Tania Ausecha Dossier Instalación

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TANI A CAMI LA AUSECHA MOSQUE RA PORTAFOLIO INSTALACION


ART STATEMENT: Indagar sobre las plantas sagradas de uso ritual en mi país y en américa abrió el marco para iniciar una búsqueda que implicaba una pregunta ontológica sobre el origen, el porque el ser humano las continua usando convirtiéndolas en ritual, cual es el umbral entre los estados oníricos que activan las plantas, u otros estados de sincronía, logrando develar para nosotros la memoria antigua del ser humano en la tierra, y abriendo un camino hacia el origen, su caminar con los Dioses, plantas y animales, en una sola respiración simbiótica, en un organismo infinito e indivisible donde todo esta conectado. Las plantas y animales mas antiguos que nosotros guardan por tal mas memoria, abrieron nuestro camino biológico y físico para nuestra llegada, así como el hombre aprendió a alimentarse de las plantas, también aprendió las dosis perfectas y las mezclas exactas para modificar su esencia para enriquecerlas, alimenticiamente y como medicina, modificando su esencia y de quien las portase y este es un acto creador en pro de la existencia. Esta búsqueda se convirtió entonces en una forma de re-conocimiento personal, en donde el ser originaria de un lugar del país con marcadas ascendencias indígenas posibilitaron su cercanía, el aprendizaje que estos grupos han depositado en la palabra y en los mitos como forma de vida se guarda y se reafirma en el ritual, en lo mítico, en el relato de la experiencia. La importancia de lo femenino y lo masculino, las polaridades que se atraen, los arquetipos que guardamos en la memoria, han sido paisajes en los que reviso, lo originario, muchas veces frente a su posible perdida, consiente del riesgo o de la fragilidad que corren estos conocimientos guardados sabiamente

bajo la opresión que históricamente han vivido las comunidades que los guardan, la ignorancia, y la perdida de sentido, de esta forma el limite entre la perdida del equilibrio entre el hombre y su entorno hace parte de esa constante pulsión a la que nos vemos arrojados diariamente. El trabajo con relatos y textos antropológicos han servido no solo de fuente de investigación si no cómo una rica fuente de imágenes de antiquísimo valor al sumergirnos en eventos y materialidades primarias que invitan por contacto directo el estar ahí, su valor matérico es en si mismo una acumulación de información. La leche, la sangre, la madera, el agua, son materias constituyentes de nuestro cuerpo biológico, las cuales nos conectan directamente con una experiencia vital, en una invitación al re-despertar nuestros sentidos, un despertar de la conciencia de nuestro frágil paso por la vida, con el único convencimiento de la muerte y el milagro del tiempo. La materialidad posibilita ese lenguaje insonoro, ese lenguajes del silencioso árbol que se extiende al sol a medida que entierra sus raíces, para devolvernos el sentir, el gesto de la naturaleza aun antes de nuestra posibilidad de pensar en ello. Lo primitivo y orgánico de nuestros cuerpos frente a muchas veces lo inexplicable. Nuestro transito por la vida durante un lapso de tiempo donde, el ritmo, la noche que sucede al día, nos induce a contemplar el cuerpo como escenario dentro de sistemas circulares mayores.


M e s a en m a d er a 8 0 c m x 8 0 c m , l ana de ov e jo m e didas v ar ias , m ac he te y te ns or.


M e sa e n m a dera m edidas 60cm x 6 0 c m alambre de puas, 4 pie le s, mac he te .


M e sa e n m a d e r a 6 0 cm x 6 0 c m A l a mb re d e p u a s l a n a d e o ve jo


M a c h e t e s i m p resos en serigrafĂ­a m e d i d a s v a rias


Al entablar comunicación con los integrantes de una huerta al oriente de la ciudad de Medellín llamada Bello oriente, percibí que cada uno de sus integrantes venía de un lugar distinto del país, cada uno tenia algo que aportar en conocimientos agrícolas, de esta manera el trabajo se amplió a considerar este lugar como epicentro de un tejido múltiple con conexiones diversas, en el cual yo era otra pieza más dentro del aprendizaje y la enseñanza, con puntos en común y grandes diferencias: algunos conocimientos de origen indígena se cruzaban con otros de lugares diversos en los cuales había un lugar en común, entender la naturaleza como un sistema de dar y recibir, de cuidar y respetar, por lo cual cada acto conlleva a un resultado orgánico y recíproco, que apunta a una relación armonica con la misma. De esta comunión recíproca entre unos y otros, el ser humano que cuida y trabaja la tierra, recibe sus alimentos, cría animales, recibe su pelaje, hilo y abrigo, además alimento y protección, surgió la comprensión de lo que significa el tejido para las comunidades indígenas del país. Para los Aruacos de la Sierra Nevada, las niñas reciben de su padre el primer uso de tejer, a quien le tejen su primer mochila blanca, la mochila o canasto es el lugar metafórico donde van a guardar su cría, es análoga a su placenta, la segunda mochila que tejen es la de su esposo, después de pasar de ser de niña a mujer, ésta es a su vez una recordación del surgimiento del mundo, espirales, caminos de sembrados, figuras antropomorfas, antes escritas en piedra por sus antepasados, escrituras del orden del mundo para su humanidad, el acto de tejer es entonces un acto infinito de recordación, de tejer circularmente ese camino recorrido por los abuelos, de guardar para la humanidad esa enseñanza en el tiempo, el acto de tejer es el tiempo en el que se hace parte de ese recorrido

