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Tecnologías ‘aliadas’ de los arquitectos para la recuperación verde
SOSTENIBILIDAD Y EFICIENCIA ENERGÉTICA
BOMBA DE CALOR: UNA VÍA CON POTENCIAL PARA DESCARBONIZAR LA EDIFICACIÓN

� Marta San Román Directora adjunta de la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (Afec) Las bombas de calor son una de las principales opciones tecnológicas para contribuir a la descarbonización de los edificios existentes en España. Su tecnología es variada, versátil, puede proporcionar ACS además de climatización, y funciona en todos los climas y todos los tipos de edificios. Dentro de la gran variedad de tipos de bomba de calor, uno de los que más crecimiento está experimentando son los equipos multitarea: aumentaron un 22% en 2020 respecto a 2019.
La Unión Europea (UE) quiere liderar la conversión a la neutralidad climática en 2050, y aspira a reducir emisiones al menos en un 55% en 2030. La descarbonización de Europa y la recuperación económica por la crisis de la pandemia de la Covid-19 son un gran reto. Con los fondos europeos del Plan de Recuperación Económica (Green Deal UE), los estados miembros promueven las tecnologías con bajas emisiones de carbono, como las bombas de calor, y disuaden del uso de calefacción con combustibles fósiles. En la actualidad, el parque inmobiliario europeo es responsable de, aproximadamente, el 36% de todas las emisiones de CO2, y la calefacción y refrigeración consumen casi el 50% de la energía de la UE, por lo que el potencial de descarbonización de este sector es enorme. La renovación de los edificios existentes de nuestro país es crucial para reducir ese consumo y frenar las emisiones. El “Programa de Rehabilitación Energética de Edificios” (PREE), dotado con 300 millones de euros y abierto a solicitudes hasta el 31 de julio de 2021, es una prioridad tanto para el “Plan Nacional Integrado de Energía y Clima” (PNIEC), como para la “Estrategia a Largo Plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España” (ERESEE 2020). Estas iniciativas, junto con otras como la Oleada de Renovación de la UE y la necesidad de alcanzar los objetivos europeos, configuran el contexto para que arquitectos, ingenieros, contratistas, constructores, empresas de servicios energéticos, etc., así como los fabricantes y distribuidores de equipos de climatización, den un enfoque adecuado a sus actividades. En este escenario, y al utilizar energía renovable, la bomba de calor tiene un papel de gran relevancia. En el ámbito de las instalaciones térmicas, es prácticamente la única tecnología que aporta valor a los tres compromisos de la UE simultáneamente: aumentar la eficiencia

energética y el uso de energías renovables, así como reducir las emisiones de CO2. Además, a sus funciones de calefacción, refrigeración y producción de agua caliente sanitaria (ACS), añade la de regulación y control de temperatura y humedad, por lo que suma beneficios de confort y mejora de la calidad del aire interior a los de ahorro en la factura energética de los usuarios. La tecnología bomba de calor proporciona calefacción o refrigeración, dependiendo de las necesidades de temperatura de la estancia. Por ejemplo, en invierno toma la energía del entorno natural (el aire ambiente, el suelo o las aguas superficiales) y la trasfiere al interior de los recintos, calentándolos. También actúa a la inversa en verano, llevando el calor del interior de los espacios hacia el exterior, refrescándolos. Y gracias a la continua innovación de los fabricantes, sus rendimientos medios estacionales son cada vez más elevados. La altísima eficiencia de la bomba de calor duplica o triplica los rendimientos de las tecnologías fósiles. Aproximadamente un 75% de la energía que necesita para su funcionamiento es de origen renovable y, por tanto, gratuito. Por ello, además del consecuente ahorro, se ayuda a reducir la pobreza energética.
Aplicación en obra nueva y en rehabilitación
El PNIEC contempla que la energía renovable suministrada por bombas de calor se multiplique por diez de ahora a 2030. El desafío que se plantea es enorme. Para los edificios existentes del sector residencial, el plan propone reducir el consumo de energía, especialmente en viviendas, mediante actuaciones de rehabilitación energética. Se marca como objetivo la renovación de las instalaciones térmicas ineficientes, de tipo centralizado y de tipo individual, por equipos de bomba de calor, empezando con 30.000 viviendas/año en 2021 hasta llegar a 300.000 viviendas/año en 2030. Dentro de la gran variedad de tipos de bomba de calor, uno de los que más crecimiento está experimentando son los equipos multitarea, aumentando un 22% en 2020 respecto a 2019. La versatilidad en su configuración permite una gran flexibilidad a la hora del diseño de soluciones, tanto para aplicación en obra nueva como para rehabilitación residencial. Producen simultáneamente calefacción, refrigera-
ALTÍSIMA EFICIENCIA.
Aproximadamente un 75% de la energía que necesita la bomba de calor para su funcionamiento es de origen renovable y, por tanto, gratuito. Por ello, además del consecuente ahorro, se ayuda a reducir la pobreza energética
La bomba de calor suma beneficios de confort y mejora de la calidad del aire interior, y representa un porcentaje de ahorro en la factura energética de los usuarios.

