Alcántara, 50 años de Vida y Obra

Page 417

2007 - 2013

Fondo Alcántara

Cronologías

Textos documentales

explicar su militancia. Decía que en Roma, por allá en los años sesenta, cuando estudiaba Ciencias políticas, carrera que abandonó por unas clases en una escuela de Bellas Artes, la juventud italiana se vestía de negro y seguía la orientación existencialista de Jean Paul Sartre. “Yo anduve de negro, como todos los jóvenes de la época, existencialista. Pero ocurrió que el maestro Sartre viajó a Cuba y sorprendido por la revolución cubana, escribió un bello artículo titulado: Huracán sobre el azúcar. Creo que con él perdió toda su militancia, pues yo como muchos jóvenes entramos a militar en el Partido Comunista Italiano». Y estas convicciones políticas de algún modo han orientado su conducta como artista. En esos monstruos que chorrean su piel y que destilan gotas de sangre en sus cuadros o retuercen sus huesos como si fueran guacas recién extraídas de las excavaciones, o se ufanan soberbios luciendo aderezos y decorados, o se encubren con máscaras que sólo dejan ver alucinados ojos de conquista e invasión, o celebran ebrios la danza de los diablillos que expurgan en la memoria. En todas esas figuras opera una trama secreta que quiere ser descubrimiento. Se trata de esas tres razas que se dieron cita en estas tierras y en medio del odio tuvieron sexo y en medio de la guerra y el saqueo hicieron fiesta y así gestaron esa raza única que hoy nos define. El Partido Comunista no comprendió plenamente el papel de un artista, como Pedro Alcántara, en sus filas. En una ocasión, cuando nos tomábamos un aguardiente en su casa taller, noté que a Pedro le temblaba la mano y yo me dije para mis adentros: ¡Vaya combatiente que tenemos! ¡Con ese pulso tiemblan los enemigos! Después observé cómo tomaba el pincel, y para mi asombro, dibujaba una línea recta sobre un lienzo colgado de la pared. Su mano no temblaba, se desplazaba firme y segura sobre el plano. Lo interrogué sobre el asunto y riendo contestó: “Para que la línea sea recta hay que seguir la línea, uno se desplaza con ella”. Esta frase tiene un enorme poder alegórico, no sólo identifica un modo de ser en el arte, sino que define un modo de ser en la vida. Aun con nuestras debilidades la rectitud es la línea, hay que seguirla, es la vía que nos edifica y nos da firmeza. La línea que sigue Pedro va más allá de su tela. Es la vía de la solidaridad y del compromiso. A nadie le falta cuando de un amigo se trata, no mengua su fuerza cuando de él se requiere en la vida cultural de su ciudad y del país. Con sus actos no edifica enemigos, salvo aquellos que nacieron para ese papel. Tiene contradictores que sin embargo aplazan la controversia, para ponerse a su lado y con empuje en un proyecto creador. En esa línea recta que pinta Alcántara en su vida cotidiana no hay intervalos para la flaqueza, su optimismo es a toda prueba, al extremo que uno puede creer que se trata de un alucinado incapaz de ver el revés de la roca. Los días duros y difíciles los ha cruzado con tumbao de carnaval.

417


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.