Ediciones FUNDECEM / Entre sueños y piruetas

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Myriam Anzola

Entre sueños y piruetas

República Bolivariana de Venezuela Septiembre 2016

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Entre sueños y piruetas © Myriam Anzola © FUNDECEM Gobierno Socialista de Mérida Gobernador Alexis Ramírez Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida FUNDECEM Presidente Pausides Reyes

Me dices que te escriba unas líneas apenas una frase bonita, cualquier cosa, ¿cómo puedo negarme si lo ordenas, con esa gracia de botón de rosa? Sólo quiero decirte: ¡ojalá yo pudiera, detener hoy el tiempo que rápido camina, para que siempre fueras, mi chichina, una pequeña flor de primavera! Oscar Anzola Saavedra (lo escribió papapa para mí… ahora en tus quince años es para ti)

Editor Gonzalo Fragui Ilustraciones Luz Parra HECHO EL DEPÓSITO DE LEY Depósito legal: ME2016000059 ISBN: 978-980-7614-41-2 República Bolivariana de Venezuela Septiembre - 2016 • •

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Unas palabras para los lectores

Entre sueños y piruetas es un monólogo (con intención de diálogo) de una madre de tres hijos ya casados, abuela de tres nietas y tres nietos, con una hija quinceañera ¡de la llamada generación Z!, de la estirpe de los cibernautas. Una creatura globalizada, ecologista, hipercrítica, (como corresponde a cualquier adolescente de tiempos anteriores), interesada en el conocimiento, enamorada de sus gatos y entregada al cultivo del ballet clásico con la firme intención de llegar a ser una virtuosa bailarina, sin abandonar la idea de actuar en otros escenarios para desempeñarse en alguna profesión aún por definir. A esta, mi novel señorita, le quise dedicar este libro. Debo decir que en esto de ensayar con la literatura femenina, tuve una experiencia previa, narrativa y autobiográfica, y luego escribí una novela ligera, corta, dedicada a mi hija mayor también artista ¡maestra de ballet! en una suerte de relato biográfico que intentaba ser ameno y como un reconocimiento a sus talentos. En este caso no se trata del género biográfico, porque a los quince años se tiene demasiada vida por vivir , se trata más bien de una especie de ideario escrito con la experiencia que da “estrenarse” en la tercera edad (también a esta edad se vale estrenar) haber criado a otros hijos con muchas confusiones sobre el deber ser • •


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(hay que decirlo) pero con excelentes resultados (sin ninguna petulancia) y sobretodo con la fascinación de ver crecer a los nietos en un escenario que nada tiene que ver, ni con el que le tocó como espacio a la generación anterior, ni mucho menos con el que le tocó a la autora en su ya algo remota niñez. El estilo del libro aspiraría a recrear la motivación de Martí en El Ismaelillo (tan sólo la motivación). A ser un legado de principios, un ideario de la autora sin pretensiones de protocolo para la vida, sino más bien de declaración de ideas generales y de una selección de referentes que aunque en este momento le puedan resultar absolutamente anacrónicos a una adolescente “digitalizada”, en un futuro no tan lejano le podrá ser útil, sino para orientar su propio proceder, al menos para conocer las inclinaciones, los gustos y los arraigos de su mamá. Esta es una tarea algo exigente por cuanto a los papás de hoy, a menos que sean contemporáneos con sus hijos, es decir muy jóvenes para haber procreado, nos toca enfrentarnos a unas mentes juveniles con unos códigos muy particulares, signados por la inmediatez, el tiempo real, la simultaneidad de estímulos y de procesos psicológicos muy difíciles de descifrar por cuanto con tenemos mentes predecibles ya que nacimos con la tecnología por conocer y aún nos asombramos de saber que un “I Pod” es lo mismo que un “MP3” y que no hace la función de un celular, y que una tablet “Xperia z1” tiene cámara profesional contra agua y que es una laptop más compleja, que en Instagram sólo se suben videos de poca duración, que en WhatsApp no tienes costo adicional para hablar internacionalmente, etc. etc. Pero más nos asombramos de que las relaciones sociales se dan con más intensidad en las redes electró-

nicas que en la vida real, y que la intimidad puede ser vulnerada y publicitada hacia todos los confines del universo sin que uno se entere cómo ni cuándo, ni por responsabilidad de quién. ¡En fin! que confiada en mi buena fe espero que esta suerte de papiro irrelevante para la generación de mis nietas con edades de 7, 6, 4 años y mi nietecito de 3 años (capaz de seleccionar en You Tube los juegos de su preferencia por rutas que jamás logro anticipar) pueda resultar en el futuro un documento arqueológico que les llame la atención aunque sea por reconocer las buenas intenciones de su abuelita Mimi. El libro se divide en cinco apartados referidos a cualidades necesarias para el ballet, pero que en realidad son igualmente deseables para cualquier actividad humana, en cada una hemos incorporado recursos literarios, referencias, ejemplos que nos fueron útiles alguna vez o que simplemente forman parte del patrimonio de recuerdos más entrañables. Me encantaría que lo disfrutaran.

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Unas palabras iniciales

Me dices que quieres ser bailarina. La sola intención de asumir tal decisión a tus escasos quince años, me produce una mezcla indefinida de ternura y admiración. Para mí, lo sabes, el ballet profesional es la manifestación más sublime de las realizaciones del arte. Es la estética de lo imposible. Es una suerte de elevación del espíritu en el que se fusionan demasiadas dimensiones de índole espiritual y física. Es cruel, nos decía, nuestro amigo Joshua, que algún día fue bailarín, Es contranatura, nos alertaba el traumatólogo, Es predecible, dicen los coreógrafos de la danza contemporánea, Es rutinario, dicen las mamás de las niñitas pequeñas al referirse a las clases… y yo añado: Es disciplina y anarquía. Es rigor férreo y flexibilidad extrema. Es espiritualidad y sensorialidad , Eso para explicarlo en términos conceptuales, abstractos. • 10 •

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Pero para describirlo en su sentido más terrenal, más objetivo, en las características concretas que cualquier mortal puede fijarse, sabemos que el ballet exige una figura física particular que cultivar, una actitud comprometida, una capacidad especial para la precisión del movimiento, y por encima de todo: una entrega intensa al rol que representa la bailarina en cada una de sus presentaciones, de tal manera que cautive la sensibilidad extrema de cada uno de los espectadores, en cada una de sus actuaciones. A ti, viviendo tus quince años, el tiempo de la ilusión, el tiempo más hermoso para el romance, el de las quimeras como realidades futuras, te digo que el ballet puede ser como la vida misma y que como tal requiere de cinco cualidades esenciales; armonía, técnica, estética, perseverancia, pasión. Cinco cualidades vitales, ¡todas con género femenino por cierto! invariantes, que tendrán que convivir con tu vida de mujer en plenitud y de virtuosa bailarina.

