San martin curso en memorial ii

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JOSÉ FRANCISCO DE SAN MARTÍN



SUS ORÍGENES • En 1775, Juan de San Martín llegó a Yapeyú para hacerse cargo de la gobernación de las Misiones guaraníticas. Iba acompañado por su esposa, doña Gregoria Matorras, y los tres primeros hijos del matrimonio. • El 25 de febrero de 1778 nació el quinto niño, José Francisco de San Martín.

• En los últimos meses de 1783, la familia partió rumbo a España, embarcada en la fragata “Su Majestad Santa Balbina”.


Su vida en la Península (1784-1811) • Su educación • El 25 de marzo de 1784, a los seis años, José Francisco llegó a Cádiz en compañía de toda la familia. • En el instituto docente conocido como Seminario de Nobles, en Madrid, el quinto hijo de los San Martín recibió su primera formación. Este colegio, fundado por los jesuitas tras la expulsión de la Compañía, pasó a manos militares y de seculares. Según los reglamentos del establecimiento, este se proponía formar caballeros que enseñaran a sus familias los ejercicios de la virtud, piedad y modestia cristiana. Se instruía al intelecto en gramática, retórica, poesía, lenguas francesa, italiana y griega, lógica, matemática, filosofía y derecho natural y de gentes, en tanto que formaba al cuerpo con la danza, la música y la esgrima


La carrera militar • A los once años, inició la carrera militar. El 1 de julio de 1789 se incorporó al Regimiento de Infantería de Murcia como cadete, “para seguir la distinguida carrera de las armas”, al decir la orden de incorporación. • Su bautismo de fuego lo tuvo a los 13 años, en 1791, en la defensa de la plaza de Orán (África). • La Revolución en Francia complicó la relación internacional y España se vio envuelta en acontecimientos que precipitaron la veteranía del joven José Francisco. • Tras la declaración de guerra a Francia, el Regimiento de Murcia fue destinado a la defensa de la frontera catalana. En este destino, San Martín participó en las alternativas bélicas en el Rosellón. Intervino en Torre Batera y Creu del Ferro y en el ataque a San Marzal y a las baterías de Villalonga. Su destacada actuación le valió el grado de segundo subteniente de su regimiento


• Las diferencias tácticas militares a favor de los franceses ocasionaron el retiro de las fuerzas ibéricas, no sin antes batirse en las heroicas jornadas de Port Vendres y Colliure. Por méritos, fue ascendido a segundo teniente.

• Los azares de la guerra internacional lo pusieron frente a las naves inglesas en cabo San Vicente, así como a participar en el sitio de Olivenza, en el marco de la “guerra de las naranjas”. • Permaneció en Cádiz hasta 1804, donde se incorporó al cuerpo de Voluntarios de Campo Mayor, alcanzando el grado de capitán segundo del cuerpo por sus acciones y méritos.


• La invasión napoleónica abrió una nueva y drástica etapa. El levantamiento y grito de independencia de la Península lo encontró en Cádiz. El 23 de junio de 1808, como jefe de la vanguardia de las tropas del coronel Murgeón, participó en el glorioso combate de Arjonilla contra tropas francesas. La Gaceta Ministerial de Sevilla, en su publicación del 29 de junio, lo calificó como “valeroso oficial” y dio a conocer que se lo nombraba capitán agregado al Regimiento de Caballería de Borbón. • El 19 de julio, participó en la histórica jornada de la batalla de Bailén. Por su brillante actuación en la batalla, fue ascendido al grado de teniente coronel de caballería, recibiendo una medalla de oro. • Trascurrirían más de nueve meses en los que padecería los inicios de sus enfermedades crónicas: úlcera de estómago, asma, disnea y reumatismo crónico


• El 25 de enero de 1810, la Junta Suprema de Sevilla dio a conocer que José Francisco de San Martín era designado primer ayudante de campo del general en jefe del ejército de la Isla Marqués de Coupigny. • En estas condiciones participó en las acciones propias de la guerra entre los años 1810 y 1811. Tras la batalla de Albuera, el 26 de junio, fue nombrado comandante del Regimiento de Dragones de Sagunto. Es esta su última participación como militar en España. En agosto inició el trámite de su solicitud de retiro y el 6 de septiembre fue autorizado a pasar a Lima


La logia • En Cádiz, por el oficial de marina española José Matías Zapiola, supo de la existencia de una logia constituida por criollos de las colonias hispanoamericanas. Esta, tenía contacto con otros jóvenes criollos americanos que recibían información de los sucesos en el Nuevo Mundo. • La logia de Cádiz estaba relacionada con la londinense Gran Reunión Americana. Esta asociación política secreta era artífice y responsable de un vasto plan de lucha que se pergeñaba para liberar a las colonias del dominio español. A ella se afiliaron aquellos jóvenes criollos patriotas que, si bien dispersos, estaban convencidos de que había que iniciar una empresa libertadora de toda la América hispana.


