Proyecto Personajes de Ema Wolf

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EMA WOLF


Cuento:” El Señor Lanari” Libro: “Los imposibles”

Autor: Ema Wolf

Ilustrador: Jorge Sanzol

Editorial: Sudamericana

Colección: Pan flauta del afilador

Personaje: el Señor Lanari


El Señor Lanari, es un personaje de lana. Todos los días antes de salir de la casa saluda a su perro Firulí. Un domingo muy temprano, cuando se despidió de su perro, comenzó a destejerse porque una hebra de su gorro quedó enganchada entre los dientes de Firulí. Ninguno de los dos se dio cuenta. Se detuvo en una confitería y compró merengues. Cuando llegó a la casa de su abuela, sólo estaban las medias del señor Lanari. Sorprendida dijo- ¡Pero qué barbaridad! Entonces agarró dos agujas y empezó a tejerlo de nuevo. Todo completo, de pies a cabeza.


FIRULÍ




Cuento: “El enigma de las pirámides

Libro: A filmar canguros míos

Autor: Ema Wolf

Ilustrador: Tabaré

Editorial: Sudamericana

Colección: Pan flauta

Personaje: Jeremy Jones


A Jeremy Jones le apasionaba la arqueología. Él, era un explorador que hacía teorías y se arriesgaba a perder la vida, si era necesario, para probar su verdad. Un 29 de octubre encontró un pelo de su esposa en un ñoqui que ella misma amasó. En ese momento, decidió formular una teoría para terminar con el misterio de las pirámides de Egipto. Compró un camello y emprendió su viaje. Él piensa, que las pirámides no fueron construidas con piedras gigantescas acarreadas por miles de esclavos, sino que eran amasadas por un cocinero del lugar. Jeremy era tan obstinado que, a pesar de las advertencias del sacerdote sobre la maldición de la momia, dinamitó el lugar y comprobó su teoría de la forma más cruel, pues adentro de una piedra encontró un pelo de su mujer.


Cuento: ¡Silencio niños! Y otros cuentos

Libro: ¡Silencio niños! Diente

Autor: Ema Wolf

Ilustrador: Pez

Editorial: Norma

Colección: Torre de papel

Personaje: Drácula


Drácula es alumno de la momia, es elegante, atrevido, tenebroso, fuerte, pero no tanto como para atravesar paredes, o cruzar volando las ventanas convertido en vampiro, aunque le guste mucho volar. Se viste con una con una capa roja, ropa azul oscuro y zapatos negros. Él tiene unos dientes muy colmilludos, le gusta la sangre, salir de noche y se conforma con morder el pescuezo de algún enamorado tardío o de un aldeano insomne que estuviera fuera a esa hora paseando el perro, ya que de día el sol le hace mal.





Cuento: “El centauro indeciso”

Libro: “Los Imposibles”

Autor: Ema Wolf

Ilustrador: Jorge Sanzol.

Editorial: Sudamericana

Colección: Colección Pan Flauta.

Personaje: el Centauro


Había una vez un Centauro que dudaba mucho. Era mitad hombre y mitad caballo. Un día tenía mucha hambre y se preguntaba - ¿alfalfa fresca o choripán? ¿choripán o alfalfa? -Hasta que se fue a dormir sin comer. - ¿Dónde duermo? –dijo ¿en una cama o en un establo? ¿En un establo o en una cama? Y dudó tanto que se quedó sin dormir, ni comer por mucho tiempo. Entonces…se enfermó y dijo - ¿a quién llamo al doctor o al veterinario? ¿Al veterinario o al doctor? Y dudó tanto que se murió y yo me pregunté ¿a dónde irán los Centauros cuando mueren? Entonces agarré y lo resucité. Fin



Cuento: “El náufrago de Coco Hueco”

Libro: El náufrago de Coco Hueco Autor: Ema Wolf Ilustrador: Sergio Kern Editorial: Quirquincho Colección: Blanca Personaje: Filipot


El capitán Filipot era un honrado marinero, elegante persona que andaba en el mar como las botellas, de aquí para allá. Una tarde mientras navegaba cerca de las Islas Marianas descubrió una botella que flotaba en el mar. Ordenó que la subieran a cubierta y comprobó que adentro había un mensaje que decía “p17 m 150 ¡socorro! Éste es mi último mensaje”. Como Filipot era muy astuto, enseguida comprendió que un hombre situado en ella esquina del paralelo 17 y el meridiano 150 pedía ayuda. No lo pensó dos veces y a pesar del peligro al que se enfrentaba decidió ir a salvarlo. Cuando el capitán y Juanito, el náufrago, se encontraron descubrió que no había leído el mensaje completo, ya que continuaba del otro lado de la hoja donde decía “se me terminaron las botellas. manden más”. Filipot, era muy atolondrado, pero a la vez muy humilde y no dudó en pedirle disculpas a Juanito, al darse cuenta de su error. Antes de abandonar la ilsa, le dejaron al náufrago algunas botellas vacías y le prometieron volver en dos meses con un cargamento de botellas de vino vacías.



Cuento: ¡Silencio niños!

