AVENTURAS POR EUROPA

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AVENTURAS POR EUROPA

LH6C



UN LUGAR ESPECIAL María y su hermano Pablo están tan a gustito en sus camas, que se podrían quedar 8 horas seguidas dentro de esa cueva tan calentita. Pero como hoy es lunes y toca cole… Bueno, faltan dos semanas para que termine el cole y empiecen las vacaciones de verano. Aun así, ¡claro!, ahora viene lo de siempre.

Su madre tiene un plan muy bueno para levantarles: Primero, les pone el despertador al lado de sus mesillas con el volumen a tope. Luego, si no se levantan, (que conociéndolos es obvio), les quita la manta para que tengan frío, después, les hace cosquillas en los pies y por último les da pellizquitos. Pero todo eso en forma cariñosa, claro. Como los dos hermanos no tienen más remedio que levantarse, se duchan y se van a desayunar. María como es la mayor le gusta desayunar sano: zumo de naranja, pan con aceite y leche. Bueno, a veces también cereales o magdalenas. A su hermano le gusta huevo, tortilla, pero a veces también desayuna como su hermana.


Han terminado ya, y ahora su padre les va a llevar al colegio en coche. María tiene 12 años y dentro de dos semanas se termina el cole, ella está en sexto para pasar a primero de la ESO. En cambio, su hermano Pablo está en segundo para pasar a tercero. La hermana tiene muchos exámenes en estas últimas dos semanas, pero su hermano como está tres cursos antes, no los tiene tan complicados. ---------------------------------------------------------------------------------------------------- ¡Hoy es viernes! ¡El ultimo día! ¡Qué alegría!- exclama María saltando de alegría. - Si, será viernes, pero aun así no nos podemos librar de no ir al cole. O…. podemos decir que tenemos fiebre y así no vamos - dice Pablo con cara de venganza. - Pero mamá no se lo creerá y nos castigará.- le responde su hermana un poco preocupada. - Jo, María, siempre que si mamá, que si lo otro… ¿alguna vez, ya habrá que arriesgarse, no?- le pregunta su hermano haciéndose el listillo. - Claro, pero... ¿cómo piensas mentirle?- le contesta María. - Pues… ponemos el termómetro en una zapatilla recién usada y como estará caliente le decimos que tenemos fiebre. - le dice Pablo. - Vale, lo intentamos, ¿pero si nos pilla, nos pilla, eh?- pregunta su hermana. - Que si…- contestándole Pablo.


Los dos hermanos se pusieron manos a la obra. Como era la mañana, no habían salido todavía a la calle y por eso se le ocurrió a Pablo poner el termómetro en la zapatilla de casa. Después de haberlo puesto, marcaba 37,7. - ¡Solucionado!!! Ya le podemos decir a mamá que tenemos los dos fiebre y así no vamos al cole.- le dijo todo contento Pablo a María. - ¿Bueno, pues le llamamos no?- le responde su hermana. - Si, ¡mamáaaaaa!- le grita Pablo. - ¿Qué quieres?- le dice su madre desde la cocina. - Es que María y yo no podemos ir al cole, ¡tenemos fiebre! - Sí, claro, ¿lo dices para no ir al cole, verdad?- le pregunta su madre. - Que va, que va…- le contesta poniéndose un poco colorado. - ¡Ja, ja, ja!- se ríe María. - Anda, anda, venga, a la ducha y a desayunar que falta una hora y media para que os vayáis al cole, y encima es el último día. O sea, que tenéis que tener más ganas.- les dice la madre a los dos. Cuando se fue de la habitación, María le dijo a su hermano: - Te dije que nos pillaría, Pablo, nuestra madre no es tonta. - Sí, ya sé, ¿pero no me digas que no ha sido buena idea lo del termómetro, eh?- sigue Pablo.


Hoy es sábado y es el primer día de las vacaciones de verano. - ¿Este verano vamos a ir a algún sitio?- le pregunta María a su madre y a su padre. - Seguramente, pero no sé a dónde.- contesta su padre. - ¿Podemos ir a Eslovenia? es que lo he visto en fotos y me ha encantado. - Vamos a mirar. Mientras, podéis leer o algo, dentro de una hora vamos a comer. A pablo le gustan los cuentos de aventuras y está leyendo un libro que se llama “Los cinco y el tesoro de la isla”. En cambio, a María le gustan los libros del “Club de Tea” y está leyendo un libro que se llama “Misterio en París” (del club de Tea, claro). A los dos les encanta leer, no son como otros niños que prefieren jugar a la play. - ¡Vale!- le responden los dos a la vez. Ya han comido y los dos hermanos les preguntan otra vez a sus padres si van a ir a algún sitio. - Si, lo hemos pensado y al final hemos cogido un hotel. Hemos mirado fotos de Eslovenia y nos ha encantado, por eso vamos a ir allí.- le respondieron los padres. - Oh, ¡qué bien, gracias! ¿Y cuándo vamos a ir?- pregunta María. - Hemos pensado que el 10 de febrero.- le contesta su madre. Ya están en el aeropuerto para ir a Eslovenia. Como falta una hora y media para que salga el avión, han pensado ir a una cafetería del aeropuerto para hacer tiempo. Ya están en el avión, María se ha traído una pequeña mochila con sus cosas y su hermano lo mismo.


Después de 2 horas, más o menos, ya están en Eslovenia, han aterrizado en un aeropuerto que se llama Liubliana Airport. Como no están en el centro de la capital van a ir en taxi hasta allí, se tarda una hora y cinco minutos. Ya están en el hotel, se llama Grand Hotel Unión. Son las 16:00 y como han comido en el avión, van a descansar un poco en la habitación. Han salido a dar un paseo por los alrededores del hotel porque al día siguiente van a visitar Liubliana, la capital. - Vamos ya al hotel que si no se nos hace tarde y además mañana es un día muy duro. Hoy van a ir en autobús a Liubliana y tienen pensado pasar el día allí. De momento están visitando muchas cosas: El castillo Medieval, el puente Triple, la plaza Preseren… Ahora van a visitar Ljubljanica. El Ljubljanica es un río donde puedes dar una vuelta con los kayaks que hay allí. Suelen ser de dos en dos, pero como eran cuatro, la dependienta les ha dejado uno para los cuatro. Han terminado la actividad y como antes han comido en un restaurante ahora van a ir a un bar a tomar algo. - Como ya hemos terminado y son las 21:00 vamos a ir ya al hotel, ¿no? y así ya cenamos allí. - Vale. -dicen los tres.


Iban en el autobús para volver al hotel. La madre de María y Pablo iba a sacar su móvil para wasapear con su hermana cuando… - ¡Ostras! se me ha olvidado el móvil en el bar que hemos tomado algo antes.- dice la madre llevándose la mano a la cabeza. - Jo… pues el primero que lo haya visto te lo ha mangado. Así que ya no hay vuelta atrás. - Le podemos decir al chofer que cuando pare a todos los pasajeros que nos deje volver allí. dice el padre. Al decirle eso al chofer respondió: - Seveda, brez težav. En Esloveno (claro, sin ningún problema).- contesta el chofer. Lo que han pensado ha sido que María y su madre fueran al bar a recuperar el móvil si estaba y el padre y Pablo ir al hotel y que empezasen a cenar.


Después de todo, Pablo y su padre ya habían cenado y estaban en la habitación del hotel. De repente La madre de los dos hermanos le llamaba al padre: -¿Ya lo habéis recuperado? - le pregunta el padre desde el teléfono. - Si, el encargado del bar lo había visto en la mesa de la terraza y lo ha guardado por si alguien volvía para cogerlo.- dice la madre muy contenta.- Ahora estamos en el autobús llegando al hotel. Ya estaban los cuatro en la habitación. Los demás días visitaron todas las demás cosas como: monumentos, parques, el famoso lago Bled y el acantilado…Hoy era el día en el que iban a volver a Málaga y todos estaban muy contentos por ese lugar tan bonito que habían visitado. ¡ESLOVENIA ES UN LUGAR MUY ESPECIAL!

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¡QUÉ LÍO!

Hay una niña en Galdakao llamada Claudia que tiene 13 años, es alta y gafe. La cara la tiene redonda como un balón de baloncesto y blanquita como las perlas de su boca. El pelo lo tiene de color marrón con ojos azul cielo. Tanto las piernas como los brazos los tiene delgaditos como un espagueti. Ella intenta no rendirse pero solo a veces lo consigue. Claudia está enamorada de un chico llamado Alain que es de su clase. Por eso cuando está al lado de él, se comporta de una manera muy extraña. Pero su verdadera forma de actuar es vergonzosa y negativa. Su amor platónico es alto como una farola, con pelo rubio y con ojos verdes. Ella, tiene a su mejor amiga al lado siempre que la necesita. Su amiga se llama Paula y es bajita y adorable, lo que más destaca de ella son sus ojos que parecen dos diamantes. Paula intenta que cuando Claudia se acerca a Alain que se controle. Un día normal y corriente, un día de clase, en el cole, se sentó en su sitio y de repente llega la profesora con unos papeles en la mano y dice: -Separaros todos que hay examen sorpresa de matemáticas. Y espero que todos tengan un sobresaliente, y lo digo por ti, Claudia.


Claudia se puso muy nerviosa e intentó hacer lo mejor que pudo. Cuando le dieron la nota del examen, cómo no, sacó un suspenso. Al enseñarles la nota a sus padres lo comprendieron diciendo: -No pasa nada, cariño, yo sé que te has esforzado un montón y sé qué te pasa, es que no tienes ni un minuto para descansar. Claudia se quedó más tranquila y dijo con una sonrisa: -Para la siguiente vez lo haré mejor, os lo prometo. Sus padres pensaron hacerle un viaje sorpresa con sus amigos. Cuando sus padres le dijeron lo del viaje con sus amigos se quedó super emocionada y preguntó: -¿Pero a donde vamos a ir? - A donde tú quieras, puedes escoger más que un lugar -¿Y cuando nos vamos? -La siguiente semana -¿Y cuánto tiempo vamos a estar? -Dos semanas Con tanta emoción que tenía empezó ya a hacer las maletas. Pero tenía un problema, como no sabía a dónde ir, ¿cómo iba sabe si va a hacer calor o frío? Sin ninguna otra razón más se puso a pensar y decidió ir desde Galdakao hasta Francia y pasar dos días, luego de allí a Reino Unido y decidió que a todos los lugares que fuese que pasase dos días. Después de ir a Reino Unido tenía pensado ir a Alemania y desde Alemania iría a


Italia. Ella como también quería ir a Ucrania haría un buen salto desde Italia, cuando pasasen dos días de estar en Ucrania, se pasarán a la capital de Hungría a Budapest y por último, desde Budapest a Polonia pero tendrán que estar menos tiempo porque tienen que volver a Galdakao. Ahora sí que puede preparar la maleta. Al final ha metido ropa que abriga y que no abriga. Van a ir en avión. Los padres se encargaron de coger un hotel en cada sitio que van a viajar. Los amigos de Claudia sabían que iban a ir con ellos pero Claudia no sabía que lo sabían. Claudia tan emocionada encendió el ordenador y cogió billetes para sus amigos y para ella, directamente se cogió para todos los viajes. Cuando se lo dijo a sus amigos que iban a ir con ella, se pusieron a disimular como si no supiesen nada. Los amigos no tenían la maleta preparada y se fueron a casa para hacerla. El día del vuelo, todos estaban muy nerviosos, Claudia se ha puesto al lado de Paula y Alain de su amigo Carlos. Todos eran unos buenos amigos. El avión era el de Bilbao (Loiu) a la capital de Francia, París, al aeropuerto de Charles de Gaulle. Más o


menos eran 1 hora y 45 minutos llegaron. Al llegar cogieron un taxi para que les llevasen al hotel que está al lado de la Torre Eiffel. El hotel era super bonito y grande donde todos pueden dejar su maleta y tenían un montón de espacio. Como he dicho, el hotel está al lado de la Torre Eiffel, han decidido visitarla. Tiene 300 metros de altura y tres pisos. Como todos querían subir al tercer piso subieron y se quedaron sorprendidos. Desde ahí se veía todo París. Comieron en el “Burger king” que en París hay un montón y además la comida del Burger está riquísima. Del bar salieron super llenos, no podían casi ni andar y fueron a dar un paseo despacito para que se vaya bajando la tripa. Se pasaron toda la tarde paseando hasta que se hizo de noche y la Torre Eiffel se iluminó y era preciosa, se veía de color amarillo. Cerca de ahí estaba el río Sena que era super largo y muy bonito. Al día siguiente vieron más cosas de París como el Arco de Triunfo, la catedral de Notre Dame… Se fueron acercando para el aeropuerto otra vez. Llegaron al aeropuerto de Londres-Gatwick, aquí también cogieron un taxi para llegar al hotel que está al lado del Big Ben. Los padres cogieron los hoteles que más cerca están de lo que más destaca del sitio. Primero fueron a ver el Big Ben, después a Tower Bridge y por último a London Eye que es una noria desde la que se ve todo Londres. Desde Londres se fueron a Alemania, a Berlín, que cayeron en el aeropuerto de BerlínScönefeld . Aquí fueron a visitar la puerta de Brandemburgo que es chulísima. En los bares, lo que en todos los menús habían eran las salchichas Frankfurt porque en Frankfurt (un sitio de Alemania) se inventaron esas salchichas y son especiales de ahí. Desde Alemania viajaron hasta Roma, la capital de Italia. Se dice que es la ciudad del


amor. Cuando Claudia escuchó eso se puso roja y miró a Alain. Se lo pasaron genial. ¡Cómo no! Fueron a ver el Coliseo romano. Volvieron a coger el avión para ir a la capital de Ucrania, Kiev. Aterrizaron en el aeropuerto llamado Skyscanner. Ese aeropuerto era especial porque llega hasta Orane y cerca hay un hotel que lo puedes coger desde el aeropuerto para ir directamente. Tenían ganas de ir hay porque hacía tiempo hubo una explosión radiactiva y por eso la gente viene al País Vasco. No es muy seguro vivir cerca de la ciudad. Tenían ganas de quedarse más pero se tenían que ir para viajar a más sitios. Fueron hasta Hungría, bueno, mejor dicho a Budapest. Cuando fueron al aeropuerto de Hungría tenían una duda del horario y un señor les vio despistados y les ayudó diciendo: -Szia, segíthetek valamivel? (hola, ¿Os puedo ayudar en algo?) Y las pobres niñas se quedaron como si les estuvieran hablando chino, y Paula le contestó: -Sorry, but I do not understand -Sorry, I'm going to speak to you in English, ok? -Ok, perfect Después de una buena charla en inglés consiguieron llegar al hotel, era precioso. Se hicieron un Amigo llamado David y como sabía español les ayudó en todo.


