Mira la herida para no olvidarla - Eunice Odio
La alegría de caer en inocencia de sí mismo y disfrutarse junto a otras criaturas en el descubrimiento de su nombre, madrugando de pecho para arriba donde los alimentos perseveran perdidos para el cielo. II Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hija no cae; y todo lo que hace, prosperará. Salmo 1-3
Al borde estoy de herirme y escucharme ahora que le propongo al polvo una ecuación para el deslizamiento de la garganta, Ahora que inauguro mi regreso junto a mi pequeñez iluminada, Ahora que me busco revelada y transida en otros nombres, Cuando por mí descienden y se agrupan anchas temperaturas matinales, Y hay gran fiesta cerval en los caminos.
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