Pregón de las fiestas de Santa Rita y San José

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Señor Alcalde de Gáldar, Señor alcalde de Guía, Señores Concejales, Señor Párroco, Señora presidenta, Señor Presidente de la Comisión de Fiestas, familia, vecinos, vecinas, amigos, a todos muy buenas noches.

Antes de empezar, agradezco a la Comisión de Fiestas y Junta Directiva de esta AAVV Drago, el haberse fijado en esta humilde persona, para tan alto nombramiento como es ser pregonera de las Fiestas de Santa Rita y San José 2014.

Al principio, tras haberme propuesto ser pregonera de las fiestas, sentí un miedo increíble por si no estaba a la altura de las circunstancias, pero una vez pasada la primera impresión y tras recibir el apoyo de personas cercanas, pensé que podía ser una forma de adentrarme en muchos recuerdos y vivencias pasadas, vivos en mí y en las personas que han pasado por mi camino. Y cómo no, en un homenaje a nuestra Patrona Santa Rita por la que siento gran devoción y admiración por su ejemplo de vida

Quiero iniciarlo hablando de La Montaña de Guía, lugar donde nací. Al amparo de mis padres Clemente Díaz Díaz y Andrea Suárez Godoy y de mis hermanos pepe y Gloria.

Tuvimos unos padres que llenaron nuestras vidas de amor, enseñanza, valores y comprensión. Les estaré eternamente agradecida.

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De ellos aprendí a amar La Montaña, a gozar de lindos amaneceres y preciosas puestas de sol, a sentir la suave brisa del verano y el encanto del frío invierno, cuando el viento del Norte se convierte en chirote que pela, el llegar a casa y sentir el calorcito del hogar y a saborear la rica comida que hacía mi madre. Así como el respetar y querer a la familia y a los vecinos.

Y lo mejor que un niño puede tener es “la familia”: es la mejor escuela y el mejor recreo.

Mis abuelos paternos Boro Díaz Sosa y maría Eusebia Díaz Ramos. Tuvieron 15 hijos, 12 hijos políticos y 31 nietos.

Los maternos: Agustín Suárez Perdomo y Feliciana Godoy García. Tuvieron 11 hijos, 9 hijos políticos y 29 nietos. En total: 117 familiares.

Mi gente de la Montaña. Somos como una gran familia, acogedora y servicial. A todos con sus nombres y apellidos les llevo en el corazón; especialmente a los que ya no están físicamente pero sí en el recuerdo.

¿Cómo era la niñez en los años 50?. Lo nuestro era cuidar a los hermanos, la escuela, ir a misa, colaborar en las tareas de casa, las tierras, hacer mandados, acarrear el agua,… El pilar era un punto de encuentro para los vecinos. Si alguien faltaba a la cita diaria es que pasaba algo. Si estaba enfermo, le llevábamos el agua a su casa. 3


Los domingos tocaba ir a misa y pasar a saludar a mis padrinos y primos en el Drago. Eran ellos los que hicieron posible que yo fuese al cine, de las cuatro, alguna vez. Eso sí, con una condición: “si no vas a

misa, no hay cine”.

O ir de merienda al Castillejos, donde tenemos unas vistas preciosas, desde La Isleta a Tamadaba, la isla de Tenerife y, en días de verano al amanecer alguna vez, se ve Fuerteventura.

Mis recuerdos de la escuela son de alegría. Me encantaba ir a la escuela. Tuvimos una maestra inolvidable: Señorita Paca. Se preocupaba por igual de todas sus alumnas. Igual que nos daba ternura, nos exigía en nuestro rendimiento. Nuestra escuela participaba en exposiciones de labores con otras escuelas, quedando muchas veces en primer lugar.

Me gustaría decir el nombre de todas las alumnas pero éramos 42. Sus nombres y su amistad las tengo presentes.

También recuerdo las visitas inesperadas que hacía a la escuela nuestro querido Don Bruno, Sacerdote de Guía, en sus visitas por el mes de mayo. Nos pedía que recitásemos poesías que señorita Paca nos enseñaba para la Virgen y Santa Rita.

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Uniendo una cosa con la otra, creo conveniente y es para mí un honor poder leerles el testimonio que nos dejó de su puño y letra nuestro querido Don Bruno sobre Santa Rita y San José de La Montaña Y Anzo.

Dice así:

“Construcción de la Ermita en honor a Santa Rita y San José Obrero en los barrios de Montana de Guía y Anzofé.

