Complejo Asistencial de Soria. Laboratorio de Bioquímica Clínica
Las pruebas de fijación del complemento se realizan en dos fases. En la primera fase se incuba el anticuerpo, el antígeno y una cantidad conocida de complemento. En la segunda fase, se determina la actividad del complemento residual de esta solución. El sistema indicador es una suspensión de eritrocitos de carnero que se han recubierto de hemolisina. Se adicionan los eritrocitos de carnero y el suero antieritrocitos de carnero. Cuando queda complemento libre activo, la adiccíón de los eritrocitos de carnero y del suero antieritrocitos de carnero produce hemólisis, lo que indica que no ha habido fijación del complemento y, por tanto, reacción antígeno-anticuerpo. El grado de hemolisis de las células indicadoras es inversamente proporcional a la cantidad de complemento fijado en la primera reacción. La primera reacción puede adaptarse para medir tanto antígenos como anticuerpos. Para detectar la concentración de antígeno se utiliza un volumen constante de anticuerpo y, para determinar la concentración de anticuerpo se usa una cantidad constante de antigeno. Las pruebas de fijación del complemento para determinar anticuerpos emplean, con frecuencia, antígenos que se han fijado a la superficie de eritrocitos. Se incuba el antigeno unido a los eritrocitos con el suero problema, se añade a continuación una cantidad conocida de complemento y se mide el grado de hemolisis. El complemento residual de la mezcla lisa las células indicadoras tratadas con hemolisina. La diferencia de actividad del complemento entre las dos reacciones, es inversamente proporcional a la concentración del anticuerpo presente en la mezcla original.
REACCIONES DE INMUNOPRECIPITACIÓN La reacción de precipitación antígeno-anticuerpo puede realizarse en medio líquido o en medio sólido, como un gel de agarosa, que impide la mezcla convectiva del antígeno y el anticuerpo, y asegura el establecimiento de gradientes de concentración entre los dos reactivos. Diversas técnicas de inmunoanálisis utilizan la precipitación para caracterizar y cuantificar antígenos y anticuerpos. La inmunodifusión simple, la doble inmunodifusión, la inmunodifusión radial, la inmunoelectroforesis, la inmunoelectroforesis bidimensional, la inmunoelectroforesis en contracorriente, la inmunofijación y la inmunotransferencia, utilizan la precipitación en geles. La inmunonefelometría y la inmunoturbidimetría emplean la precipitación en medio líquido. — Inmunodifusión simple En la inmunodifusión simple se hace que un antígeno en solución difunda dentro de un gel que contiene el anticuerpo. Para ello, se incorpora el anticuerpo a un gel de agar en un tubo, se añade encima la solución que contiene el antígeno y se incuba a temperatura ambiente, durante un tiempo, para que se produzca la difusión. Alcanzado el equilibrio, aparecen zonas de precipitación en el punto de equivalencia antígeno-anticuerpo. La distancia de la línea de precipitación, desde el punto de aplicación, es directamente proporcional a la concentración del antigeno, cuando se usa una cantidad determinada de anticuerpo en el agar. Se sustituyó por la inmunodifusión radial y en la actualidad, no se emplea. — Inmunodifusión doble Para realizar la prueba se colocan el antígeno y el anticuerpo en dos pequeños pocillos hechos sobre un soporte, como una placa de agar. Ambos difunden de forma radial en el gel, uno hacia el otro, produciéndose un gradiente de concentración. Cuando se ponen en contacto, aparece un arco de precipitación en el punto de equivalencia antígeno-anticuerpo. La forma del arco de precipitación y su posición dependen de la concentración y del tamaño del antígeno y del anticuerpo. Un espécimen que contenga varios antígenos da lugar a múltiples arcos de precipitación. — Inmunodifusion radial
Manual para Técnicos de Laboratorio
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