ALGUNOS PRINCIPIOS INDEMOSTRABLES Aunque el campo es inabarcable y los consejos pueden ser a veces incluso contradictorios, estos son algunos principios para decorar según el Feng shui, que carecen de valor para quienes no creen en esta filosofía: ✱ En una vivienda los colores cálidos, pasteles por ejemplo, son básicos. Los fuertes,
como el rojo o el negro, quedan para otros ámbitos. ✱ Hay que colocar la cama de modo que ni la cabeza ni los pies del que duerme apunten a la puerta. ✱ Hay que excluir del dormitorio todo aparato electrónico, incluidos la televisión, los reproductores musicales y el
móvil. ✱ Hay que sacar del dormitorio
todo papel o elemento relacionado con el trabajo. Perturban el sueño. ✱ La tapa de la taza del baño debe estar siempre bajada. Por el inodoro se fuga mucha energía. ✱ Conviene bajar la tapa del baño incluso antes de tirar
de la cadena: el agua arrastra la energía de manera aún más rápida. ✱ Hay que evitar el desorden, las cosas amontonadas o tiradas por el suelo. Esto incluye las cosas guardadas en lugares escondidos, como debajo de la cama. ✱ Los espejos son fuentes de energía traicioneras. Nunca
Decorando según el
Feng shui RESPETADO POR MUCHOS, DENOSTADO POR OTROS, EL FENG SHUI ES UNA ANTIGUA DISCIPLINA ORIENTAL QUE INTERVIENE EN TODOS LOS ÓRDENES DE LA VIDA Y, DESDE LUEGO, TAMBIÉN EN EL INTERIORISMO Y EL URBANISMO. PORQUE LOS ESPACIOS EN LOS QUE VIVIMOS, PARA LA VIEJA SABIDURÍA CHINA, SON MUY, PERO QUE MUY IMPORTANTES. [TEXTO: A. CALVO/INMA SAIZ. FOTO: J. ETXEZARRETA] n países como China, Corea o Taiwan son muchos los edificios, los barrios, e incluso las ciudades enteras que se diseñan de acuerdo con las reglas del Feng shui, que no es otra cosa que una forma de geomancia desarrollada en la antigua China. Pero claro, ¿qué es geomancia? Pues se podría definir como la creencia de que los flujos energéticos influyen sobre la vida de las personas. Según sus practicantes, aportaría la capacidad de interpretar el fluir de la energía vital en un lugar determinado. Moverse entre energías siempre es complicado, como lo es entender la profunda simbología, las relaciones entre las cosas y la categoría moral de muchas de las creencias del lejano Oriente, pero solo pensar en ello ya da una idea de por dónde van los tiros del Feng shui. Esta técnica oriental que busca armonizar los espacios es practicada por muy
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pocos profesionales en Euskal Herria, aunque atrae cada vez a más personas, interesadas en buscar el equilibrio energético en sus viviendas, oficinas o locales comerciales. Incluso edificios públicos, como el Centro de Recursos Medioambientales de Donostia, el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife o el hotel Suecia de Madrid, han recurrido a los criterios de diseño que establece esta disciplina, nacida en China hace 3.000 años y exportada a Occidente hace escasas décadas. “Vivimos en el caos, en entornos que están llenos de los criterios de otros, bien porque están influenciados por la televisión y las modas comerciales o por estar cargados del peso de los recuerdos. Pasamos, en definitiva, la mayor parte del tiempo en lugares no pensados para nosotros, en ambientes de espaldas a nuestra realidad interior, a nuestros sentidos, y esto nos genera nerviosismo, estrés, angustia y un sinfín de desequilibrios”. Este es el diagnóstico que hace Iosune Zafra de Juan, una de las pocas especialistas en interiorismo
orgánico y decoración Feng shui que trabaja en este campo en Euskal Herria. Tiene un estudio en el barrio donostiarra de Gros y en su currículo constan remodelaciones integrales de una docena de pisos, varios locales comerciales y bares, y algunos caseríos y villas, además de la rehabilitación del Palacio Cristina Enea para convertirlo en Centro de Recursos Medioambientales y el proyecto de reforma de la decoración del tanatorio municipal de Zorroaga, ambos en San Sebastián. Es la democratización del Feng shui, que en la China imperial era un asunto de estado y solo las construcciones imperiales y de algunos nobles tenían acceso a esta aplicación, que incluso se imponía a la ubicación y orientación de las tumbas. Básicamente, la doctrina del Feng shui se basa en la existencia de un aliento vital o chi cuyo flujo se ve modificado por la forma y disposición del espacio, las orientaciones (puntos cardinales) y los cambios temporales. Algunas escuelas de Feng shui ponen el énfasis en el estudio de las formas: