“El artesano se identifica en gran manera con el taller; […] la actitud de un artesano puede ser a la vez de aislamiento y proclive a contradicciones internas, […]. Añádase a esto su siempre insegura posición económica y las contradicciones implícitas de sus problemas de comercialización […]. Así, es posible ver tantos talleres apartados de corrientes intelectuales de su tiempo, dedicados a una producción autocontenida, sentimental y que mira hacia el pasado”1. 1- Potter, Norman (1999). Que es un diseñador: Objetos. Lugares. Barcelona: Paidós Ibérica. Pág 90.
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