ANTONIO QUILIS 1975 MÉTRICA ESPAÑOLA

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en blando concento del viento la voz, leve, breve, son. ESPRONCEDA

Los ocho primeros versos son trisílabos, y los tres últimos, bisílabos. 3.5.1.2. Tetrasílabo.—Consta de cuatro sílabas. Es más frecuente que los anteriores. Suele alternar con versos de ocho sílabas, formando los denominados versos de pie quebrado, muy utilizados por los poetas del siglo xv, aunque ya en la Historia Troyana (1270) en la profecía de Casandra hay estrofas con predominio del verso tetrasílabo: ¡Ay gentío mal apreso, de gran brío, mas sin seso, gentío de mala andanza! Historia Troyana La Gaya Ciencia lo utiliza con bastante regularidad. En el Neoclasicismo, alcanza amplia representación con las fábulas de IRIARTE. Es muy abundante en el Romanticismo. MANUEL MACHADO, en el Modernismo, lo utiliza en varias composiciones {Otoño, Encajes, El viento, etc.). Tantas idas y venidas, tantas vueltas 48

y revueltas, quiero amiga que me diga: ¿son de alguna utilidad? TOMÁS DE IRIARTE

En los dos ejemplos anteriores, los tetrasílabos se combinan con un octosílabo; sin embargo, en la composición El viento, de M. MACHADO, el único metro es el tetrasílabo: De violines fugitivos ecos llegan... Bandolines ahora son. ... Y perfume de jazmines, y una risa... Es el viento quien lo trae... goce sumo, pasa, cae... como humo se desvae... pensamiento ... ¡y es el viento! MANUEL MACHADO

3.5.1.3. Pentasílabo.—Consta de cinco sílabas. Como verso independiente aparece hacia 1443, en una endecha que se cantaba en el Archipiélago canario por la muerte del sevillano GUILLEN PERAZA: Llorad las damas si Dios os vala. Guillen Peraza 49


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