Volvieron a coger el avión para ir a Budapest. En Budapest vieron muchas cosas, como por ejemplo, la Basílica de San Esteban, Plaza de los Héroes… Lo pasaron tan bien que se les hicieron super cortos los dos días. Aterrizaron en el aeropuerto Ferenc Liszt que está en Budapest. Budapest es super bonito, también vieron muchas cosas como museos parques naturales...Al coger los vuelos para ir a Polonia se dieron cuenta de que confundieron Budapest con Bucarest y no lo eliminaron. Habían decidido eliminar la de Polonia para ir a Bucarest porque les gustaba más. Tenían que salir antes para poder volver a Galdakao sobre la hora de comer, vamos, que solo un día. Cuando volvieron a casa tenían ganas de volver de nuevo

ENARA. P


EL VIAJE DEL EQUIPO Un buen día de verano Iker estaba en su casa y se le ocurrió que si el equipo ganaba la liga podían hacer un viaje con todos .Llego el día de la final e Iker no les dijo nada a nadie. El día de la final Iker lo tenía claro, confiaba en su equipo, y el equipo no le falló. Cuando todo el equipo celebraba la victoria Iker grito en alto: -¡Tengo una noticia!! Y todo el vestuario se quedó en silencio, esperando a Iker con cara de alegría. De repente Iker grito: -¡Nos vamos a Alemania!! Todo el equipo se quedó con cara de sorpresa, pero a Marco no le hizo mucha ilusión, tiene pánico a los aviones. Iker lo tenía todo hablado con todos los padres, por lo tanto tenía el permiso de ellos. Todos salieron con una sonrisa de oreja a oreja del vestuario, menos Marco, Marco quería ir a Alemania pero el avión le echaba para atrás. Los siguientes días todo el equipo insistió a Marco para que intentase vencer su miedo y viajara con todo el equipo. Marco no estaba muy seguro de que pudiese superar su miedo pero como tanto sus compañeros de equipo, como sus padres y su entrenador le insistían, Marco tomó la decisión de viajar con el equipo. Iker reunió a todos en el aeropuerto de Loiu, que de ahí viajarían al aeropuerto del Prat, Barcelona. Una vez en Barcelona, Iker se olvidó completamente de la hora en la


que cogerían el vuelo a Berlín, entonces uno de los niños del equipo escuchó, “en 5 minutos se cierra la puerta del vuelo a Berlín”, se lo dijo al entrenador y él espabiló a todos y empezaron a correr hacia el avión. Una vez sentados en el avión con destino al aeropuerto de Tegel, Berlín, los niños del equipo empezaron a sacar libros y juegos de mesa para superar el largo viaje de 2 horas y 50 minutos. Todo el equipo se lo estaba pasando en grande hasta que de repente se empezaron a escuchar lloros de la parte trasera del avión. Todos se giraron y se dieron cuenta de que Marco estaba llorando. El capitán del equipo, Peio, se acercó junto al entrenador para ver por qué estaba llorando. Iker, nada más llegar a su asiento, le preguntó: -¿Marco, que te pasa? ¿Por qué lloras?Y Marco cabizbajo le respondió: - ¡Nos vamos a caer, esto está muy alto, y nos vamos a morir! De repente se escuchó por los altavoces del avión, átense los cinturones, vamos a aterrizar, temperatura de 29º, Gute ZeÏt (pasadlo bien). Llegaron al aeropuerto y todo el equipo se montó en el autobús que les dirigía hacia el Hotel de Rome, situado en la capital de Alemania. Una vez instalados en las habitaciones, el equipo vasco salió junto a su entrenador a dar un paseo por la ciudad, nada más llegar a Alexander platz, la plaza más famosa de Berlín, se pidieron unas salchichas. Todos estaban sentados en la terraza hasta que de repente se empezó a ver un humo negro que salía de la torre de la plaza, la gente empezó a gritar, a correr y a avisar a todas las personas de la plaza que se fueran del lugar.


Los niños empezaron a correr, menos Julen. Julen suele tener problemas de asma, por lo tanto, lo primero que hizo fue taparse la boca y la nariz con la camiseta. Todos cogieron el camino de la derecha, que les dirigía a la parada del autobús donde tenían pensado coger un autobús para ir al hotel, 10 minutos más tarde apareció un autobús, el chófer paró y les dijo: -Wohin willis do gehen?

Iker no se enteraba de lo que le estaba diciendo, entonces le preguntó a Mikel que durante dos años fue a clases de alemán. Mikel cogió el mapa de Iker y le señaló al chófer el hotel. El conductor del autobus respondió: - Sie werden in 20 Minuten ankommen, ich muss Zwischenstopps machen(Llegaremos en 20 minutos, tengo que hacer muchas paradas)


Mikel se lo tradujo a Iker y él con la cabeza le afirmó que les daba igual, por lo tanto todo el equipo se montó en el autobús camino al hotel. Una vez en el hotel, todos bajaron al campo de fútbol a jugar un partido hasta que Iker les llamara para subir a cenar. Una hora más tarde todos subieron a cenar y luego cada uno se fue a su habitación porque el siguiente día les iba a ser muy duro. A la mañana tenían entradas para ir al estadio de Berlín a ver un partido de fútbol. A la mañana siguiente el equipo se levantó pronto, fueron al restaurante del hotel para desayunar y de ahí marchar al campo. Ya estaban todos sentados en el campo, con sus bufandas y camisetas. Llegó el descanso y el Berlín iba ganando. El partido estaba a punto de acabar y el equipo visitante marcó gol. Se acercaba el último minuto cuando el árbitro señaló penalti en contra del Berlín, si marcaba el equipo alemán quedaría en segundo puesto en liga, pero en caso de que lo fallase ganarían la liga. El jugador se preparaba, la grada abucheaba cuando de repente… ¡Al palo!! Todo el estadio saltó al campo a celebrar la liga, 20 minutos más tarde Iker se dio cuenta de que en dos horas tenían que estar en el aeropuerto, avisó a todos y a la carrera fueron al hotel que estaba a 10 minutos del campo. Una vez con las maletas y montados en el autobús les faltaban 30 minutos para que se cerraran las puertas del viaje a el aeropuerto de barajas (Madrid).


Ya en el aeropuerto todos buscaron la salida 42 que era la que les correspondía. A falta de 5 minutos para el cierre de puertas Marco se marchó corriendo, todos le siguieron pensando que se quería escapar por su miedo a los aviones hasta que hizo un giro hacia la derecha y se encontraron con la puerta que les correspondía. Una vez montados en el avión, todos se pusieron sus cascos para afrontar ese largo viaje de 2 horas y media. Una vez en la capital de España tuvieron que esperar 40 minutos para montarse en el siguiente avión que les dirigía por fin a Bilbao. En medio del viaje camino a Bilbao empezaron a jugar a las cartas, cuando todos estaban cansados Marco tenía una sonrisa de oreja a oreja porque había vencido su miedo al avión, es más, nada más llegar a Bilbao, lo primero que hizo fue preguntar a su padre cuándo sería el siguiente viaje

MARIO


LAS VACACIONES PARA LA VISITA AL PAÍS DE RUSIA

Un día cualquiera, estábamos en clase de lengua castellana aprendiendo los gentilicios, pero de repente apareció Jorge, que es mi profesor, y dijo: - ¡Nos vamos a Rusia! Todo esto es por vuestro buen comportamiento y notas, ¿preparados? Todos le miramos, algunos confundidos, otros emocionados y otros pensando que era broma, aunque comprenderían pronto que no era así. Jorge dijo que partiríamos el jueves siguiente, y así fue. Llegó el día, y todos montamos en el avión con nuestras familias, listos para la aventura que nos esperaba. Dos colegios se juntaron, el de mi primo Juan y el mío, Gandasegi. Mi primo es alto, tiene trece años, tiene unos ojos que no son nada peculiares, de color marrón, tiene pelo negro, y es muy gracioso. Me senté con él en el avión, y estuvimos jugando a “Hundir la flota” en una pantalla que se situaba en la parte de atrás de la silla de las personas que teníamos delante. El viaje no duró mucho para mí, pero en realidad duró 7 horas. Aterrizamos en el aeropuerto Internacional de Moscú-Domodédovo, que en ruso se dice algo como Международный Аэропорт Москва-Домодедово.


Ya saliendo del avión mí primo se dejó la mochila en el asiento, pero era demasiado tarde, el avión ya había desembarcado por completo y se había cerrado, aunque, solo tenía un paquete de clínex y una botella de agua. Cada uno fue por su cuenta, es decir, al hotel que quisieran. Jorge dijo que el sábado siguiente tendríamos que estar en la calle Arbat, la más antigua de Moscú. Mi primo, yo y nuestros padres fuimos al Moscow Marriott Grand Hotel, que es un hotel de 4,5 estrellas. Después, nuestros padres nos dieron 200 rublos, moneda que se usa en Rusia, igual piensas que es mucho dinero, pero que sepas que un rublo Ruso equivale a 0,013 euros, ¡Muy poco! Entonces teníamos 2 euros y 60 céntimos. Fuimos por la calle con un cartel pegado en la chaqueta que ponía: We don’t know speaking Russian, can you use the translator to understand us? En un descuido unos niños que venían en nuestro avión nos robaron los carteles sin que nos enterásemos, y, después de eso, entramos en una tienda sin enterarnos de que no los teníamos: - ¡Hola!- Dije yo haciendo un gesto de saludo y señalando el cartel. -Я вас не понимаю (Buenos dias)- Dijo el vendedor mientras yo me miraba el pecho para ver si el cartel estaba. - ¡JUAN NO TENEMOS CARTELES!- Exclamé muy asustado, y pensando que estábamos perdidos.


- Что случилось (Qué pasa)- Dijo el hombre, mientras nos miraba a la cara muy confundido. - Aitor, creo que será mejor si nos vayamos- Exclamó Juan con toda la vergüenza del mundo. Y en periquete, salimos de ahí sin ningún paquete. Estábamos perdidos en la calle principal Тверская, que en castellano se dice Tverskaya. Como no sabíamos hablar Ruso, hablábamos inglés, pero pocas personas nos hacían caso, mejor dicho, apartaban la mirada. Una persona nos dijo (en inglés) por dónde se iba al hotel, pero, en unos segundos aquel hombre desapareció entre la multitud. No acabó la frase, pero nos dijo que se iba por la calle de al lado, hacia la derecha. Seguimos andando y: - Juan, creo que estamos perdidos- dije angustiado y asustado. - Ya lo sé, y se está haciendo de noche, ¿qué tal si… dormimos en ese banco?Dijo Juan no muy seguro de lo que hablaba. Y así fue, dormimos toda la noche en ese banco, era un poco incómodo pero al final me acostumbré, y me


recosté. Al siguiente día, Juan ya estaba despierto, y preguntando cómo se iba al hotel. De repente vimos a Jorge, yo le explique a mi primo que ese era mi profesor y en un acto de supervivencia, me puse a correr hacia él. - ¡Jorge!- Exclamé excitado. - ¡Hombre, Aitor!, buenos días- Dijo Jorge calmado. Le contamos lo sucedido y en su móvil buscó la ubicación del hotel. Nos acompañó al hotel y le dimos las gracias de todo corazón, pero eso sí, no quisimos volver nunca más a Rusia, es un país muy grande, y te puedes perder muy fácilmente.

AITOR

FIN


Aventuras por Europa

La aventura que voy a contar sucedió hace diez años, en un lugar al este de Europa, Hungría. Los protagonistas de esta historia son Maxi y Judit. Maxi es un chico de veinte años que vive en Bilbao. Su cuerpo es muy musculoso porque hace mucho deporte, también es alto, delgado y de piernas largas. Su cara es regordeta como una pelota, los ojos de color verde con largas pestañas, el pelo negro como el carbón, nariz alargada y la boca de labios finos como el papel. Le gusta llevar ropa cómoda. Cuando no hace deporte siempre viste con pantalón vaquero y nikis. Es una persona amable, bromista, alegre y de buen corazón. Judit es una chica de veintiún años que vive en Hungría. Su cuerpo es tan delgado como un espagueti, también es alta, sus piernas parecen un compás abierto porque son delgadas y finas .Su cara es cuadrada, con ojos de color azul como la turquesa, la nariz fina, los labios gruesos, pelo oscuro y piel clara como la harina. Le gusta mucho la moda y por eso va vestida diferente todos los días. Es una persona alegre, graciosa, amable y de buen corazón.

Un día soleado Judit salió a la calle y fue a comprar comida al supermercado, allí se encontró a Maxi, un chico español que había ido a Hungría a aprender el idioma. Maxi fue a comprar comida típica de allí para probar diferentes sabores. Los dos


coincidieron en la pescadería y entonces empezaron a hablar, de cómo te llamas, de dónde eres, qué idiomas hablas y de otras cosas. En fin, que se tiraron 20 minutos hablando. Luego Judit invito a Maxi a su casa, ahí siguieron hablando. Mientras Maxi conocía a la familia de Judit, el tiempo se le pasaba muy rápido, porque era gente muy divertida. Llegó el momento de marcharse a casa y quedaron al día siguiente a las 17:00 para tomar algo y luego dar un paseo. Al día siguiente Maxi fue al bar a las 17:00 pero Judit no estaba y después de 20 minutos, cuando Maxi se iba a ir, Judit apareció pidiendo disculpas. -Bueno, ¿tomamos algo?, invito yo- dijo Judit. -Vale, pero luego damos un paseo- contestó Maxi. Mientras tomaban el café estaban hablando por donde podían pasear. Judit propuso ir a ver el lago Balaton porque era muy bonito y a Maxi le pareció muy buena idea porque todavía no lo había visto. -Pero, ¿en qué vamos? - pregunto Maxi. -En coche o si quieres, en tren- le dijo Judit a Maxi -Vale, en coche ¿te parece bien?- le dijo Maxi a Judit. -Venga, no perdamos tiempo, si queremos llegar a la puesta del sol- le dijo Judit a Maxi con ganas de ir ya, para no perderse la puesta del sol. -¿Con qué coche vamos?-dijo Maxi sin querer perder más tiempo. -Con el mío - dijo Judit.