Estando esto estos dos barrios, sobre todo Anzofé a casi dos kilómetros distantes del pueblo parroquial de Santa María de Guía y teniendo malos caminos para acudir sus vecinos al casco urbano a cumplir sus deberes tanto civiles como religiosos o los que sean, pensamos de acuerdo con aquellos vecinos, celebrar, por lo menos, una vez al mes la Santa Misa allí; para facilitar, sobre todo, a los ancianos y niños, el cumplimiento dominical y el de fiestas.

Para ello contamos con la licencia del Señor Obispo y la cooperación entusiasta de la Señora Doña pino Santana de Oliva, la cual nos prestó una pequeña habitación de su casa, con puerta hacia la calle, donde por primera vez y bajo el patronazgo de Santa Rita, se celebró la Santa Misa el domingo, día 27 de enero de 1957. Acudieron muchos fieles, unos por fe y otros movidos par la novedad y, sobre todo, muchos niños que con anterioridad acudieron a la parroquia, con mucho

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entusiasmo, para acompañarnos en el viaje que hicimos a pie hacia los citados barrios con el fin ya mencionado.

Luego, se continuó celebrando la Santa Misa en dichos caseríos, alternando con los barrios de San Juan y Hoya de Pineda, a los cuales también íbamos a celebrar Santa Misa por los mismos motivos.

Entretanto, la juventud entusiasta y dinámica de Montaña de Guía y Anzofé, movidos por su fe cristiana y deseando promocionar a estos barrios citados, para que entrasen en el concierto de los pueblos o caseríos que progresan y que se les tengan en cuenta, propusieron decididamente construir una Ermita que fuese capaz de cobijar a todos los vecinos y celebrar en ella la fiesta de su Copatrona Santa Rita.

Para esta obra contaban con la mano de obra gratuita de los albañiles y obreros de estos barrios y con la aportación de materiales donados por las personas de buena voluntad y por los terratenientes y pudientes de otros pueblos, con fincas en esta zona, con donativos en metálico.

El solar para la Ermita fue donado por Don José Moreno Mendoza e hija Dolores moreno Mendoza, totalizaba un celemín.

El techo y el piso de la misma fueron sufragados por Don Eugenio Quintana Rodríguez y hermanos. El Excelentísimo Don José Sansó 6


Henríquez dio fuertes donativos en metálico y sufragó la puerta de la Ermita y donó la imagen de San José; el Señor Alcalde Don Rafael Velázquez García, por acuerdo del Ayuntamiento, dio el retablo de la misma; y los maestros albañiles que se comprometieron a llevar la obra adelante fueron Don modesto Santana Godoy y Don Félix Santiago Melián. El limosnero y depositario fue Don Nicasio García Sosa a quien le dábamos el sobrenombre de “El Patriarca”, siendo además el primer “ermitaño” de Santa Rita. El arquitecto que trazó el boceto de la Ermita fue el hijo de esta ciudad Don José Luis Jiménez Domínguez.

Una vez conseguido esto, todos los vecinos, particularmente la juventud, se dieron a la gozosa tarea, con gran entusiasmo de construir la Ermita en el verano de Agosto de 1959, trabajando las horas de la tarde hasta bien entrada las horas de la noche, con gran entrega, todos los días logrando, así, tenerla terminada en mayo de 1960.

Al enterarse el Señor Obispo Don Antonio Pildain del esfuerzo, entusiasmo y rapidez con que los vecinos y juventud de estos barrios construyeron la Ermita, prometió venir él mismo a bendecirla y celebrar pontifical en la mismo con tal motivo.

Y, en efecto, en el mes de mayo del citado año 1960, dichos barrios de Montaña de Guía y Anzofé, vibraban de emoción ante la anunciada venida del Señor Obispo que tanto les honraba y enaltecía y, por lo mismo, con gran entusiasmo prepararon un nutrido programa con que 7


festejar tan magno acontecimiento, que quedaría grabado para siempre en los corazones y en los anales históricos de los citados barrios.

Llegó, pues, el domingo 9 del citado mes de mayo. A las diez de la mañana, salía del templo parroquial de Santa María de Guía, en procesión hacia Anzofé, una imagen de regular tamaño de San José, dándole la mano al niño Jesús, de pie junto a ál, donada como quedó dicho por el Excelentísimo Señor Don José Samsó Henríquez que conservaba en su domicilio de Guía y que perteneció a la Ermita de su nombre en “La Pacheca”, con el fin de que se le diera culto en la nueva Ermita de Santa Rita, bajo la advocación de San José Obrero.

