Entre los 50’s y 70’s el número de viajeros, jóvenes y aventureros, era indeterminado. Llegaban pasando de Los Andes al río Amazonas o viceversa. Lo hacían por río hasta Riberalta o en aviones de carga de carne hacia el Departamento de La Paz. El turismo organizado comienza a mediados de la década de los 70. Safari Tours fue la primera empresa turística. Su mercado estaba compuesto por alemanes que tranquilamente llegaban a conformar grupos entre 10 y 25 personas. Estos fueron los primeros ecoturistas en visitar la zona. Aunque ahora no parezca nada significativo, en aquella época llegaron al menos 300 turistas, este fenómeno causó gran impacto porque los pobladores de Alto Beni tenían dificultades para conseguir pasajes en el transporte terrestre (flotas), ya que éstas estaban colmadas de turistas. Entre 1982 y 1985 decayó el turismo, sin embargo aún así Rurrenabaque recibía viajeros independientes conocidos como mochileros. Es así que el israelita Yossi Ghinsberg llegó a la zona atraído por los relatos de Fawcett, se extravió en la selva y fue rescatado por los lugareños de Rurrenabaque. Su experiencia fue plasmada en el libro “Regreso del Tuichi” publicado en 1985, dando lugar a partir de ese momento a que Rurrenabaque sea un importante destino en el itinerario de los israelitas que viajan por Sudamérica. El flujo masivo de turistas provocó el surgimiento de muchas agencias de viaje que dieron inicio a los tours organizados cuyo principal atractivo en un inicio fue la Selva del Río Tuichi, pero la presencia de madereros y su impacto sobre la fauna provocaron la búsqueda de otra alternativa como son las Pampas del Río Yacuma. Paralelamente y poco a poco se fue desarrollando la infraestructura turística: hoteles, restaurantes, cafés, servicios de telefonía y otros en función a la creciente demanda. Entre los años 1997 y 2000 se conforman las empresas turísticas comunitarias que tienen lugar en las dos Áreas Protegidas y que con el apoyo de la cooperación internacional desarrollan productos turísticos que dan lugar al aprovechamiento sostenible de los recursos.” (datos proporcionados por el Viceministerio de Turismo de Bolivia) Para el turismo, la temporada alta ocurre durante el invierno o época seca, especialmente los meses de julio y agosto. De acuerdo con los datos proporcionados por la Unidad de Turismo de la Prefectura del Beni, del años 2001 al 2004 la cantidad de turistas extranjeros alcanzó la cifra de 90.877 mientras que los nacionales fueron 54.077, haciendo un total en los cuatro años de 144.954. La oferta de hospedaje incluye cerca de 800 plazas que se distribuyen entre 22 establecimientos. Existen unas 16 empresas de gastronomía distribuidas en las tipologías usuales: restaurantes de comida internacional, nacional y local, así como cafés, bares, etc. El principal mercado está compuesto por israelíes, ingleses, alemanes, norteamericanos, holandeses y franceses. La estadía promedio se estima en 1.2 días, y un gasto promedio/día entre $us. 45 nacionales y $us 55 extranjeros.
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