TEM A 1 º. Gén e s is d e la Co m u n ica ció n
2) Existe un repertorio de expresiones que Ego puede seleccionar para indicar a ese objeto de referencia, distinguibles de las expresiones que puede seleccionar para referirse a cualquier otro 13. 3) El repertorio de expresiones con las que Ego indica la mención del objeto de referencia es adecuado para generar la clase de señales que Alter va a identificar como perceptos que designan a ese mismo objeto de referencia. La pauta expresiva mediante la cual Ego asocia un repertorio de expresiones, a la designación de un objeto de referencia; y la pauta perceptiva mediante la cual Alter asocia un repertorio de perceptos a un objeto de referencia, son modalidades de comportamientos que están coordinados por las representaciones 14. Dichas pautas pueden ser instintivas o aprendidas, pero en cualquier caso debe de existir entre ellas la
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Por ejemplo, la articulación por Ego de sonidos diferenciables entre sí por Alter puede servir para que ambos Actores puedan distinguir entre objetos de referencia distintos. En el caso del habla, las palabras que utiliza cada lengua se diferencian entre sí por las expresiones sonoras y por el orden en el que se emiten esas expresiones. «Rama», «rana» y «rema» pueden distinguirse si el locutor posee la capacidad para que su órgano del habla discrimine adecuadamente entre las siguientes variantes: CONSONANTES Punto de articulación R..................... M.................... N.....................
Linguoalveolar Bilabial Alveolar
Vibración de las cuerdas vocales Sonora Sonora Sonora
Modo de articulación Vibrante múltiple Nasal Nasal
VOCALES
a ..................... e .....................
Grado de abertura Máxima Media
Timbre Neutro Agudo
Punto de articulación Central Palatal anterior
La existencia de expresiones diferentes para diferentes objetos de referencia, es el requisito necesario (aunque en todos los casos no sea suficiente) para diferenciar las distintas menciones. (El ejemplo ha sido facilitado por la profesora Carmen Caffarel). 14
La comunicación no es posible sin la participación de las representaciones. Por esta razón, la interacción comunicativa supone en los Actores la capacidad para llevar a cabo procesos cognitivos, al menos aquellos procesos discriminativos que permiten diferenciar, por una parte, entre las distintas expresiones y, por otra, entre los diferentes perceptos. Algunos autores, como H. Mead, sostienen que todo proceso de representación ha sido generado en una relación comunicativa. Los últimos estudios de la psicología genética no están de acuerdo con esta hipótesis. En cualquier caso, es evidente que los seres humanos, y probablemente los animales superiores, son capaces de mantener una actividad representativa autónoma, es decir, inducida por estímulos no comunicativos generados en la observación del contorno o en la reflexión.
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