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Una vuelta al conocimiento en el aula, garantía de evitar el adoctrinamiento

EVITAR el adoctrinamiento en el aula ha de ser la aspiración de todo docente en su centro, además de una exigencia de padres y alumnos. Cada vez que se discute sobre la necesidad de reducir los conocimientos en favor de las competencias (la falsa dicotomía en la que estamos instalados en los últimos años) nos viene a la mente la sospecha de que todo ese tiempo se va a dedicar a opiniones, valores, ideas... ajenas al hecho de enseñar. El centro escolar es el lugar del aprendizaje de los conocimientos, no el espacio donde profesores y alumnos debatan sobre ideología, política, etc. ni mucho menos algunos docentes (los menos) más ideologizados y doctrinarios, se dediquen a transmitir opiniones acerca de aspectos que nada tienen que ver con las materias que imparten y sí mucho sobre valores, ideas, opiniones, mensajes, etc. que lo único que pretenden es inclulcar en los alumnos ideas políticas, religiosas o tendencias sociales o culturales.

Es cada vez más urgente inculcar en los futuros maestros una sólida formación inicial enfocada tanto a la materia de la que son especialistas como a su didáctica específica, así como dotarles de los recursos personales y materiales necesarios para la adecuada impartición de su materia. La revisión de los planes de estudio de Magisterio ha sembrado la polémica en las últimas semanas precisamente porque las asociaciones de didáctica de las ciencias han encontrado que el reparto de horas de las distintas materias estaba descompensado. El Ministerio, claro, ha echado balones fuera y ha culpado a la Conferencia de Decanos de Educación, en una clara elusión de su resposabilidad.

En un comunicado, las asociaciones didácticas urgen a "consensuar modelos de maestros que sean capaces de formar a una ciudadanía con competencias matemáticas, artísticas, lingüisticas, literarias, sociales y científicas que promuevan el espíritu critico y los valores democráticos". Según estas asociaciones, uno de los pilares de la formación inicial del profesorado es el currículo que debe impartir, y destacan que la Lomloe fija en un 64% del horario lectivo de Conocimiento del Medio, Educación Plástica y Visual, Lengua castellana y Literatura y Matemáticas, pero en el actual proyecto de formación inicial solo se destinaría un 12,5% para aprender a enseñarlas. Además, la Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas (FESPM) ha exigido una mayor especialización en matemáticas para los futuros maestros

Siena Educación S.A.

Director general: José María de Moya.

Suscripciones: Borja Beriáin (suscripciones@magisnet.com).

Publicidad: Elena Casero y Juan Luis Rebollo (publicidad@magisnet.com).

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Currículum Vitae

Vida. Fernando Sánchez Dragó nació en Madrid en 1936, en el seno de una familia de periodistas. Licenciado en Filología Románica y Lenguas Modernas, se doctoró en Letras con una tesis sobre Valle-Inclán. Siendo universitario se afilia al Partido Comunista y en 1964 escapa al exilio, donde trabaja como corresponsal. Desde su vuelta a España en los años 70, compagina la escritura con la docencia y colaboraciones en radio, prensa y televisión. Actualmente organiza los Encuentros Eleusinos, jornadas sobre filosofía y espiritualidad.

Obra. En 1979 fue Premio Nacional de Ensayo por "Gárgoris y Habidis" y Premio Planeta en 1992 por "La prueba del laberinto". Recibió también el Premio Ondas por su programa "El mundo por montera".

El escritor, recién galardonado con el I Premio Castilla y León de las Letras, nos recibe para hacer balance de su vida y obra. A sus 86 años, que le llamen facha es lo de menos: "Eso hoy es un piropo".

RUBÉN VILLALBA educar@magisnet.com

Fernando Sánchez Dragó (Madrid, 1936) llora al recordar la palabra “tahona”. Son las mismas lágrimas que brotaron de sus ojos cuando aquella mañana, paseando por Madrid, la vio rotulada en una panader ía. Recién volvía de un exilio que fue borrando de su léxico palabras de infancia. ¿Hay peor castigo para un escritor? Entonces los haters eran de carne y hueso y Twitter, para su desgracia, no existía. Quizá por eso hoy tuitea sin medir las consecuencias. Y quizá por eso hoy regala la sonrisa de Cheshire a quien pretende ofenderle llamándole facha. Hace como que no le importa. El saludo, al recibirme en su casa, revela lo contrario.