• Con el pasaporte visado el 14 de septiembre de 1811, José de San Martín pasó de Cádiz a Londres. Allí se presentó ante la Gran Reunión Americana, en donde entró en contacto con algunos compatriotas rioplatenses como Carlos Alvear, José Zapiola, Francisco Chilavert, Antonio Arellano y Francisco Vera, así también con otros jóvenes criollos, promisorios hombres de la independencia de Hispanoamérica, como Simón Bolívar, Andrés Bello, Bernardo O’Higgins, Antonio Nariño, Carlos Montúfar, Antonio José Caro y el barón de Holmberg, entre otros


Su regreso al Río de la Plata • Hallábame al servicio de España el año 1811, con el empleo de comandante del escuadrón del regimiento de caballería de Borbón, cuando tuve las primeras noticias del movimiento general de ambas Américas y que su objeto primitivo era su independencia del gobierno tiránico de la Península. Desde este momento me decidí a emplear mis cortos servicios en cualquiera de los puntos que se hallaban insurreccionados. • Preferí venirme a mí País nativo, en el que me he empleado en cuanto ha estado a mis alcances… (Mendoza, 21 de junio de 1819


• En carta al general Ramón Castilla, José de San Martín recuerda desde Boulogne Sur Mer, el 11 de septiembre de 1848, que: • “Como usted, yo serví desde la edad de trece a treinta y cuatro años, hasta el grado de teniente coronel de caballería. Una reunión de americanos, en Cádiz, sabedores de los primeros movimientos acaecidos en Caracas, Buenos Aires, etcétera, resolvimos regresar cada uno al país de nuestro nacimiento a fin de prestarle nuestros servicios en la lucha que calculamos se había de empeñar…” • Pese a las perspectivas de un porvenir promisorio en el orden militar, social y político, beneficiado por las jerarquías y los honores de su clase, prefirió y eligió voluntariamente el renunciamiento a todo aquello, haciendo el retiro absoluto del ejército español, para embarcarse en una frágil empresa solo con el arma de su convicción


Sus primeras acciones políticas y militares • La Gazeta de Buenos Aires del 13 de marzo de 1812 comunicaba que en la fragata George Canning, procedente de Londres, había llegado, el 9 del corriente, un grupo de jóvenes criollos dispuestos a prestar sus servicios al Gobierno. José Francisco de San Martín era uno de ellos. • El Superior Gobierno Provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata lo incorporó con el grado de teniente coronel de caballería y le encomendó en forma inmediata la creación de un escuadrón de granaderos a caballos.


• Volvía luego de casi treinta años de ausencia. No tenía familia ni amigos que lo recibieran, y en esos primeros meses debió convivir con la suspicacia de los porteños, que no comprendían las razones profundas del regreso de este destacado militar. • La amistad de Carlos de Alvear le abrió las puertas de la selecta sociedad y de familias distinguidas. Así entró en relación con la familia de José de Escalada, y conoció a María de los Remedios Escalada, una joven de quince años con quien contrajo matrimonio en septiembre de ese año. • El 7 de diciembre de 1812, el Superior Gobierno le otorgó el grado de coronel del Regimiento de Granaderos a Caballo


Combate de San Lorenzo • En el marco de las acciones contrarrevolucionarias de las fuerzas realistas, se pretendió atacar las costas del Paraná. El Segundo Triunvirato le encargó a San Martín la defensa de las costas ribereñas. El 28 de enero de 1813 salió al mando del primer escuadrón de Granaderos a Caballo. • El 3 de febrero de 1813 tuvo lugar el combate de San Lorenzo, jornada memorable en la historia de la guerra por la independencia en el Río de la Plata y en Hispanoamérica.


• Más que por la importancia bélica, es un triunfo clave en la estrategia militar y política en el proceso iniciado en mayo de 1810. • Esa acción le dio a José de San Martín prestigio, puso fin a las penetraciones realistas en las costas ribereñas, trajo tranquilidad a Buenos Aires y, sobre todo, consolidó el hasta entonces frágil ambiente revolucionario, es decir, fue un gran éxito psicológico. Y le sirvió a José de San Martín para demostrar a los incrédulos que había regresado para luchar por la independencia de los pueblos en América



Belgrano y el Ejército del Norte • Tras las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma y la fragilidad de la frontera norte, la Asamblea dispuso el envío de una expedición en auxilio. • El coronel San Martín fue nombrado como general en jefe del Ejército Auxiliar del Alto Perú, a efectos de reemplazar a Manuel Belgrano. Se trasladó a Tucumán con los escuadrones primero y segundo de Granaderos a Caballo, quedando el tercero y cuarto en Buenos Aires. • Tras la entrevista de los dos grandes hombres en Yatasto, y pese a la resistencia de San Martín, el director supremo Gervasio Posadas lo nombra general en jefe del Ejército del Norte, quedando Belgrano como segundo. El respeto y la admiración fue una actitud mutua entre estos dos grandes hombres.


• José de San Martín emprendió una dura tarea en la reconversión de la disciplina de las fuerzas, levantar el ánimo de sus hombres y preparando una estrategia que revirtiera la suerte de las armas hasta entonces.


• Manuel Belgrano había elaborado un plan defensivo para detener el avance de Pezuela. Este fue adoptado por San Martín, al que sumó la concentración de las fuerzas en Tucumán, en tanto que con la guerra de partidas (montoneras), apropiadas al escenario de la geografía norteña, hostilizó permanentemente a los enemigos, impidiéndoles agrupar a esas fuerzas y aprovechar los recursos y alimentos. Esta táctica, que fue tan exitosa en España, San Martín la confió en Martín Miguel de Güemes y contribuyó con el plan que terminó por hacer replegar a Pezuela al Alto Perú.


• Afirma Vicente Sierra que la intuición de Belgrano, la capacidad de San Martín y el conocimiento de su tierra y de sus hombres de Martín Güemes se conjugaron con la campaña de Arenales y Warnes para frustrar al enemigo los frutos que había podido obtener en Ayohuma


La empresa libertadora • Esta estrategia logró detener el avance de las tropas realistas y replegarlas, pero ella establecía una statu quo que adormecía las acciones y podía significar detener indefinidamente la revolución. Ante ello, la renuncia de San Martín a la jefatura del Ejército del Norte debe entenderse más que por su salud, como una decisión del estratega que comprendía que la guerra de la independencia debía ir por otros caminos. Su genialidad, más que en la preparación de una empresa libertadora, estuvo en saber por dónde y cómo ejecutarla, con la convicción de que era el camino para alcanzar la independencia de la nación hispanoamericana


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