A la misma hora salía de dicha Ermita la imagen de Santa Rita en procesión hasta la escuela de las niñas de Montaña de Guía y Anzofé, donde según se había acordado, se había de de encontrar las dos imágenes. Y, allí, varios niños y niñas de aquellos barrios declamaron bellas y emotivas poesías en honor de los Santos. Mientras, se esperaba en aquel lugar al Señor Obispo, a quien, al llegar, se le tributó un cariñoso y clamoroso recibimiento por las autoridades de Guía y numeroso público que irrumpió en aplausos y vivas fervorosos y disparo de tracas que tronaban el espacio. Inmediatamente, se organizó la marcha hacia la Ermita estando el camino bordeado de banderas, ramas de árboles y palmeras, exponente claro del cariño y entusiasmo de los fieles y todos los vecinos por la venida del Señor Obispo, a quien a su

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paso, arrojaban lluvias de pétalos de flores con vibrantes vivas “al que

viene en nombre del Señor”.

Al llegar la comitiva procesional a la Ermita los muchos venidos de Guía y Gáldar y caseríos de los alrededores, el Señor obispo procedió a la bendición de la misma con los ceremoniales de rigor, acompañado de los sacerdotes y de los padrinos de esta ceremonia, los señores Don Rafael Velázquez García, Alcalde de Guía, el Excelentísimo Señor don José Samsó Henríquez General, Auditor Señor Don Eugenio Quintana Rodríguez y sus respectivas y distinguidas esposas. Acto seguido, el Señor Obispo celebró de pontifical pronunciando una vibrante y fraternal homilía que a todos emocionó.

Terminado estos actos litúrgicos que dejaron a todos muy complacidos, el Señor obispo, con las autoridades y padrinos, acudió a un refrigerio íntimo y visitando, luego, a algunos enfermos, regresó a su Sede Episcopal dejando tras de sí una honda estela de gratitud y simpatía imborrable en el corazón de estos vecinos.

La Ermita quedó a cargo de Don Nicasio García Sosa, que como dijimos le llamamos cariñosamente “El Patriarca” por el mucho dinamismo desplegado en pro de su barrio y Ermita como depositario de las limosnas que se recojan para dotarla de bancos, cortinas y construcción de la sacristía y servicios higiénicos inherentes a la misma

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Los vecinos de estos barrios, a partir de esta fecha, han venido año tras año celebrando la fiesta de su copatrona Santa Rita con gran brillantez y devoción, con asistencia de mucho público y riadas de devotos de la Santa “abogada de lo imposible” según el sentir popular. El siguiente domingo al día 22 de mayo en que se celebra su fiesta litúrgica y los domingos, durante el año, se celebrará en ella la Santa Misa, siempre que haya oportunidad o sacerdotes). El párroco: Bruno Quintana.

Este relato es del primer sacerdote que celebró la Santa misa en honor a Santa Rita en Anzo. Es un regalo poder compartir con todos ustedes lo que nos dio y dejó para la historia. Quise ponerlo en esta parte porque el disfrute de la escuela y la fiesta están unidas en la historia.

La escuela: este año volverá la imagen de Santa Rita en procesión. Llegará a la escuela de las niñas y viene a mi recuerdo cuántos años seguimos junto a Señorita paca engalanando sus puertas, ventanas y la calle, con la ayuda de algunos padres, entre ellos los míos. Traían palmeras y salvia del barranco. Se hacían arcos con palmeras para que todo estuviese lindo para recibir a Santa Rita.

Cuando mis padres terminaban de ayudar, nos íbamos al lado de la escuela, a la finca de Don Juan Izquier, lugar donde trabajaba mi padre a merendar leche de vaca y gofio. Mi padre, en una lata de aluminio,

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ponía, en el fondo, gofio y luego vertía la leche recién ordeñada con espumita, ¡Qué rica merienda!. Al terminar, aprovechábamos para ir a casa de mi tía Eufemia, que tenía tienda. También, en su casa, se respiraba aires de fiesta. Mis primos, con los jóvenes de entonces, preparaban comedias, canciones para esas primeras fiestas de Santa Rita que se hacían donde aún hoy está el pilar y el huerto de Don Mariano.

Anzo y La Montaña siempre van caminando juntos en torno a Santa Rita. En la Montaña, en mi niñez, mayo empezaba con la visita de Milagros Oliva, Juana Díaz, Lucía Quintana, Kika Quintana recorrían casa por casa para que los vecinos aportaran lo que pudieran, tanto fuera dinero, velas o flores para las novenas a la Virgen y la fiesta a Santa Rita.

A mí me asombraba mi madre, con respecto alas flores. Ella, que tanto las cuidaba, cortaba las más bonitas dejando el patio sin aquella belleza de sus flores.

