Libro Crucificatur

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264.0274 B796c Bracci, Alvaro Crucificatur / Alvaro Bracci. – primera edición – San José, Costa Rica : Master Litho, 2020. 144 páginas : 32 x 23 centímetros ISBN 978-9968-539-93-7 1. VIACRUCIS. 2. PASIÓN DE CRISTO. I.Título.

CRÉDITOS

Obra artística y diseño gráfico: Alvaro Bracci

Textos:

Jorge Debravo

Entradas de estación, textos: Roberto Castillo Rojas

*Referencias bíblicas

Prólogo:

Edmundo Retana Álvaro Zamora Alvaro Bracci

Diagramación:

Evelyn Valenciano Coto

Primera Edición Impreso en Costa Rica por Masterlitho S. A. Reservados todos los derechos Prohibida la reproducción


A mi familia

Sandra Marcella Francesco Luciano Fabrizio Eva Melissa



Los modernos crucificados

En la obra Crucificatur Alvaro Bracci dialoga con los Evangelios y con fragmentos de la obra de Jorge Debravo para construir un universo plástico significativo alrededor de la pasión de Cristo. Es un Viacrucis dividido en 15 estaciones que recrean los episodios de la Pasión desde una perspectiva contemporánea. Bracci no solo actualiza la figura de Jesús sino también la dinámica social, política y religiosa que le dio muerte en el contexto de la sociedad judía de su tiempo. Así, la cruz es asumida como un mecanismo de opresión, Cristo puede ser un trabajador sometido a la explotación y los engranajes de la industria moderna aparecen en sus composiciones como un verdadero calvario. Para lograrlo Bracci articula elementos fabriles como ruedas, barras, poleas, cadenas y diversos sistemas y engranajes a la tragedia de un Cristo visto y asumido desde la sociedad actual. El resultado es una obra pictórica intensa, equilibrada en la composición, realizada con un lenguaje plástico muy personal. Al mirar y leer el libro se siente que tanto Bracci como Debravo se aproximan a ese Cristo de la contemporaneidad desde una misma perspectiva de denuncia. Ambos captan su tarea liberadora e insisten en buscarlo en la formas modernas de explotación y religiosidad. El resultado es una obra novedosa, rica en contenidos plásticos, teológicos y poéticos. Un aporte decisivo a la relectura artística de los modernos crucificados que pueblan las ciudades y pueblos latinoamericanos. Edmundo Retana

IX


Dios cristiano como encarnación cotidiana

Poncio Pilatos señala a Jesús y todos sabemos que ya lo ha condenado. En su Evangelio, Mateo informa que, tras la sentencia, aquel romano se lava las manos delante del pueblo mientras dice: “inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros”. Por siglos, muchos han inventado disculpas de tal ralea, tras participar en actos violentos o de corrupción. He ahí el primer cuadro de un Viacrucis pintado por Alvaro Bracci con ingredientes de antaño y de hogaño. Sumisas, dos mujeres bajo el trono encarnan una pena, quizá la vergüenza o ese dolor que ha de manchar la ruta hacia el Monte de las Calaveras, al que también llamamos Gólgota. Máscaras de la tragedia y la comedia se hallan en la obra; un hombre, presa de torturas y Jesús, con la corona espinosa, encadenado sobre un carro de tren, mientras advierte que su tiempo no es el ayer, sino la permanencia o el proceso que llamamos historia. En la segunda estación, dos mujeres sacan una cruz del almacén y se la imponen. Pilatos mandó a escribir esta noticia: “aquí morirá un rey”. Será pegada en la cruz, para que todos reconozcan a la víctima. Siglos y geografías aprenderán que en este madero murió el Cordero de Dios. Ahora es símbolo de amor, pero también de guerras y tormentos. Por eso el cuadro está lleno de premoniciones, acentos en rojo y una arquitectura laberíntica, oscura. Bracci también ha pintado algunos testigos: una criatura abrazada al Hijo del hombre y un niño sobre los hombros de su padre, como en las procesiones de Semana Santa. Pero nadie habla; el mundo parece resignado. Jesús cae por primera vez. Las mujeres se ven tristes; dos figuras masculinas fustigan con látigos. Es el cuadro tercero de la serie. Secuencias geométricas en el fondo y unas ruedas de polea indican que esta historia se repite en la vida de cada cual y en las culturas. Cuenta un evangelista que, camino al Gólgota, “echaron mano de un hombre de Cirene llamado Simón, que venía del campo”. Es cierto, muchos lo atestiguan: “lo obligaron a cargar esa cruz que no era suya y a seguir al Nazareno”. En el lienzo de Bracci no es un campesino sino un operario industrial. Leve transgresión, para actualizar el significado de aquel auxilio bíblico. Hay otros elementos premonitorios: una multitud femenina y títeres que parecen niños. Más tarde, Verónica limpia el rostro del condenado. Bracci le da un sentido novedoso a la escena, pues equipara la imagen ensangrentada con el cinematógrafo o con una secuencia de la industria que caracteriza nuestra era: innumerables posibilidades para el desarrollo; aunque también se depuran recursos para enajenar al prójimo, robarle amores y derechos. En este cuadro habita un personaje armado y algunos títeres. También hay una familia en actitud devota; parece conmovida por la pasión del Dios-Hecho-Hombre.

X


Jesús ha vuelto a caer y todo indica que la muerte procura darle alcance. Las mujeres lo presienten y un desconsuelo se apodera de ellas. “No lloren por mí”, les dice, y con tales palabras transforma la escena en una alegoría de nuestro tiempo. Bracci retoma el ambiente fabril: Ese-Hijo-de-Dios se halla en un ascensor, toma el micrófono, habla o canta para consolar a las mujeres, cuyos hijos cabalgan en el carrusel de la vida. Después cae por tercera vez. El cuadro siguiente muestra a un hombre solitario en medio de la multitud. Esa imagen -común en las estaciones del transporte colectivo, en los mercados y calles actuales- es la de Jesús. Aquí lo despojan de la ropa, para matarlo. Pero no debemos olvidar que es una muerte elegida por él. Acaso el ser humano también escoge sus violencias y padecimientos, aunque aduzca lo contrario. El final está próximo. En esa estación crucifican al Dios-Nuestro-De-Cada-Día. Bracci insinúa múltiples suplicios; no solo los de la Roma imperial y los del medioevo, sino los de hoy – simbólicos o reales– que también son terribles. Cristo muere, es cierto, pero la vida continúa y así lo esperan todos. En el penúltimo cuadro es bajado de la cruz con poleas y cadenas. Algunos quieren un milagro, pero él ha muerto. La última estación de este Viacrucis muestra cómo lo depositan en la tumba. Hay una prensa; los tornillos giran y aprietan las paredes. Dios-Hombre queda envasado, como ciertos alimentos o las ilusiones de muchos. Permanece la fe, seguramente, también debe quedar una esperanza o la posibilidad de comprender que el porvenir es algo por-hacer. El tema de esta serie ha sido tratado en varias ocasiones por el pintor. No obstante, en el pasado sus imágenes surgían del texto bíblico y luego hacían alusión al mundo. En este caso sucede algo inverso: la fábrica, el obrero, las relaciones de producción y los transportes, unas mujeres y aquellos niños en la calle; he ahí motivos para invocar al Dios cristiano como encarnación cotidiana. Si los cuadros refieren el paso de Jesús por esta humanidad, no lo hacen para vindicar el sacrificio de un inocente por los pecados del mundo, sino para recordarnos que el hombre hace la historia y que cualquier compromiso con lo divino es un ejercicio de libertad. He ahí una dimensión ética del arte, que Bracci reconoce. Así lo veo en estas catorce pinturas. En la dimensión formal y técnica, este pintor reafirma convicciones que lo han caracterizado por décadas: es parco en el color, tiende a simplificar las formas, sustituye la perspectiva con planos contiguos, depura la composición, utiliza formas y referencias geométricas. Bracci concibe esta obra cual secuencia, para contar una historia, reasignarle sentido, interrogar al espectador, sorprenderlo. Merece aprecio y gratitud el esfuerzo editorial de hermanar esta creación con el legado literario, también exquisito, de Jorge Debravo. Álvaro Zamora

XI


CRUCIFICATUR

Es una obra de fusión, en la que se armoniza el arte plástica con la poesía, ambas se unen para estimular la reflexión del espectador sobre temas universales y cotidianos de común interés. La idea nació hace varios años a raíz de la realización de mi VIA CRUCIS, formada por 15 cuadros, una obra que siempre quise conservar unida, por su contenido y por ser muy emblemática de mi lenguaje plástico. Crucificatur es el camino hacia el Gólgota, representa un sendero de vida difícil de transitar, un sendero de encuentro,donde podamos amarnos, odiarnos, agredirnos o abrazarnos, en este sendero todos alguna vez caeremos, y un ego nuevo, desconocido e inmensurable nos incitará a levantarnos, rebelarnos y seguir nuestro camino sin rendirnos nunca.

XII


El dolor y el sufrimiento, eternamentes presentes en la historia de la humanidad, encuentran en Crucificatur un delgado, pero resistente cabo de salvación y esperanza a que aferrarnos. Esta obra también enseña que no hay cambio sin lucha, la libertad y la igualdad se ganan con firmeza, una firmeza inexpugnable, una firmeza que salvará nuestros valores morales y reflexiones éticas. Ha sido un arduo trabajo crear fragmentos gráficos de las 15 obras originales del Via Crucis, seleccionar los textos de Jorge Debravo y fusionar ambos elementos. Escoger los versos mas afines a cada estación y armonizarlos de tal manera, que juntos con las imágenes aparentaran contemporanidad en su creación, no fue sencillo. En fin no quiero referirme a una u otra estación en particular, para no discriminar ninguna de las quince que componen la obra.En mi opinión todas tienen un peso específico semejante y corresponderá al espectador calificar y recrear cada una de ella con una interpretación subjetiva, irremediablemente influenciada por el peso que arastra su inalienable existencia. Alvaro Bracci

XIII


XIV


I ESTACIĂ“N Es condenado a muerte. La muerte como fruto podrido alimenta los gusanos de la vida.

1


Título:

Es condenado a muerte

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



Detrรกs de cada lucha la libertad serรก una perenne llaga,

4


“Ecce homo”

5


Siempre he deseado que me diga Cristo. ¿Qué piensas preparar para el futuro? ¿Piensas dejar que sigan desangrándose los hombres por el banquillo sucio de la presidencia?

6


Creo que los paĂ­ses serĂĄn un solo sitio de amor para los hombres

7



II ESTACIĂ“N Lleva la cruz en sus hombros. La humanidad entera reposa inmensamente pesada en nuestras espaldas.

9


Título:

Lleva la cruz en sus hombros

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



Y se queda uno solo con su pobre quimera, que muere desangrada.

12


La cruz: instrumento de una muerte infame.

13


Yo digo que el amor es el mejor sacramento, que os amo, que amo y que no tengo sitio en el infierno.

14


Creo en la libertad a pesar de los cepos, a pesar de los campos alambrados.

15



III ESTACIÓN Cae por primera vez. Caídos somos todos de un cielo inexistente.

17


Título:

Cae por primera vez

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



La patria que tú buscas está lejos, más lejos de lo lejos.

20


Le faltan las fuerzas.

21


Y el tiempo llenarรก de ojos los relojes, para ver el milagro del hombre haciendo al hombre.

22


Olvídate del mundo.Piensa solamente en lo que llevas piel adentro y sabrás qué dulce y qué sabroso es, de pronto, vivir.

23



IV ESTACIĂ“N Encuentra a MarĂ­a, su madre. Madre de todos los dioses, niebla y limo que todo lo penetra y lo sostiene hasta el fin de los tiempos.

25


Título:

Encuentra a María, su madre

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



Huele a madre la tarde.Todo el cielo huele a tierra y a madre.

28


“Vosotros, todos los que pasáis por el camino, mirad y ved si hay dolor semejante al dolor que me atormenta.”

29


Yo creo en el amor mรกs que en mis ojos y mรกs que en el poder y el entusiasmo.

30


Y repito que el amor es verdad porque lo siento adentro animalmente tibio como un niĂąo.

31



V ESTACIÓN Es ayudado por un cirineo.

La soledad del camino de la vida, transeúnte que trae en su espalda la pesadumbre de la muerte; el pasar de una cigüeña, incluso su silueta blanca y serena en el cielo, le arranca por un instante el pesado madero de la muerte.

33


Título:

Es ayudado por un cirineo

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



ยกHoy he encontrado a un hombre caminando! Sin apoyarse en nadie, caminando. Sin que hubiese camino, caminando, Como si no quisiese llegar tarde, caminando.

36


Simón tomó la cruz para ayudar a Jesús.

37


‌Camina amargamente sobre el barro y sus pasos dibujan huellas muertas y sus huellas escriben en el barro las mås tristes palabras de tristeza.

38


No es que yo sea mendigo, es que cualquier amor es amor bueno.

39



VI ESTACIร N Verรณnica le limpia el rostro. El amor limpia el mal, el dolor, el cansancio del camino a la muerte; el dolor queda inmรณvil y atrapado en el lienzo.

41


Título:

Verónica le limpia el rostro

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



Tú sigues recostada a tu amargura como si hubieras muerto desangrada. Acéptame este vaso de ternura. También te doy mi mano liberada. No te me quedes más en sepultura. ¡Yo te quiero también resucitada!

44


Aquel rostro quedó impreso en el velo, un reflejo fiel, un “verdadero icono”.

45


‌Yo no miro la piel sino lo que en la piel es fuego y esperanza. Lo que aún en los muertos sigue nutriendo raza. Lo que es vida y es sangre tras la inmovilidad de las estatuas.

46


El beso que acabamos de atrapar es tierno y majestuoso como un gran รกrbol con un follaje nuevo.

47



VII ESTACIĂ“N Cae por segunda vez. El mal nos postra, los brazos que se detienen en nuestra ayuda son vanos, tan solo nuestra propia debilidad nos salva.

49


Título:

Cae por segunda vez

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



ยกNo lo dejes morirse! Dadle abrazo, dadle cualquier comida, alguna cosa: un pedazo de miedo, un buen pedazo de esta duda que ronda estrepitosa.

52


“Y yo gusano, que no hombre, vergüenza del vulgo, asco del pueblo.” ( Salmo 22 (21) 11,7 ).

53


Quiero Pero traigo hacer ante contodo los brazos un solo un deseo brazo dulce violento que rodee de abrazar, la tierra atronador y grande como tormenta oceรกnica. Quiero hacer con los brazos un solo brazo dulce que rodee la tierra.

54


A veces me siento triste porque las piedras no tienen labios, ni besos, ni palabras.

55



VIII ESTACIÓN Consuela a mujeres que lloran. Cada quien debe llorar por sí mismo, si no soy capaz de ver presencia del otro en mi propia carne, resulta vano llorar por el prójimo.

57


Título:

Consuela a mujeres que lloran

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



Soy hombre, es decir, animal con palabras. Y exijo, por lo tanto, que me dejen usarlas.

60


Porque llegarán días en que se dirá: dichosas las estériles, las entrañas que no engendraron y los hechos que no criaron.”

61


‌Hasta la voz de Dios se oye lejos, muy lejos como vientos dormidos en un inútil astro.

62


No pidio eternidades llenas de estrellas blancas Pido ternura, cena, silencio, pan y casa.

63



IX ESTACIÓN Cae por tercera vez. El poder político aplasta aquello que no comprende y que no concuerda con sus intereses. Lo salvífico proviene de la rebelión pura y fuerte.

65


Título:

Cae por tercera vez

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



Todo en la tierra se aleja alguna vez. La luna y el paisaje. El amor y la vida.

68


Con fuerza se levanta una vez mรกs.

69


Os amo en la eterna batalla de libertar las manos, hasta que el hombre sea eternamente humano.

70


Y mรกs que cualquier dios, es creadora la esperanza del hombre.

71



X ESTACIĂ“N Lo despojan de sus vestiduras. El cuerpo desnudo, sin la tergiversaciĂłn del vestido. Los otros confunden la desnudez de la carne con su ropaje.

73


Título:

Lo despojan de sus vestiduras

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



Lo importante es decir un dĂ­a todos: ÂĄAl diablo este vestido polvoriento! Y agarrarlo con cĂłlera y rasgarlo y quedarse desnudo en medio viento.

76


Conciencia y libertad: son los requisitos imprescindibles del actuar plenamente humano.

77


Pero algún día, hermano, un día nos romperemos. Nuestras palabras serán de piedra, nuestro corazón golpeará bajo todos los pechos…

78


Yo quiero estar desnudo mรกs que vivo, desnudo de rencor, de piel, de frente, tener un corazรณn desnudo y rudo.Cuando la muerte venga de repente a hallarme mรกs desnudo que el desnudo.

79



XI ESTACIĂ“N Es clavado en la cruz. La carne lacerada presiente la nada y perdona la ignorancia del pecado.

81


Título:

Es clavado en la cruz

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



Yo no os amo dormidos: yo os amo combatiendo y trabajando, Haciendo hachas deicidas, libertando.

84


“Han taladrado mis manos y mis pies, puedo contar todos mis huesos.� Salmo 21 (22), 17-18.

85


Otras generaciones esperan y preguntan quĂŠ racimo de amor les maduramos.

86


Mi cuerpo es una sola verdad y cada mĂşsculo resume una experiencia de entusiasmo.

87



XII ESTACIĂ“N Muere en la cruz. La obscuridad del abandono absoluto de Dios y la soledad tajante del ser humano se sublima en amor a la humanidad.

89


Título:

Muere en la cruz

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



Morir es entregar la batalla a otras manos como una mano viva.

92


“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” Lc 23,34.

93


Y he visto hombres huir de la batalla y era como si huyeran de su vida.

94


Creo en el corazรณn del hombre.creo que es de pura caricia a pesar de las manos que a veces asesinan, sin saberlo, y manejan fusiles sanguinarios.

95



XIII ESTACIÓN Bajan su cuerpo. La muerte deja escapar el aliento último y poderoso: el legado, la idea que fructifica, se multiplica y se diversifica en los espíritus históricos de la humanidad.

97


Título:

Bajan su cuerpo

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



La guerra estรก de pie en el centro del hombre. Algo nos siembra siempre semillas de soldado. ยกSocรณrrenos, amor! Estamos solos escuchando la muerte que nos ara las manos.

100


Han devuelto a las manos de la Madre el cuerpo sin vida del Hijo.

101


cuando no hablĂŠis jamĂĄs del traje y del almuerzo, porque traje y almuerzo nacerĂĄn con vuestro nacimiento; acordaos de nosotros, los que os vimos cantando, amando, riendo

102


Creo en la paz, amada, a pesar de las bombas y a pesar de los cascos.

103



XIV ESTACIร N Lo entierran en un sepulcro. La carne inerte presa de la disoluciรณn y desagregaciรณn, serรก cuerpo ilusorio purificado de todo deseo carnal.

105


Título:

Lo entierran en un sepulcro

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



De ahora en adelante vivirรกs en una inexpugnable fortaleza de huesos, gozando los abrazos maternos de los pueblos y la recia ternura de los hombres, modelada con rifles y con besos.

108


“Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda él solo, pero si muere, da fruto.” ( Jn 12,24)

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No pueden cohabitar la derrota y el hombre. No pueden cohabitar el hombre y la mortaja.

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Aunque hundamos a puĂąos la tristeza y servimos con beso cada herida el amor no rebosa en la cabeza como un agua fatal, enardecida.

111



XV ESTACIÓN Resucita al tercer día. La sustancia material se transmuta en lo intangible. El imaginario planetario conserva para siempre la idea de la felicidad etérea.

113


Título:

Resucita al tercer día

Dimensión:

130 x 110 cm.

Año:

2000



Hoy es dĂ­a de arar con arado de fuego las eras del amor y el entusiasmo.

116


No está aquí, ha resucitado.

117


Quitad la guerra.¡Atadla! Encarceladla. ¡Mira que el niño aquel está sembrando!

118


Porque esta vida es un milagro abierto.

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Extracto del libro: ¨Cofradía, Testimonio pictórico Alvaro Bracci, Edwin Cantillo, Rafa Fernandez¨ Autor: Juan Carlos Flores. En una evolución no existe ninguna culminación por lo tanto estos conceptos que me apresto a escribir, o parte de ellos, pudieron estar ausente en mi pasado y pueden no existir en el futuro. En la actualidad considero que mi pintura recurre cada vez más a formas y ritmos muy cercanos a lo abstracto transfigurando lo real sin perderlo extrayéndoles nueva fuerza. La forma y la idea le dan contenido a mi obra sin ser literaria, no ignora la actualidad, ni el conjunto de factores sociales de mi época.

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El cuadro es la resultante de numerosas y sistemáticas intervenciones, es el resultado de la voluntad creadora. Este constante trabajo, esta voluntad creadora hace que se modifique mi actitud hacia el mundo real de los objetos, la forma de expresión no es solamente una búsqueda de un nuevo estilo, si no la necesidad de un fundamento filosófico referente al problema de la realidad. Mi arte no es representativo, es constructivo no se puede comparar con la naturaleza, está en la propia pintura, color, composición y textura. En el proceso de creación utilizo todos los elementos que tengo a mi disposición la vista, las impresiones de los sentidos, la memoria, los conocimientos abstractos, la actividad experimental, los elementos técnicos. Todo este conjunto de elementos constituye con la voluntad creadora, la formación de la futura obra. Uso mucho el gris en mi pintura y a veces me argumentan porque, qué decir cuando ya se ha dicho tanto sobre él, que es un color más bien feo, policíaco, es la anti vida, la intelectualidad morosa, la marca del mal, lo urbano, el enemigo de toda pintura, el Drácula de los colores y el caos. Para mí el gris es una mezcla espiritual, es la exigencia interior de un espíritu sensible a las más débiles modulaciones del mundo interior. Tengo que ahondar en mi propia alma, cuidarla y desarrollarla, el fin no es dominar la forma y el color, es adecuarlo a un contenido. Estas consideraciones, no tienen que crear la falsa imagen que pintar equivale a un trabajo puramente intelectual porque cuando entro en el estudio, el trabajo físico de materializar una idea me domina. Desde el gesto de subirme las mangas de la camisa, tan común en el hombre hasta lanzar improperios al aire porque algo no salió lo bien que quería. Todo es parte del proceso creativo, así la buena condición física determina una facilidad mayor en el manejo de la de los formatos grandes que usualmente utilizo. Pinto de pie y continuamente me alejo de la obra para tener una visión global de la misma, en varias horas de trabajo esto equivale a recorrer muchos kilómetros. Mi estudio es rectangular, con buena iluminación, siempre me acompaña la música, voy desde la clásica hasta la protesta pasando por el folklore y rock. Cuando encuentro melodías o autores que me satisfacen me lleno de ellos hasta no dejar nada, como cuando se exprime una naranja. Cada obra tiene su referencia musical particular. Hay momentos también desagradables en mi trabajo como cuando barnizo una obra, el

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olor, la pulverización del barniz llenan todo el espacio, la ceja, la nariz, los cabellos todo queda pegajoso y es increíblemente molesto. Emocionalmente tampoco la cosa mejora porque el barniz es la despedida de la obra es la ansiedad y la angustia de tener que enfrentarse nuevamente al lienzo blanco, es empezar de nuevo. En el estudio está mi mundo, en él, hay una magia que lo transforma en refugio, en santuario. Un estudio es igual que una huella digital, no existe otro igual porque se concentran todas las experiencias, es como que se quedaron viviendo en él enriqueciendo el ambiente. Considero que el mayor testimonio de una obra plástica es la obra plástica. Sin embargo, la relación de los artistas con los intelectuales constituye la cuestión en torno a la cual gira su prestigio. Por lo tanto, se torna indispensable el sacrificio de una explicación literaria camuflada de conceptual para la exigida ubicación de la obra. La mayoría de los pintores y me incluyo en esta mayoría, somos incapaces de formular de una manera agitadora nuestras construcciones y aspiraciones. El temor de perder prestigio muchas veces nos obliga a fingir actitudes que no nos corresponden y en una profesión cuyo bienestar depende tanto del prestigio que se nos conceda no se puede permitir la renuncia a la ostentación. Un artista, puede encontrar en su obra seguridad o libertad, nunca ambas. Yo busco en ella libertad. Regresando a la necesidad de la ubicación de la obra considero que mi relación plástica es ismótica porque pertenece a algún ismo. Expresionismo, cubismo, surrealismo, simbolismo, futurismo, rayonismo, orfismo, sincronismo, suprematismo, constructivismo, elementarismo, unismo, espacialismo y tachismo entre otros. No veo necesario explicar porqué pinto, encuentro superfluo inventar un ismo más.

San José 1 de octubre de 1984 ,

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Índice LOS MODERNOS CRUCIFICADOS.......................................................................................IX DIOS CRISTIANO COMO ENCARNACIÓN COTIDIANA...................................................... X CRUCIFICATUR.................................................................................................................. XII PRIMERA ESTACIÓN: Es condenado a muerte.................................................................................................... 1 SEGUNDA ESTACIÓN: Lleva la cruz en sus hombros............................................................................................. 9 TERCERA ESTACIÓN: Cae por primera vez......................................................................................................... 17 CUARTA ESTACIÓN: Encuentra a María, su madre............................................................................................ 25 QUINTA ESTACIÓN: Es ayudado por un cirineo................................................................................................ 33 SEXTA ESTACIÓN: Verónica le limpia el rostro............................................................................................... 41 SÉPTIMA ESTACIÓN: Cae por segunda vez........................................................................................................ 49 OCTAVA ESTACIÓN: Consuela a mujeres que lloran......................................................................................... 57 NOVENA ESTACIÓN: Cae por tercera vez.......................................................................................................... 65 DÉCIMA ESTACIÓN: Lo despojan de sus vestiduras......................................................................................... 73 DÉCIMA PRIMERA ESTACIÓN: Es clavado en la cruz........................................................................................................ 81 DÉCIMA SEGUNDA ESTACIÓN: Muere en la cruz............................................................................................................... 89 DÉCIMA TERCERA ESTACIÓN: Bajan el cuerpo de Jesús.................................................................................................. 97 DÉCIMA CUARTA ESTACIÓN: Lo entierran en un sepulcro............................................................................................. 105 DÉCIMA QUINTA ESTACIÓN: Resucita al tercer día....................................................................................................... 113 EXTRACTO DEL LIBRO, COFRADÍA TESTIMONIO PICTÓRICO........................................ 121 ACERCA DEL AUTOR....................................................................................................... 127



Acerca del autor Alvaro Bracci 1948

Nació el 27 de agosto en Roma Italia

Estudios

San Filippo Neri, Roma

Pontificio Seminario Vaticano Minore, Roma

Istituto Tecnico Galileo Galilei, Roma

Universidad UACA Filosofia, Costa Rica

EXPOSICIONES INDIVIDUALES 1979

Galería “La vivienda”.

1980

Sala Jorge Debravo. Museo de Arte Costarricense.

1981

“Oleos y serigrafias”. Sala de la Cia. Nacional de Teatro.

1982 Exposición en Mallort 22, Londres. 1984 Museo de Arte Costarricense, Sala Enrique Echandi “Tregua”.

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1984 Café del Teatro Nacional “ Estudios para cerámica”. 1987 Museos BCCR Plaza de la cultura, “Una historia para siempre” 1987 “Testimonio”, 24 obras permanentes para la iglesia de San Ramón. 1987 Museo de San Ramón. 1988 “Arte para la Paz” Asamblea Legislativa. 1989 “Simbolos del Abrazos”. Exposición Asamblea Legislativa. Salón Expresidentes. 1989 Exposición Individual, Instituto Tecnológico de Costa Rica TEC 1989 “Arte por computación Bracci-Prado”. Teatro Melico Salazar. 1989 Cuartel de la Boca del Monte. 1990 “El Quijote”. Galería de Arte Contemporaneo GANAC. 1990 “Textiles”. Galeria Kandinski. 1992 “Pinocchio”. Galeria Enrique Echandi. 1992 . Universidad de Costa Rica UCR, Estudios Generales “El Infierno“ Dante. 1993 Galería Kandinski. 1994 Ministerio de Gobernación 1995 Homenaje a Collodi. Galeria Enrique Echandi. 1996

Galería La Piña, Roma

2006

Foyer del Teatro Nacional. “El qujiote”.

2008

Café del Teatro Nacional “Caribe”.

2009

Café del Teatro Nacional “Teatro Nacional”.

2015

Museo Histórico Cultural Juan Santamaría ‘Ego sum”

2016

Galeria Nacional “ Tiempos Modernos “

2017

Lobby Club Unión ‘’ Wa´apin ‘’

2018

Galeria BCR Siegfried Schosinsky “Limón”

2018

Museo de Arte Costarricense Retrospectiva “Dulcis in fundo”

ACTIVIDADES Y RECONOCIMIENTOS 1978 VII Salone de Arte Plástica Museo de Arte Costarricense. 1979 VI Concurso Internacional ACCA Miami, Florida, USA 1981

V Bienal Internacional de Valparaiso Chile.

1981 Exposición de la Sociedad Japonesa de Artistas Internacionales,

Museo Prefectual Tokio Japon.

1981

X Gran Prix de Arte Contemporaneo, Montecarlo Monaco.

1982 Canning Hause, Londres. 1982

XVI Gran Prix de Arte Contemporaneo, Montecarlo Monaco.

1983

Segundo Premio de adquisición. Salón de Artes Gráficas Max Jimenez Huete, MAC.

1983

Grupo Convergencia. Galeria Enrique Echandi, Museo de Arte Costarricense.

1984

Salón internacional de Pintura, Paris Francia.

1984

Mención Especial. I Bienal L&S. Museos BCCR.

1985

XVIII Gran Prix de Arte Contemporanea, Montecarlo.

1985

Grupo Cofradia. Libro “Testimonio pictórico”.

128


1985

XIX Gran Prix de Arte Contemporaneo, Montecarlo.

1986

II Bienal, La Habana, Cuba.

1986

Galería Forma, San Salvador , El Salvador.

1986

Primera Mención de Honor, II Bienal L&S, Museos BCCR.

1986

Primer Premio. I Salón Anual de Gráfica D.M.A. FAO.

1986 Mención de Honor I Salón Anual de Gráfica D.M.A. FAO. 1987

VIII Biennal Internacional de Valparaiso, Chile.

1989

Arte Costarricense en Alemania, Galerie kulturzentrumAlte Hauptfugrwache,

Manhein, Alemania

1991 Mención de Honor, Salón Nacional de Pintura, Manuel de la Cruz Gonzalez. 1991

Salón Nacional de Grabado, Francisco Amighetti.

1991

Primer Premio, Arte en Grande, Concurso de Vallas MAC.

1991

Tercer Premio, Arte en Grande, Concurso de Vallas MAC.

1992

Mención de Honor. Salón de Pintura 1992 MAC.

1992

Presidente A.P.E.C. Asociación de Pintores y Escultores Costarricenses.

1993

Jurado Salones Nacionales. Museo de Arte Costarricense.

2002

Tercer Premio Bienal “A 2000 años de la Cristiandad”.

2012

Premio Italia, Dante Alighieri, Categoria Cultura

Colecciones Museo de Arte Costarricense MAC. Museo de Arte Latinoamericano Managua, Nicaragua. Museo Forma, San Salvador, El Salvador. Galería Nacional de Arte Contemporaneo, Costa Rica. Museo Casa de Las Americas, Cuba. Museo del Banco Central de Costa Rica. Museo Histórico Cultural Juan Santamaría. Galería Nacional del Museo de los Niños. Coleción CCSS. Colecciones privadas nacionales y estranjeras.

Libros ilustrados (Autores) Alvaro Zamora Rafael Angel Herra Arturo Jofre Daniele Troitier Adriano Corrales La obra de Bracci, argumenta temas religiosos, sociales y políticos, con matices críticos e irónicos al mismo tiempo. Sus protagonistas, Cristo, el Qujiote, Pinocchio, el Caribe, la mujer, el circo, la familia siempre estan presentes en su obra, y hacen parte de su arquitectura pictórica. 129


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CRUCIFICATUR Se terminรณ de imprimir en el mes de marzo del 2020, en los talleres grรกficos de Masterlitho. Este tiraje consta de 110 ejemplares numerados.




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