-Vale, pero no perdamos más tiempo o no llegaremos a la puesta del sol-dijo Maxi nervioso. Empezaron a correr sin parar hasta el coche y Judit condujo hasta el lago. Cuando llegaron justo era la puesta del sol. -¡Mira qué bonito es!-dijo Maxi sin dejar de mirar el horizonte. -Sí, ya te dije que era muy bonito-dijo Judit. Mientras seguían admirando el paisaje no se daban cuenta de que estaban rodeados de un montón de gente y que había periodistas también. Después de la puesta de sol una periodista empezó a entrevistar a la gente para saber qué habían visto y qué les había parecido. Se acercó a Maxi y Judit para entrevistarlos. -Me ha parecido espectacular, genial y precioso-dijo Maxi. -A mí me ha parecido lo mismo que ha dicho Maxi-contestó Judit a la pregunta. Después de terminar con la entrevista se fueron al hotel de Maxi. Allí pidieron la cena. Maxi pidió el menú del día y Judit goulash, una comida muy típica de allí. Después de 15 minutos les trajeron la cena. Empezaron a comer y Judit le dio a Maxi un poco de su comida para que la probara y a Maxi le encantó. Cuando terminaron Judit se fue a casa y Maxi le acompañó hasta la puerta y allí se despidieron con un abrazo. Al día siguiente fueron a Hungarikum Bisztro que es el mejor restaurante de Hungría y pidieron los dos goulash y de postre pidieron un Neked para los dos porque era


demasiado para uno. Estuvieron charlando toda la comida no dejaron de mirarse y de reírse. Después de dos horas pidieron la cuenta.

-Solo he traído 100$ y la cuenta vale 500$, ¿has traído más dinero? porque tampoco he traído la tarjeta-dijo Judit preocupada. -Yo solo he traído 100$ y tampoco he traído la tarjeta, ¿ahora qué hacemos?- dijo Maxi muy preocupado. Mientras pensaban qué hacer para pagar los 300$ que les quedaban le llamó su madrea a Judit. Y así se le ocurrió cómo arreglar el problema. Su madre estaba al lado del restaurante. -Si esperas cinco minutos voy a por mi cartera y vengo con el dinero-dijo Judit. -Vale, pero date prisa-dijo Maxi preocupado.


Judit fue corriendo fuera del restaurante donde estaba su madre esperándola para darle la cartera. Le dio las gracias a su madre y entró en el restaurante -Ya estoy- dijo Judit. -¡Por fin! Cuando llegue al hotel te daré el dinero- dijo Maxi aliviado. Maxi, de repente, le cambió la cara. -Mañana vuelvo a Bilbao- dijo Maxi triste pero a la vez contento porque tenía ganas de ver a su familia. Judit no estaba triste porque sabía que pronto iría a España a ver a Maxi. -Entonces quedamos en el aeropuerto a la hora que sale tu avión para despedirnos.dijo Judit. -Vale, mi avión sale a las cinco de la tarde-dijo Maxi. Y se despidieron a la salida del restaurante con un beso. -¡Hasta mañana!-dijo Judit. Al día siguiente, Maxi estaba en el aeropuerto con Judit, los dos sabían que iban a volver a verse. -¡Búcsú y jo utazás!( adiós y buen viaje )-dijo Judit -¡Búcsú (adiós) hasta otra!-le contesto Maxi

DANIELA


AVENTURAS POR EUROPA

Fernando, María y Lucía estaban en casa aburridos sin saber lo que hacer para el verano. Lucía quería ir a Roma y María quería ir a Perú. A Fernando le daba igual, entonces María y Lucía decidieron que Fernando eligiese. Y Fernando dijo… - Iremos a París!!! - Entonces, iremos a París, mañana mismo saldremos para allá.-Dijeron Lucía y María a la vez… Ya era por la mañana, eran las 7:30, ya tenían todas las maletas y el hotel alquilado, y todo. Ya se dirigían al aeropuerto, María nunca había montado en un avión y


estaba muy nerviosa, pero cuando ya había pasado un buen rato, María ya se había acostumbrado a las turbulencias del avión. Al bajar del avión fueron a un pequeño bar que había en el aeropuerto de París. Fernando comió un bocata de tortilla, Lucía comió, un sándwich vegetal y María una ensalada, pero cuando empezó a aliñar la ensalada, vio que había una cucaracha muerta en su ensalada. -¡Aaaaaaaaa que asco por Dios!!! - Grito María… Rápidamente le dijo al camarero… -¡Devuélveme mi dinero ahora mismo!!!! Y desde ese momento empezaron a tener mala suerte. Después se fueron del aeropuerto en taxi. Al llegar al hotel Ibis, dejaron las maletas y todo y se fueron a alquilar un pequeño coche. Alquilaron un coche y fueron a cenar. Ya era el quinto día, Lucía estaba comprando el desayuno, llegar a casa mientras que todos estaban desayunando encendió la tele para ver las noticias y de repente, dijeron que había saltado la sirena de tsunamis. Fernando y María decían que era una chorrada, pero Lucía estaba muy asustada.


Al de media hora se dieron todos cuentas de que el tsunami se acercaba. María, Fernando y Lucía se dieron prisa e hicieron las maletas y todo. Cogieron el coche y se fueron directos al aeropuerto, estaban muy asustado, Ellos estaban seguros de que no les iba a pasar nada, pero sin darse cuenta… Ya era tarde el tsunami les alcanzó, dieron vueltas de campana y de todo. María estaba con Lucía pero Fernando no sabían dónde estaba. 3 meses después, María y Lucía lograron llegar a Galdakao andando. Fueron hasta su casa, cuando de repente, estaban delante de la puerta y… Se abrió la puerta, y ahí estaba Fernando, se dieron un abrazo enorme porque Lucía y María lo tomaban por muerto, pero Fernando llegó justo el día anterior por la tarde en un taxi, y pagó con las sobras que tenía en el bolsillo. Desde ese día, se fueron a viajar a Roma y volvieron a París, y desde ese día no le tuvieron miedo a nada.

ERLANTZ


BUSCANDO A NUESTROS PADRES

Mark Mark tiene 12 años y tiene aspecto de rapero: gorra, ropa deportiva y zapatillas deportivas. Es majo, porque siempre viene con una sonrisa y es agradable hablar con él. Algunas veces no le gusta obedecer, pero es buena persona. Tiene muy buen corazón, y a pesar de todo, quiere mucho a sus padres.

Janes Janes tiene 12 años. Es muy simpático y tiene muy buen corazón. Suele ir muy bien vestido, con sus zapatillas y su camiseta a juego. Es muy guapo, y le gusta María. A veces es un poco gamberrete, porque gasta bromas y hace trastadas. Le gusta mucho vivir aventuras.

María María es una chica muy dulce y muy alegre. Tiene 12 años y la llaman “el rayo”, porque es como una chispa eléctrica. Le encanta ir con chándal y en el colegio sus compañeros creen que va como un chico. Es muy simpática, porque no le importa que le digan esas cosas, y no pierde la sonrisa. Tiene muy buen corazón y se lleva muy bien con sus padres.


Había una vez una cuadrilla de dos niños y una niña en Finlandia que su capital es Helsinki y ellos estaban en la zona de Rovaniemi. Un pueblo muy bonito parecido a Venecia porque hay un río en medio del pueblo y las casas están a los lados. Todos los días Mark decía: _ ¡Me encantaría ir a Irlanda para aprender inglés y para luego enseñárselo a la gente para que también aprenda! Como tantas veces decía lo mismo, sus amigos decidieron convencer a sus padres para que pudiese ir. Llegó el día , era el cumpleaños de Mark ! Todos estaban muy contentos porque habían conseguido convencer a sus padres para que pudieran ir los tres más sus amigos. Se apuntaron a una academia de inglés llamada Atlantic Language Dublin que estaba situada en la calle Pearse Street en Dublín. El primer día les hicieron un pequeño examen para ver su nivel. Janes era el que mejor hablaba, luego María y por último Mark. Al ver esto Mark se sentía muy mal y pensaba que no servía para el inglés pero sus amigos, es decir Janes y María, le animaron para que siguiera con el inglés porque a él le hacía mucha ilusión. Al siguiente día les separaron de clase por su nivel. Cuando


terminó la clase todos habían salido muy contentos de la clase porque habían aprendido mucho inglés sobretodo Mark, le gusto tanto que dijo: -

¡Chicos! ¡No sabéis cuánto me gustaría vivir aquí y ser inglés!

Al día siguiente, cuando salieron de inglés hubo una bomba muy grande y los niños se separaron de sus padres. Los tres estaban muy tristes y de repente María dijo: -

¡Tengo una idea! Viajaremos por toda Europa para buscar a nuestros padres.

Y de repente a Mark se le ocurrió una idea y dijo: - Si, vamos a hacer un plan, ¿tendremos que ponerle nombre, no? - Sí- Contestó María -

Qué os parece si nos llamamos ¡Los tres en busca de nuestros padres!

-

¡Que guay!- Contestó Janes

Al día siguiente fueron corriendo al aeropuerto. Como no tenían dinero para subir al avión estuvieron pensando hasta que en un momento dado, de repente Janes dijo: -Chicos, ¿ese de ahí no era nuestro amigo Peter? - Sí- contestó María. Cuando le vieron los tres a la vez gritaron: -¡Peter!¡Peter!¡amigo! Peter se giró y al verles fue corriendo a saludares. Janes le contó la historia a Peter y éste decidió ayudarles. Cogieron un vuelo a Bélgica y cuando llegaron fueron a buscar una plaza muy grande llamada La Plaza Mayor. Y ahí


no encontraron nada, luego se fueron moviendo por Bélgica pero no encontraron nada. Estaban tan cansados que pararon a cenar y a descansar un poco. En la cena decidieron que iban a coger el vuelo para ir a Italia, a la zona de Txibitela. A la mañana siguiente después de llegar a Txibietla, como se habían hecho una ruta para moverse por todo Italia decidieron alquilar una caravana. En Txibitela no encontraron nada. Como no encontraron nada, fueron a Roma. Cuando llegaron, fueron al Coliseo Romano y ahí Peter de repente todo ilusionado dijo: -

¿Esa no era la camiseta que le compré a tu padre hace cinco años, no? Sí es esa- contestó María,- ¡Que alegría!

Salieron los cuatro corriendo como rayos. Y cuando sus padres les vieron estaban tan contentos que incluso lloraron de la ilusión. Como esa semana fue el cumpleaños de Mark decidieron terminar el día super contento en una pastelería comiendo tarta todo el día.

NAIARA


La guerra de los Balcanes

¡Hola, Edin!, quiero escribirte mi historia para que todos los años que vivas recuerdes lo que yo viví. Ya te he hablado muchas veces de esto pero nunca como te lo voy a contar ahora. Era Noviembre, yo tenía unos 11 años. En mi país, Bosnia, estaban en guerra, no sabía ni me importaba lo que pasaba porque solo era una niña, pero sí sabía que mucha gente sufría. En aquel momento yo era rubia con pelo largo, tenía los ojos azules. Mis manos y mis pies eran grandes, pero mi estatura era la apropiada para mi edad. Era valiente, lista, simpática y alegre. Me gustaba mucho jugar al escondite y saltar a la comba pero lo que más me gustaba era ver como se tiraban desde el puente de mi ciudad (Mostar) al río, los jóvenes del pueblo. Algún día yo también conseguiría tirarme como ellos. Vivía con mi madre y mi padre en una casa cercana al puente.


Era 9 de Noviembre y yo estaba en casa porque las clases se habían suspendido a causa de la guerra. Estaba en la habitación tranquila durmiendo, cuando de repente, entró mi madre por la puerta diciéndome: - ¡Rápido, levántate, nos tenemos que ir!!!!!- gritó mi madre desesperada. Yo no sabía el motivo por el que nos teníamos que ir pero me vestí a toda prisa. Salí de la habitación y rápidamente fui a la cocina, donde se encontraban mis padres. Cuando llegué me dijo mi padre: - Anna, nos tenemos que ir al pueblo de al lado porque aquí no hay refugio. Corriendo salimos de casa y nos fuimos a ese pueblo. No era fácil andar por esas calles, en cualquier momento te podías encontrar un chico armado del ejército de Croacia Al fin conseguimos salir sin ningún rasguño. Al pueblo que nos dirigíamos era Jablanica, allí encontraríamos el refugio Armija. El camino fue fácil porque solo teníamos que seguir el río Neretva.

Durante el trayecto se escuchaban caer bombas en mi ciudad. Me daba mucha pena que destruyeran mi ciudad y que mis familiares y amigos pudiesen morir. Un gran rato después, llegamos al refugio donde ahí había mucha gente. No te puedes imaginar cuántas personas había... Todos estaban nerviosos porque fuera se escuchaban los bombardeos. Estaba abrazada a mi madre, la verdad es que me daba un poco de miedo. Hubo gente que trajo un poco de comida para compartir. Mi madre me dio un plátano y una naranja y me dijo:


-

No te lo comas enseguida, seguramente será la única comida que comerás en los siguiente días

Tenía tanta hambre que decidí comerme un cuarto de plátano. Pasaron dos días cuando decidimos volver a nuestra ciudad. No se oían bombas y por el camino nos encontramos con conocidos que también volvían a Mostar, uno de ellos era mi amigo de la escuela al que saludé: -

Zdravo (Hola)- le dije a mi amigo

-

Zdravo- me contestó mi amigo con cara de triste

Parecía que estaba muy preocupado por lo de la ciudad, entonces decidí no preguntarle nada sobre Mostar. Además, su padre era soldado y estaba disgustado porque pensaba que estaría muerto. Cuando llegamos a Mostar vi que estaba toda la ciudad en ruinas, eso me entristeció mucho pero lo que no pude soportar, fue ver el puente destruido. No sé si lloré más que toda el agua que pasaba por el río. Siempre deseé tirarme desde el puente y toda mi ilusión se derrumbó, pero no por mucho tiempo, EL 23 de julio de 1994 fue el mejor día de mi vida. Estaba cerca del puente mirando cómo se inauguraba el puente reconstruido. No podía aguantar la ilusión, ese era el día en el que me iba a tirar, por fin, desde el puente. Me puse el bañador, me subí a lo más alto y conté uno, dos, tres...


JULEN


NUESTRO VIAJE Hace mucho tiempo cuando éramos adolescentes a June y a mí, después de acabar el instituto, nos regalaron un viaje en avión, porque les tocó un sorteo a nuestros nosotras

padres, no

y

sabíamos

nada de nada. Nos dieron una

sorpresa

muy

grande. Estuvimos muy contentas pero

no

sabíamos

a

dónde queríamos ir. Primero, pensamos que podríamos ir a Francia... o a Madrid... Estuvimos pensando un poco y luego por fin decidimos dónde iríamos. Pensamos ir a Madrid. No teníamos suficiente dinero ahorrado, así que teníamos que encontrar un trabajo. Estuvimos buscando y de repente encontré uno, que nos gustaba a las dos: En el mes de julio tuvimos que cuidar a unos niños, porque sus padres estaban trabajando.


Unos amigos nos dejaron una academia para cuidar a los niños, jugar, dibujar, etc. Nuestros padres también nos dieron un poco de dinero para ayudarnos con los gastos. Estábamos muy nerviosas preparando el viaje. -

¿Qué te parece si vamos a otro sitio aparte de Madrid?- Le dije a June.

-

No sé qué decirte.- Me dijo.

-

Ya lo sé, pero… Como tenemos bastante dinero que hemos ahorrado

podríamos ir, por ejemplo a París- Le dije. -

Pues no sé, a mí me gustaría ir a Munich que es una ciudad de Alemania.-Me dijo con dudas.

-

Vale, estoy de acuerdo, es una buena idea.- Le dije muy contenta.

Unos días después, fui a la casa de June para organizar el viaje con ella. Lo primero que hicimos fue reservar los hoteles. El hotel de Madrid se llamaba 4C Bravo Murillo, su calle se llama también Bravo Murillo y está muy cerca del metro. El hotel de Munich se llama Deutsches Theater, y está en la calle Landwehrstrabe. Buscamos por internet los sitios que podíamos visitar en Madrid y en Munich. Me quedé alucinada de tantas cosas que había. Decidimos estar una semana en Madrid y en Munich dos semanas. -

¡Nos va a salir bien caro, pero menos mal que tenemos bastante dinero!Dijimos las dos juntas a la vez, riéndonos.


Al día siguiente cogimos las maletas y nos llevaron a Bilbao para coger el avión. Cuando estuvimos dentro del avión mi prima se quedó dormida, y mientras tanto yo estuve despierta. Aproveché para mirar más sitios que podíamos visitar en Madrid: ● La Puerta del Sol ● La Plaza Mayor ● La Plaza de Colón ● La Biblioteca Nacional ● El Museo del Prado ● El Retiro Pensé que todas las mañanas podríamos visitar los sitios y luego, después de comer, descansar en el hotel. Cuando se despertó le conté todo lo que había encontrado. -

¡Qué bien Nerea! -Me contestó muy alegremente.

Iba otra vez a buscar sitios interesantes en Múnich. -

¡Espera Nerea! Descansa que ahora me toca a mí, haré lo mismo con Munich.Me dijo.

-

¡Vale! -Le contesté contenta.


Unos minutos después me quedé profundamente dormida.

June, mientras tanto, consiguió lugares que podíamos visitar en Munich. Estos fueron: ● La Plaza Marienplatz ● Englischer Garten (Jardín inglés) ● Iglesia de San Pedro ● Puertas de la muralla ● Odeonsplatz ● Palacio de Nymphenburg ● Viktualienmarkt (un mercado). Cuando llegamos me despertó de un susto increíble, salté y todo. Y ella se partía de risa. Le dije que no tenía nada de nada de gracia. Después, yo también me reí, así que estuvimos riéndonos un montón. La azafata del avión nos llamó la atención por dos cosas: una era que como estuvimos riéndonos empezamos a subir la voz, y la otra, que era la hora de salir del avión. Nos


habíamos quedado las últimas, porque las otras personas habían salido hacía un buen rato. Le pedimos perdón, pero nos miró con mala cara. Pedimos un taxi y nos llevó hasta el hotel que le dijimos al conductor. Como era domingo por la tarde nos quedamos en el hotel jugando... hablando… etc. hasta que fue la hora de salir del cuarto para cenar. Bajamos al bar de hotel. -

¡Madre mía, qué rico está todo!- dijimos las dos a la vez con alegría de disfrutar.

Por la noche, fuimos a la calle a ver la ciudad, y nos quedamos con la boca abierta de lo bonito que era todo. Paseamos por la ciudad, y luego nos fuimos al hotel, y nos quedamos dormidas después de lavar los dientes..., poner el pijama… La semana fue como dijimos, pero un día empezó a llover a chaparradas. Ese día no pudimos hacer lo que teníamos planeado; tuvimos que estar todo el día en el hotel. Nos aburrimos bastante. Después de la semana tuvimos que guardar todo lo que llevamos al hotel. Cogimos el avión y nos quedamos las dos dormidas profundamente. El viaje nos pareció muy corto. -

¡Ya hemos llegado!, no sé yo... porque me parece que acabamos de entrar en la avión. -Dije con una voz cansada.

-

¡Pues sí, hemos llegado ya!- Me contestó June, riéndose un poco.

Bajamos del avión y no sabíamos qué hacer o por dónde ir, porque todo estaba en Alemán. No entendíamos nada. Un chico vino para ayudarnos y empezamos a hablar


con el traductor Alemán. El chico no se enteraba de nada. Se quedó flipando, con la boca abierta porque no entendía lo que estábamos diciendo. -

Chicas, ¿necesitáis ayuda?- Nos dijo el chico preocupado, en español.

Nosotras nos quedamos con un gran alivio al ver que sabía nuestro idioma. Le explicamos al chico que éramos turistas en esta ciudad y que era la primera vez que veníamos. El chico nos ayudó y nos dio ideas, a dónde teníamos que ir, y más cosas. Cuando llegamos al hotel, el Deutsches Theater, parecía que estábamos entrando por la puerta de un teatro. Nos dijo el señor del hotel: -

Guten Tag.

Vimos en el traductor que significaba Buenas tardes. -

Guten Tag.- Le contestamos.

Luego nos preguntó si sabíamos inglés. -

Wissen Sie, wie man Englisch spricht?

Vimos otra vez en el traductor que significaba ¿Sabes hablar inglés? Seguimos hablando con el recepcionista en inglés y nos enseñó algunas palabras en alemán. En los bares, en las piscinas… nadie sabía inglés, solo Alemán. Una semana después nos dimos cuenta de que teníamos poco dinero, y teníamos que hacer algo. Había dos opciones: una era ir a casa; la otra, quedarnos allí a trabajar y estar más días en Múnich. Pensamos un poco y al final decidimos trabajar las dos como


profesoras de castellano. En poco tiempo encontramos unos cuantos niños que querían aprender castellano, y así ganamos un poco más de dinero. Durante la semana fuimos a muchos lugares para visitar. Unos días después, el director de la escuela nos dijo muy enfadado: -

¡Como no aprendáis una de vosotras alemán os echaré de aquí! ¿Entendido?

Así es como se escribiría en alemán: -

Da Sie keinen von Ihnen Deutsch lernen, werde ich Sie hier rausholen! Verstanden !!!

-

Vale, entendido - Le contestamos muy asustadas. (Okay, verstanden, wir antworten sehr verängstigt.)

Nos fuimos al hotel un poco enfadadas. En el hotel estuvimos hablando. -

¿Tú sabes por qué nos ha hablado así el director?- Me dijo June.

-

¡Pues no lo sé!- Le respondí.

Le dije que era mejor que nos quedemos unos días fuera de la escuela, para aprender un poco alemán. Después de aprender el idioma, uno iba a la escuela a trabajar y la otra iba todavía a aprender el idioma. Así hicimos. Un día que nos quedamos en el hotel descansando, me dijo June que el director estaba enfadado, porque los niños no estaban aprendiendo nada en absoluto: por eso nos dijo que fuéramos a aprender el idioma. -

Vale. Ya lo entiendo mejor y no estoy tan cabreada.- le respondí.


Otro día estábamos dando una vuelta por la ciudad, e íbamos al hotel un poco despistadas, y de repente me di cuenta de que no estábamos entrando a nuestro hotel, sino a ¡una farmacia!. Nos habíamos confundido de lugar. A las tantas de la noche llegamos al hotel, reventadas de tanto andar por aquí y por allá. Después de las vacaciones preparamos las maletas... guardamos todo... pusimos todo en orden... y al final salimos del hotel. Cogimos el avión, después otro avión y al final en taxi hasta Galdakao. Cuando llegamos abrazamos a nuestros padres. En mi casa, todos juntos, June y yo contamos lo que nos sucedió... qué nos gustó más… etc. Pasamos toda la tarde en familia contando nuestras aventuras. Al final June se fue a su casa con sus padres y yo me quedé en casa con los míos. COLORÍN COLORADO ESTA HISTORIA SE HA ACABADO.

NEREA


EL VIAJE MÁS EXTRAÑO DE MI VIDA Londres, Inglaterra 1983. Los dos amigos, al acabar bachiller, deciden irse a Londres para celebrarlo. Ya que uno irá a la universidad y otro a la taberna de su padre a trabajar, y a seguir con el trabajo de la taberna que pasó de generación en generación en su familia. Cogieron un vuelo directo, y cuando iban a montar, Jon recordó que se había dejado las maletas en el aeropuerto. E Imanol le prestó parte de sus cosas, acabando los dos con pocas cosas. Al aterrizar caminaron hasta la salida, uno se fijó que en la entrada ponía en un cartel enorme “Welcome to the London city airport“ Al llegar a Londres fueron caminando al centro donde ahí estaría su hotel pero al parecer estaba cerrado y decidieron preguntar a la gente de alrededor. Fue muy raro, la gente cada vez que escuchaban el “Hotel Ibis London Blackfriars ” se asustaban y empezaban a correr. Al ver que nadie les daba respuestas decidieron buscar otro hotel alejado de ese. En ese otro hotel conocieron a Leo que al parecer compartía habitación con ellos.


Leo, compartía una cosa con Imanol y es que a los dos les encantaba “Animales fantásticos” Leo dijo que ese hotel cerró tras el incidente. -

¿Qué incidente? - pregunto Imanol asustado.

- Eso, eso - repitió Jon. -

Todo ocurrió en 1975, una pareja de recién casados vinieron de luna de miel y por desgracia, se alojaron en el hotel. En su primera cena en el buffet libre, la chica fue asesinada por el marido, pareció que le dio un cortocircuito o algo por el estilo, se decía.

Los chicos, impacie ntes, entraro n sin temor por la noche y lo que vieron les dejaron embobados y siguiendo un ruido chirriante se adentraron. Cuanto más se acercaban a la única puerta del hotel, el ruido era cada vez más potente hasta perforarles los tímpanos y del susto que le dieron al ver lo que vieron salieron corriendo.


Diez minutos después, los dos decidieron contárselo a Leo y así fue: -

Leo, Leo - gritó Imanol corriendo hacia él

-

¿Que, qué? - le respondió Leo tranquilo

-

Hemos entrado en el hotel - continuó Jon

-

¡Que habéis qué, estáis locos, y lo habéis...! - les gritó Leo

IMANOL


EN PARÍS

Una vez un chico llamado Eneko, decidió ir de vacaciones a París. En el IPad buscó vuelos para ir en avión. Cada persona tenía que pagar 200 euros y como él era una sola persona no le importaba demasiado y lo compró. Cuando fue al aeropuerto le dijeron que compró el billete de un jet privado. Se emocionó muchísimo porque era muy barato y encima era privado. Cuando entró vio que era de lujo. Tenía camas, tele, una bañera gigante con trampolín… Él creía que era un sueño y se tiró al suelo para asegurarse que no era un sueño. Cuando supo que era de verdad se desmayó y se cayó al suelo. Cuando se despertó vio que se estaba alejando de París y vio a un señor de 17 años pilotando el avión. Eneko le dijo al ladrón que parara y cuando le vio la pistola llamó


a la policía. El ladrón se llamaba Gorka y cuando vio a los polis cogió un paracaídas, abrió la puerta y se tiró. Eneko, cuando vio el paracaídas y que se estaba alejando de París, cogió uno y se tiró hacia atrás dando una triple chiri vuelta. Abrió el paracaídas y fue directo a Estados Unidos. Vio a Gorka robándole las carteras a la gente y metiéndolas en una mochila. Cuando cogió el móvil se dio cuenta de que no tenía batería y fue corriendo a la comisaría a decir lo que había visto. La comisaría estaba cerrada y fue a por él. Eneko encontró un BMW X6 y como él tenía carnet de conducir lo cogió, fue a por Gorka. Tuvo la suerte de encontrar a un policía que se llamaba Jon. Eneko bajó del coche y fue directo hacia él, le contó todo y Jon decidió ayudarle. Llamó a todos los policías pero Jon fue con Eneko. Vieron a Gorka en la punta de la torre Eiffel y fueron al ascensor. Para entrar al ascensor fueron corriendo por las escaleras. Gorka tenía una bomba atómica y una mochila propulsora. Dijo que le dieran 1.000.000.000.000.000 euros o tiraba la bomba. Dijeron que no tenían tanto dinero, que solo les podrían dar tres cuartos de lo que había dicho. A Gorka no le pareció bien y tiró la bomba atómica. Cuando tiró la bomba atómica, Gorka encendió la mochila propulsora y se fue. La gente se volvió loca y empezaron a chillar, correr y muchas más cosas. Jon, el policía, fue corriendo hacia la bomba, se tiró al suelo, se puso encima de la bomba y cuando se levantó le quitó el cable rojo y no estalló. Luego fueron a una casa muy vieja, llena de polvo y vieron un caza. Eneko se montó en el caza, encendió el motor, le costó bastante encenderlo pero de repente, sonó el motor y se fue volando como un rayo. Lejos, vio a Gorka muy tranquilo. Pero cuando Gorka oyó el caza, encendió los propulsores al máximo. Eneko vio que se estaba alejando, fue tan rápido que le alcanzó y le rompió la mochila propulsora. A tanta altura cayó a unos 120km por hora al río Sena y por poco se dio


contra el bordillo. Eneko bajó del caza rápidamente y le metió un puñetazo a Gorka en todo el estómago que casi le dejó sin respiración. Cuando vino la policía se llevaron a Gorka y a Jon al hospital porque le atropelló un coche cuando se fue corriendo a la torre Eiffel. Cuando todo se acabó, Eneko se fue a un hotel llamado Pullman Paris Tour Eiffel de 4 estrellas y encima al lado de la torre Eiffel. A la noche se dirigía al balcón para ver las luces de la torre porque, eran preciosas. Luego, cuando volvió, volvió en un avión normal y corriente y cuando solo faltaban 15 minutos para llegar al aeropuerto pago 100 euros más para un paracaídas y cuando abrió la ventana izquierda se tiró en picado a su casa y entró por la ventana. Como estaba tan cansado se dio una ducha y se fue directamente a la cama para descansar. Al día siguiente se despertó a las 12:30 y vio la tele, el teleberri y las revistas y salió en la tele.

ENEKO


VIAJE POR RUSIA En un día muy caluroso Begoña y Libe tenían unos billetes de avión para ir a Moscú, capital de Rusia, y tenían que coger el avión desde el aeropuerto de Bilbao.

Bego es de pelo corto y de color marrón como la avellana y sus ojos son marrones pero más oscuros. Sus labios son finos y tiene gafas. Es muy habladora. El color de piel de Bego no es tan blanco, es un poco morena. Libe tiene el pelo corto y rubio tirando a blanco, como el cielo. Sus ojos son azules y sus labios son un poco anchos. Su piel es blanca como el papel.

Se levantaron a las 5:30 de la mañana para coger el avión. Llegaron sobre las 6:15 y su avión salía a las 7:00, mientras, estuvieron esperando. Bego le pregunto a Libe: -Oye, ¿cómo se llama nuestro hotel que no me acuerdo?- y de inmediato contestó Libe:


- E… era el Hotel Moscow Marriott Grand, muy difícil de decir. Entonces le dijo Bego a Libe: -Ufff… yo el Ruso o el inglés no lo manejo muy bien pero por suerte me traído el diccionario para cuando vayamos por la calle y para hablar con la gente.- le contestó Bego. Las dos se rieron y esperaron hasta que les viniera el avión. Por fin después de un largo tiempo dieron las 7:00 y Bego y Libe entraron al avión. Como el viaje era de 4 horas pues Libe se durmió por el sueño que tenía. Después de 4 horas llegaron al aeropuerto de Moscú y luego cogieron un taxi y fueron a su hotel. Cómo eran las 12:00 decidieron descansar un poco y hablar, entonces se tumbaron en las camas. Después de descansar un poco empezaron a deshacer las maletas, y cuando ya tenían todo ordenado, bajaron a comer y ¡cómo no!, a Bego no le faltaba su diccionario para hablar en Ruso. Cuando fueron a comer el del restaurante les habló en ruso y Bego miró en el libro y lo que decía era que “como es vuestro primer día habrá muchos platos y con cada plato hay una bebida”. Después de comer, sobre las 17:00, decidieron ir a ver Moscú y miraron a donde podían ir. Decidieron ir a la Catedral San Basilio. Cuando llegaron, vieron un sitio donde cogias un guía para adentrarles en la catedral, y el guía les dijo:


-Здравствуйте, добро пожаловать в собор Василия Блаженного (hola, bienvenidos a la Catedral de San Basilio) estaros tranquilos que os hablaré en Ruso y en español.- dijo el guía. Libe le dijo a Bego: -Menos mal que nos va a hablar en español porque si no…. Después de ver la Catedral, se fueron a ver el metro de Moscú, y cuando llegaron, dijo Libe: -¡Hala qué bonito, es muy ruso y un metro así nunca me lo había imaginado!- le dijo Libe a Bego. Bego le pregunto a Libe: -¿Por qué no cogemos el metro y así nos vamos hasta la parada de taxi para volver al hotel? Pensaron que era una buena idea y miraron a ver cuál era su tren. El problema era que no entendían la letra y Bego empezó a mirar en su diccionario. Pero se dieron cuenta de que en su diccionario no salía como se escribía en la pantalla, si no que con las letras españolas. De inmediato decidieron ir a donde un guardia para preguntarle cuál era su tren. Entonces dijo Bego:


-Привет мистер поезд уничтожен, чтобы пойти в наш отель, который чист (¿hola señor, tren destruido para ir nuestro hotel cual limpia?). El señor miró con una cara de que no entendía, y se lo repitieron varias veces hasta que el señor les dijo: -Oye, pienso que tenéis cara de ser vascas o me equivoco- le dijo el guardia un poco riéndose. Bego y Libe suspiraron y dijo Bego: -Gracias a Dios Bendito que está en nuestros corazones. ¿Señor nos puede decir cuál es el hotel Mosco Marrioci Grand, por favor?.- el señor riéndose le dijo: -Jajaja… querrás decir el hotel Moscow Marriott Grand, ¿no?- las dos dijeron que si con la cabeza y les contestó el señor: - Pues acaba de pasar hace 30 minutos ahora tendréis que esperar 2 horas. Decidieron ir a comer. Bego cogió una ensaladilla rusa y Libe también, después de comer todo, como ya para que llegase el tren faltaban 30 minutos pues decidieron ir a la parada del tren. Pasaron los 30 minutos y cogieron el tren y volvieron a su hotel. Al siguiente día dieron una vuelta a la mañana y sobre las 19:00 cogieron el avión para volver a casa. En el avión dijo Bego: -Hemos tenido muchas aventuras pero las hemos sabido arreglar porque estamos juntas, y el viaje ha sido un viaje inolvidable. Libe le respondió: -Sí, tienes toda la razón.- y las dos se rieron y esperaron hasta aterrizar.

Katalin


UN VIAJE MALDITO

A la familia de Ane, la valiente e invencible niña, le tocó un poco de dinero en la lotería y decidieron hacer un viaje de un fin de semana a París, la capital de Francia. Se hospedaron un apartotel, bueno mejor dicho un rascacielos, tenía 31 alturas, ¡qué barbaridad!, y ellos se alojaron en el vigésimo noveno piso, las vistas eran maravillosas, espléndidas, extraordinarias, se veía toda la ciudad. A parte de ser un rascacielos estaba a quince minutos andando de la Tour Eiffel y a un paso del Sena, que es el río que atraviesa la ciudad. Nada más llegar al Apartotel Adagio dejaron las maletas y se fueron a dar un paseo por las calles parisinas. Solo se hacían sacar fotos y fotos al lado del río, no paraban, pero en una de estas, Raúl, el padre de Ane, se cae al agua por haberse subido a un muro para sacarse unas fotos alucinantes.


-

Ja ja ja, será el karma, antes te reías mucho eee....- dijeron Ane y su madre, Verónica.

-

Bueno, dejémoslo, ahora ayudarme a salir de aquí.- hablo Raúl.

Intentaron sacarle del agua pero fue imposible, tuvieron que llamar a los bomberos y a ver cómo lo hacían. Verónica no sabía hablar francés y Ane… empezó a estudiar el idioma ese año, por lo que no sabía prácticamente nada, pero lo intentaron, mejor dicho, Ane lo intentó. -

Salut, ce qui s'est passé? (Hola, ¿qué ha pasado?)- dijo la persona que estaba detrás del teléfono.

-

Mon... père... est... tombé... à... l'eau… (Mi padre se ha caído al agua)respondió Ane.

-

¿Tú eres “España”?

-

Sí, yo soy de España, mi padre se ha ido a sacar una foto y se ha caído al río, ¿podrías avisarles a los bomberos para que lo saquen? Nosotras no podemos. Estamos al lado de la catedral de Notre Dame.

-

Sí, sí ahora llamo.- contestó y colgó el teléfono.

La chica que les atendió era muy maja, no les puso ni una pega. -

Bueno, ¿qué te ha dicho?- preguntó Verónica.

-

Nada, ahora vienen los bomberos.

Pasaron diez minutos y no llegaron los salvadores, pasaba el tiempo y seguían sin aparecer, ¿que podían hacer?


Al de un rato se enteraron de que se incendió el apartotel en el que estaban alojados y todos los bomberos estaban allí, por eso no le podían sacar a Raúl del agua. Parece que la mala suerte les perseguía. No tenían donde alojarse y tuvieron que encontrar otro lugar, pero les salió gratis. Era un hotel mucho mejor que el anterior, tenían la Tour Eiffel justo enfrente. Al tener uno de los más importantes monumentos de Francia delante no pudieron evitar no visitarla. Subieron hasta el último piso para contemplar desde allí las maravillosas vistas, las entradas no eran nada baratas, costaban 18€ por persona, como eran tres les salió a 54€. Visitaron el primer piso, el segundo también y en el medio del viaje para llegar a la cima, el ascensor se estropeó y estuvieron tres horas esperando a que lo arreglaran para poder salir. A la salida del ascensor el vigilante de seguridad les pidió las entradas. -

Les billets s'il vous plaît. (Las entradas por favor)- peguntó el vigilante.

-

Sí, sí. -respondieron Raúl, Ane y Verónica a la vez.

No encontraban las entradas ni por nada en el mundo y tuvieron que bajar de la Tour Eiffel. Vaya, ¡qué infierno!, fue una aventura muy maldita. El fin de semana se acabó y se marcharon a su queridísimo hogar, a San Sebastián. El regreso a casa les fue bien, no pasó nada, menos mal.

La familia decidió no volver ni locos otra vez a París, pensaban que la capital estaba embrujada.

IRATI


UNA AVENTURA EN SUECIA

Érase una vez dos hermanos llamados Eneko y Maialen. Se iban de viaje, ya que Maialen cumplía sus 18 años Y Eneko decidió regalarle un viaje sin saber a dónde. Maialen era una chica de 18 años y de estatura alta (1,75). Tenía el pelo de color castaño con unas mechas rubias en las puntas, era fuerte y deportista y muy torpe. Tenía una cara redondita y con mucho papo, siempre estaba sonriendo, era alegre y simpática. También tenía unos ojos de color avellana y unas pestañas muy largas, tenía una nariz respingona, y unos labios finos, una piel rosada, unas manos pequeñas, y unas piernas fuertes y delgadas. Tenía una forma de vestir muy casual (vaqueros, jersey, sudadera y playeras). Al contrario, Eneko tenía 21 años, era un chico muy alto (1,88), era muy delgado. Tenía una cara redondita pero no tenía mofletes. Tenía unos ojos de color avellana y unas pestañas cortas, tenía el pelo corto y castaño claro. Sus labios eran pequeños, su nariz respingona, un cuello delgado, y un color de piel rosado, también tenía unas manos grandes y unos pies de la talla 45-46 o más. Su vestimenta era entre deportiva e informal. Hablaba lo justo, era vergonzoso con un humor Inglés y era súper torpe.


A Maialen le pareció bien irse de viaje pero no sabía a dónde iban, así que no sabía si iba a hacer mucho frío ya que era en diciembre. Ella sabía algunos sitios donde Eneko y ella habían querido viajar desde siempre (Ámsterdam, Suecia, Islandia, Irlanda…) Maialen sabía que iban a ir a algún sitio de esos pero no sabía a cuál. Al final, Eneko le puso pruebas hasta llegar a las entradas para el avión de Suecia, cuando Maialen vio las entradas se le iluminaron los ojos. El 2 de Enero de 2026 a las 5:00 de la mañana Eneko y Maialen cogieron un vuelo hacia Suecia. Eneko tenía en hotel preparado, el hotel tenía 4 estrellas y media y se llamaba Högbo Brukshotell, estaba a 1 hora y 56 minutos de la capital (Estocolmo). Cuando llegaron al aeropuerto de Suecia (Aeropuerto de Sundsvall-Timrå) decidieron coger un taxi hasta Högbo Brukshotell, estaban a 2 h 47 min (251 km). Eneko y Maialen decidieron llegar al hotel-casa, dejar las maletas e irse a Estocolmo porque llegaron prontito, a las 11:40. Para cuando llegaron a Estocolmo eran las 13:36, un poco tarde pero, como era un poco tarde pensaron ir a comer a un restaurante cercano llamado Bar Nombre. Les pareció un sitio curioso así que Eneko le dijo a Maialen: -Oye, te invito a comer en este restaurante, a cambio de que te comas lo que yo te diga- Dijo Eneko con una sonrisa maligna


- Vale, total como de todo- Le respondió Maialen contenta. Los dos se metieron en el restaurante, y un señor muy majo les atendió: -Hej, god morgon, här är brevet för dig att välja, (hola, buenas días, aquí os dejo la carta para que elijáis) Eneko y Maialen se miraron y dijeron: - Saca el traductor. Maialen saco el traductor y le pidió que lo repitiera y el señor, como buena persona, se lo repitió. Eneko empezó a mirar la carta y se dio cuenta de que a Maialen no le gustaba el picante, así que le escogió un plato llamado ATÚN FRITO ENELDO - 145 KR Crudité en brócoli y pepino, mayonesa de rábano picante, pepino y pan de centeno crujiente. Para él pidió:

OSTRAS TACO 2 PIEZAS - 89 KR Col rizada, costra de pan, salvia y cebolla plateada en escabeche.


Luego Eneko eligió otro plato para los dos, llamado: ALBAHACA Sorbete de albahaca, mousse de yogurt con vainilla, mermelada de bergamota y merengue de limón. El camarero volvió y les dijo: -Tja, du har redan bestämt vad du ska ta? (Bueno, ya habéis decidido qué vais a coger) Eneko y Maialen tuvieron que volver a utilizar el traductor, pero cuando Maialen fue a sacar el móvil se dio cuenta de que no tenía batería así que le dijo a Eneko: -Eneko, no tengo batería en el móvil- muy apurada -Tranquila utilizamos el mío -¡Ufff !, vale, vale- le respondió Maialen aliviada. Pero la cosa no terminaba ahí, Eneko fue a sacar el móvil y se dio cuenta de que lo había perdido, Eneko triste le dijo el problema a Maialen: -Maialen, me han robado el móvil. -¡Qué!- gritó Maialen muy asustada- ¡cómo puede ser que hayas perdido el móvil! respondió Maialen echándose las manos a la cabeza. -Pues sí, ¿qué hacemos ahora?, tenemos que pedir la comida y además también hay que ir a la policía a denunciar lo de mi móvil. En ese momento entró una pareja hablando castellano así que Maialen se levantó y se acercó a ellos, la pareja muy amable les respondió y les ayudaron con la desaparición del móvil y con el traductor. La chica de la pareja se llamaba Zuriñe y el chico Oier.


Primero, los cuatro se quedaron en el restaurante a comer y tuvieron una conversación muy interesante: -¿Bueno y de dónde sois??- Pregunto Maialen con mucha curiosidad - es que como vuestros nombres son vascos, igual sois de Euskadi. -Pues sí, somos de Donosti, ¿ y vosotros de dónde sois? -Le preguntó Zuriñe sorprendida. -Nosotros somos de un pueblo llamado Galdakao cerca de Bilbao- Respondió Eneko súper contento. Par cuando terminaron de comer eran la 15:20. Al rato, todos se acercaron a la policía a poner la denuncia, pero… el móvil no apareció, Eneko, Maialen, Zuriñe y Oier se fueron muy decepcionados, pero a la vez se fueron contentos ya lo que sí se llevaron fue una gran lección y unos buenos amigos. Al final Eneko y Maialen cogieron el vuelo de vuelta, pero aún así no se olvidaron de Zuriñe y Oier, Todavía siguen quedando con ellos para hacer viajes o para tomar un café.

MAIALEN


Cuentos por Europa

Jon es un chico de uno noventa de altura, muy alegre. No pesa mucho. Es creativo , muy generoso y amable también. Le gustan los deportes y viajar. Su boca no es muy grande. Sus labios son delgados y sus cejas no son muy gruesas. Tiene un pelo de color castaño. Jon ha terminado los estudios y se dirige a Inglaterra, a Londres para ser exactos. Está muy contento por el viaje. Está emocionado por ir a la ciudad que contiene el reloj más grande del mundo. Londres se sitúa a la derecha de Irlanda. Jon estaba en el aeropuerto. Pero antes de entrar al avión tuvo un gran problema. Se fue a un bar a tomar un café, pero de repente vino otro señor que tenía la misma maleta que él, y se puso al lado suyo. El otro señor cuando fue al baño, casualidad, Jon tenía que ir al avión y con una gran velocidad fue al avión y dijo: -¡Uy! Voy a llegar tarde, me tengo que dar mucha prisa-dijo Jon con una sensación de apuro. Y con la prisa cogió la maleta del otro señor.


Jon no llegó al avión, así que tuvo que esperar hasta la noche que era el siguiente vuelo hacia Londres. A este protagonista le estaba entrando el hambre, así que iba a coger algo de comer de su maleta, pero de repente sacó una cartera que no era la suya, así que se asustó y fue a donde la policía y contó : -Me han cambiado la maleta.- Exclamó hacía la policía con una cara preocupada. -Don,t no freak now-le dijo el policía. -No, necesito irme para esta noche, tengo un vuelo hacia Londres a las 22:30, para ser exacto. -We going to try find your suitcase-dijo el policía Jon, como tenía la cartera del otro señor, cogió su DNI y por el sistema de megafonía pronunciaron su nombre y sus dos primeros apellidos. Se llamaba Julio Emilio Gabrilia, tenía 54 años, nada más ni nada menos. -Qué mala suerte he tenido, espero que la semana me vaya mejor-Tartamudeó con una cara de enfado. El señor era de mil novecientos setenta y seis, del siglo XX. Cuando lo encontraron, iba corriendo con una risa tremenda y parecía que estaba escondiendo algo que no quería enseñarlo a nadie, además no daba la impresión de que fuera algo bueno. Tenía algo entre manos que estaba dando escalofríos a todos los que estaban en la sala.


Jon lo identificó al instante y a la velocidad de una bala lo persiguió. Lo atrapó sin muchos problemas. Parecía que ese señor era un ladrón y lo habían mandado a la cárcel. Pero él se escapó y ahora volvería a donde tenía que estar. Eran las diez en punto, la hora en la que salía el avión de Jon. Hora y media después llegó al aeropuerto, y después se fue al hotel que tenía vistas hacia el Big Ben. Jon quería quedarse unos 5 días. El primer día fue al Big Ben. El segundo día fue a la ruta de Jack el destripador. El tercero quería cambiar y fue a la ruta de Harry Potter. Al penúltimo día fue a hacer compras. Y al último tuvo una gran sorpresa. Al parecer, los encargados del hotel le habían robado muchas cosas. Jon no se dio cuenta hasta mediodía. Pero al enterarse les denunció al hotel y a Jon le tuvieron que dar unas 567 libras por los desperfectos. -Por fin, menuda semana he tenido-Dijo Jon.


Al final Jon cogió un avión de vuelta al aeropuerto de Loiu. Iba tan cansado que no se dio cuenta en qué avión tenía que coger y se metió en el de al lado. Él no se dio cuenta que el otro avión era para Irlanda, pero Jon no quería ir a Irlanda, sino a España. Ya en Irlanda se dio un susto tremendo y al final tuvo que volver a pagar para ir a España. -La siguiente vez, seguro que no volveré a Londres -exclamó Jon con un largo suspiro. Cuando llegó a su pueblo les dijo lo que había pasado, y que no volvería a viajar en unos años.

JON C.


JOSÉ José era un señor alto pero un poco mayor, como unos 77 años o por ahí. Según le veías la cara alargada y ancha siempre estaba serio pero contigo intentaba ser amable, pero no lo era. Porque cuando un niño o niña pasaba cerca del jardín y le tiraban la pelota, él la recogía y no la devolvía. No le gustaba salir a la calle, entonces le costaba salir a la calle, es decir, no era nada sociable. Tenía unos grandes ojos que todo lo que veía le asustaba mucho. Vestía todo de negro pero a veces se ponía ropa de los 80. Cuando intentaba tocarte con sus manos arrugadas te asustabas mucho, demasiado. Un día se dio cuenta de que la gente no le apreciaba. Se puso muy triste y pensó que irse a otro país le iba a ir mejor. Se mudó a Europa. Llegó a París. Le preguntó a un policía si había algún hotel, al francés. - Il y a un hôtel dans la ville (hay algún hotel por la ciudad) El policía le dijo que había un hotel muy barato y los dueños eran muy agradables y se sentiría como en casa. Se fue a la habitación, dejó la maleta y salió a la calle sin saber el idioma y le robaron la cartera por tonto. No le quedaba ni para comer y esperó dos días en la pensión. Llamó a la policía y le denunció el robo. Le dijeron que describiera el hombre que le había robado. Al describirlo el policía sabía dónde vivía él el ladrón y recuperó todo y la vida le cambió por completo, todo lo malo se volvió bueno.

LUIS


Por Alemania Una vez estaba en casa con mi hermano y mis padres y mi madre dijo para hacer un viaje. Cuando mis padres se decidieron, cogieron el avión para ir a Alemania y yo y mi hermano nos pusimos súper alegres. Al siguiente día fui a casa de mis tíos a darles la gran noticia y estaba mi otra prima y mi abuela, después sobre las cinco-cinco y media salí a la calle con mis amigos y les dije que me iba a Alemania. Mis amigos se emocionaron tanto que hasta me dijeron que a ver si podían venir pero les dije que no sabía, le tendría que preguntar a mis padres. A la noche cuando fui a casa se me olvidó preguntarles a mis padres a ver si podía venir algún amigo mío. A la mañana siguiente me acordé de decirles a ver si podía venir algún amigo y me dijeron que sí pero, solo uno. Mis padres me dijeron que ya


habían reservado el avión y que en tres días nos íbamos y empezaron a hacer las maletas. Luego, llamé a mi mejor amigo Andrew y después le dije a ver si podía venir conmigo y al final le dejaron. Después por el grupo de WhatsApp les dije que Andrew podía venir conmigo a Alemania y todos dijeron que qué suerte tenía y dije: - Ya, pero es mi mejor amigo y le he querido llevar. Al siguiente día fuimos a comer al puerto de Donostia y comimos súper bien. Yo me puse las botas y al rato me encontré con una amiga y fuimos al parque a jugar, luego pasó el día súper rápido y nos dio por repasar las maletas a ver si llevamos todo y sí, lo llevábamos todo. Y llegó el grandísimo día que todos estábamos esperando

EDER


El error en Ámsterdam

Nora era una joven chica que vivía en Bilbao con sus padres y sus hermanos. Tenía unos preciosos ojos verdes como un par de esmeraldas y un pelo liso y bien peinado color castaño oscuro. Su delicada nariz y sus finos labios completan a la perfección su agradable y blanquecino rostro. A esta alocada y divertida chica le encantaba viajar y conocer las culturas y tradiciones de todos los países de Europa.

En una mañana tranquila, de repente sonó una alarma y Nora se levantó corriendo, se vistió, hizo la cama y desayunó un par de tostadas. Cogió su maleta de viaje lista para unas vacaciones y dijo: - ¡¡¡Amaaaaa!!! Ya estoy lista. - Vale, vale, espera al resto- Le contestó su madre mientras le ataba los cordones a Lier.


Y tras esperar unos minutos, comprobaron si tenían todo listo: - ¿Niños habéis cogido todo lo que necesitáis?- preguntó su padre. - ¡Claro que sí!- respondieron los tres al mismo tiempo. - ¿Y habéis guardado lo que no? - ¡Sí!- volvieron a responder cansados de que siempre les hagan las mismas preguntas. - Bueno, ya nos vamos- interrumpió la madre. Poco más tarde de entrar al coche camino al aeropuerto, Nora se durmió. Pero un rato más tarde: -

¡Nora! ¡despierta!- le dijo uno de sus hermanos, Jon.

-

¿Qué, qué pasa?- dijo asombrada nuestra protagonista

-

Ya estamos en Ámsterdam- respondió el otro.

-

¿Pero qué decís?, No hemos entrado en el avión- respondió Nora alucinada.

-

No les digas eso a tus hermanos, si tú has entrado corriendo al avión.- le regañó su madre.

Salieron del aeropuerto de Schiphol, que está a 17km de Ámsterdam, pero entonces Nora vio un cartel y dijo: -

Mirar este restaurante tiene muy buena pinta, ¿podemos ir?

-

Pero acabamos de llegar,- puso su madre de excusa- ¿no quieres ir al hotel?

-

“Porfis”.- se inventó la palabra mientras ponía carita de pena.

-

Vale, ¿dónde está?- respondió su madre.


-

Está en la calle Keizersgracht, corre, vamos a coger un taxi.- le contestó a su madre.

Tras coger un taxi llegaron al lugar en el que se situaba el restaurante; parecía muy lujoso y caro pero habían llevado mucho dinero para ese tipo de cosas. Entraron y un camarero les dijo: -

Goedemiddag, je kunt aan die tafel zitten. (Buenas tardes, pueden sentarse en esa mesa).

-

What, nosotros don’t hablar in your idioma; porque nosotros are from Bilbo.- respondió Nora medio en Inglés.

-

Vosotros también sois de Bilbao; ¡igual que yo!- dijo el camarero con un acento un tanto raro.

Los cinco pidieron un menú especial; tenía muchos platos y todo parecía riquísimo, la mayoría típicos de allí, y todos tenían una pinta súper deliciosa. Todo iba bien, pero cuando llegó la hora de pagar: -

No tengo el dinero suficiente- contestó el padre- es carísimo.


-

¿Qué dice señor?, ¿no tiene dinero?- preguntó el camarero del acento rarito.

-

Sí, tengo dinero, espera un segundo- respondió de nuevo el padre- ¡CORRER!

Corrieron hasta la azotea seguidos por el camarero; se veía todo Ámsterdam. Nora tenía un pie apoyado en el borde, y…. ¡zas!. En un descuido se tropezó, pero cuando va a tocar el suelo…., se despierta en el coche: -

¡Aaaaaaaaaaaaaaaaa!- gritó Nora.

-

¿Qué pasa?, bueno da igual ya hemos llegado.

En ese mismo instante Nora pensó: “Menos mal que fue un sueño, que si no, no sé yo como hubiera acabado este cuento”.

Lucía


MALENTENDIDO ROMANO

Recuerdo que fue ese el último día de la universidad de Deusto. ¡Por fin! Mi amiga Kim y yo teníamos unas ganas de despegarnos por fin del libro de matemáticas y descansar un poco después de tanto trabajo. Kim es mi mejor amiga desde que éramos pequeñitas. Es una chica un poco más joven que yo. Tiene 19 años y es muy bajita. Tiene un cuerpo muy atlético porque le encanta practicar deporte para estar siempre en buena forma. Tiene una carita muy simpática, redondita y cariñosa como la de un osito de peluche. Los ojos son según ella lo mejor que tiene, los tiene de color azul claro como un diamante. Su cabello es de color petróleo, tan negro que parece el cielo de noche. Tiene flequillo y el pelo cortito. Siempre va vestida de sport con un top deportivo y unas mallas o un chándal. Es muy educada, valiente, alegre y un pelín pija y chulita. Pero siempre está ayudando a los demás porque tiene muchísima empatía.


Al salir de clase tomé rumbo a casa, me senté en el sofá y de repente, me sonó el móvil: -¡Maider, tía! -exclamó emocionada- he visto que hay un ofertón en un viaje en avión de ida y vuelta a Roma. ¡68 euros! - ¡Qué bien! Yo la semana que viene tengo libre así que… - Sí, sí. Podemos coger el avión el miércoles y volver el domingo. ¿Qué te parece? Podemos alojarnos en el hotel Celio en Roma - Kim. - ¡Perfecto! - respondí ilusionada - va a ser el mejor viaje del mundo mundial. Era viernes y yo no podía dormir hasta que llegase el miércoles, ¡vaya locura! Y por fin llegó el miércoles, cogimos el vuelo de las cuatro, fue comer y quedar en casa de Kim. Les di dos besos a mis padres, me despedí y fui rumbo a casa de mi amiga. Cuando llegué: -¡Maider!-exclamó Kim dando saltos y brincos -¿Bueno...vamos? - ¡Perfecto, qué ilusión!- le respondí aguantándome las ganas de saltar porque estaban sus padres. Kim se despidió de sus padres y fuimos a por el avión. Eran las 15:45 y de su casa al aeropuerto teníamos 10 minutos andando así que fuimos a paso ligero, ¡No queríamos perder el avión! Y con las maletas… íbamos a tardar aún más. Bueno y si, hablamos de la maleta que llevó mi amiga. ¡Era tres veces la mía! Pero en fin...


Por fin llegamos al aeropuerto y subimos a nuestro gran pajarito: - Maider, es cosa mía o ese extraño señor con barba y gafas redondas nos está mirando todo el rato - me susurró Kim. Tenía razón, estaba tres asientos más atrás y llevaba un pequeño cuaderno y un bolígrafo. Aun así no le dimos mucha importancia y seguimos con lo nuestro. Cuando llegamos a Roma nos bajamos en el aeropuerto principal y lo primero que escuché fue lo siguiente: - ¡Esto es una emergencia! - me dijo Kim muy asustada - ¡solo me he metido 7 bolsos y 6 cinturones! ¡Tenemos que ir de compras ya!, 3 bolsos de Gucci, otros 5 de Michael Kors, Christian Dior … - ¡Kim! Eso no es una emergencia yo solo me he metido dos bolsos y dos cinturones, aparte… - Bueno, vale…- contestó resoplando. Así que nos fuimos yendo al hotel, el hombre nos seguía por detrás, nos empezamos a asustar y fuimos muy rápido. Al llegar al hotel dejamos nuestras cosas y


descansamos porque el siguiente día iba a ser un día duro. Por fin llegó la mañana, y como estábamos a cinco minutos andando del Coliseo, pues, aprovechamos para ver esa gran maravilla. -Maider, estás viendo la cola que hay para entrar al edificio? - dijo mi compañera llevándose las manos a la cabeza- no podremos aguantar tanto tiempo esperando. -Tienes razón, pero yo creo que merece mucho la pena.- le contesté. Al final decidimos no entrar y como teníamos bastante hambre fuimos a una pizzería. Se llamaba “Luzzi” y era el restaurante oficial del Coliseo. Pedimos 1 pizza para cada una y el precio rondaba entre 6 u 8 euros cada una. ¡Nada que ver con las de aquí! La pizza aparte de ser más barata la masa era finísima y crujiente, solo de pensarlo se me hace la boca agua, mmm… -Maider, ¿te acuerdas de aquel hombre que nos estaba siguiendo?...¡pues está ahí!exclamó bastante asustada. - Es cierto- le dije sin entender muy bien porqué el hombre nos seguía. Cuando terminamos de comer fuimos de nuevo al Coliseo para ver si ya no había tanta cola. Cuando llegamos, vimos que el hombre nos venía siguiendo y echamos a correr rápidamente para llamar a algún segurata del Coliseo. Era alto, fuerte y parecía muy simpático. Le dijimos: - Scusami signore, quell'uomo da lì ci sta seguendo tutto il tempo e siamo un po 'preoccupati (perdone señor, ese hombre de ahí nos está siguiendo todo el rato y estamos un poco preocupadas).


- Signore tranquille (tranquilas señoritas-nos dijo el amable hombre- in questo momento ti prendo (ahora mismo le cojo). Con las palabras de aquel señor nos quedamos mucho más tranquilas aunque...se seguía acercando, y acercando…hasta que al final el segurata lo cogió y le preguntó qué era lo que estaba haciendo, y el extraño señor respondió amablemente: No se preocupen señoritas, solo soy un reportero que acaba de empezar. Tengo que hacer un reportaje sobre extranjeros en Italia y como os he escuchado hablar en euskera y español… Nos quedamos alucinadas al escuchar aquellas palabras. - ¡Pues vaya susto nos ha dado! A la siguiente nos podría haber dicho…-exclamó Kim alucinando. Tienen razón, lo siento mucho, era mi primer trabajo y estaba un poco nervioso… - No pasa nada- le comenté un poco más aliviada- y si quiere, puede hacer el reportaje con nosotras dos. El hombre nos dio las gracias, empezamos con el reportaje y así estuvimos reportaje para arriba, reportaje para abajo. ¡Nos lo pasamos genial! Aparte salió en la tele, ¡que ilusión! , fue el mejor viaje del mundo mundial.

MAIDER


VIAJE A LONDRES Érase una vez, en la primavera de 2018, vivía un adolescente que se llamaba Jon con sus padres María y Pedro, en Bilbao. A sus padres no les gusta viajar tan lejos, pero como su hijo tenía ganas de ir a Londres, sus padres accedieron a hacer dicho viaje. Jon tenía muchas ganas de ir de vacaciones a Londres en verano. Siempre estaba mirando cosas relacionadas sobre las costumbres de Londres, miraba todos los días fotos, gastronomía y cultura de dicho país. Llegó el verano y la mañana del dos de agosto a las seis de la mañana se fueron al aeropuerto y cogieron el vuelo hacia Londres. Llegaron a Londres y se fueron al hotel, l se llamaba ”The Savoy”, y cuando entraron cogieron la llave y se fueron a la habitación a descansar. Después de descansar se fueron a ver y a montarse en el “London eye”, fueron en Taxi. Al llegar, cogieron las entradas y les tocaba entrar, se montaron, y se quedaron en la punta atrapados toda la noche, porque se fue la luz.


Se hizo de día y vino la luz, se bajaron, y llegaron al hotel a las 8 de la mañana y se fueron a dormir porque estaban agotados porque no habían dormido nada. Se levantaron sobre las 9:45 y se fueron a desayunar, como era el segundo día y no sabían dónde estaba el restaurante del hotel, fueron al ascensor y se quedaron atrapados, y llamaron a la alarma, tardaron 1 hora en sacarles. Cuando salieron se fueron a desayunar. Cuando llegaron al restaurante les dijeron que estaba cerrado, como no desayunaron se fueron al supermercado que había cerca y cogieron fruta y unos dulces. Se fueron a la habitación a desayunar y cuando acabaron fueron al parque que estaba cerca “St.James' Park” a descansar y a ver el paisaje. Llegó la hora de ir a comer y por el camino le robaron la cartera a María. Llegaron al hotel y se fueron derechos a comer, comieron y se fueron a visitar tiendas. Vieron una tienda de ropa de hombres y niños que les gustó mucho que se llamada “GANT Westfield”, se compraron una chamarra roja y una sudadera gris que ponía (London). Siguieron para adelante y fueron a otra tienda de ropa para mujeres que se llama “Mango” y su madre se compró unas zapatillas y un Chaleco. Al salir de la tienda se fueron al hotel. Por el camino la madre se dio cuenta de que no tenía la cartera, porque la ropa la pagó el padre entonces, el padre buscando la llave se dio cuenta de


que se le había perdido o que alguien le había robado la llave y pensaron que estaba en hotel, llegaron al hotel y le dijeron a la de recepción: -

(Hi we have lost the key, we think we have it in the room if it is not steet police wing)

Fueron a la habitación con los de recepción y la llave no estaba, entonces llamaron a la policía y les dijeron: -

(We lost the key to hotel the Savoy is not in the room or on the street).

Mientras el policía buscaba la llave les dieron una habitación nueva, pasaron 3 horas y el policía llamó al hotel, los de recepción subieron a la habitación y les dijeron que el policía les había dicho: -

(We have found the key)

Y los de recepción les respondieron: -

(OK, thanks).

El último día de las vacaciones, se levantaron muy temprano para aprovechar todas las horas del día, fueron a un museo (Madame Tussauds) y cuando iban a entrar, en la puerta se encontraron a un amigo de su padre, de la infancia, hacía años que no se veían. Les llevó a su casa y les presentó a su familia, le dijeron que Jon se podía quedar todo el verano con ellos. -

¡Por favor!, ¡Por favor!- les suplicó a sus padres, y le dejaron quedarse.

Al día siguiente, ellos se tuvieron que marchar. Jon lo pasó muy bien bien, aprendió muchas cosas, hizo muchos amigos. Por la noche, cuando se iba a dormir echaba mucho de menos a sus padres.


Acabó el verano y volvió a su casa. al ver a sus padres les dio un gran abrazo y les dijo que los quería. Jon sacó una conclusión, que era muy bonito viajar, pero era más bonito estar cerca de la familia.

Jon L.


El misterio de Cuartón de Inés Luna

Era una fría tarde de viernes. Alex, un niño de 17 años, listo, amable y de pelo castaño estaba en la aplicación Sortéalo todo, una aplicación para participar y hacer sorteos. A él siempre le había gustado un sitio: La Encina De San Silvestre, más concretamente el Cuartón de Inés Luna, que se halla en Salamanca. Un increíble hotel súper lujoso y con estilo clásico, resumiendo, un sitio ideal para pasar un puente de vacaciones o un periodo de tiempo. A la semana siguiente Alex tenía el puente de Carnaval, unos 4 días en total. Así que entró en la sección de viajes, estuvo mirando un sorteo durante un rato y ¡encontró uno para el Cuartón de Inés Luna! Sin dudarlo un minuto, se inscribió al sorteo. La aplicación le dijo que los resultados llegarían la semana siguiente y que mucha suerte.


A la semana siguiente, y para su sorpresa, su nombre aparecía como ganador del concurso. Su cara se iluminó. Aquello era el comienzo de una gran aventura.

Al día siguiente cogió un tren y se fue rumbo a Salamanca. El viaje fue tranquilo y se distrajo mirando el paisaje, pensando en lo que le depararían los cuatro días siguientes. Al llegar a Salamanca, fue a visitar la catedral. También pasó por la Plaza Mayor, y antes de irse al hotel, pasó por la universidad, y se compró un lápiz y un cuaderno. No tuvo dificultades para comunicarse ya que en Salamanca se habla en español.

Cuando llegó al hotel, los encargados le hicieron una increíble visita guiada. Le enseñaron la piscina, el comedor, su habitación, la sala de estar y muchos más lugares que tenía el lugar en cuestión. También le contaron una historia de fantasmas. La dueña, Inés Luna, seguía rondando por allí aterrorizando a los visitantes. Alex no creía en esas tonterías. Ni se creía que le podían engañar. Estaban totalmente equivocados. Había leído demasiado, y sabía perfectamente que esas cosas son imposibles que ocurran. Se dio un buen atracón en el fantástico restaurante exquisitamente decorado, y se fue a la cama. Al día siguiente le esperaba una gran sorpresa.

Cuando se levantó, y se fue a desayunar, le pareció oír un sonido extraño, y pensó, “será solo la cocinera o algo, es imposible que exista un fantasma”. De pronto, se cayó un vaso y se volvió a decir, “Pura coincidencia, ¿verdad?”.


Después de desayunar, se fue a dar una vuelta a Salamanca, pero no dejaba de pensar en la historia. ¿Sería verdad lo que le habían contado? “No, imposible.” Se decía a sí mismo. Para calmarse, se fue a un parque natural conocido como Parque de Elio. Se puso a leer una novela en la que se narraba justamente lo que le estaba pasando a él. El protagonista se iba a un sitio de vacaciones, le contaban la historia de que esa casa estaba encantada y empezaba a ver cosas sospechosas. Cuando iba a leer el final, empezó a llover y se fue a toda prisa al hotel.

Pasaron dos días y pensó que era hora de ponerse a hacer los deberes de clase. Estuvo estudiando hasta la hora de la cena y después, pasó la tercera noche de sus vacaciones con total tranquilidad. El último día de su estancia allí ,a la noche cogía el tren para volverse a su pueblo. De pronto, cosas extrañas empezaron a pasar, cucharas volando, vasos cayendo... hasta que de pronto el fantasma de Inés Luna apareció delante suyo y le dijo, “Bien, otro que

cae

en

la

trampa ja, ja, ja. Serás mi comida.” Rápidamente Alex salió

corriendo.

Estaba a punto de salir por la puerta y de repente, unas cadenas


transparentes aparecieron dejando a Alex encerrado en su habitación. Poco después, el fantasma desapareció, y Alex pensó: “Una de dos: O me están gastando una broma, o la leyenda es real.” Optando por lo segundo, Alex se asustó. Nervioso, cogió el teléfono. Con las manos temblando, llamó a la policía, pero no había señal. ¡Miro la conexión y estaba cortada! Ahora estaba atrapado en un hotel y sin conexión a internet, ¡no podía pedir ayuda! Entonces se acordó de la historia que había leído, sacó el libro y se fue rápidamente al final. El libro decía que para vencer al fantasma tenía que hacer un ritual haciendo una figura en forma de rombo. Si cogía algo importante para el fantasma, y lo ponía en el centro del rombo, conseguiría espantar al fantasma. Vacilante, lo pensó durante un rato y luego decidió hacerlo. No podía salir al cobertizo a mirar si había pintura ya que estaba encerrado en la casa. Así que se le ocurrió irse a la cocina a por algo líquido. Encontró kétchup y empezó a hacer el rombo. Luego cogió unas velas y las puso alrededor del rombo. Cuando tenía el rombo hecho, no sabía qué poner en el centro. Entonces, fue a buscar a alguien en el hotel, pero no había nadie. El fantasma, que le había estado observando todo el tiempo, se dio cuenta de que estaba haciendo el ritual y que sólo le faltaba la última pieza: algo querido suyo. De pronto se escuchó: “Nunca encontrarás nada que puedas poner. Si no lo consigues, en media hora, serás mi cena o mejor, mi nuevo cuerpo, ja, ja, ja…” Alex asustado empezó a dar vueltas por todo el hotel y encontró una foto de un hombre. Cuando la cogió, se dio cuenta de que había un corazón pintado en una esquina. Rápidamente fue a ponerlo en el rombo. Como Inés Luna estaba confiada de que no encontraría nada, se despistó y no le dio tiempo a detenerlo. Al poner la foto en el centro del rombo, los ojos aterrorizados de Inés Luna reflejaron su final. Tras unos segundos, desapareció. De


pronto, las cadenas desaparecieron. Alex recogi贸 todo y se march贸 del Cuart贸n, para no volver. De ese viaje aprendi贸 una cosa: Que los fantasmas existen.

