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Antecedentes

En sus épocas iniciales, la dirigencia juvenil y en general los jóvenes de Acción Nacional del primer momento provinieron de organizaciones juveniles preestablecidas que de alguna manera se ocuparon de su formación y afirmación de valores éticos, y políticos. Así, el primer dirigente juvenil Jesús Hernández Díaz, provino de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos1 (UNEC), y de la misma provinieron Miguel Estrada Iturbide, Gonzalo Chapela y Blanco, Juan Landerreche Obregón, Luis Calderón Vega, Francisco Chávez González Carlos Septién García, Luis Islas García, Eduardo Chenhalls, Francisco López González, Salvador Sánchez Septién, Rafael Aguayo Spenser, Eduardo Facha, Efraín Moto Salazar, Antonio Rosillo, José Audifred Armando Ávila Sotomayor y otros, de la misma manera Luisa Isabel Salas, María Luisa Guzmán y varias importantes mujeres de aquella primera hora provenían de la Unión Femenina de Estudiantes Católicas (UFEC); adicionalmente, dentro de la UNEC, al menos los 6 primeros dirigentes nacionales formaron después parte de las filas de Acción Nacional: Manuel Ulloa Ortiz de 1931 a 1934; Armando Chávez Camacho, de 1934 a 1936; Daniel Kuri Breña, de 1936 a 1938; Jesús Hernández Díaz, de 1938 a 1941; Luis Calderón Vega, de 1941 a 1942 y finalmente Manuel Cantú Méndez entre 1942 y 1943. La importancia de esta organización durante los primeros años tiene que ver con la búsqueda de la apropiación de valores cívico-cristianos por parte de sus miembros; don Armando Ávila Sotomayor algún día dijo que la diferencia entre otras organizaciones y la UNEC era que ésta no intentaba introducir a la Iglesia en la Universidad como otras, sino que, como ya se dijo, introducir

1 Calderón Hinojosa, Felipe, sf, Problemática Juvenil, informe al Comité Ejecutivo Nacional 1988,

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Archivo Histórico del PAN.

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Los orígenes del trabajo juvenil del PAN 1939-1951

una serie de normas no sólo de conducta sino de pensamiento y de acción ante la realidad a que se enfrentaban, los sistemas de organización de la UNEC han de llegar en muchos sentidos a la vida de Acción Nacional por medio de sus jóvenes, destacando la búsqueda de conferencias y cursos de formación, también es por ello que el trabajo juvenil inicial tuvo en buena medida un acompañamiento por parte de los dirigentes, al igual que en la UNEC, se veía necesaria la tutela para una mejor conducción de la formación de los liderazgos. Vendrían también otros líderes surgidos de organizaciones como la Acción Católica de la Juventud Mexicana (ACJM): como Juan Gutiérrez Lascurain, Raúl Velazco Zimbrón, José González Torres, Alfonso Ituarte Servín, Tomás Carmona Jiménez, Abel y Astolfo Vicencio; María Elena Álvarez, Florentina Villalobos, Guadalupe Rodríguez, Guadalupe Salinas, Jovita Granados, Rosario Alcalá, las hermanas Garcinava, María Ignacia Mejía, Elisa Calderón y muchas otras, que habían participado en las filas de la Juventud Católica Femenina Mexicana (JCFM), sin importar la región del país, la presencia de estas y estos jóvenes se hacía ver en las actividades del partido, algunos llegaron en los primeros días, otros por cuestiones de época, se integraron gradualmente a la lucha, siempre con la premisa del bien mayor: México. Durante su discurso en la Asamblea Nacional Constituyente de Acción Nacional, al hablar de cómo se originó el Partido, Manuel Gómez Morin diría: “… Nació la idea de un grupo de jóvenes, de jóvenes en el umbral de la vida pública, puestos ante la encrucijada de caminos y de solicitaciones, de obstáculos y de repugnancias que siempre, pero más particularmente ahora, se presentan al que empieza a vivir. Más particularmente ahora, porque la preparación previa es más deficiente, más llena de elementos contradictorios, más insegura y vacilante; porque la vida es más contrastada de dificultades y amenazas de un lado, de fáciles satisfacciones del otro; porque la sociedad actual está sacudida desde sus cimientos y parece haber perdido la noción misma de trayectoria y de destino; porque México pasa por