Yo le decía:”¡ay mamá, qué triste se quedó el patio”. A lo que me respondía: “¡A los pies de la Virgen y Santa Rita lucirán más bonitas!”.

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También recuerdo a mi tío Simón, en su pequeña tienda y cantina, reuniendo dinero, con todos los vecinos, para el día de la fiesta ofrecer a Santa Rita una linda traca de voladores, que aún hoy se sigue haciendo.

Cuando mi tío se fue a vivir a Las palmas, fue mi madre quien se encargó de tal fin, mientras su salud se lo permitió.

Luego fue Borito y Amparito y, por la parte baja, Pepe y Nievita, Sinforosa.

Cada año cuando empiezan las tracas de La Montaña, mis ojos se humedecen recordando a tantas personas queridas.

En este lugar donde queman la traca hay una vereda por donde está el riego de la cuarta. Todo ese lugar se llama, según dice antiguos documentos, Hoya del Guanche. Ahí, se reunían las personas que no podían bajar a Anzo por la edad o por no poder subir caminando a la Montaña, ya que, por entonces, no habían hecho la carretera.

Recuerdo a Juanita y Censito, Manolo y María, Luciita y Francisquito, pepe y Censillo, María Victoria, Paco, Carmelita, Juanito, Florito y Mariquita, Antonillo, Lorenza y josenito, Rita y Matías.

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Ese punto de encuentro era para ver los fuegos y el día de la fiesta ver cuánta gente venía caminando por el barranco y veredas que conducían a Anzo. Por la tarde, las carreras de caballos y escuchar el jolgorio de los altavoces.

Unos años más tarde, llegan mis fiestas de jovencita.

Recuerdo bajar al atardecer de la víspera con Amparito y Borito, con toda la juventud de la parte alta de La Montaña.

El jolgorio de la música en los altavoces, la plaza con hileras de bombillos alumbrando alrededor, con luz traída del Capellán.

El picón, que cubría el suelo de la plaza, para evitar la polvareda de la tierra que se producía al pasear en la noche de los fuegos.

Con mis 14 años, fue la primera elección de la reina de las fiestas de Santa Rita. En ese año, nuestra primera reina fue Julia.

Recuerdo que mi amiga Carmen y yo no fuimos capaces de subir al escenario por vergüenza de tanta gente mirando

Con el paso de los años vemos como, esa devoción por Santa Rita, va moviendo a lo los vecinos a querer tener un barrio mejor para su

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gente y para tan gran mujer como lo fue Santa Rita, ejemplo de vida para todo cristiano. Ella llena nuestros barrios de devotos en el mes de mayo.

Los vecinos quieren mejorar el barrio y se ponen mano a la obra: construyen la carretera desde la escuela de las niñas a Ca’ Dominguito, crean el teleclub, hacen la carretera hasta la Ermita y empiezan a construir la Asociación de Vecinos.

Sin duda alguna, el movimiento vecinal ha sido, es y tiene que seguir siendo, el alma que siempre llevará adelante las fiestas de Santa Rita y San José.

De vez en cuando es conveniente mirar hacia atrás para agradecer a tantas y tantas personas su colaboración y tiempo en pro de las fiestas y del barrio, en general.

Aunque ahora vivamos una era diferente. Muy diferente, a como era nuestro barrio hace más de 50años. No podemos dejar de tomar como referencia a toda la obra emprendida por los que ya no son jóvenes, adaptándose al hoy y seguir aportando.

Está muy bien comunicarnos a través de las redes sociales, es la etapa de la tecnología, pero, a veces, hace falta dejar a un lado el móvil o el ordenador y llegar a la plaza, intentar aportar nuestro granito de arena

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y CONSTRUIR, siempre construir, una realidad en armonía con todas las opiniones y puntos de vista de las diferentes generaciones.

No puedo dejar de recordar a todas aquellas personas que trabajaron, primero desde el famoso teleclub del barrio y en las diferentes comisiones que se hacían para organizar las fiestas de mayo. Y, ya, a finales de los años 70 a principios de los 80, desde la Asociación de Vecinos Drago.

Quiero hacer mención especial a todos y cada uno de los presidentes y presidentas que han llevado adelante esta Asociación de Vecinos, apoyados la mayoría de las veces por el trabajo de sus Juntas Directivas: Pepito Díaz, Rita Acevedo, Pedro Melián, Minguillo oliva, Román Godoy, Pepe Guerra Díaz, Bartolo García y la actual presidenta Carmelina del Rosario.

