La Gran Controversia

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[LA GRAN CONTROVERSIA] www.centinelasdeladeidad.org solamente cayeron bajo la influencia de la luz, y no la recibieron sinceramente. Pero todos los que la recibieron, volvieron sus rostros hacia arriba, hacia el cielo, y glorificaron a Dios. Muchos estaban llenos de una gran ira. Los ministros y el pueblo se unieron a los malvados, y resistieron firmemente en contra de la luz derramada por el poderoso ángel. Pero todos los que la recibieron se apartaron del mundo y se unieron. Satanás y sus ángeles estaban muy ocupados, tratando de alejar de la luz las mentes de todos los que podían impresionar. El grupo que la rechazó fue dejado en tinieblas. Vi al ángel mirando con el más profundo interés al profeso pueblo de Dios, para registrar el carácter que desarrollaban mientras el mensaje de origen divino les era introducido. Y a medida que muchos que profesaban amor por Jesús se apartaron del mensaje celestial con desprecio, sarcasmo y odio, un ángel con un pergamino en su mano, registró el vergonzoso reporte. Todo el cielo estaba lleno de indignación, porque Jesús había sido insultado por sus profesos seguidores. Vi el chasco de aquellos que confiaban. No vieron a su Señor en el tiempo esperado. Era el propósito de Dios ocultar el futuro, y llevar a su pueblo a un punto de decisión. Sin ese punto relacionado con el tiempo, la obra que Dios se proponía llevar a cabo no hubiera podido realizarse. Satanás estaba guiando las mentes de muchos a remontarse muy adelante en el futuro. Un período de tiempo proclamado para la aparición de Cristo debía llevar la mente a buscar fervientemente una preparación en la actualidad. A medida que pasaba el tiempo, los que no habían recibido la luz del ángel completamente, se unieron con los que habían despreciado el mensaje celestial, y se volvieron en contra de los que habían sufrido el chasco, ridiculizándolos. Vi a los ángeles en el cielo consultando con Jesús. Habían notado la situación de los profesos seguidores de Cristo. El paso del tiempo definido los había probado, y muchos fueron pesados en la balanza y hallados faltos. Todos ellos profesaban estruendosamente ser cristianos, sin embargo, fracasaron en seguir a Cristo en casi todo detalle. Satanás se regocijó acerca del estado de los profesos seguidores de Cristo. Los tenía en su trampa. Había llevado a la mayoría de ellos a abandonar la senda recta, y estaban tratando de subir al cielo por otra parte. Los ángeles vieron a los puros, los limpios y los santos mezclados con los pecadores en Sión, y con el hipócrita que ama el mundo. Habían velado sobre los que verdaderamente amaban a Jesús; pero los que estaban corrompidos estaban afectando a los que estaban santificados. A aquellos cuyos corazones ardían con el anhelo e intenso deseo de ver a Jesús, les fue prohibido por sus profesos hermanos que hablaran acerca de su venida. Los ángeles contemplaban toda la escena, y simpatizaban con el remanente, que amaba la venida de Jesús. Otro poderoso ángel fue comisionado para descender a la tierra. Jesús colocó en su mano un escrito y mientras él descendía hacia la tierra, clamó: ¡Ha caído Babilonia! ¡Ha caído! Entonces vi que los que estaban chasqueados se alegraban nuevamente y elevaban sus ojos al cielo, buscando con fe y esperanza la venida de su Señor. Pero parecía que muchos permanecían en un estado de estupor, como si estuvieran dormidos; sin embargo, podía ver el rastro de un profundo pesar sobre sus rostros. Los que habían sido chasqueados vieron en la Biblia que estaban en el tiempo de espera, y que debían esperar pacientemente el cumplimiento de la visión. La misma evidencia que los guió a esperar a su Señor en el 1843, los llevó a esperarlo en el 1844; vi que la mayoría de ellos no poseía ese entusiasmo que caracterizó su fe en el 1843. Su chasco había menoscabado su fe. Pero a medida que los que habían sido chasqueados se unieron en el clamor del segundo ángel, la hueste celestial los contempló con el más profundo interés, y notaron el efecto del mensaje. Vieron a los que llevaban el nombre de cristianos volverse con burla y desprecio en contra de aquellos que habían sido chasqueados. A medida que las palabras salían de los labios del burlador: ¡No habéis subido todavía! Un ángel las escribió. El ángel dijo: Se burlan de Dios.

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