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de Honor Bernardino Brambila (página

editorial

65 generaciones han pasado por este terreno que ocupa nuestra alma mater. 65 es un número muy pequeño, pero grande, repleto de historias, amores, alegrías, triunfos y derrotas. Muchos crecimos ahí, desde el jardín de niños hasta la preparatoria, algunos hicimos a nuestro mejores amigos, y algunos conocimos ahí a el amor de nuestras vidas. Algunos de esos que compartieron el camino por las avenidas de la escuela ya se han adelantado, dejando un gran vacío en nuestros recuerdos. Muchos de esos profesores que compartieron sus mejores años en nuestras vidas, se atesoran en nuestras vidas diarias, en nuestro actuar diario y en nuestro crecimiento profesional. Muchos de esos mentores fueron la inspiración para que tomáramos nuestros caminos y de alguna forma les rendimos homenaje con nuestro actuar cotidiano. Somos la generación XXXVI, de los últimos que todavía vivimos la disciplina del Coronel, que recibimos los regaños de Gudelia, escuchamos los consejos de Marina, y lo mejor de todo es que somos una de las generaciones que más orgullosos llevamos tatuado el orgullo de pertenecer al circo escolar (cómo nos etiquetan los envidiosos). Fuimos la última generación que venció rencillas con el Benavente. Las generaciones actuales actúan una rivalidad inventada con uno de nuestros hermanos menores. Y sí, fuimos la generación que vivió los mejores Música, Color y Canto, y vimos el renacimiento de los legendarios Venados… simplemente somos afortunados.

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Martín Santillán

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