universal, donde ser humano, planta y animal hacen parte de esa comprensión superior y entran en un unísono con la creación, como celebración de lo memorable.

Funda para machete, machete y video en pantalla


Las indígenas Misák del sur del país tejieron mochilas blancas para los machetes con los que los hombres sembraban, herramienta masculina con la cual se fertiliza la tierra y arma blanca con la cual también podrían matar. La violencia en el campo estaba alimentada por este tipo de polaridades, luego estos actos se trasladan a la ciudad con el desplazamiento forzado, entre la muerte y y la supervivencia. La huerta es un espacio, además epicentro de esta contemplación, pero la verdadera belleza de este acto de sembrar después de ser desplazados, se presenta después de la jornada de siembra, al recoger los alimentos, reunídos en la mesa para su disfrute. Este momento de comunión alrededor de la mesa, me hizo pensarla como un objeto transicional y cohesionador, que pasaba de la violencia campesina a la ciudad, convirtiendola en un espacio de celebración de la vida por encima de todas las cosas, lugar para ser ablandado y suavizado como parte de la transformación.

Videos: https://vimeo.com/116613731 https://vimeo.com/124753458 https://vimeo.com/124755189 Pasword ESTAMAÑANA



DUONA 2013

Si nos adentramos en las posibles razones por las cuales los seres humanos nos hemos desvinculado de la naturaleza, éstas podrían haber empezado en el momento en que nacemos, después de ser cuidadosamente cultivados en el calor, somos arrojados a un ambiente frío e inhóspito propios del hospital, el cordón umbilical es cortado rápidamente sin terminar de latir, es decir el cuerpo se manipula como una materia, no como un ser y es en ese momento en que los bloqueos empiezan a producirse y a afectar física y emocionalmente el resto de la vida. La dureza del cemento, la frialdad, se presentan como materias iniciales y constituyentes en contravía a la naturaleza humana y va ganando su lugar, el ideal de lo aséptico y tecnificado se instauran desde el nacimiento y desde ahí, su conciencia se altera como una semilla violentada.

Cilla en cerámica 11 Totumas de cera Semillas de frijol






Reminiscencias. 2010, 2012 Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín. Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. Retomar una pregunta persistente sobre el origen de la vida fue el punto de partida de este proyecto, que escudriñó inicialmente en encuentros arqueológicos, las venus paleolíticas, pequeñas figurillas femeninas de hueso y piedra de incluso 300.000 años de antigüedad. Al parecer los cambios genéticos que dieron origen al homo-sapiens acontecieron en el adn de una mujer, como decir ella fue la madre inicial de la humanidad. La búsqueda de un posible origen parecía adentrarse en un pasado remoto como las raíces de un árbol en la tierra, a la memoria. Acceder a la memoria es posible al adentrarse en los conocimientos guardados por grupos tradicionales y antiguos del mundo; encontré relación de esta madre primigenia paleolítica y el arbusto de la coca, la mamá coca. Las narraciones orales de indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta y otros grupos indígenas de América, se refieren a la planta como a una madre y está asociada a la fertilidad y la cohesión de la comunidad, por tal es considerada como la planta sagrada de América latina, de esta manera la narración, la historia, la leche y las raíces crean un espacio, donde el cielo y la tierra se unen en un espejo lácteo, donde todo esta unido, fertilidad, planta, alimento, humanidad, donde el mito toma forma y se convierte en espejo de nuestra realidad. Materiales: Raíces, fuentes de madera, leche. Lecturas asociadas: Arte y naturaleza. Colección pensamiento y creación artística. Valderrama Gil Dilma. Fondo de publicaciones, Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Impreso por Alen Ltda. Bogotá DC. 2014


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