Y no piensen que me he olvidado de Manolo. Sólo lo he dejado al último para dedicarle unas palabras a la persona que ha estado 14 años como presidente de esta Asociación de Vecinos y actual vicepresidente y presidente de la Comisión de Fiestas. Y, que ha estado en muchas juntas directivas anteriores.

Manolo es persona de referencia del barrio, conocido en toda la zona norte, dedicado, entregado por y para su barrio. 15


Con los nervios y la jiribilla de siempre, pendiente del barrio y de las fiestas.

Me gustaría reconocer la labor que lleva desarrollando durante tantos años.

Con la labor de tantos en estos barrios, quisiera volver con el recuerdo al tiempo pasado para seguir viendo cómo unos barrios consiguen mejorar su calidad de vida.

Mientras dura la construcción de la Asociación de Vecinos, se hace la carretera hasta La Meseta y, a finales de los años 60, serán los vecinos de La Montaña de Guía quienes se unen para hacer la carretera, de mucha necesidad para ellos. Ya que cuando alguien enfermaba, tenían que llevar al médico a lomos de la mula, perteneciente a Juanito Suárez, prestándola a cuantos la necesitaran

Lo peor era cuando el médico decía que había que hospitalizarlo. Entonces, se improvisaba una Camilla y bajaban al enfermo, con mucho sacrificio para quienes le portaban y para el enfermo

A todo esto, se unía el mal estado de los caminos, mal tiempo o lluvias. Sigo viendo como Dios toca los corazones por el bien de todos.

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Esta vez son 7 hombres los que se reúnen para dar una solución a las necesidades ya mencionadas.

Sus nombres son: Francisco Díaz, conocido como paquito “El Acequiero”, Boro Melián, Manuel Mederos, Blas Melián, Cristóbal Álamo, Antonio del Rosario y Clemente Díaz, mi padre. De mutuo acuerdo nombraron a mi padre, responsable de tan difícil logro.

Esta obra unió a toda la vecindad para alcanzar una meta que sería empezar en el Cruce con Anzo y llegar frente a Josenito Aguiar y Dominguita, en lo alto de La Montaña.

Esa responsabilidad llevó a mi padre a muchos quebraderos de cabeza por los pases de terrenos y riegos.

Todos querían carretera pero a algunos se les hacía cuesta arriba que tocasen sus terrenos, llegando a tener que comprar con su dinero un terreno que está después de casa para que sus vecinos, todos, tuviesen la carretera para llegar hasta donde habían prometido.

El trabajo, sacrificio y oídos sordos a los que dijeron que era una locura, que nunca lo conseguirían, demostraron que la unión hace la fuerza. Hombres, mujeres y niños trabajaron por las tardes, noche, sábados y festivos.

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Cada día las mujeres preparaban algo de picoteo para, al terminar cada noche, tomaran unos roncitos para aliviar el cansancio.

A todo esto surgía que la Montaña tiene dos grupos de caseríos. La parte baja y la parte alta. Cuando llegan al monturrio de Don Blas, acordaron que cada zona de vecinos seguiría con la carretera hasta donde vivían, pero siempre compartiendo los problemas que surgieran.

En ese cruce, la fe toca sus corazones y deciden hablar con el sacerdote para subir la imagen de Santa Rita y celebrar la Eucaristía donde fuese llegando la carretera. Así, el primer año fue en dicho monturrio, el segundo año al lado de nuestra casa y el tercer año en el garaje de Miguel y de Rita. Al año siguiente en La Meta, al lado de Rita y Lorenza.

También, cuando terminaron en la parte baja, por ca’ Sinforosa, se llevó la imagen de Santa Rita, celebrándose, allí, la Santa Misa.

Hoy, como todos sabemos, se celebra en la Asociación de Vecinos Hoya Triguera, construida, también, por los vecinos y la dedicación de su presidente Guillermo Melián. Asimismo, Salvador, su hermano, ha trabajado desde jovencito para la mejora del barrio.

Les relato todo esto para los que no conocen el porqué sube la imagen de Santa Rita a La Montaña. 18


La Fe de estos vecinos, el trabajo, la voluntad y la unión movió la Montaña desde el Cruce con Anzo hasta lo más alto. Agradezco esa bendita locura que tuvieron esos 7 hombres y a quienes les mantuvo unidos hasta llegar a la meta, mi padre Clemente Díaz Díaz.

Pasan los años y, siempre juntos, van caminando el trabajo y la Fe. Quisiera compartir con ustedes lo que ha llenado la vida de Santa Rita en nuestra labor desde aprender con su ejemplo y desde el Evangelio.

