Boletín de Residuos, nº 2

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PREVENCIÓN

ma gratuita las unidades, está previsto desarrollar campañas de sensibilización y formación lideradas por el propio Consorcio y las Mancomunidades, junto con incentivos fiscales en la aplicación de las tasas a las familias compostadoras. Quisiera agradecer la colaboración prestadas por todas las mancomunidades consorciadas, que han estado volcadas en la recepción de solicitudes, la entrega de las compostadoras y la formación de las familias implicadas en el programa de compostaje que actualmente lleva a cabo el Consorcio. Espero que este grado de colaboración se mantenga en el futuro. Respecto al tratamiento, ¿cómo se ha ido evolucionando desde la creación del Consorcio? ¿Cuántas toneladas de residuos se ha evitado que acaben en los vertederos? La situación existente en la primavera de 2007, fecha de constitución del Consorcio, era muy diferente de la actual. En aquel momento, las mancomunidades de Bortziriak, Sakana, Mairaga, Valdizarbe y Ribera Alta depositaban sus residuos en los vertederos de Ibardin, Arbizu, Romerales, Puente la Reina y Moratiel, respectivamente. Estas cinco mancomunidades vertían un total de 40.000 toneladas anuales, con el negativo efecto ambiental consiguiente. Ninguno de esos cinco vertederos era adaptable a la normativa de vertederos y era urgente su clausura y el tratamiento de los residuos. Ahora, los residuos generados en dichas mancomunidades son transportados y tratados antes de su depósito en vertederos como los de Cárcar, Culebrete y Góngora, que cuentan con autorización ambiental integrada y, por tanto, cumplen con la normativa aplicable. La puesta en marcha generalizada del transporte y tratamiento de los residuos de las mancomunidades consorciadas está evitando el vertido directo de unas 90.000 toneladas anuales y, hoy en Navarra, sólo se mantienen activos tres vertederos que cuenta con las medidas técnicas expuestas en la normativa aplicable, tal como establece sus autorizaciones ambientales. ¿Qué tecnologías se aplican en Navarra para el tratamiento de los residuos orgánicos? El Consorcio ha implantado un sistema organizativo, técnico y financiero que ha permitido que la mayor parte de los residuos de las mancomunidades consorciadas sean transportados y tratados adecuadamente en los centros de tratamiento (biometanización y compostaje) de Culebrete, gestionado por la Mancomunidad de la Ribera, y de Cárcar (compostaje), gestionado por la Mancomunidad de Montejurra. Los resi-

hoy en navarra, sólo se mantienen activos tres vertederos que cuentan con las medidas técnicas expuestas en la normativa aplicable, tal como establece sus autorizaciones ambientales

duos de algunas de las mancomunidades de la zona norte de Navarra se depositan en el vertedero de Góngora, gestionado por la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona. El sistema de tratamiento existente en el Centro de Tratamiento de Culebrete consiste en aplicar a la materia orgánica de los residuos un tratamiento de biometanización, basado en una digestión en condiciones anaerobias, en fase mesófila (entre 35ºC y 45ºC), con la que se obtiene un gas metano que es utilizado para la producción de energía eléctrica, por una parte, para el consumo energético de la planta y, por otra, entregada a la red general y, además, un producto denominado “digestato” que es sometido a un proceso de secado y compostaje con “restos verdes” (madera, residuos de poda…) dando como producto final unas 3.000 toneladas anuales de compost aplicable en jardinería y mejora de suelos para restauración paisajística. A su vez, el sistema utilizado en la planta de Cárcar es similar en su enfoque al existente en Culebrete, pero prescindiendo de la fase de biometanización. En síntesis, se procesa la materia orgánica mediante compostaje, en algunos casos, junto con otras fracciones orgánicas generadas en el ámbito de la mancomunidad (lodos de EDARs, residuos de industrias agroalimentarias), dando lugar a un producto final similar al obtenido en la otra instalación y con aplicaciones similares. Para poder financiar toda la gestión y el tratamiento la ciudadanía navarra debe abonar una tasa. ¿Cómo se distribuye esta tasa? ¿A qué apartados va destinada?

Existe una tasa común aplicable a todos los usuarios del Consorcio que, para el año 2012, quedará fijada en 46,32 euros por familia y año. La recaudación facilita la compensación de los extra-costes de transporte sufridos por algunas de las mancomunidades que se encuentran muy alejadas geográficamente de los centros de tratamiento y permite también viabilizar los procesos de tratamiento de los centros, dimensionados con mayor alcance que el propio de sus mancomunidades titulares. La tasa consorcial está diseñada de tal forma que todos los usuarios domésticos abonen la misma tarifa, independientemente de la mancomunidad en la que estén adscritos, y para el caso de los usuarios no domésticos, se ha modulado la tarifa en tres grupos, asociados a la mayor o menor generación de residuos según sus diferentes actividades, oscilando las tarifas en una horquilla de entre 57,90 euros/año (para los asimiladas a domésticas) y 926,40 euros/año (para los grandes generadores). Procuramos aplicar el principio comunitario de “quien contamina, paga”. ¿Cuáles son las acciones prioritarias en el futuro y cuáles los retos pendientes como Consorcio? Los retos son: -La gestión de la materia orgánica recogida selectivamente, en relación con su sistema de recogida, junto con la implantación de sistemas de tratamiento descentralizado, mediante compostaje. - El despliegue del compostaje doméstico y comunitario como medida de prevención de generación de residuos. - Una meditada reflexión en cuanto a la implantación de medidas de fomento fiscal que estimulen la implantación generalizada de este programa. - La gestión conjunta de otras líneas de residuos de forma consorciada o, incluso, el establecimiento de políticas de prevención o sensibilización comunes y la gestión de infraestructuras como los puntos limpios desde el Consorcio. - La continuidad y eficiente funcionamiento de todas las infraestructuras y la correcta gestión de los recursos financieros necesarios. - Mantener la cohesión institucional interna e incluso reforzarla en el caso de una hipotética integración, o en su caso, colaboración, con la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y el Consorcio, inducida por la necesidad de alcanzar los objetivos fijados en el PIGRN para el conjunto de Navarra.

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