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Musculo liso

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Conclusión

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DEFINICIÓN

El músculo cardíaco o miocardio es el tejido muscular de componentes mixtos, que se localiza exclusivamente en las paredes del corazón. Por tal razón, tiene la

función de generar las contracciones necesarias para que la sangre llegue a todas las partes del cuerpo. Los músculos además de estar compuestos por fibras musculares, también poseen un tejido que varía dependiendo del lugar donde se encuentren. Por ejemplo, podemos encontrar tejido liso en las vísceras, mientras que en los músculos del tronco y las extremidades localizamos tejido estriado.

Cómo está compuesto el músculo cardíaco

A diferencia del músculo esquelético que está compuesto de células y de tejidos tipo estriado; el corazón se encuentra formado por dos tipos tejidos, los cuales trabajan cada uno para lograr bombear la sangre. Entonces, esos componentes del corazón son los siguientes:

• Células cardíacas conocidas como cardiomiocitos. • Tejido liso y estriado. • Glóbulos blancos.

¿Qué función tiene el músculo cardíaco?

De acuerdo a la fisiología, las células y todos los demás componentes del corazón, se encargan de generar diversos procesos, que terminan realizando la distribución de los componentes sanguíneos a todas las partes del organismo. Pero para que la contracción pueda darse correctamente, se necesita de dos mecanismos principales, llamados nodo sinusal y el otro que se genera a través de una señal eléctrica. Referente, al nodo sinusal este es importante para que se ejecute la función del corazón, ya que es el encargado de producir las descargas que terminan generando el latido del corazón.

Qué enfermedades afectan al músculo cardíaco

Cuando el trabajo que realiza el sistema muscular presente en el corazón, se ve interrumpido por diversos factores, podemos encontrar la aparición de enfermedades relacionadas directamente con la producción del latido cardíaco o con la trasmisión del líquido sanguíneo a todo el organismo, siendo las partes distales del cuerpo las más afectadas.

Esas enfermedades de las que hablamos, pueden producir un daño irreversible en los tejidos por causas como las mencionadas a continuación:

• Interrupción en las vías que llevan el oxígeno a las células musculares. • Presencia de sustancias no beneficiosas, que generan un bloqueo en la circulación. • Procesos inflamatorios que se instauran en las paredes cardíacas. • Alteraciones morfológicas en la estructura interna del corazón. • Cambios en el patrón de la frecuencia cardíaca.

Músculo cardiaco.

Aunque el corazón está formado por músculo cardiaco, se pueden encontrar tres clases musculares diferentes: 1) el músculo auricular, 2) el músculo ventricular y 3) las fibras musculares excitadoras y conductoras especializadas. El músculo cardiaco se contrae de la casi de misma forma en que lo hace el músculo esquelético, la diferencia estriba en que la contracción del músculo cardiaco tiene una mayor duración. Las fibras excitadoras y conductoras especializadas se contraen débilmente, ya que no contienen demasiadas fibras contráctiles, su función es, por lo tanto, estimular y controlar el latido cardiaco.

Las fibras musculares cardiacas se disponen como un enrejado, se dividen y se vuelven a unir varias veces, poseen carácter estriado y contienen miofibrillas típicas que contienen filamentos de actina y de miosina casi idénticos a los del músculo esquelético. Las células musculares cardiacas se encuentran atravesadas por áreas oscuras, denominadas discos intercalares, membranas que separan a las células entre sí, cuya cualidad es la de ejercer 400 veces menos resistencia que el resto de la membrana muscular cardiaca, y al conjuntarse unas con otras forman uniones permeables y E comunicantes conocidas como gap junctions, que permiten una difusión casi totalmente libre de los iones, que traducido a lo meramente funcional, hace que los potenciales de acción viajen de una célula miocárdica a la siguiente a través de los discos intercalares con escasos obstáculos.

Biografías

Revista Médica MD Número 3, Volumen 1; Septiembre-Octubre 2009 https://www.fbbva.es/microsites/salud_cardio/mult/fbbva_libroCorazon_cap3.pdf

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