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Capítulo I

Armonía

Armonía es sinónimo de equilibrio, de consenso, de mixtura, de bien. Ese término lo asociamos comúnmente a la música, y tú que naciste musical, sabes que la música es la realización del humanismo y que en una pieza musical de cualquier género hay segmentos que nos generan un bienestar supremo, ¡son en esencia armonía!. La armonía no se puede establecer dogmáticamente, como si fuera una receta: 1º Una taza de equilibrio 2º Una cucharadita de estilo 3º Un pote de buen gusto Se juntan y se baten hasta lograr una mezcla uniforme… Je, je, ¡ojalá se pudiera!, pero no es así; más bien se logra en diferentes instancias a partir de una cierta magia que resulta de que cada elemento aparezca en el momento, en la cantidad y en el espacio precisos. Si escuchas, el Ave María de Schubert, las Sinfonías de Mozart, las Cuatro Estaciones de Vivaldi, el Nocturno de Chopin, seguramente percibirás hasta la saciedad el sentido de la armonía. Pero más allá de eso, tú como bai-

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larina tienes un privilegio que pocos mortales pueden tener. ¡Sentir la armonía!, cuando no sólo la escuchas sino que te incorporas a ejecutar con esa gracia de mariposa, un sinfín de pasos a partir del repertorio de maestros inmortales: la belleza del vals de las flores de Tchaikovsky, la ternura de la variación de Paquita de Minkus, la picardía del Cupido de Don quijote, la dulzura en una versión contemporánea en la música de Silvestri para el tema de Forrest Gump…todo en ti se vuelve ¡profusión de armonía! armonía interna en la pieza, armonía en tus movimientos, armonía entre los pasos y la música, armonía entre tu ser y el público…

gusta ensayar y que constantemente te muestro para que opines y me digas qué te parecen.

Pero también hay armonía en las melodías que tu papá te muestra de algunas canciones de Silvio Rodríguez que tanto ama, de Mercedes Sosa, o de las canciones venezolanas de Otilio Galíndez, o de Iván Pérez Rossi, o en las composiciones de Calle Trece que tanto te gustan. En el espectro de lo artístico no sólo hay armonía en la música, probablemente no sabes que seguramente la apreciaste viendo la Mona Lisa de Leonardo cuando visitaste El Louvre gracias a ese maravilloso viaje que pudiste hacer con tu hermana Tití y con Luc, o en ese cuadro imponente que a lo mejor no te llamó mucho la atención que es “La Libertad guiando al pueblo” de un pintor llamado Delacroix (a mí tampoco me pareció bonito a tu edad) pero seguramente hoy me sobrecogería al verlo ¡tan inmenso, tan armonioso, tan simbólico !… sin irte tan lejos, día a día puedes apreciar la armonía en las cosas más cercanas en los óleos de paisajes venezolanos que pintó tu abuelo Oscar y que están en las paredes de nuestra casa, o en las acuarelas más sencillas que me • 14 •

Cuando no te convencen, y te veo una expresión medio rara en la cara, intuyo que seguramente tiene que ver con la falta de armonía entre los colores, o entre los objetos y la luz, o entre las intensidades de las mezclas …o entre la pintura y tú. Tú que eres una ecóloga empedernida sabes que la armonía total está en la naturaleza. Nuestra naturaleza en riesgo. Sobre este tema, Humberto Maturana, un biólogo chileno, demostró en sus estudios que en la naturaleza hay dos tipos de conexiones (él les dice acoplamientos) el de los seres con el medio y el de los seres entre sí; y nos muestra cómo el amor surge desde dentro del proceso evolutivo de la vida. Es decir el amor es ¡armonía con la vida! De estas cosas sabía mucho hace ya muchos años San Francisco de Asís; este personaje tan santo y que me llega a fascinar por su sencillez, también explicaba esta ética amorosa y cordial entre los seres humanos y la naturaleza. Él unía las dos ecologías, la interior, de las emociones y deseos, y la exterior, hermanándose con todos los seres. Un teólogo llamado Eloi Leclerc nos expresa al hablar de San Francisco: «En vez de hacerse rígido y cerrarse en un soberbio aislamiento, Francisco se dejó despojar de todo, se hizo pequeño. Se situó con gran humildad en medio de las criaturas, próximo y hermano de las más humildes • 15 •


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entre ellas. Confraternizó con la propia Tierra, como su humus original, con sus raíces oscuras. Y he aquí que “nuestra hermana y Madre-Tierra” abrió ante sus ojos maravillados el camino de una hermandad sin límites, sin fronteras. Una hermandad que abarcaba a toda la creación. El humilde Francisco se hizo hermano del Sol, de las estrellas, del viento, de las nubes, del agua, del fuego, de todo lo que vive, y hasta de la muerte». Creo que has tenido una conciencia similar desde muy pequeñita ¿recuerdas cuando tenías unos siete años y un alacrán se montó en tu mano y sin precipitarte te acercaste con cuidado a la pared para que bajara? y el bicho ¡te hizo caso! , yo me podía morir del susto y tú tan tranquila siguiendo con interés el devenir del alacrán, pero igual haces con las arañas, lagartijos, cerbatanas… tus largas conversaciones con los gatos y la manera como te responden son una buena muestra y un ejemplo palpable de tu vocación franciscana por la vida y la naturaleza. Así que cuando sientes armonía, es cuando tienes la claridad de que todo está bien. Cuando sabes desde tu interior, que estás haciendo las cosas de la manera correcta. Como seres humanos tenemos el deber de tratar de permanecer en armonía los unos con los otros, con la naturaleza, con el mundo entero y con nosotros mismos. Estar en Armonía con los otros significa anhelar el bien para ellos tanto como para ti misma, actuar de manera que todo lo que hagas contribuya a ayudar a otros a encontrar su camino a lograr lo que quieren. Yo le añadiría un nuevo ingrediente a tu conocer de la armonía y tiene que ver con tu condición de niñamujer. Dice Leonardo Boff, un teólogo de la liberación, • 16 •

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que lo femenino de Dios no se agota en su maternidad, sino que se revela en lo que hay de intimidad, de amorosidad, de gentileza y de sensibilidad, perceptibles en lo femenino… Por esa circunstancia, nunca permitas que nadie, por ninguna razón, te discrimine por ser mujer, utiliza todos los argumentos para ser respetada y amada, porque cada una de las mujeres revela algo de Dios. Vive las luchas de las mujeres, conoce sus aportes a la sociedad, sus méritos en la historia del mundo, sus afanes para lograr el equilibrio entre hombre y mujeres. Quince años después me reafirmo en mi convicción de que naciste trayendo armonía, tu llegada a esta familia armonizó vidas que entre sí pudieran ser incongruentes pero que sintonizaron en torno a tu presencia. Eran los días en que tu abuelita Cecilia se disponía a abandonarnos y una tarde merideña te llevamos a conocerla. Te sostuvo en sus brazos y se sonrió de lo pequeñita que eras y apenas unos días más tarde se decidió a partir a sitios más interesantes. Así que apareciste en el tiempo perfecto para la familia de tu papá. Fuiste un motivo de alegría y de distracción en momentos de reunión familiar. Entonces representaste tu primera gran función: el rol del milagro de la vida nueva que llega cuando otra se acaba. Dentro de nuestra propia familia cuando llegaste a ella, trajiste armonía dándole sentido a las diferencias de cada uno de tus hermanos. Sin proponértelo armonizaste cinco caracteres disímiles en un proyecto compartido: - El espíritu de un joven universitario estudiante de geografía y fanático de la gaita maracucha que te enseñó • 17 •


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temas de geomorfología mientras te contagiaba su gusto por Guaco,

Capítulo II

- E l ímpetu irrefrenable de una muchacha hiperactiva y visionaria que se debatía entre sus amores, la filosofía, el cine, y sus proyectos de realización artística en ballet mientras te hacía ejercicios de punta en tus piecitos de tan sólo cinco meses de edad, - El afán de otra adolescente sensible, introvertida y naturista estudiante de ingeniería y viajera insaciable dedicada a conocer hasta el último rincón de este planeta y comentarte cada experiencia, cada cultura, cada paisaje que tiene oportunidad de pisar, - El compromiso decidido de un muchacho independiente entregado a la ciencia para ganarte a su misión de salvar ¡todas las especies de la tierra! mientras te sumaba al movimiento ecológico y te tarareaba las canciones de Serenata Guayanesa. Hoy todos: geógrafo, licenciada en danza, ingeniera de sistemas, biólogo, cada cual desde su perspectivas te ha traspasado sus mejores prácticas, sus sinceras convicciones, sus loables principios que vas incorporando a tu ser con una personalidad única e irrepetible, en ingeniosa armonía.

Técnica

En el ballet se valora mucho la “técnica” de la bailarina, veo que esto te atormenta bastante: lograr giros, piruetas, mantener la pierna alta…pero ¿en qué consiste verdaderamente esa técnica tan necesaria que pareciera un elemento mítico para la gente de la danza? ¿a qué se refiere?. Por lo que he revisado, de la literatura de inicios de la civilización de occidente, para los antiguos griegos como Aristóteles, el arte o la techné era una acción a partir de la cual el hombre producía una realidad que antes no existía. Cuando los griegos emplearon el término techné, se referían a las “bellas artes” (pintura, escultura…) pero también a cualquier producción en la que, a partir de la acción humana, se creaba una realidad que antes no existía. Un zapatero, un escultor, un constructor de instrumentos musicales, un orfebre… cualquiera de ellos, puede ser un artista en la medida en que su trabajo se traduce en una “técnica”, e una capacidad para producir algo nuevo para dejarlo como un legado al mundo que lo rodea. El concepto de arte (“técnica” para los griegos) quedó referido a las realidades de cosas que sólo existían en

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la medida en que alguien las creaba a partir de su talento y el de “ciencia” a los eventos de la vida y la naturaleza. Siendo así “técnica” y “ciencia” tienen sus diferencias; por ejemplo: la teoría de la relatividad, la fotosíntesis, la evolución de la especies que tanto te gusta defender, son procesos o explicaciones que existirían aunque los científicos no las hubieran explicado, estarían allí encubiertas en una dimensión por conocer…pero en cambio unas zapatillas de ballet, una silla, una vasija, o cualquier objeto artesanal, nunca estarían por ahí, no existirían, si alguien no hubiera decidido crearlas e invertir tiempo, esfuerzo y destreza en elaborarlas.

brazos juveniles” “vuelan a través del espacio sobre la gloriosa partitura de Tchaicovsky y se comprende inmediatamente el poder liberador del amor…”.

La techné entonces ocurre en nuestros actos. La acción, correcta o equivocada, surge de nuestra propia decisión y ánimo de actuar en la vida en cualquier espacio, si nos equivocamos, está en nosotros la posibilidad de rectificar y lograr una mejor ejecución. En lo personal creo que siempre es mejor actuar, equivocarse, ¡y corregir!, que dejar pasar la oportunidad de atreverse a hacer algo y perder la ocasión de alcanzar un anhelo de crea un objeto. Por lo que he revisado, en el ballet ese asunto de la “técnica” en bastante indefinido. Leí una crítica de danza sobre el Cascanueces en una revista del Ballet Nacional de Cuba que expresaba cómo Alicia Alonso comprendió que para poner en escena un excelente Cascanueces, no se trataba de emplear trucos “técnicos”, sino de narrar una historia y de tocar el corazón; ya que el relato de esa obra, es fundamentalmente un romance; por lo que permitía a sus bailarines “disfrutar de una entrega entusiasta”. Dice la crítica que cuando el apuesto Cascanueces carga a la delicada Clara “abrazándola con sus delicados • 20 •

Eso no suena sólo a “técnica” fría y calculada, ¿no te parece? esa crítica para describir el efecto que causan los bailarines en el público no habla de niveles de realización como: la agilidad de los pies célebre en el ballet italiano, ni de la sobriedad y el trabajo de los brazos de la escuela inglesa, ni tampoco de la elegancia de los pasos franceses, ni del virtuosismo de la ejecución rusa, sino que habla de: “delicadeza”, de “disfrute”, de “entrega”, de “entusiasmo”, del “poder liberador del amor”. Siendo así me luce que la “técnica” por sí misma no tiene el efecto deseado en la limpieza de ejecución de una pieza. Pareciera que lograr el arabesque cruzado, o el passé alto, o extremar la altura de la pierna, o hacer el relevé a tres cuartos de media punta o tantísimas exigencias físicas y biomecánicas que tiene el ballet, no tienen mucho efecto en el desempeño de una bailarina, si además no tiene: educación cultural, disciplina de trabajo, sensibilidad artística y además suficiente desarrollo intelectual. Sin embargo es innegable que hay algunas exigencias específicas de acuerdo a los roles de cada obra y que ¡definitivamente! no todo el que quiere interpretarlas puede hacerlo. Leí en la misma revista la explicación de una bailarina llamada Yolanda Correa respecto al Hada de las Lilas de la Bella Durmiente. Para ella significa todo un reto de técnica. Porque a la hora de representarla había que destacar un “”sentido aéreo”, “cualidad de ligereza”, “suavidad en escena” ya que sólo así se podía lograr la sensación de “irrealidad” en el público. De nuevo ¡es mucho más que técnica! Es además atletismo. • 21 •


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Pero explica la maestra Nina Novak, otra admirable del ballet, que el atleta y el bailarín tienen distintas intenciones, porque el atleta entrena su cuerpo para desarrollarlo en una especialidad particular, en cambio la bailarina el bailarín tiene además que convertirse en un personaje. “Si bailas Coppelia, eres Coppelia…” por eso le enseña a sus bailarinas una técnica limpia donde “la atención y la intención no sólo están en los pies, las piernas y los brazos, sino también en la cabeza, los sentimientos y el oído” dice la experta Nina en su libro (el que tuviste la suerte que te dedicara).

una conversación entre un colibrí y un gorrión ¿no? pero no parece factible de considerar en un diálogo para el común de los mortales…¿no crees?

Luisa Himiob, la periodista que la entrevistó cuenta sobe la técnica del ballet: “…los músculos de las piernas se tensan y los brazos y manos se relajan. La maestra recorre las filas mejorando posturas, estira una pierna toca una cadera, suaviza una mano, inclina una cabeza, Miro pies y rodillas como hacia fuera en una posición antinatural. Pero la apariencia es de armonía y elegancia. Batatas marcadas, cuellos estirados, la maestra les baja los hombros que se suben con el esfuerzo. Los movimientos se hacen cada vez más complejos, la música más rápida, la piel brillante…luego el jeté, glissade, chaseé, developpé, assemblé,attitude…” Sería absurdo negar que hay seres virtuosos ¡casi sobrenaturales! cuya “técnica” les es inherente, es decir es parte de sus condiciones. Por lo que leí, cuenta Alicia Alonso (una de esos seres excelsos) que cuando le preguntaron a Nijinski el bailarín ruso: “¿es muy difícil permanecer en el aire como lo hace usted en sus saltos?” el respondió con naturalidad “no, no es difícil, sólo hay que alzarse y mantenerse en el aire por un momento” ¡mantenerse en el aire por un momento! esa frase parece pertenecer a • 22 •

Leí de un crítico de danza de Bruselas llamado Finotto, refiriéndose a nuestra Zhandra Rodríguez en su libro homenaje al Premio Nacional de la Cultura: “…siento horror por el culto a la personalidad, pero no puedo quedarme en silencio ante una artista de tal envergadura. Su talento es de aquellos para los cuáles no existen elogios suficientemente inflamados. No es posible compararla con nadie…” A los que no somos del mundo del ballet nos toca admirar a esos seres maravillosos, disfrutar de su genio y de su magia. Fascinarnos con una suerte de hada como Francesca Dugarte, esa joven hermosa que tanto admiras, pletórica de belleza en cada movimiento, emocionarnos por tenerla y aplaudirla a rabiar como único homenaje permanente. Y a quienes como tú, quieren emularla y llegar a ser como ella o como tantas otras figuras virtuosas, en el ballet y en la vida, les toca soñar con sus variaciones, imitarlas, recrearlas con estilo propio y llegar a tocar la plenitud cuando logren una realización similar, igual o hasta mejor tocando alguna vez la perfección en algún giro, en alguna pirueta, en alguna actividad de las que las personas realizan día a día para darle sentido a su existencia.

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- Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo. Capítulo III

Estética

Estando en primer año de bachillerato, me mandaron a leer “Platero” de Juan Ramón Jiménez, esa historia del burrito que aparece en el libro grande de ilustraciones hermosas que te compramos una vez en la Feria del Libro. El texto con que se inicia el relato me pareció tan bello que me lo aprendí de memoria y aún hoy lo puedo recitar: Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón; que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas… Lo llamo dulcemente: “¿Platero?”, y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal… Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina gotita de miel… Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña…; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo: -Tien´asero… • 24 •

Creo que esa descripción despertó mi sentido estético hacia la literatura en el bachillerato, aunque ya había leído muchas cosas hermosas en primaria como “Corazón” de Edmundo D´Amicis que es la historia de Marco un niño italiano que partió a buscar a su mamá. Unos años después recrearon el relato en una comiquita que pasaban por la tele y que veían mis sobrinos, bastante más tonta que el libro. Pero a mí, el relato de Platero me hizo tomar conciencia de lo intenso que puede ser escribir desde el corazón. Sin embargo muchas de mis compañeras lo consideraron un texto tonto e infantil. Entonces me percaté de que el sentido estético, la “estética” referida a las consideraciones de apreciación de la belleza, tal como la armonía o la técnica, también son relativas. Y es que la palabra “estética” tiene diferentes significados. En el lenguaje coloquial se refiere a lo que tiene que ver con la “construcción” de la belleza. Pero en su acepción original es una rama de la filosofía que estudia cómo se percibe la belleza, es decir estudia los modos de percepción de la belleza. Algún filósofo la denomina “la ciencia de lo bello”. Apreciar la belleza sin duda es una actitud importante en la vida. Decía Hesse, un filósofo alemán: “Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla”. Sin embargo lo bello encuentra su expresión compartida entre muchas personas en las obras de arte universal, en las imágenes artísticas que son reconocidas por casi todos. Es difícil • 25 •


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que alguien considere que la música del “Cascanueces” o de “Carmen” es fea, o que el “David” de Miguel Ángel es contrahecho o que un Ávila del pintor caraqueño Manuel Cabré es despreciable. Hay acuerdos casi universales sobre lo que es bello, aunque a algunos nos gusten más ciertos estilos o ciertas formas. A Bottero, pintor colombiano, le gustan las formas redonditas, y al Greco, pintor español, le gustaban las estilizadas. Ambos son geniales, pero habrá personas a quienes les gustan las gorditas de Bottero y otras a quienes le gustan las flacas de El Greco.

cuando se percibe en él, que el bien supera al mal. Allí irrumpe la belleza expresiva, suave, natural y radiante. Para este narrador genial de todos los tiempos, la belleza es irradiación del ser. Otro escritor inmortal, el argentino Jorge Luis Borges decía “es cierto que el amor conserva la belleza y que la cara de las mujeres se nutre de caricias, lo mismo que las abejas se nutren de miel”.

Lo bello que tiene la vida y el arte, es que son un motivo de placer, de disfrute y de alegría. Pero ocurre que en nuestro tiempo, dominado por el mercadeo, la belleza es considerada como un objeto de valor social que se puede comerciar. De ahí vienen esas obsesiones por las liposucciones, los implantes, el botox, las extensiones y ¡qué sé yo cuántos inventos más! para hacer a las personas más “bellas”, para lograr una belleza construida, artificial, que no tiene que ver con el espíritu. Puedo entender que las personas utilicen los avances de la tecnología para mejorar su apariencia, con esos recursos, pero me parece una locura poner en riesgo la vida para intervenir permanentemente el cuerpo a costa de lo que sea porque de eso depende la capacidad de sobresalir o de recibir aceptación social. De allí deviene la vanidad de los que se empeñan en convertirse en objetos apreciados por su apariencia y se generan las grandes frustraciones de los que no pueden tener acceso a esas correcciones de sus supuestos “errores” físicos. Dostoyevski, un famoso escritor ruso, en su obra Los hermanos Karamazov, observa que un rostro es bello • 26 •

Siendo así pareciera mejor optar por las caricias que por la cirugía ¿no crees? Pero volviendo al concepto de lo bello también el Papa Francisco (que nos sorprende cada día con la claridad de sus explicaciones) ha dado especial importancia a la via pulchritudinis (la vía de la belleza). Dice que no basta que el mensaje que se envíe a los demás sea bueno y justo, sino que además tiene que ser bello, pues solo así llega al corazón de las personas y suscita el amor que atrae. En definitiva la belleza se cultiva en uno mismo y no es para ser “usada”. Es como una flor que florece porque está allí para florecer. O como un atardecer que ocurre porque tiene que ocurrir y no para satisfacción de nadie, pero satisface a todos. Como un bebé que sonríe y lo hace espontáneamente, porque él necesita sonreir. Tú que eres amante de los niños lo sabes bien. Pues bien ahí está la belleza, en una, en los demás y en las cosas; debes dejarla surgir, naturalmente, sencillamente, y debes apreciarla como consecuencia de la paz y del bien interior que sientas. En esta búsqueda • 27 •


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estética esfuérzate en elegir lo más simple, porque frecuentemente los objetos rebuscados, con mucho ornato, resultan cursis, estrambóticos… así como las “poses”, y las actuaciones forzadas, todo lo que se aleja de las simplicidad que requiere una composición verdaderamente hermosa. Te copio parte de un poema de Pablo Neruda, otro virtuoso de Nuestramérica experto en admirar la belleza de la mujer amada: BELLA como en la piedra fresca del manantial, el agua abre un ancho relámpago de espuma, así es la sonrisa en tu rostro, bella. Bella, de finas manos y delgados pies como un caballito de plata, andando, flor del mundo, así te veo, bella. Bella, con un nido de cobre enmarañado en tu cabeza, un nido color de miel sombría donde mi corazón arde y reposa, bella. Bella, • 28 •

no te caben los ojos en la cara, no te caben los ojos en la tierra. Hay países, hay ríos en tus ojos, mi patria está en tus ojos, yo camino por ellos, ellos dan luz al mundo por donde yo camino, bella.

Termino esta conversación sobre la estética como la empecé, con Platero, esta vez en las últimas líneas de su autor, legado estético, sin ostentación, escrito desde la ternura más simple. Melancolía “Esta tarde he ido con los niños a visitar la sepultura de Platero, que está en el huerto de la Piña, al pie del pino redondo y paternal. En torno, abril había adornado la tierra húmeda de grandes lirios amarillos. Cantaban los chamarices allá arriba, en la cúpula verde, toda pintada de cenit azul, y su trino menudo, florido y reidor, se iba en el aire de oro de la tarde tibia, como un claro sueño de amor nuevo. Los niños, así que iban llegando, dejaban de gritar. Quietos y serios, sus ojos brillantes en mis ojos, me llenaban de preguntas ansiosas. - ¡ Platero amigo ! - le dije yo a la tierra- ; si, como pienso, estás ahora en un prado del cielo y llevas sobre tu lomo peludo a • 29 •


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los ángeles adolescentes, ¿ me habrás, quizá, olvidado ? Platero, dime: ¿ te acuerdas aún de mí ? Y, cual contestando a mi pregunta, una leve mariposa blanca, que antes no había visto, revolaba insistentemente, igual que un alma, de lirio en lirio...”.

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Capítulo V

Perseverancia

En la vida, como en el ballet, como en los estudios, hay que tener perseverancia. En las actividades humanas nada se da espontáneamente, nada resulta fácil del todo, ni simple del todo. Colorear un dibujo, hacer una receta de galletas, todo, todo, requiere dedicación y perseverancia para que salga bien. He conocido personas valiosísimas, inteligentes, creativas, talentosas, que todo lo dejaron a mitad de camino por no tener perseverancia. Y eso hoy en día los hace acumular miles de frustraciones. No lo dicen, pero se nota en su discurso, siempre evasivo, siempre con cierta culpa. Se inventan excusas para argumentar sus fracasos que nadie les está mencionando, son reiterativos justificando sus inconclusiones, sus ausencias…cuando son cercanos a mí, me preocupan porque quisiera verlos realizados o realizándose, e insisto en demostrarles su valía, sus cualidades, pero a pesar de su declaración de “propósitos de enmienda” como diría el catecismo que leímos para tu Primera Comunión, después de emprender un leve intento de nuevo incurren en abandonar sus proyectos… parecieran seres reñidos con la perseverancia. • 30 •

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Así que tengo una máxima irrenunciable por lo elemental: hay que terminar lo que se empieza. Aunque en el camino uno pierda el entusiasmo y el ímpetu inicial las acciones iniciadas jamás deben quedar inconclusas, pueden reorientarse, redimensionarse, culminarse imperfectas, cerrarse con conciencia de insatisfacción, pero no abandonarse a la deriva. Porque ese rasgo de ineficacia vital es sumamente común y nos hace mucho daño como sociedad en desarrollo. Al primer tropiezo decidimos que las cosas no se pueden hacer y las dejamos hasta ahí…entonces surgen la improvisación, la “piratería”, las confusiones y el caos.

aquello que mencionaba: “Perserverancia”. Quedamos convencidos de que TODOS (y particularmente TODAS, diría yo) podemos cambiar al mundo cada día desde nuestro más humilde espacio. Cheo lo ha demostrado con proyectos muy ambiciosos en el mundo del conocimiento: redes universitarias, bibliotecas virtuales, y ahora un movimiento mundial a favor del autismo. Pero existe una constante, una clave esencial en los proyectos de Cheo, como en todos los buenos proyectos, y que sin duda añade un ingrediente fundamental para sostenerse en la perseverancia: la nobleza de intenciones.

Últimamente tuve una enseñanza vívida con Cheo Silva, ¿lo recuerdas? el papá de Andrómeda (aquella niña hermosa que nos visitaba en la casa y con quien encontramos nuevos caminos hacia el lenguaje), un excelente profesor universitario, muy respetado por sus logros académicos. Una vez que lo invité a hablarle a mis alumnos de fonoaudiología sobre su proyecto “Red para crecer” les dijo: “ustedes están en el momento y en lugar oportuno para cambiar al mundo”. Los muchachos y yo nos reímos ante tal aseveración. Porque la verdad sea dicha, yo no le veía a esa cohorte de chamos recién ingresados a la universidad, ni fuerza, ni entusiasmo suficientes para cambiar nada que no fuera la ropa que se iban a poner al día siguiente. Pero la elocuencia de Cheo nos convenció a todos. Nos contó sobre sus sueños, sobre sus piruetas para lograrlos, sobre sus aventuras para convencer a la gente y sobre sus resultados finales en programas que han beneficiado a muchas personas. Había una clave en todo • 32 •

Hay otra cualidad de la que te he hablado asociada a la perseverancia, es la resiliencia ¿recuerdas el término? Te lo he mencionado a propósito de la actitud de algunas personas con discapacidad. Tú con tu corazón puro, has tenido una sensibilidad especial hacia los diferentes porque te ha tocado crecer entendiendo su condición. Por eso te dediqué mi libro sobre los Sordos. Para Ana Cecilia, “amiga de los Sordos”. Mi dedicatoria para ti se derivó de que siempre me has hecho sentir orgullosa de tu respeto por las diferencias. Tu decisión de aprender la lengua de señas fue un rasgo de madurez importante a los diez años. Era hermoso ver llegar a casa a la dulce Yesenia para enseñarte a compartir su idioma, y su mundo de silencio. Y es que tú también eres amiga del silencio frente a las personas que no conoces. En eso somos ¡tan diferentes! A mí (lingüista empedernida en su ejercicio) me encanta hablar con todo el mundo (mucho para tu gusto). A ti en cambio te cuesta entablar una conversación al conocer a alguien (aunque cuando estás con la familia y los amigos a veces provoca amordazarte para que pares de hablar). ¡Está muy bien! • 33 •


— Myriam Anzola —

— Entre sueños y piruetas —

son cosas del temperamento de las personas. Cada cual es como es. Lo importante es no dejar de comunicar lo que uno siente y menos aún, lo que uno piensa. Porque puede ser útil a otros, porque puede ser un nuevo punto de vista, o porque puede alegrar a alguien, o darle una idea o cambiarle un prejuicio.

Pero durante el séptimo año, en sólo seis semanas ¡las semillas brotan con fuerza y el bambú japonés llega a alcanzar una altura superior a los treinta metros!, increíble ¿no te parece?.

Por eso me encanta que aprendas la lengua de señas de los Sordos, ellos en su mayoría son gente resiliente, que se debate entre su cultura sorda y la cultura de la mayoría y se sobreponen a la incomunicación que implica una lengua distinta y una particular manera de ver el mundo entre una mayoría de oyentes. La resiliencia entonces hace referencia a la capacidad del ser humano para sobreponerse a la adversidad y superar períodos traumáticos o dolorosos adaptándose a nuevas circunstancias para lograr una profunda transformación que le conduzca a una vida más plena. Es mirar en tu interior para tomar conciencia de los recursos de que dispones para hacerle frente a la realidad. Eso se parece a lo que hacen las especies en la naturaleza para sobrevivir. Leí en la página de AVA en Internet, algo muy interesante sobre el bambú japonés. Resulta que esta especie no manifiesta ningún crecimiento en sus primeros meses. Tampoco durante el primer año, ni durante el segundo año, ni durante el tercero. Al pasar los primeros cinco años, todavía no se vislumbra ningún crecimiento. Tampoco al sexto año. • 34 •

El artículo explica que durante todos esos años, el bambú japonés creció hacia el interior de la tierra desarrollando un complejo sistema de raíces que sustentaron su repentino crecimiento y, aunque no era visible para nosotros él veladamente ¡crecía! Algo así pasa con los niños y la aparición del lenguaje. Alrededor del año tan sólo dicen una que otra palabrita pero se ve que entienden mucho más de lo que dicen. Pero antes de cumplir los dos años empiezan desatados a nombrar todo lo que se les presenta. Empiezan a “enunciar” el mundo, los lingüistas le dicen “explosión léxica”. En realidad la capacidad de hablar estaba allí, conformándose, esperando por manifestarse y de pronto “el lenguaje sucede” diría el famoso lingüista Noam Chomsky. La resiliencia de los niños y niñas pequeñitas los hace lidiar con la familia que está ansiosa porque hablen, y con su intención de querer expresarse y darse cuenta de que no tiene mucho éxito, pero los mecanismos del cerebro, que son infinitos, oportunamente se manifiestan y los niños ¡hablan! , algunos demasiado. Lo cierto es que mientras una tenga claridad de que hace cosas destinadas al bien, la fuerza interior la sostiene y la hace obviar cualquier aparente obstáculo • 35 •


— Myriam Anzola —

— Entre sueños y piruetas —

para seguir con paso firme, intentándolo de nuevo, sin temor al fracaso. Pero el fracaso es simplemente un lugar del camino. No es un mito, ni un monstruo terrible.

a que el viento sople en tu dirección. Entonces la historia volverá a empezar y cambiarás el pedazo de mundo que te corresponde.

Te veo practicando tus giros: la mirada fija en un punto, la fuerza para iniciar el movimiento, la concentración, el esfuerzo por mantener el equilibrio y la administración del impulso para sostenerte vuelta tras vuelta… y de pronto la pérdida del equilibrio, el abandono del impulso, la recuperación en un nuevo intento, entiendo entonces que son parte del proceso, no son elementos ajenos a él; y a nadie se le ocurre abandonar la práctica porque aparecen desequilibrios ¿te imaginas si fuera así? ¿Dónde habrían quedado las pavlovas, los nureyeves, las alonsos, las dugartes…? ¿Dónde el público sin ellos?.

Cuenta Eduardo Galeano, un latinoamericano de excepción :

¿Dónde estarían las ideas de Bolívar, de Ghandi, de Luther King, de Madame Curie, de Frida Kahlo, de Teresa de Jesús?. Todas y todos ellos tuvieron muchísimos más tropiezos que logros. Es decir cada logro trae implícitos infinitos tropiezos que uno debe tomar como acicate para continuar con más intensidad, cambiando la táctica, virando la estrategia, evaluando qué es lo que impide el avance y creando una nueva vía hacia la realización de su proyecto. Te aseguro que funciona. Pero suponiendo que no sea así, al menos te quedará la satisfacción de que no fue por tu falta de dedicación que no se alcanzó la meta, de que pusiste todo tu esfuerzo, tu tesón para lograrla.