Ya hemos escuchado la gran labor de Don Bruno. Le sucede Don Francisco, luego Don Agustín Álamo recientemente fallecido, después viene Don Nicolás Godoy (formando grupos de catequesis, liturgia y cáritas en nuestro barrio). El grupo de cáritas lo formaba nuestra querida Nievita, ¡cuánto aprendimos de ella!; siempre vivirá en n nuestro recuerdo.

Rita Acevedo y Fefa con su buen humor. Cuando teníamos que solucionar algún problema de inmigrantes, sin perder su sonrisa, decía.” ¡Ay Santa Rita Bendita, cualquier día terminamos en la cárcel haciendo ganchillo! Y Dios quiso que no pasara nada.

En Liturgia está Julia, sin prisas para organizar, pero cuando tenemos las fechas encima, comienzan las carreras. Eso sí, siempre, al final, todo sale bien. ¡No cambies Julia, eres especial! 19


Isidra se encarga de tener la ermita limpia y hacer de nuestra agenda humana. Tiene la virtud de memorizar lo suyo, lo mío, lo de Julia y lo que el sacerdote diga. ¡Dios te conserve la memoria!.

En catequesis, Don Nicolás, me animó a ir a cursos de formación para confirmación. Era tarea difícil para mi humilde persona. El primer grupo de jóvenes que confirmó su fe en Anzo lo llevó la Madre Dominica, Gloria Betancor, donde hizo una hermosa labor con aquellos jóvenes que luego siguieron en movimientos vecinales.

Cuando terminé mi curso, me embarqué en esa nueva experiencia para mí y me hice cargo del grupo de jóvenes para confirmar su Fe.

El grupo era muy numeroso. Para algunos temas, recibía la ayuda de Juan Manuel y Perla. Son cubanos y, por entonces vivían en Guía. Y de Don Julio Miranda, de Guía, hacíamos grupos de 10 chicos Tanta gente joven junta cuesta mantenerles concentrados.

Para mí, fue un tiempo de sentir el gozo que da compartir la fe y recibir la que te dan.

Pude vivir una muestra de fe, por parte del grupo, que nunca olvidaré.

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Por entonces, sufrió un grave accidente de moto Samuel García. Según decían los médicos, “si salvaba la vida quedaría muy mal”.

Todos estábamos con el miedo por lo que podía suceder. Pero este grupo de jóvenes demostró la fe que años después confirmaría.

Ante tal desespero por lo que le ocurría a Samuel y, a petición de los jóvenes, pedimos permiso al sacerdote para, todas las noches, reunirnos en oración, y, a los pies de Santa Rita, implorar por su recuperación.

El sacerdote nos dijo que hiciéramos una novena a Santa Rita.

Cada día que pasaba, iba saliendo de la gravedad, gracias al trabajo de un buen equipo de médicos y a la ferviente devoción que teníamos a Santa Rita, sabiendo que intercedía por nosotros.

Pasaron las semanas y los médicos, según su familia, estaban sorprendidos de tan milagrosa recuperación. Y llegó el día del alta.

Todos les esperábamos en la ermita para, junto a él, dar gracias a nuestra patrona y a Dios.

La riqueza de la fe está en aprender y escuchar a los que te rodean. 21


¡Cuántos momentos compartidos con estos jóvenes. Entre ellos mis hijos: Veri, Mari Carmen, Javier y Eduardo. Días de excursiones a las playas del Sur, asaderos en Santa Cristina, en Huertas del Rey y en el Barranco de Moya. Siempre nos llevábamos al grupo de Primera Comunión. Su catequista era Antoñita que se desplazaba, caminando, desde San Roque hasta Anzo para tal fin.

Estas excursiones eran un premio al buen comportamiento en catequesis y podían invitar a familiares y amigos. Llevamos hasta tres guaguas, con un total de 103 personas.

Después de la confirmación de estos jóvenes destinan a Don Nicolás Godoy y le sucede Don Florentino Díez. A su llegada, sigue el grupo de jóvenes y surge uno nuevo. Aunque está abierto a todas las edades, serán los mayores quienes lleven adelante la Celebración de la Palabra, los sábados, que no teníamos la Santa Misa. Este grupo lo llevaba la Madre Dominica Gabriela, acompañada por Encarna y Josefa, Madres Dominicas.

Gabriela nos acompañaba en cuanto fuera necesario: proyectos, familia, amistad.

¡Cuánto aprendimos de tan buenas maestras!