Al utilizar energía renovable, tiene un papel de gran relevancia de cara a aumentar la eficiencia energética y reducir las emisiones de CO2.
La tecnología bomba de calor proporciona calefacción o refrigeración, dependiendo de las necesidades de temperatura de la estancia.
ción y ACS, y la propia unidad gestiona el modo de operación y el control de la temperatura de zona. Estas soluciones multitarea son muy adecuadas en rehabilitación. Dada la variedad en modelos y su versatilidad, se puede encontrar, a la hora de sustituir un sistema convencional por uno de aerotermia, la tipología de equipo ideal para cada situación, incluso en los casos en los que existen restricciones de espacio. En caso de que sea necesario mantener la instalación de calefacción convencional por restricción del proyecto o de la vivienda, puede mejorarse la producción de agua caliente sanitaria con una bomba de calor específica (solo para ACS). En obra nueva, los equipos multitarea son una de las propuestas más usadas, ya sea en vivienda individual o en colectiva. Las soluciones disponibles en el mercado incluyen diseños de tipo partido y compacto, y se ofrecen soluciones para emisores de baja temperatura, SIN RESTRICCIONES. Las soluciones multitarea son muy adecuadas en rehabilitación; dada la variedad en modelos y su versatilidad, se puede encontrar, a la hora de sustituir un sistema convencional por uno de aerotermia, la tipología de equipo ideal para cada situación

suelo radiante-refrescante, refrigeración, ACS, etc. Las prestaciones de las bombas de calor cubren las necesidades de climatización y ACS tanto en climas cálidos como fríos, incluso con temperaturas exteriores muy exigentes: hasta -20 °C en modo calefacción y hasta +45 ºC en modo refrigeración, con la posibilidad de llegar a los 90 ºC en la producción de ACS.
Gran aliada de los arquitectos
El sistema de climatización y ACS es una parte fundamental del proceso de diseño y planificación de los edificios. Los arquitectos deben incorporar a sus creaciones tecnologías renovables, manteniendo el compromiso de funcionalidad, eficiencia energética, cumplimiento de normativas, confort, calidad de aire interior, estructura constructiva, contaminación acústica, estética, reducción de emisiones, propuesta económica para el usuario final (inversión más coste total de propiedad), etc. La bomba de calor ayuda significativamente a los arquitectos en este reto, contribuyendo en la mayoría de esos aspectos. La gran tipología de modelos disponibles en el mercado facilita su integración desde el punto de vista estético en cualquier estilo de diseño de interiores. La creciente tendencia a limitar las ganancias y pérdidas de calor con un buen aislamiento en los edificios favorece que la demanda de climatización se reduzca, y optimiza el sistema basado en bomba de calor, especialmente los equipos multitarea por tener producción de ACS. Un correcto dimensionamiento mejora aspectos de rendimiento, espacio y retorno de inversión. La aerotermia aumenta el valor de la vivienda. Por un lado, su eficiencia puede contribuir a la mejora del certificado energético; y por otro, la sencillez del mantenimiento -simplemente limpiar los filtros y una revisión anual- se traduce en una larga vida útil. Es esencial elegir productos y equipos homologados y que cumplan con la legislación vigente, así como planificar una adecuada regulación y control de la instalación y un commissioning y una puesta en marcha correctos, para asegurar resultados de máximas prestaciones y máximo confort.