¿T ú sabes lo difícil que es ser Sánchez Dragó? Pregunta. ¿Por qué? Respuesta. Me he convertido en un personaje que han creado y no soy yo.

P Quería avisarle por WhatsApp para que me abriera la puerta, pero la aplicación no me reconoce su número…

Es que no tengo WhatsApp. Y el ordenador lo uso como una máquina de escribir. No sé hacer nada con él. Estoy en permanente rebelión contra la araña, que es como yo llamo a la mayor catástrofe de la historia de la humanidad: internet

P ¿Es un peligro? Es una sentencia de muerte. Desde que llegó internet todo se ha terminado: el periodismo, la música, el cine, la tienda de la esquina, el amor.

A cambio, ha irrumpido la posibilidad de un espionaje universal. Ahora mismo, esto que tú y yo estamos hablando seguramente está siendo grabado. Los políticos, desde la noche de los tiempos, han soñado con controlar a sus súbditos. Antes no era posible: ahora internet hace posible esa imposibilidad. Y digo súbditos porque eso de ciudadanos es un camelo: solo hay súbditos.

P ¿Y lo saben los súbditos?

—La mayoría no. El hombre no desciende, como se dice, del mono, sino del borrego. No se da cuenta de casi nada. Ahora estáis con esos móviles todo el rato sin daros cuenta de que lleváis el demonio en la mano.

P Pero usted es muy tuitero.

—Yo uso Twitter como un género literario, en concreto, el aforismo. En él empleo las técnicas de las artes marciales, que consisten en aprovechar el impulso del enemigo. En Twitter soy a la vez abeja y aguijón. Me divierte tocar las pelotas, lo confieso, y las toco bastante. Salvando las distancias, es lo mismo que hacía Borges, que le encantaba epatar al burgués. A mí me encanta epatar al progre.

P ¿Y a la RAE?

—Simplemente maticé en un tuit que no puede decirse “presidenta” porque “ente”, que deriva del latín, no tiene femenino. Lo dije y lo mantengo. De todos modos, la RAE es una asociación privada y no tiene ninguna autoridad. El idioma lo hacen el pueblo y los escritores, no los académicos.

"Ahora lo que se enseña es a ser un buen ciudadano, pero la escuela no debe adoctrinar sino instruir"

"No todo tiene que ser democrático y la escuela, por definición, no puede serlo"

Pero este “conflicto” con la RAE no lo ha habido: son invenciones de los que andan por Twitter. Nunca te creas lo que digan en Twitter, excepto lo que digo yo.

P ¿Busca la polémica o la polémica le busca a usted?

Detesto cuando me llaman “polémico escritor”. Yo no soy polémico. Los polémicos son los que polemizan conmigo. Otra cosa es que mis ideas sean provocadoras. Estoy en permanente enmienda a la totalidad.

P ¿Y no se irrita?

—Aunque no lo parezca, yo cultivo la ley del silencio: apenas salgo de casa y me paso días enteros sin hablar.

P ¿Le molesta que le llamen facha?

—Eso, ahora, es un piropo.

P ¿Qué es ser facha?

—Llamar facha a alguien.

P ¿Y puede uno pasar de la izquierda a la derecha?

—Quien no cambia está muerto. Otra cosa es que uno cambie porque le con- venga: eso es ser un chaquetero. ¿Tú no has cambiado?

P He evolucionado…

—¿Y qué es la evolución sino cambio? Yo soy evolucionario, no revolucionario.

P ¿Le importa la política?

—Me aburre como una ostra. Los desastres de la humanidad comienzan a fraguarse el día en que Aristóteles inventó eso de que el ser humano es zoon politikon. Mentira: el ser humano no es un animal social, es un animal

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