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de Chocar las Copas al Momento de Brindar Óscar Juárez Posadas página
YES MAN / Si Señor / 2008 Director: Peyton Reed Comedia Protagonista: Jim Carrey
Cuando se trata de comedias a veces me cuesta trabajo elegir títulos porque hay unas francamente insufribles, pero esta en especial me gusto por que se empata muy bien con la psique de nuestra generación baby boomer, YES MAN en un exagerado tono de farsa nos acerca a la vida de Carl Allen un monótono godin acostumbrado de manera casi patológica ala negatividad y a decir que “NO” a todo, jajaja me suena familiar.
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Este atormentado personaje es interpretado sin problema por el simpático Jim Carrey de hecho parece una película diseñada para el como otras tantas otras, pero en este caso tiene un tono que raya incluso en un experimento social… imagínate que pasaría si dijeras “SI” siempre a todo y me refiero a todo, a cualquier propuesta o pregunta que venga no importando de quien… el resultado es una comedia inesperada llena de momentos de risa expectativa y situaciones deliciosamente absurdas… yo creo que lo mas interesante es la catarsis sufrida por alguien que de pronto comienza a hacer todo y mas de lo que nunca se hubiera atrevido… eso al menos además de hilarante lo hace bastante liberador, aunque la película se va poniendo mas y mas absurda, sin duda cumple bastante con su misión de entretener e incluso te deja un agradable sabor de boca y hace bailar el espíritu con la idea de decir “SI” a cosas nuevas… quizá a un nuevo comienzo. Se las recomiendo. Estaré por aquí pronto tratando de acercarles mas Cine Sabroso Saludos amigos y vean cine.

Óscar Juárez Posadas
Con sus debidas reservas, poco a poco estamos regresando a la vida como antes de la pandemia. Cada vez asistiendo a más festividades, y en las cuales volviendo a celebrar retomando una muy añeja costumbre y que con el paso del tiempo se ha vuelto una solemnidad, como lo es hacer un brindis por la felicidad o el buen augurio en cuestión. Todo esto con el choque de las copas para sellar ese momento tan especial. Esta costumbre ya tan común, sin embargo, se inició basándose en una forma sui generis: En la desconfianza. Durante la Edad Media hubo continuas rencillas entre los diversos reinos, ya fuera por el control comercial o territorial de los mismos. Se establecieron pactos e inclusive se hicieron fusiones de los reinos mediante enlaces sanguíneos; pero la disputa por el control total del nuevo reino generó que existieran traiciones al interior de los mismos.

Los castillos tenían su propia elaboración del vino, y el anfitrión reservaba los mejores para ofrecerlo en los banquetes; pero éstos eran la mejor oportunidad para deshacerse de sus rivales al colocar una pequeña e imperceptible porción de veneno en las copas de sus víctimas. Y este acto generó la citada desconfianza, al grado de que se estableció como protocolo el que el anfitrión tenía que probar antes del contenido de la copa del invitado para asegurarse de que todo se encontraba en orden y no había peligro alguno. Esta práctica se volvió tan rutinaria que el invitado, para mostrar su confianza, chocaba la copa del anfitrión al tiempo que le agradecía su hospitalidad con un discurso en el que le deseaba "Prosperidad y salud" (larga vida).
