completamente llena—. Estaba delicioso. ¿Qué es? — ¿En serio no has comido una Big Mac antes? —dijo Audrey. La primera cosa que le vino a la mente fue el hermano mayor de Applejack, pero obviamente no era eso de ella estaba hablando. Por coincidencia, el sándwich debe de tener el mismo nombre. — ¿De qué es? —preguntó Lyra. Audrey encogió los hombros. — ¿Carne grasienta en pan barato? No sé exactamente que es la salsa, pero… —Lyra dejó de escuchar después de la primera palabra. Ella lentamente llevó su mano a su boca. —Dices que… tiene carne. —Por supuesto. Bueno, un tipo. Quiero decir es comida rápida. Quien sabe lo que es realmente… —Como… animales. — ¿Huh? —Eso… ¡Eso vino de algo que estaba vivo! ¿Qué me acabo de comer?

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—Como dije… no has oído hablar de él. No es importante. —Lyra agitó una mano, sosteniendo la cuarta parte restante de su sándwich en la otra.


Los ojos de Audrey se abrieron con preocupación. Ella puso un mano en si frente y miró la. —Oh, dios mío. Eres vegetariana —ella dijo—. ¡Debiste decírmelo! Pensé que todo el mundo lo sabía. No me digas que nunca antes has estado en un McDonald. — ¿Qué era esa…? —dijo Lyra, su voz apenas era un susurro. —Es… de vaca, posiblemente. La mayoría. Quiero decir, no sé cuánto de eso es de relleno — Audrey se tropezaba con sus palabras.

Ella estaba a punto de vomitar. Audrey también parecía asustada, pero ni siquiera la mitad lo mucho que Lyra estaba sintiendo. — Oh dios mío… Si eres vegetariana, podrías haberme avisado antes. Te hubiera sugerido algún otro lugar. Lo siento. Lo siento mucho. Lyra sacudió su cabeza lentamente. —Pinkie tenía razón… —Ella murmuró. ¿Y la peor parte? La carne es deliciosa. — ¿Quién? —Dijo Audrey—. ¿Razón en qué? —Oh, ¿dije Pinkie? Quería decir…. Diane —Lyra esperaba que pudiera salvarla de más preguntas. Su estomago estaba dando vueltas—. Siempre la llamamos Pinkie porque es su color favorito. Pero… ella me dijo acerca —La voz de Lyra se cortó y ella gimió. —Lyra, ¿En serio vas a estar bien? Quiero decir me siento terrible por todo esto. —Estaré bien… —Ella murmuró—. ¿Todos los humanos comen esto? —Bueno, no… quiero decir, acabas de decir que eres vegetaría… —Audrey sacudió su cabeza—. Dios. De verdad lo siento. —Ella apoyo su cabeza en sus manos y miró la mesa. Ella terminó el resto de su comida en un silencio incomodo, evitando los ojos de Lyra. El resto de la comida parecía estar bien. En cualquier caso, era segura. Lyra cogió las papas fritas, aunque ella ya no sentía hambre. Lyra finalmente habló de nuevo. —Audrey… no comes… ponis, ¿verdad? — ¿Qué? No. —Uh… está bien… —Al menos, eso era bueno, aunque en realidad no harían mejor las cosas.

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Había vacas en la granja de Applejack. Ellos las cuidaban por su leche, y las trataban con cariño. Los humanos se las comían. Y Lyra acaba…


Lyra de verdad quería confiar en esta humana. Las cosas iban tan bien, pero esto… ¿Podría realmente pasar por alto esto? Entonces de nuevo, todos los humanos, o la mayoría de ellos, como sea, comían esto. Era su biología natural. Tal vez no tenían otra opción. Pero… sabía bien.