Alex


UN VIAJE A EUROPA En un pueblo llamado Villafranca de los Caballeros (Toledo), vivía una población con su alcalde y su hija. Entre la población vivía un simple campesino que se alimentaba de su trabajo. Se llamaba Cornelio. Cornelio era ágil y su cuerpo corpulento y robusto como el de un caballo. Tenía la cara poblada por una densa y gruesa barba. Era tan bueno como fuerte. No soportaba las injusticias, como por ejemplo dar dinero a los ricos cuando se puede dar a los que lo necesiten de verdad, por ejemplo su madre. Su madre estaba enferma y no tenían dinero para poder remediarlo. Un día que Cornelio venía agotado de cortar leña le vio a su madre muy mal y le dijo: -Mamá, te prometo que sea como sea me casaré con la hija del alcalde, y tendremos dinero suficiente para comer y para que te recuperes. Viviremos muchísimo mejor que ahora, te lo prometo.

Al día siguiente Cornelio se presentó en el la casa del alcalde, que estaba sentado en una especie de silla brillante hecha de diamantes, mientras le reñía a su hija por haber montado en caballo y haberse ido sin decir nada.

La hija del alcalde, llamada Primitiva, era valiente y atrevida, nada que ver con su padre. Era guapísima, su piel era tan suave como el culito de un bebé, sus labios eran finos y rojos como una fresa recién cogida de la huerta. Sus rubios y largos cabellos se parecían mucho a una cascada y tenía el color del trigo en verano.


En cambio el alcalde del pueblo, el padre de Primitiva, era, alto, flaco y nervioso como un hurón. Su cara era apenada y su única, gigante y gruesa ceja le cruzaba toda la cara. Los ojos eran redondos y azules como dos lunas espectaculares. Era muy serio, tanto como antipático, y no se reía nunca.

Cornelio se acercó hacía el alcalde poco a poco. -¿Quién eres y qué quieres? Ya me ves ocupado, así que corre porque si no… Dijo el alcalde con cara de no tener muchos amigos, ni ganas de hablar. -Buenas tardes señor… -¡Serán para ti! - contestó el alcalde, sin ningún respeto. -Sé que está muy ocupado y por eso pretendo no haberle molestado. Pero… Quisiera pedirle una cosa, si fuera posible… Querría casarme con su hija, si usted me da permiso. Primitiva miró hacia el chico y se enamoró perdidamente de él, quedándose sin palabras. - Ja, ja, ja, ja, ja, ja... - se empezó a reír a carcajadas el alcalde sin poder parar¡Te crees qué va a ser tan fácil casarse con mi preciosa hija! Ja, ja, ja, ja- se siguió riendo. Cornelio con cara muy seria le cortó: -Haré lo que sea para casarme con su querida hija…

El alcalde de repente se calló y la casa quedó completamente silenciosa. -¿O sea que harías lo que fuera para casarte con ella, no? -Dijo el alcalde más serio que nunca. -Así es señor - contestó Cornelio… -Pues si es así, tendrás que recorrer toda Europa y me tendrás que traer una muestra de cada país al que vayas. En cuanto terminó de hablar el alcalde, Cornelio afirmó que lo haría y desapareció de la casa.


Al día siguiente, se levantó muy pronto sobre las 7 de la mañana cogió su mochila y la madre de Cornelio le dio todo el poco dinero que les quedaba y comenzó su viaje por Europa. Primero, se fue hasta Reino Unido (Londres) y allí se hizo una foto con el Big Ben. Luego de Reino Unido (Londres), se fue hasta Irlanda (Dublín), y allí se hizo otra foto con el castillo de Dublín. De Dublín, se fue hasta Islandia (Reikiavik) y allí se sacó una foto en las aguas termales de Myvatn.

De Islandia se fue hasta Noruega (Oslo) y allí se hizo una foto con… Y así hasta que se recorrió toda Europa. Pasó un año entero, sin que hubiera respuesta de Cornelio y la madre del chico ya no tenía ninguna esperanza de que su hijo volviese. Pero un día… -Toc, Toc, Toc… -¿Si, quién es?- contestó la madre enferma y sin fuerzas para poder hablar…

La puerta se abrió y se encontró a Cornelio con la hija del alcalde de la mano, con un saco lleno de dinero y con un médico dispuesto a curar a la madre. La mujer se echó a llorar de la alegría sin poder parar de abrazarle a su querido hijo. Después de algunos años Cornelio, y Primitiva tuvieron un adorable hijo llamado Santi. Cornelio le contaba todas las noches a su hijo la increíble historia del “Viajes por Europa”.

IZARO


VAYA SORPRESA 24/03/19 Querido diario: Me llamo Nikol, y a día de hoy tengo doce añazos. Tengo el pelo marrón y unos ojazos azules que envidian muchos de clase. Mido 1,59, algo natural y mis amigas dicen que les encanta mi cuerpo. Gracias. También dicen que soy tan amable como Blancanieves y dulce como Rapunzel. Por eso tengo tantas amigas. Y gracias a mi amiga Sofía me apunté a jugar vóleibol los lunes, miércoles y viernes. Ahora mismo estoy en un avión. Estoy viajando a Sicilia por un partido de vóley que tengo. Estoy muy, pero que muy nerviosa. Estoy con Sofía, mi mejor amiga. Y os preguntareis: “¿No tienes clase?” Si tengo, pero es SEMANA SANTA, le ha costado venir a la querida Santa. -Haremos un pequeño aterrizaje antes de llegar. Están habiendo muchas turbulencias. Nuestro destino, Malata. Gracias -era el altavoz del avión, ¡qué miedo! Enseguida todo el mundo se calló, lo veo natural, y encima lo peor, era que el partido era al día siguiente, y como no me ha pasado antes no sé cuánto tiempo durará la espera, pero espero que muy-muy poco.


Después de una eternidad “muy cortita”, por fin llegó el momento del aterrizaje. -Me cago encimaaa!!! –chillé mirando a Sofía. De repente ¡PUM! ¡Ya ha aterrizado el avión!, estábamos en Malta, 366,7 kilómetros de distancia para llegar a Sicilia. -Mamá, no creo que esto sea corto. De hecho creo que va a ser muy largo… -Tu tranquila -respondió mi madre. Aunque mi papá me dijo que sí iba a ser largo con la cabeza. Estuve muy nerviosa, encima nos dijeron que teníamos que instalarnos en un hotel u hostal, así que iba para largo. -Mamita querida, ¿podemos ir al mismo hotel que Sofi? -chicos, chicas, todo menos padres, cada vez que queráis algo usar tono angelical y decir motes cariñosos- porque tú sabes que no puedo dormir si sé que Sofía no está conmigo. ¿Lo sabes no? -Sí, lo sé. Nos pondremos de acuerdo su mamá y yo - ya tenía lo que quería. Después de decidir el hotel, que en este caso iba a ser un hostal caca, o parecía un hostal caca, porque en el ático había comida riquísima y hasta un jacuzzi. Sofía y yo nos instalamos y subimos a jugar a vóley, teníamos que entrenarnos. -Tía, partido contra, eh, pero con cuidado. -le reté. Yo sé que ella lleva más tiempo que yo, pero para el tiempo que llevo soy muy muy muy muy… buena. -Vale, ¡eh! Primer -dijo.


-Vale tía, pero yo tengo ventaja -respondí. -No. ¿Por qué? -preguntó. -¿Qué prefieres, sacar o tener ventaja?. Vale, yo ventaja -antes de que ella respondiera respondí por ella. Sacó ella, y ella marcó tanto. Eso de la ventaja, para nosotras era como poder sacar cuando quisiéramos, así que saqué. Tire tan fuerte, que el balón salió volando por la mini cristalera que había para no caerse, que por cierto, casi rompo. No os he contado, pero ese balón tenía que usarse en el partido, ese balón, era muy importante para todo el mundo, y yo me lo había casi cargado. En fin, fuimos en busca del santo balón, y lo vimos, pero en seguida lo cogieron. Seguimos al hombre que lo cogió. El tío, era alto, llevaba gabardina y un sombrero que le tapaba la cara completa, y lo peor es que él iba así, EN VERANO. Sinceramente no me hubiera puesto eso ni aunque me obligaran. Vuelvo con el problema de antes: -Señor, disculpe pero ese balón es nuestro. ¿Nos lo podría dar? -le pregunté con una vergüenza que me invadía el cuerpo. No respondió, de hecho se echó a correr, fuimos detrás de él. Ahora mismo os preguntareis a ver si estábamos solas por un lugar que no conociéramos. Sí. Pero con el hermosote móvil que me regalaron por mi cumple el año pasado.


-¡Jo! No vamos a poder encontrar el balón, el tío corre muy rápido. -¡Ya! ¡Que caca! Sofi. Al poco rato, me entró el flato, y como algo normal, paramos a descansar, el tío corría tan rápido como mi entrenador. En ese momento, pensé: -¡Tú! ¡Tía! ¿Te acuerdas de que el entrenador dijo que tendríamos una prueba que superar? -¡Ahí va, es verdad! Seguro que es él -respondí contenta, pero supongo que no pensó en que si no le quitábamos el balón no superaríamos la prueba, y quizás, no era él. Me olvide del flato al igual que Sofi, y echamos a correr detrás del señor. -¡ENTRENADOR!!!! -de tan tan rápido que íbamos me temblaba la voz- ¡Entrenador sé que eres tú!!! -miré a Sofi y al mismo tiempo dijimos: -POR FAVOR -lo dijimos tan humildemente que se paró, y se sentó en un banco como si nada hubiera pasado.


-Entrenador, sé que eres tú. Porfiiii -le dijo Sofía. Se quitó la gabardina, y de seguido el gorro. -Sí, eres tú. Lo sabía -dije haciendo un gesto raro de la emoción. -Habéis dejado que el balón se fuera por la calle. Pero también habéis tenido valor para bajar, y pensar antes en el balón que en otra cosa. Gracias. Pero a la siguiente, chicas, procurad jugar en el suelo en vez de en un ático. -Vale, pero, ¿cómo sabías que estábamos aquí? -le preguntamos Sofía y yo. -A ver, el destino era Malta, no Sicilia, y los chicos y chicas del partido no lo sabíais, pero ahora lo saben todos, como teníais el balón, decidí hacer esta trama. Tenía pensado subir arriba y quitaros el balón, pero bueno, me hicisteis un favor. -¿Qué favor? -El gran favor de no tener que subir las escaleras. -Ja ja ja ja ja -nos reímos un montonazo. 26/03/19 Querido diario: Después de haber ganado todos los partidos habidos y por haber, estamos volviendo otra vez a casa. Estoy contenta, porque he aprendido que si no cuidamos las cosas, se pueden acabar perdiendo, como nos ha pasado.

Uxue


El pequeño Yerai Érase una vez un niño muy feliz llamado Yerai que vivía en América con su familia. Su padre se llamaba Cesar, su madre Leticia y su hermano pequeño Mark. Yerai tenía el pelo rubio, ojos verdes y le gustaba mucho correr. Su hermano se parecía mucho pero lo único que cambiaba era, que su hermano tenía los ojos marrones. A Yerai siempre, desde muy pequeño, le gustaban los videojuegos. Así que nada más cumplir los 8 años, le regalaron su primera Play, la Play 3, pero luego se enteró que todos sus amigos tenían la tres. Al principio a él le daba igual, pero luego, sus amigos se empezaron a meter con él. Entonces el niño pidió por su cumple la Play 4. Al final, llegó su cumple y él estaba muy emocionado porque creía que se la iban a traer, pero cuando llegó la hora de los regalos se enteró de que solo le habían regalado ropa, más ropa y unos juguetes que no había pedido él. El niño estaba muy enfadado porque no le habían traído lo que él quería y dijo: - ¡Pero es que yo no he pedido esto! El niño, muy enfadado, se fue a su cuarto llorando sin esperanza alguna. Un año más tarde el niño volvió a pedir la Play 4, y estaba totalmente convencido que se lo iban a traer ya que en los primeros dos trimestres de 6°


había sacado muy buenas notas y el profesor le había dicho a su madre que estaba muy bien en el cole y que estaba preparado para subir arriba, o sea, al instituto. Cuatro días después el pequeño niño, Yerai fue bajando la cuesta diciendo: - ¡Hoy es mi cumple y me van a regalar la Play 4! Cuando llegó a su casa, y nada más entrar a su cuarto vio un montón de regalos, y sí, ahí estaba la Playstation 4. El niño súper feliz dijo: -Ich liebe Aita sehr liebe und liebt-que significaba, muchas gracias aita y ama. y su madre dijo -Dank Ihnen haben Sie es verdient, seit Sie in diesen beiden Quartieren so gute Noten erhalten haben, dass Sie meinen ganzen Stolz gewonnen haben- el Aleman que significaba: Gracias a ti, te lo has ganado ya que has sacado tan buenas notas estos dos trimestres que te has ganado todo mi orgullo. El niño, muy feliz, le pidió a su padre que le pusiera la Play en su cuarto ya que tenía una tele solo para él. Después de montar todo y asegurar todos los cables, se enteraron tanto el niño como los padres que no tenía ningún videojuego para jugar, con tanta mala suerte que el niño tuvo que esperar hasta que sus padres fuesen a algún centro comercial donde hubiera alguna


tienda de Game. Después de una semana fueron al Im Mittleren Markt, o así se llama en alemán. Allí encontraron una tienda Gaming que significa (tienda de videojuegos de aparatos electrónicos). Yerai llegó allí muy contento, pero la cuestión era que como había tantos juegos para comprar no sabía cuál escoger y luego además tenía otro problema, que sus padres solo le dejaron coger uno. Al final, estaba entre dos juegos, entre el Plantas contra Zombis garden warfare 2 que era que tenías don jardines que digamos y tenías ambos equipos y podías escoger en qué equipo estar, en el de los zombis o en el de las plantas o también estaba Fornite que era un juego Battle royale que significaba (Todos contra todos). Pero lo que el niño no sabía, que el juego Fornite era gratis y te lo podías descargar por el PlayStation Network. Al final, el niño eligió el Fornite y cuando nada más iba a terminar de pagar se le acercó un chico y le dijo: - No compres ese, que lo tienes gratis por la Play. Entonces el niño, muy feliz, porque se enteró que se podía llevar los videojuegos, se fue a casa muy contento.

YERAI




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