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Mientras los mayores hacíamos alguna labor, los jóvenes seguían con sus inquietudes de vivir el Evangelio y de la mano de Don Florentino llegan los proyectos para los países empobrecidos. Estos jóvenes y niños se ponen en marcha con la valiosa colaboración de Don Pedro Monzón, quien motiva a estos jóvenes a levantar la mirada hacia los empobrecidos, naciendo el grupo “Jóvenes Solidarios en Acción”. Llevando, así, el nombre de Anzo a La India con la Fundación Vicente Ferrer, Chapas en Méjico, Perú, Bolivia, Voserdem Fundación Voluntarios al Servicio de los demás, Colombia y África.

Todo esto lo enriquecía la colaboración de los padres y vecinos del barrio que actuaban junto a ellos en nuestras famosas Escalas en Hi-fi, que empezaron, muchos años atrás, en la AAVV, para recaudar fondos para San Juan de Dios; por lo que ya los padres de estos jóvenes traían experiencia a la labor. Esa experiencia hacía que las actuaciones fueran un éxito.

Pasan unos años y de estos jóvenes surgen nuevas inquietudes y fundan una Asociación Socio-Cultural “Almogarén”. Siendo su presidente Juanma Montesdeoca, llevando un ejemplar trabajo. Cito algunos de ellos: proyectos de ayuda para inmigrantes en La Aldea, cuando Cáritas estaba desbordada por la numerosa cantidad de personas necesitadas de varios países que allí llegaban, esperando poder trabajar en los tomates. La ayuda de estos jóvenes fue muy agradecida en La Aldea. 23


Colaboraron en actos del Ayuntamiento de Gáldar:  En

la

elección

de

la

Guayarmina,

quedando

su

representante, Macarena Viera Mederos, como Guayarmina.  En la elección de la Reina del Carnaval, quedando su representante como Princesa del Carnaval. El diseño del vestido corrió a cargo de Adrián Castellano.  Y en la organización de numeroso actos en nuestro barrio.

No me cansaré de repetir que el futuro está en manos de nuestros jóvenes. Son merecedores de dedicarles tiempo, escucha, ayuda y respeto a sus inquietudes.

Mientras parte de esto iba sucediendo, algunas pasaron después, trasladan a Don Florentino. Y llega Don pedro Perdomo. Con él seguimos con los proyectos que teníamos y surge uno nuevo “Rosas para salvar vidas”, ya conocido por todos. Pasan once años y trasladan a Don Pedro Perdomo.

Tenemos, actualmente, a Don Higino Sánchez y se mantienen los proyectos en los cuales seguimos trabajando. Y surgen otras realidades. Con el paso del tiempo, la imagen de San José si no se restaura se pierde, según opinan los expertos en el tema, y ponen manos a la obra. Gracias a su decisión, la conservamos en perfecto estado. 24


Luego, Algo muy importante, la Palabra de Dios tenemos que escucharla. Para ello se cambia la megafonía porque las humedades la había estropeado.

Pero lo más caro está por realizarse. Restaurar la ermita para conservar lo que con tanto sacrificio hizo muestra gente.

Ante todo esto, tenemos el agravante de la falta de empleo en nuestro barrio y en general. Seguro que nos costará trabajo recaudar fondos para tal fin pero esperamos que, al igual que en los comienzos, donde consiguieron levantar una ermita y todo lo mencionado, podamos lograrlo.

Como vemos la Fe, el trabajo y la buena gente van de la mano.

A mis recuerdos viene el agradecimiento a todos estos sacerdotes que caminaron juntos, con nosotros, formando una familia cristiana y que han dejado huella en nuestras vidas y en nuestro barrio.

Quisiera que desde el Cielo me escuchara Don Pedro monzón. Trabajador donde hiciera falta, cercano a los jóvenes. Su canción preferida era Un pueblo es” y el estribillo dice “y trabajar, trabajar…mirando al frente y sin volver la espalda”.

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Don Pedro, siempre formarás parte de nuestras vidas…sigues vivo en el recuerdo”. Volviendo al trabajo realizado en nuestro barrio, tenemos que reconocer la labor de Rufina que, durante tantas décadas, tuvo la llave de la ermita, para cuantas personas se acercaran a ver a Santa Rita y pudieran orar en su ermita. También, un cariñoso recuerdo a Juanita Díaz, que en paz descanse, y que durante el mismo tiempo limpió y tuvo llave de la ermita para el mismo fin ya mencionado.

Me gustaría decir el nombre de cada uno de mis vecinos pero el tiempo manda. Todos son importantes en nuestro convivir y todos han pasado por mi pensamiento.

