Fecundación La serpiente macho y la serpiente hembra son los símbolos de la fertilidad y la fecundación. El Taijaraka enseña a las parejas el fundamento elemental; la fecundación la controla luégo a través de la cadena alimenticia. Todo gira alrededor de todo: conservar el equilibrio es la condición necesaria para consumar la procreación humana.
Para nosotros los Quimbayas, el
matrimonio tiene un compromiso generacional: la procreación controlada. Mientras tanto… Hace ya mucho tiempo que han salido los cargueros con el alto sitial y las antorchas encendidas. Pasarán las nieves blancas y frías para traer al dios Tupinambá. Tupinambá, dios de la Floración y la Cosecha, dios del Kañarí Antes de continuar en el Kañarí, necesitamos conocer a este dios que los Quimbayas aman con exaltación. Atributos del dios Tupinambá Tupinambá es el dueño de la luz y la oscuridad; el dueño del día y de la noche; el dios protector de todas las plantas nativas y cultivadas; el dueño de todos los animales salvajes y domesticados; el dueño de todo lo que la tierra produce y guarda en su seno; el dios que hace que todos los Quimbayas tengan alimentos abundantes; el dios que hace posible la vida en un Espacio Circundante pleno de color y belleza; el dios bueno, amado y venerado. Tupinambá es el supremo protector de todos los organismos vivos que cubren el planeta Tierra y protege su reproducción. Muy especialmente, los Quimbayas encargaron a este dios hacer reproducir los vegetales en la flor, el fruto y la semilla; por eso él vigila su crecimiento y permanencia.
Hace producir en abundancia todos esos organismos y
protege el período de crecimiento y multiplicación de los animales.
Para ello ha
conseguido la colaboración de Cuyarek, Tierra, Sinifaná, la diosa Luna, Chanuk, el dios Sol, Nazak Agua, el Trueno, el Relámpago y la Lluvia.
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