Libro: ¡Silencio niños! Y otros cuentos!

Autor: Ema Wolf

Ilustrador: Pez

Editorial: Norma

Colección: Torre de Papel

Personaje: El Fantasma


El fantasma era uno de los alumnos de la Momia.

Un día tenían que aprender a atravesar paredes. Él resultó ser el más hábil de todos. Eso de atravesar paredes se lo habían enseñado sus padres de

chiquito.




Cuento: “El Señor Lanari”

Libro: Los imposibles

Autor: Ema Wolf

Ilustrador: Jorge Sanzol

Editorial: Sudamericana

Colección: Pan flauta

Personaje: Firuli


Firulí es el perro del Señor Lanari. Un día, al despedirse su dueño de él, le quedó entre sus mandíbulas una hebra del gorro. En ningún momento se molestó en abrir la boca y el sombrero del señor comenzó a destejerse, hasta quedar sólo sus zapatos. Firulí abrió la boca cuando se sentaron a comer y vio que la abuela traía merengues.



Cuento: “Una artista” Libro: Famili

Autor: Ema Wolf

Ilustrador: Jorge Sanzol

Editorial: Sudaamericana

Colección: Especiales

Personaje: Abuela


La abuela Eugenia es una gran artista. El año pasado descubrió que podía pintar y eso la hizo muy feliz. Compró témperas, pinceles y telas. Primero pintó una cesta de frutas, algo que todos los artistas pintaron, se llama “naturaleza muerta”. Su familia la felicitó por su obra de arte, lo cual la inspiró a seguir pintando. Cuando se le terminaron las frutas empezó a robar las de sus vecinos, y aseguró que cuando se terminaran las frutas de sus vecinos seguiría con los animales.





Cuento: “La gallina aeronauta”

Libro: “Los Imposibles”

Autor: Ema Wolf .

Ilustrador: Jorge Sanzol

Editorial: Sudamericana.

Colección: Pan y Flauta

Personaje: La gallina aeronauta


La gallina aeronauta, era hija de la bataraza, desde chiquita tenía la habilidad de volar. Todo el gallinero, asistió emocionado el día de su debut. Era más veloz que un monoplano bi-turbo hélice de combate y en un instante se perdió como un puntito en el cielo. Al regresar fue tan aplaudida que sus vuelos se hicieron rutina. Era casi una fiesta, las personas miraban a la gallina aeronauta mientras comían panchos y tomaban gaseosas. Las gallinas comían copos de maíz y tomaban agua cristalina. La aeronauta ganó muchos premios. En una oportunidad le falló el tren de aterrizaje y perdió las plumas de la pechuga. Estuvo enamorada de un gallo y los dos vivieron peligrosamente. Ella supo retirarse a tiempo y el resto de su vida se la pasó recordando sus hazañas y enseñando sus cruces medallas y cicatrices de vuelo. Para no perder su habilidad hacía algunos vuelos rasantes de 400 kilómetros y dejaba caer un huevo sobre una sartén. Todos aplaudían y comían el huevo frito.



Cuento: Pis de gato

Libro: Famili

Autor: Ema Wolf

Ilustrador: Jorge Sanzol

Editorial: Sudamericana

Colección: Especiales

Personaje: El Tio Pepe


Mi tío Pepe es una persona de ideas, pocas, pero notables porque sobresalen entre las de los demás. Una de sus ideas es que para que una casa sea considerada decente tiene que tener olor a pis de gato. Por este motivo, tiene muy pocos amigos, ya que muchos se alejaron debido a su indiscreción de preguntar de golpe si en su casa hay suficiente olor a pis de gato. A tal punto se obsesionó con esta idea, que cuando entra por primera vez a una casa lleva un pisdegatómetro. Un aparato de su invención que se ajusta a la nariz, similar a una aspiradora. Nunca vuelve a la casa donde hay el mínimo tolerable. Anselmo es su mejor amigo, muy honesto, ya que tiene 23 gatos y sus vecinos se fueron mudando por el fuerte olor a pis de gato. Por supuesto, Pepe siempre dudó de los vecinos de su amigo. Pero un día, el olor disminuyó drásticamente en la casa de Pepe, porque un vendedor de pescado atrajo a los gatos. Mi tío rápidamente se dio cuenta, se puso triste, pensó que su amigo había cambiado y tuvo malos pensamientos respecto a la desaparición de los gatos. Pronto descubrieron el motivo, habían puesto una pescadería cerca de las vías del ferrocarril. Pero, por suerte, el pescadero era tan mezquino que los gatos decidieron volver a la casa y junto con ellos la alegría de mi tío y la de Anselmo.



Cuento: ¡Silencio niños!

Libro: ¡Silencio niños! y otros cuentos.