Finalmente Audrey habló de nuevo. —Uh… Lyra. Dijiste que estabas de paso por la ciudad —ella dijo. Apuntando un dedo hacia afuera sin hacer nada. —Sí, es cierto –dijo Lyra. — ¿En dónde te estás quedando? —En realidad… no había pensado acerca de eso, para ser honesta —Lyra admitió. Hoy había sido demasiado abrumador. —Bueno, uh… —Audrey buscaba las palabras que decir. Ella tomó otro sorbo de su refresco—. Eres una persona interesante, Lyra. Diría que demasiado. Lyra sonrío un poco. —Gracias… —Teniendo a una humana llamándola “interesante” era un increíble honor. Ella pensó que Audrey era mucho más fascinante. —También eres muy ingenua y algo terrible te va pasar si te vas a quedar por tu cuenta. — ¿A qué te refieres? —preguntó Lyra. El mundo humano parecía seguro para ella. Bueno… aparte de la comida, Parecía imposible que cualquier cosa peor que eso pudiera pasar. —Lo que estoy diciendo…. —Audrey dio una pequeña risa, y miró la mesa—. Estoy loca por decir esto, porque te acabo de conocer y todo, pero tenemos un cuarto de invitados en casa y si necesitas un lugar para quedar hasta que averigües algo… — ¡Me encantaría! —dijo Lyra, su cara se ilumino. Entonces ella se echó hacia atrás. El movimiento fue más fuerte de lo que ella hubiera querido.

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Audrey la había llamado “Vegetariana,” Así que tal vez era normal para algunos humanos no comerla, pero había sonado como la excepción en vez de la regla. Lyra no estaba segura en que pensar.


—Entonces, creo que eso está arreglado —Audrey dijo, sonriendo—. Vamos. Te mostraré en donde vivo. ———————————————————————————————————————————— La casa de Audrey estaba a solo media hora caminando. Era de dos pisos, pintada de blanco, con techo gris. En realidad se parecía mucho a las otras casas que estaban alrededor. Estas parecían estar dispuestas un poco más ordenadas que en Ponyville. En una especie de patrón de rejilla. Era gracias a los caminos que las carretas del humano necesitan. Uno de ellos estaba sentado en frente de la casa.

—Parece como que mamá está en casa —dijo Audrey, asistiendo hacia la carreta estacionada—. Le diré que te quedaras. No te preocupes. No debería ser un problema. —Muy bien… —Lyra todavía estaba sorprendida que ella estaba a punto de quedarse en una casa humana. Era casi lo suficiente para olvidar lo que ella acaba de comer. Casi. Lyra notó la palabra “LOREN” en un lado de su buzón enfrente de la casa. Ella siguió a Audrey hasta la puerta, entraron. El vestíbulo realmente no se sentía demasiado extraño. Había un bodegón colgado en una pared de alguna fruta y al otro lado de las escaleras dirigiéndose a la derecha. Lyra notó que las escaleras eran más estrechas que en casa, haciéndonoslas más compactas. Además, la anchura extra no sería necesaria para un humano de dos patas. No mucho después de que ellos entraron a la casa y Audrey había cerrado la puerta, otro humana entro. Ella se parecía como Audrey, pero su cabello era rizado en vez de largo. —Oh, pensé que estarías en casa pronto. — ¿Papá todavía sigue en el trabajo? La madre de Audrey asistió después notó a Lyra. — ¿Quién es ella? —Esta es Lyra. Le dije que se pudiera quedar con nosotros por un tiempo… —La voz de Audrey se cortó, y su madre le lanzó una mirada. Ella se volteó hacia Lyra—. Um, siente en casa, yo me encargo de esto. —Oh, gracias —dijo Lyra. Ella se dirigió hacia el pasillo y dejó a las dos humanas en el vestíbulo. Sus voces se habían disminuido. Lyra no podría figura lo que estaban diciendo, pero ella confiaba en Audrey. Tal vez más que ella debería… No, lo de la carne había sido un malentendido. No podría pensar en eso. Incluso ella no podía obligarlo a salir de su mente no importa lo mucho que

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Esta parte de la ciudad era más tranquila que el centro había sido. Todo de las casas tenía jardines con pasto y arboles, algunos mejor cuidados que otros.


lo intentara. Además, ¿estaba realmente en posición de rechazar la bondad de los extraños? ¿Especialmente de los humanos? Tenía que dejar de pensar en lo que había hecho. Después de todo, esto era casa humana —El pensamiento de aun era excitante para ella, independientemente de todo lo demás—. Lyra se dirigió hacia otro cuarto.