“Un hombre de la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta contó que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo: somos un mar de fueguitos un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales, hay fuegos grandes, fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros arden con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende”. Continúa con tus giros, conviértelos en giros memorables, en giros espléndidos, sin sobresaltos, como gira la luna en torno a la tierra y la tierra en torno al sol y el sol junto a todos los astros dándole sentido a la dinámica del universo, de la luz, de la vida.

Si no se obtiene el éxito, habrá que esperar momentos mejores en que las circunstancias estén a tu favor. Esperar • 36 •

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— Myriam Anzola —

Capítulo VI

Pasión

— Entre sueños y piruetas —

Estar enamorado Estar enamorado, amigos, es encontrar el nombre de la vida. Es dar al fin con la palabra, que para hacer frente a la muerte se precisa. Es recobrar la llave oculta, que abre la cárcel en que el alma está cautiva. Es levantarse de la tierra, con una fuerza que reclama desde arriba.

La pasión es la emoción con que realizamos las cosas que nos inspiran, que nos obsesionan, que nos mantienen eufóricos. Nos sentimos apasionados hacia quienes amamos profundamente. La pasión alimenta el deseo, la necesidad de permanencia del objeto amado, el cultivo del objeto de nuestra pasión. Por eso se asocia con el amor. Es imposible amar sin pasión. Querer a alguien o algo sin la fuerza pasional puede ser cariño, afecto, respeto. Pero no es amor. Enamorarse implica “apasionarse” y una manera de traducir ese sentimiento es a través de la poética. En la historia de la humanidad los poemas explican la pasión de lo amoroso. Es posible que la lectura de poesía te parezca un poco cursi en este momento, pero la lectura de poemas definitivamente (al menos para las generaciones anteriores) es una manera de explicarse a una misma la dimensión de la pasión desde el amor. Te copio un poema que los jóvenes de otros tiempos leían para recrearse en la dimensión del amor: • 38 •

Es respirar el ancho viento, que por encima de la carne se respira. Es contemplar desde la cumbre, de la persona la razón de las heridas. Es advertir en unos ojos, una mirada verdadera que nos mira. Es escuchar en una boca, la propia voz profundamente repetida. Es sorprender en unas manos, ese calor de la perfecta compañía. Es sospechar que, para siempre, la soledad de nuestra sombra está vencida. Estar enamorado amigos, es descubrir dónde se juntan cuerpo y alma. Es percibir en el desierto, la cristalina voz de un río que nos llama. Es ver el mar desde la torre, donde ha quedado prisionera nuestra infancia. • 39 •


— Myriam Anzola —

— Entre sueños y piruetas —

Es apoyar los ojos tristes, en un paisaje de cigüeñas y campanas.

Es ignorar en qué consiste, la diferencia entre la pena y la alegría.

Es ocupar un territorio, donde conviven los perfumes y las armas.

Es escuchar a medianoche, la vagabunda confesión de la llovizna.

Es dar la ley a cada rosa, y al mismo tiempo recibirla de su espada.

Es divisar en las tinieblas, del corazón, una pequeña lucecita.

Es confundir el sentimiento, con una hoguera que del pecho se levanta.

Estar enamorado, amigos, es padecer espacio y tiempo con dulzura.

Es gobernar la luz del fuego, y al mismo tiempo ser esclavo de la llama.

Es despertarse una mañana, con el secreto de las flores y las frutas.

Es entender la pensativa conversación del corazón y la distancia.

Es libertarse de sí mismo, y estar unido con las otras criaturas.

Es encontrar el derrotero. que lleva al reino de la música sin tasa.

Es no saber si son ajenas, o son propias las lejanas amarguras.

Estar enamorado, amigos, es adueñarse de las noches y los días.

Es remontar hasta la fuente, las aguas turbias del torrente de la angustia.

Es olvidar entre los dedos emocionados, la cabeza distraída.

Es compartir la luz del mundo, y al mismo tiempo compartir su noche oscura.

Es recordar a Garcilaso, cuando se siente la canción de una herrería.

Es asombrarse y alegrarse, de que la luna todavía sea luna.

Es ir leyendo lo que escriben en el espacio, las primeras golondrinas.

Es comprobar en cuerpo y alma, que la tarea de ser hombre es menos dura.

Es ver la estrella de la tarde, por la ventana de una casa campesina.

Es empezar a decir siempre, y en adelante no volver a decir nunca.

Es contemplar un tren que pasa, por la montaña con las luces encendidas.

Y es, además, amigos míos, estar seguro de tener las manos puras.

Es comprender perfectamente, que no hay fronteras entre el sueño y la vigilia. • 40 •

Francisco Luis Bernárdez

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— Myriam Anzola —

Al igual que yo muchos otros, a tu edad, nos enamoramos con un poema de Serrat hermoso por simple: Poema de amor El sol nos olvidó ayer sobre la arena, nos envolvió el rumor suave del mar, tu cuerpo me dio calor, tenía frío, y allí, en la arena, entre los dos nació este poema, este pobre poema de amor para ti.de amor. Mi fruto, mi flor, mi historia de amor, mis caricias. Mi humilde candil, mi lluvia de abril, mi avaricia. Mi trozo de pan, mi viejo refrán, mi poeta. La fe que perdí, mi camino y mi carreta. Mi dulce placer, mi sueño de ayer, mi equipaje. Mi tibio rincón, mi mejor canción, mi paisaje. Mi manantial, • 42 •

— Entre sueños y piruetas —

mi cañaveral, mi riqueza. Mi leña, mi hogar, mi techo, mi lar, mi nobleza. Mi fuente, mi sed, mi barco, mi red y la arena. Donde te sentí donde te escribí mi poema. Pero ant es que yo, muchísimas generaciones se enamoraron y enamoraron con las metáforas de Neruda: Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso te cerrara la boca. . Como todas las cosas están llenas de mi alma emerges de las cosas, llena del alma mía. Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, y te pareces a la palabra melancolía. . Me gustas cuando callas y estás como distante. Y estás como quejándote, mariposa en arrullo. Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: Déjame que me calle con el silencio tuyo. . Déjame que te hable también con tu silencio claro como una lámpara, simple como un anillo. Eres como la noche, callada y constelada. Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo. . • 43 •


