ETA. Las claves de la paz - Jesus Eguiguren

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para relajar el ambiente». Pero nada comenta del contenido de la conversación, si es que la hubo. De regreso a la mesa propuso que «al menos, la declaración de ETA debía contener tres elementos nuevos. Primero, la calificación de tregua permanente —ellos habían hablado de orokorra, y yo planteé que fuera iraunkorra, la formulación ira es mucho más contundente que oro—. Pedí también que se aclarara que no habría tutela de ETA sobre el proceso político, algo que no aparecía, y la culminación de un final definitivo sin referencia a España y Francia. Elegí el método de introducir estas cuestiones en vez de discutir la literalidad del comunicado porque sería una discusión interminable y, además, no había ningún texto escrito sobre la mesa porque George lo expuso verbalmente. Las tres aportaciones contenían elementos muy potentes que serían cambios inmediatamente detectados por la prensa y por los analistas». George contestó y presentó otra propuesta consistente «en que ETA entendía que dentro del proceso democrático, la responsabilidad de alcanzar los acuerdos pertinentes sobre el futuro de la sociedad vasca, concernía a los partidos políticos y los agentes sociales vascos representativos de la pluralidad política existentes en dicho proceso». La bitácora personal de Eguiguren recogió la reunión en términos escasamente halagüeños: «Muy mal. Se trata de una declaración de consumo interno. Arreglar esa declaración era como intentar hacer la permanente a un puercoespín, como dijo Rajoy sobre el proyecto de Estatuto catalán. La solución sería que introdujesen las observaciones que hice». Después de la tormentosa reunión los asesores del Centro se dedicaron a «trabajar» con George. Al menos habían cambiado de «paciente». Eguiguren se dedicó a leer los periódicos españoles, se enteró, entre otras cosas, de que había dimitido un concejal de Elorrio, de que a Otegi le condenaban a un año de cárcel por injurias al Rey, de que habían colocado una bomba en la Casa del Pueblo de Santutxu y asaltado otra sede del PSE. Pensó que debían de ser «particulares contribuciones» al Proceso de Paz. Más tarde se fue a cenar con miembros del Centro y un noruego. «La cena estuvo muy entretenida». A modo de coda final: al principio de la reunión habían discutido en euskera cómo habría de denominarse la tregua, Eguiguren propuso: «Ekintza armatuen eten aldi orokorra» («El cese permanente de las acciones armadas»).


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