Esta… Parecía al igual que las pascuas de armonía. Ellos tenía un árbol decorado y todo. No, espera Eso sería navidad, ¿No es verdad? Lyra estaba sonriendo. Tal vez ella podía preguntarles acerca de lo que era… Pero ella no podía ser tan obvia que ella no sabía acerca de eso. Después de todo, todos los humanos celebran la navidad. Otra parecía ser la noche de las pesadillas. Una pequeña humana, la edad de los niños que había visto en el restaurante, vestida como un gato negro. Era probable que fuera Audrey a esa edad. Pero si los humanos no tienen a Nightmare Moon, ¿Entonces a quién celebran? Ella notó la mesa del centro enfrente del sofá había un jarrón con algunas flores. Lyra sentía un poco de hambre. Afortunadamente ella no estaría excediendo sus límites como invitada si toma una. Ella mordió los pétalos, e instantáneamente tuvo que resistir escupirlo. Era demasiado amargo. Ella tosió y trató de tragarlo. Ella se dirigió de nuevo hacia el vestíbulo. Mientras ella se acercaba, las voces se volvían más claras. —Ella ha tenido una vida difícil. Ni siquiera me dirá lo que ha pasado. —Me doy cuenta de eso, pero esto no es como cuando solías traer a casa animales extraviados. Esta es un ser humano. Audrey. Una extraña. ¿Tan siquiera sabes algo de ella? ¿De dónde viene? —Ella está pasando por un mal momento. Está confundida —Esa era la voz de Audrey Lyra entró. —Um, disculpen, pero… creo que sus flores están mal. No saben bien del todo —Ella estaba sosteniendo el tallo con la cabeza parcialmente arracada de un mordisco. Silencio

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Ahora la casa empezaba aparecer diferente de Ponyville. La sala de estar —Si eso es lo que era— tenía una extraña organización. Un sillón y unas cuantas sillas, todas enfrente de una caja negra. Al momento Lyra no tenía idea para lo que era, Parecía aburrido, así que ella dirigió su atención a las fotos enmarcadas al final de la mesa.


—Uh… —Audrey no estaba segura en que decir. —Lo siento… —dijo Lyra silenciosamente. —No, es… está bien —dijo Audrey.

Lyra asistió. —En realidad no quiero causar ningún problema. Me puedo quedar, ¿verdad? —ella tomo otra mordida de la flor sin darse cuenta, e hizo una mueca de nuevo. Como pudiera esto saber mal, cuando en la mañana lo comió… Audrey intercambió una mirada con su madre y después se dirigió hacia Lyra. —Ven. Te mostraré en donde te quedaras —Audrey la llevó hasta las escaleras. ———————————————————————————————————————————— Estaba empezando a oscurecer. Lyra estaba ayudando a Audrey a poner sabanas a cama de invitados donde ella dormiría. — ¿Podrías alcanzar esa esquina? —Audrey sostenía uno de los extremos de una funda con estampado de flores y apuntando con su mano desocupada. —Sí. —Lyra ayudó acomodándola—. En serio me puedo quedar, ¿verdad? ¿Por cuánto tiempo? —El tiempo que necesites. Sin embargo, creo que necesitas venir con un mejor plan. En este punto, tratando de encontrar a esas personas de tu foto es poco realista. Ellas terminaron con la funda del colchón y empezaron con las sabanas, era solo una simple tarea, pero ellas estaban usando sus manos en ella. Una mano sostenía una esquina de la funda mientras que la otra la acomodaba. Audrey había cogió una sabana cuando un hombre entró desde el pasillo. —Tú debes ser Lyra —él dijo —. Escuché que te quedaras con nosotros. Ella se volteó a verlo. Él era probablemente el padre de Audrey. —sí. — ¿Mamá habló contigo? —Dijo Audrey—. Acerca de… bueno… —En serio seré ningún problema —interrumpió Lyra.

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—Lyra, ¿cierto? —Dijo la madre de Audrey—. Audrey dijo que estaba trabajando en la ciudad para juntar tu propio dinero.


—Estoy seguro que no lo será. —él dijo, sonriendo—. Y no podemos regresar a la calle, ¿podemos? Lyra le costaba creer la suertuda que había sido al terminar aquí. —No… puedo decir lo mucho que significa esto para mí.

