Samael Aun Weor - Magia de las runas

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cuarta coordenada, y se realizan siempre con el poder tenebroso de KALI o CIRCE. A esos lectores que no han estudiado jamás nuestros pasados "Mensajes de Navidad", podrán parecerles muy extrañas nuestras afirmaciones, empero, en síntesis les diremos que esa tal CIRCE O KALI viene a ser en verdad la fuerza FOHATICA CIEGA, la ELECTRICIDAD SEXUAL TRASCENDENTE usada en forma maligna. Si una ARPIA se mete con su organismo físico dentro de la vertical y si luego se transforma en un ave de mal agüero o bestia cualquiera, podéis estar plenamente seguros de que ha todo su trabajo en el siniestro poder del ABOMINABLE KUNDARTIGUADOR.

cuarta en una basado ÓRGANO

¿Habéis oído hablar de la cola de SATÁN?. Ese es el FUEGO SEXUAL proyectado desde el coxis hacia abajo, hacia los INFIERNOS-ATOMICOS del hombre. Dicha cola luciferína se halla Controlada por un átomo maligno del enemigo secreto. La ANATOMÍA OCULTA enseña que tal DEMONIO ubicado en el CENTRO MAGNÉTICO del coxis.

ATÓMICO

se

encuentra

En el ABOMINABLE ÓRGANO KUNDARTIGUADOR, (COLA SATÁNICA) se halla contenido todo el poder izquierdo, siniestro, de KALI, CIRCE o SANTA MARÍA. Los adeptos del TANTRISMO NEGRO, BONS y DUGPAS de capacete rojo, desarrollan en sí mismos esa FUERZA FOHATICA CIEGA del citado órgano fatal. La LICANTROPIA, la ciencia de las metamorfosis comentada por OVIDIO siempre ha existido y actualmente aunque parezca increíble, todavía y en pleno siglo XX existen por ahí en algunos rincones del mundo, modernas CIRCES. Qué se rían los bribones, los seudo-sapientes, los virtud. ¿Qué importa a la ciencia y qué a nosotros?

dechados

de

En el istmo de Tehuantepec, México, existe abundante LICANTROPIA y modernas CIRCES. Conocemos el caso concreto de un espécimen DON JUANESCO y borrachón,, cierto caballero de marras que tuvo el mal gusto de tener relaciones sexuales con una CIRCE ultra-moderna de la nueva ola. Es claro y a todas luces resalta que el tenorio aquel puso todo el cielo estrellado a los pies de la ARPIA pintándole pajaritos de oro y haciéndole promesas formidables. "Si no me cumples tu palabra empeñada te convertiré en burro, comentó socarronamente la hermosa diableza". El amante rió entonces de lo que parecía una simple broma. Pasaron los días y las semanas sin que el tenorio de barriada pensara ni remotamente en dar cumplimiento a las románticas promesas. Más algo insólito sucede; una noche cualquiera no regresa a su apartamento; el compañero de domicilio pensó que talvez Don Juan andaría por ahí en alguna nueva aventura.

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