San Andrés y, a pesar de la orden perentoria de atención, aún hoy, después de varios meses, no ha habido intervención estatal alguna en la materia. En este caso particular, el alto tribunal encontró que la deficitaria labor de la ya desaparecida Dirección de Estupefacientes había permitido que por varios decenios numerosas
embarcaciones incautadas a grupos organizados inmersos en el tráfico de drogas permanecieran encalladas en este tipo de áreas, provocando impactos negativos en la vegetación, la muerte de peces y la contaminación de las aguas. Sobre este particular, se ordenó la inmediata intervención de autoridades ambientales y un manos