— Myriam Anzola —

Me gustas cuando callas porque estás como ausente, Distante y dolorosa como si hubieras muerto. Una palabra entonces, una sonrisa bastan. Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto. La pasión no es sólo referida al amor. Cualquier tema que nos toque en el que se requiera desarrollar ideas y tomar posiciones debe ser asumido con pasión. La pasión motoriza el entusiasmo, la fuerza para proceder. Humberto Maturana, el famoso biólogo que ya te comenté, plantea el amor no como un proceso opcional, actitudinal, sino como fenómeno biológico. Es decir nacemos dotados para amar y ya dijimos que el amor genera pasión. Por lo tanto todo lo que amamos nos apasiona. Para algunos este planteamiento supone un disparate, porque no aceptan que el amor pueda ser un fenómeno biológico propio del instinto animal, y que en los mamíferos sea un aspecto central de la convivencia. Y es que la forma en que Maturana concibe lo humano conduce inevitablemente a reconocer el amor y las emociones como elementos fundamentales para lograr la eficiencia en cualquier aspecto de la vida. La biología del amor nos reconoce como seres amorosos aceptando la totalidad del otro (cuerpo y alma). Sólo la aceptación del ser le da sentido a la vida y al hacer. Es aceptar al otro como un legítimo otro en la diferencia. En el contexto de ciertas culturas la gente se enferma porque niega sistemáticamente el amor. Según la biología del amor es más fácil ser feliz que infeliz; amar que no • 44 •

— Entre sueños y piruetas —

amar. Nuestra fragilidad proviene de que nos avergonzamos de ser amorosos. De acuerdo a eso, en el ballet como en casi todas las actividades corporales, es decir biológicas, es indispensable transmitir el amor a la vida a través de la pasión que posee al bailarín o la bailarina. Es la verdadera danza de carácter. Carácter es fuerza y fuerza interpretativa solo es posible desde la pasión. ¿Te imaginas Carmen, una obra de tantísima exigencia interpretativa en lo emocional, ejecutada sin pasión? Carmen necesita pasión indispensable en la escena de la plaza cuando ella y Don José se encuentran por primera vez y Don José se enamora locamente de Carmen. Pasión en la taberna cuando Don José irrumpe e inicia un solo, al compás de la famosísima habanera. Carmen aparece con su abanico y baila bajo la mirada subyugada de todos los presentes; él se la lleva consigo mientras el resto de los asistentes prosiguen su alegre danza. ¡Y la escena de amor el pas de deux romántico, sensual, apasionado! mientras Don José se queda solo, con un gran cuchillo y bailando como si estuviera agonizando. Es su pasión por Carmen la que le lleva hasta el asesinato. Entonces Carmen decide abandonar a José, que enloquece de desesperación. La pasión aumenta en el escenario y en el público con la escena del torero, ya que ella, pasionaria, se enamora de él cuando aparece de nuevo Don José desenfrenado. Ambos hombres inician una danza violenta, donde se ponen de relieve los celos y el rencor. Carmen rechaza a Don José quien atormentado saca el cuchillo, pero ella no • 45 •


— Myriam Anzola —

— Entre sueños y piruetas —

huye, lo desprecia. Al final de manera dramática Carmen muere.

sobre la radiación, a pesar de que generaban escepticismo por ser una mujer la que las explicaba, y con las que logró obtener el Premio Nobel de Física.

¡Pura pasión! ¡pura entrega! Toda la perfección técnica que un bailarín pudiera desarrollar resultaría nimia si a su ejecución no le imprime infinita pasión. Es esa misma sensibilidad extrema la que nos hace luchar por las ideas, por las convicciones, por los sueños, y no importa cuántas piruetas se necesiten para realizarlos. La pasión los alimenta. Fue pasión extrema la de Bolívar cuando en el Monte Sacro expresó “juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por mi patria que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma, hasta que no haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español” . Fue pasión enmarcada en su interioridad espiritual la que guió a Ghandi a permanecer por horas y días interminables en ayuno, como medio de presión para llamar la atención de los poderosos, obtener justicia para su pueblo y detener la violencia . Fue pasión decidida la que mostró Martin Luther King en sus valientes luchas contra el racismo para reivindicar a su gente, darle derecho al voto, erradicar la discriminación, y guiar la Marcha por el Trabajo y la Libertad, en la que explicó cual era su sueño para extender por el mundo su movimiento de conciencia sobre los derechos civiles.

Fue pasión irreverente la que demostró Frida Kahlo desafiando la sociedad de su tiempo con su vida auténtica y sus originales pinturas, logradas desde el infortunio de su enfermedad, proyectando sus dificultades para sobrevivir y mereciendo un sitial en el Museo del Louvre. Fue intensa pasión del alma la que marcó a Teresa de Jesús, quien a los seis años llegó a iniciar una fuga con su hermano Rodrigo, queriendo convertirse en mártir (afortunadamente la fuga fue frustrada por su tío) y una vez adulta llegó a escribir con toda sabiduría su Camino a la perfección. Y la pasión mayor, la pasión insigne de todos los tiempos, la que le mostró el camino a los pueblos para mantenerse en la búsqueda del amor y la solidaridad, la de aquel Nazareno encarnado en los pobres y en los humildes de la tierra y que celebramos cada navidad, cantando aguinaldos en casa y recordando la venida del pequeño Niño Jesús.

Fue pasión sostenida la que imprimió Marie Curie a sus estudios científicos para hacer sus demostraciones • 46 •

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— Myriam Anzola —

— Entre sueños y piruetas —

Para finalizar

Como tú bien dices 15 es sólo una fecha. Podrían ser 14, 16 o 20, pero lo cierto es que es un momento nuevo en que vas cambiando de “isotopía”, diría un lingüista, vas cambiando de realidad. Has sido una muchachita privilegiada con cinco almas fraternas en actitud de escucha, alertas ante tus deseos de niña buena y a unos padres que sin esperarte te han recibido como el mejor presente de la existencia. Es difícil tener más. Empieza la época de tomar decisiones, en lo que a mí respecta, confío en tu buen criterio, echa mano a los recursos que tienes en los seres que te han demostrado su incondicionalidad, toma lo mejor de cada uno; crece, equivócate y rectifica cuantas veces sea necesario. Vive tus sueños, sueña con nuevas realidades, enfréntalas con tus propias piruetas, con las mejores, con las más originales, con las que sean necesarias en cada situación, en cada espacio… y conviértete en dueña de un hermoso porvenir.

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ÍNDICE

Índice

págs.

Unas palabras para los lectores Unas palabras iniciales

7 11

Capítulo I Armonía

13

Capítulo II Técnica

19

Capítulo III Estética

24

Capítulo V Perseverancia

31

Capítulo VI Pasión

38

Para finalizar

48


Este libro

Entre sueños y piruetas

se imprimió en la Unidad de Literatura y Diseño de FUNDECEM en septiembre de 2016. En su elaboración se utilizó papel bond, gramaje 20, y la fuente Book Antigua en 11 y 14 puntos.



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