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NECESIDADES DE EFECTIVOS ✱ Según los requerimientos del Servi-

cuidar de sus hijos. “Un socorrista está para prevenir e intervenir, no para vigilar a los niños”, se queja Landibar. “Hay padres que opinan que, como en una piscina hay un profesional, pueden dejar a su hijo y desentenderse, pero existen establecimientos que obligan a que el padre o tutor esté, al menos, a 20 metros de distancia del menor para poder cuidarlo como es debido”, añade. Dos cursos son los que imparten los efectivos de Cruz Roja Navarra a alrededor de 180 personas al año. Por un lado, el curso de socorrismo en piscinas dura 80 horas, y por otro, el de socorrismo acuático, apto para trabajar sobre cualquier lámina de agua (piscinas, playas, pantanos, ríos, etc.), que dura 180 horas. En ambos ciclos formativos se prioriza la formación en prevención y en prime1 de septiembre de 2012

cio Navarro de Salud-Osasunbidea, en todas las piscinas públicas, por cada mil metros cuadrados de lámina de agua es necesario un socorrista a la hora de hablar de las piscinas públicas. Una norma que está bastante extendida en otras comunidades. ✱ En cuanto a las piscinas privadas, aquellas que superen la cohabitación de 20 viviendas propietarias necesitarán, como mínimo, un socorrista que las vigile. ✱ Aunque la normativa navarra no lo especifica, los desfibriladores automáticos están ya presentes en la mayoría de los establecimientos y han posibilitado más de un rescate con éxito. En lo que va de verano, y sin estar los datos aún cerrados, en el Estado español se han producido un total de 143 rescates y 56 personas han fallecido. ✱ La mayoría de las muertes se producen por insuficiencias cardiorrespiratorias o golpes de calor. Y frente a lo que se pueda pensar, los niños gozan de una gran capacidad de resistencia ante las situaciones adversas. ✱ A la hora de emprender un rescate, conviene contar con material apropiado y no usar el cuerpo como sustento para la persona en peligro. Flotadores y chalecos salvavidas son los instrumentos idóneos, dado que, cuando una persona se ve en peligro, aprovecha cualquier elemento para agarrarse. ✱ Las víctimas se dividen entre potenciales (todas las personas que están dentro de la lámina de agua); en distrés (con posibilidad de solicitar ayuda); activas (cuando comienzan a quedarse quietas); e inconscientes (aquellas que necesitan asistencia en el agua). Así, cuando una persona se encuentra en distrés, necesita ayuda entre los 5 y los 10 primeros minutos. Cuando está en dimensión activa o inconsciente, es imprescindible que sea auxiliada en los 5 primeros minutos, especialmente si ha entrado en parada cardiorrespiratoria.

ros auxilios, y lo que diferencia a uno y a otro es la preparación física que se exige, dado que trabajar en un río o en una playa implica cubrir una lámina de agua de distinta amplitud. De hecho, a la hora de vigilar un lugar concreto, el socorrista siempre debe estar pendiente de la zona inundada, que es donde se producen la mayoría de los accidentes. El tipo de trabajo, por lo tanto, difiere si la base que hay que cubrir es una piscina u otra superficie. En una piscina olímpica, de 50 metros de largo por 13 de ancho, “la mayor superficie que debe cubrir un socorrista a nado es de seis metros y medio tras lanzarse al agua, por lo que el rescate se efectuará en un corto período de tiempo. Sin embargo, si lo que hay que proteger es una playa, un pantano o un río, la situación es muy distinta, dado que se puede tardar más tiempo en atender a la persona que necesita ayuda”, afirma. A este respecto, ala hora de efectuar un rescate conviene especificar de qué tipo de víctima se está hablando. Por un lado, todas las personas que se encuentran en la superficie vigilada por el especialista son víctimas en potencia. En segundo lugar, la víctima en distrés acuático es aquella que lucha por sobrevivir y solici-

EL SOCORRISTA VIGILA Y PREVIENE, PERO LOS PADRES DEBEN CUIDAR DE LOS PEQUEÑOS ta ayuda desesperadamente, chapoteando en el agua y esperando respuesta por parte de quienes se encuentran cerca. En tercer lugar, la víctima activa es aquella que decide quedarse quieta en el agua, y que, pese a estar consciente, no tiene fuerzas ni capacidad para reaccionar como es debido. De esta manera, permanece inmóvil a la espera de que lleguen los equipos de salvamento. En cuarto y último lugar, la víctima inconsciente es la que más preocupa. Se trata de una víctima que es más vulnerable a los efectos del agua. Por este motivo, los equipos de salvamento están preparados para efectuar trabajos de rescate desde el mismo momento en el que alcanzan a la persona en peligro. ONSALUD ❘ 27


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