—Gracias —dijo Lyra, sonriendo—. Aunque, creo que estoy bien por ahora, —ella regresó a hacer la cama y terminada de ponerlas sabanas. —Entonces, te dejare por ahora. —Él se volteó y salió mientras ellas terminaban de hacer la cama. —Parece bien —dijo Audrey—. Y como Papá dijo, solo dinos si necesitas algo. Lyra estaba mirando un librero al final del cuarto. — ¿No te importaría si leo algunos de esos? — ella los señales, Audrey encogió los hombros. —Seguro, si tú quieres, supongo. —gracias. —Lyra bostezó—. Pero… de hecho, creo que solo me iré a la cama por esta noche. —ella se dio cuenta que se despertó esta mañana en Canterlot. Se sentía como hace años. Necesita descansar un poco. —Muy bien. Entonces, buenas noches. —Buenas noches. ———————————————————————————————————————————— Había sonidos extraños, inidentificables sonidos afuera en el mundo humano. Lyra pensó que estos pueden ser por esas carretas, pero también hubo un fuerte y agudo gemido que se hizo más fuerte y se desvaneció. Lyra estaba tendida en la cama, con su diario abierto delante de ella y un lápiz en mano. No era tan diferente de casa, excepto que ella ahora estaba escribiendo por experiencia. Y había demasiadas cosas que ella ha aprendido hoy acerca de los humanos. ¿Por dónde empezar? Ella golpeaba la goma contra su mejilla.

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—Es un placer conocerte, Lyra. Solo déjanos saber si necesitas algo. De verdad queremos ayudarte.


Ella tomo otra mirada del cuarto donde ella estaba quedándose. Estaba oscuro aún con la lámpara en la mesa a lado de ella. En frente de donde había puesto su mochila. Las cortinas colgaban delante de la ventana, pero ella no había sentido la necesidad de cerrarlas. Más temprano ella había mirado los títulos de todo en la librería y ella solo no podía decidir con cual libro empezar. La cultura humana era incluso más amplia y variada que la de Equestria. Regresó a su diario. Primero anotó: Se cuidadosa con lo que comes.

Eso no cambia el hecho que Lyra nunca querrá hacerlo de nuevo Pasando eso, había todas invenciones que estaban en este mundo. Pasó de nuevo a unos bocetos de carretas que había hecho sobre la base de sus sueños. Aquellos habían sido sorprendentemente precisos. Ella regresó a una página en blanco. La idea de que este era su mundo —Este enorme, increíble lugar— era simplemente maravilloso. Equestria no podría comparar a lo que podría ser reservado para ella aquí en Francia. Y ella ya había hecho una amiga al que podía encontrar el camino. Aunque eché de menos…a Bon-Bon. Una sonrisa apareció en su rostro mientras imaginaba la reacción que Bon-Bon haría al verla ahora. Pero… eso nunca pudiera pasar. ¿Cómo regresaría sin magia? Además, el hechizo era tan difícil incluso para un unicornio normal. ¿Aunque como le haría para llegar a Equestria? Demasiadas preguntas, y ella había sido, aunque hoy en día demasiadas para siquiera considerarlas a todos. Ella bostezó. Ella realmente debe ir a dormir. Se dio la vuelta y vio a su collar que cuelga en el poste de la cama. Una lira de oro, al igual que su Cutie Mark. Llegó pasado a la lámpara, tratando de encontrar el interruptor. Se preguntó si todos los humanos tenían este tipo de cosas en sus casas. Aparatos mágicos existía en Equestria, pero no eran muy comunes. Pero, a juzgar por lo que Audrey había dicho esta mañana, ella lo hizo sonar como la magia era una especie de broma. Entonces ¿Cómo funciona todo aquí? Sus dedos se cerraron alrededor de la perilla, y se hace clic mientras se lo torció a la posición "off". Estaba demasiado cansado para pensar en todas estas preguntas en este momento. A fin de cuentas, un día como un ser humano había sido un éxito.

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Esa nota estaba encerrada. Lyra se estremeció en solo pensar en lo que había sucedido el día de hoy. Audrey no había intentado hacerle daño, sin embargo. Comer carnes era más que un comportamiento humano normal.


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