Autor: Ema Wolf

Ilustrador: Pez

Editorial: Norma

Colección: Torre de papel

Personaje: Frankenstein


Frankestein es alumno de la Monia. Ella piensa que puede llegar a causar catástrofes mundiales. Ese día iban a aprender a atravesar paredes, cuando le tocó el turno a Frankestein se ajustó el cinturón, se llenó los pulmones de aire para hacerse más esponjoso, cerró los ojos y avanzó decidido hacia la pared. Al chocar su cabeza contra la pared, sonó como una caja llena de tuercas lanzada contra una escollera, pero él ni pestañó. La maestra corrió a ayudarlo porque creyó que su alumno se desarmaba. Pero Frankenstein estaba decidido a avanzar. Era un muchacho sólido, tenía amor propio y no lo iba a detener una pared. Al pasar abrió un boquete de cuatro metros por dos y arrastró el piano que estaba del otro lado, todos aplaudieron. A Frankenstein le pareció un triunfo total. Estaba dispuesto a demostrarle a su maestra lo bueno que era para pasar cosas, arremetió contra la pared que daba al patio. Frankie siguió atravesando paredes, mientras todos corrían hacia afuera del edificio. Cuando atravesó la última, el edificio, viejo y ruinoso, se vino abajo. La Momia corrió a rescatar a Frankestein de entre medio de los escombros. Estaba averiado pero contento, le vendó las partes machucadas, lo miró babeante de orgullo y le dio un beso. Evidentemente, no era lo bastante transparente, poroso y aéreo como para atravesar paredes. Ese mes le escribió en el boletín de calificaciones: “Te portas cada día peor. ¡Adelante! ¡Sigue así!”



Cuento: Pedro el juntador de mamuts

Libro: La flauta del afilador

Autor: Ema Wolf

Ilustrador: Juan Manuel Lima

Ediciones: Colihue

Colección: Libros del malabarista

Personaje: Mamut


A un chico llamado Pedro, le gustaba buscar fósiles de mamuts. Un día en la casa de su prima Irina, encontró un mamut entero. Costó entrarlo a la casa, ya que al principio su mamá no lo dejó. Unos días después, el mamut se fue descongelando. Cuando se derritió por completo, bajó y le preguntó al papá – Papiushko ¿Me dejarías tener un pajarito, un conejo, un perro chico, uno más grande, un ternero o una vaca? ¿Podría ser alguna de esas cosas? Y el papá respondió – Por supuesto. – El niño se emocionó y le pregunto – ¿¡Un mamut!? - ¡Cómo no! Si te encargas de bañarlo y sacarlo a pasear. – Y ahí está, el animal vive en la casa de Pedro, y ahora, además de tener un mamut tiene a su prima Irina que le tiene envidia.



Cuento: “Bajo el sombrero de Juan” Libro: “Bajo el sombrero de Juan”

Autor: Ema Wolf

Ilustrador: Paula de la Cruz

Ediciones: Colihue

Colección: Campaña Nacional de Lectura

Personaje: Juan


Juan fabricaba los sombreros más extraordinarios de San Semilla. Los hacía empinados, vivos, galantes y todo salía de sus manos. También hacía sombreros de copa, de queso, redondos, triangulares, para los días nublados, para noches de luna, amarillos, violetas y hasta sombreros grises. Un día hizo un sombrero de jardín, le llevó el día entero para hacerlo, era demasiado grande que no entraba en su casa lo llevo al jardín y se lo puso y le quedaba muy bien, era de su talle y dijo:-Me gusta. Me lo quedoEl sombrero era tan grande que lo protegería del sol , del granizo y de las hojas que caen de los árboles y otros accidentes . De pronto Juan sacó la mano del sombrero y se dio cuenta que estaba lloviendo, pero ahora eso era un detalle sin importancia. El perro de Juan que estaba durmiendo en las flores se fue corriendo le tironeó el pantalón con la mano.- Me quedo acá hasta que la lluvia pase. -dijo el perro. Luego vino la vecina con una gansa, unos cazadores y las mujeres del pueblo. Y una vez que entraron en confianza amontonaban jaulas, chicos, terneros y muebles bajo el ala del gran sombrero.


El embajador de un país vecino sorprendido por la lluvia pidió asilo bajo el sombrero pequeñas se acercaron ronroneando. Juan se estiró mucho para sacar la mano fuera del sombrero- ya no llueve- dijo tranquilo es hora de que cada uno vuelva a su lugar.



Cuento: “Las arvejas de Etelvina”

Libro: “Filotea”

Autor: Ema Wolf

Ilustrador: Matías Trillo

Editorial: Alfaguara

Colección: Serie Amarilla

Personaje: Etelvina


A la señora Etelvina le gusta pelar arvejas para preparar un guiso. Es muy paciente, pela una por una las vainas. Cuando estaba pelando la última, en lugar de las arvejas encontró un cartel que decía –nos fuuimos a

un baile de disfraces-

Ella se disgustó muucho.

Toda la noche estuvo pendiente para ver si habían vuelto y teminar de hacer el guiso. Hasta que en un momento vio que todas dormían dentro de la vaina, pero una estaba disfrazada de mosca, la otra de corcho y otra de pelo.


Y dijo - Imposible echarlas en la olla. ¡Le arruinarían el guiso! -


Biografía de Ema Wolf con la Seño Marcela Maestra Bibliotecaria





Fin ...


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