Quisiera destacar la labor que, durante muchos años, viene realizando la Escuela de Adultos en Anzo, a través del profesorado que ha impartido sus clases. Todos nos han brindado sus enseñanzas y su amistad. Entre los recuerdos destaco el trabajo realizado en ella porque se consiguió cosas inimaginables con estas personas adultas: que hiciéramos obras de teatro y vivir el personaje que cada uno representaba. Las representaciones fueron ante numeroso público. Por primera vez, en San Isidro, por sus fiestas, con las obras “El Chamusco”, representada por el aula de Anzo y “el gallo de la Zafra” por el aula de Los Quintana. Estas dos obras fueron representadas en las fiestas de varios barrios: San Isidro, Anzo, Montaña de Guía, El Clavo y en el

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Centro Cultural Guaires teniendo como público a todas las aulas de la zona. ¡Qué buenos momentos se reviven en un momento!.

¡Dios mío, tenían que haber elegido una pregonera con menos vivencias!, hace rato que pienso en terminar pero hay mucho por contar.

No puedo dejar de mencionar cómo vivió una madre con cuatro hijos, cuando estos tenían entre 15 y 20 años, las fiestas de Santa Rita. Todo empezaba el Día de la Romería, dejando en la entrada de casa las ofrendas de alimentos que hacen a Santa Rita y lo que luego necesitan para el asadero. Mi entrada parece un mercadillo. Y es que, yo entiendo que, desde la Escuela de las Niñas hasta aquí, cuesta venir con peso.

Luego, viene la rama. Terminada ésta cogen turno para ducharse: sobrinos, hijos, amigos y amigas. Después, todo el mundo a cenar y a los fuegos. Esa noche convertían la azotea en una prolongación de la plaza y montaban unos jolgorios hasta avanzada la noche.

Al amanecer del día grande, tenía en el salón, en camas improvisadas, a las amigas de mis hijas. Quienes lo tuvieron peor fueron los amigos de mis hijos: toditos a dormir a sus casas.

Y los jóvenes siguieron aumentando con la llegada de mis hijos políticos: Yazmina, Pablo y Pepe. 27


Mientras escribo esto, me viene mis padres al pensamiento, cuando comentaban: ¡ay mi niña, Dios te de paciencia para tanto jaleo!.

Espero seguir estando y teniéndola para cuando sean mis nietos Acoidán, Alexia, Agoney y Leire quienes traigan a sus amigos a casa para gozar de las fiestas de Santa Rita.

A mi recuerdo vienen todos sus nombres.

Entre ellos Colacho y Julio. Estos dos hermanos fallecieron en plena juventud. Otro de los chicos que murió joven fue Juan Reyes, Pero no nos pongamos tristes, porque ellos eran muy alegres y estarán

Presentes en nuestro recuerdo y en todas las fiestas que tanto disfrutaron.

Alguien, entre ustedes, estará pensando que se olvidó de mí pero le he dejado al último porque quiero agradecer el tremendo detalle que ha tenido con quien les habla. Él es Juanma y vino desde Madrid para estar en esta noche con nosotros, amigo de cada uno de la familia y con permiso de sus padres, Nena y Manolo, un poquito hijo mío.

También un recuerdo para Esterlicia que, aunque está en Alemania, yo la siento presente. 28


Mi agradecimiento a cuantas personas me han prestado su ayuda para elaborar este pregón y, sobre todo, al más joven a Carlos. Quien desde el primer momento en el que se enteró, me dijo que podía contar con él para lo que hiciera falta. Y ¡cuánta razón tenía!, me hizo mucha falta.

Y es que Carlos es un joven entusiasta, dinámico, trabajador y responsable. Muchísimas gracias Carlos. Sigue así. Eres genial.

Quisiera dedicar estas vivencias a todos y, en particular, a niños y a jóvenes para ver si con ello les mantengo vivas algunas vivencias de nuestros barrios. Para mis nietos y mi sobrina Laura, para mi ahijada Andrea que tanto le gusta que le cuente historias de nuestra gente.

Con la alegría de estar en fiestas, invitamos a todos a disfrutar de las fiestas de Santa Rita de Casia y San José, las cuales pregono a los cuatro vientos para que todos sepan que Anzo y la Montaña están en fiestas.

Que el jolgorio, la juerga y las buenas formas sean una constante en estos días.

Así que:

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¡VIVAN LAS FIESTAS DE ANZO Y LA MONTAÑA 2014! ¡VIVAN SANTA RITA Y SAN JOSÉ!

La pregonera: Ciana Díaz Suárez

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