Beneficios
B-1. RIQUEZA DE ESPECIES Autores: Daniel Larrea / Marlene Quintanilla
B-1.1. Contexto
D
écadas de inventarios de flora y fauna han confirmado que Bolivia es un país megadiverso. Su ubicación tropical -de 9° a 23° de latitud sur- y la presencia de los Andes -gradiente altitudinal y la heterogeneidad del hábitat- explican el alto nivel de diversidad de especies que posee1. Se estima que el país cuenta con alrededor de 20.000 especies de plantas vasculares2, cerca de 390 especies de mamíferos3, 1.422 especies de aves (base de datos Asociación Civil ARMONIA-BirdLife), 306 especies de reptiles4, 255 especies de anfibios5, y más de 970 especies de peces6, entre otros. La alta diversidad de especies que existe en Bolivia se contrapone con el poco conocimiento que existe sobre algunos grupos taxonómicos (p.ej. invertebrados en general). En el caso de plantas vasculares, comprobar la estimación de 20.000 especies es una meta que guía inventarios botánicos desde hace varias décadas.
Históricamente, la conversión de ecosistemas naturales en Bolivia se llevó a cabo en la región tropical de los Andes. Durante las últimas décadas, este proceso ha tenido lugar también en las Tierras Bajas (<1.000 m de altitud), donde la deforestación es el principal fenómeno de cambio de uso de suelo. De hecho, entre 2000 y 2010, cerca de 1,8 millones de hectáreas fueron deforestadas7, principalmente para crear áreas con pastos sembrados para el ganado o áreas de cultivos intensivos mecanizados de soya, caña de azúcar y arroz8. Su impacto en la disminución o pérdida de poblaciones o especies no ha sido precisado a cabalidad. Se conoce poco sobre la riqueza de especies de los bosques de la Chiquitanía, el Chaco, y los bosques de pie de monte de la Amazonía que pasaron en las últimas décadas a formar parte de extensos paisajes agropecuarios. A pesar de su importancia, los beneficios de la biodiversidad han sido subestimados restringiéndola al aprovechamiento comercial de algunas de sus especies o como fuente de alimento para los pobladores locales. El modelaje de la distribución de especies ha demostrado ser una herramienta robusta y útil en aquellas regiones o países que carecen de inventarios completos. En Bolivia, este tipo de enfoque ha sido utilizado para detectar patrones de diversidad biológica en regiones específicas (corredor Amboró-Madidi), o como un conjunto de todo el país9. Su uso en el estudio de los patrones geográficos de especies en Bolivia se ha incrementado en los últimos años, generando información útil para tomar decisiones de conservación y manejo de algunas especies. Más allá de la rigidez académica y variantes del concepto, la diversidad biológica -número de especies- representa la forma más sencilla de comprender el concepto de biodiversidad.
B-1.2. Fuentes e indicadores Diferentes grupos de flora (moraceae, leguminosas, compuestas, palmeras y gramíneas) y fauna (murciélagos, aves, reptiles y anfibios) representados cartográficamente fueron integrados en un mapa con valores absolutos y categorizados desde muy baja hasta muy alta riqueza. El mapa resultante define la biodiversidad representada en riqueza potencial de flora y fauna en las Tierras Bajas y Yungas. Para identificar sitios en buen estado de conservación y de alta biodiversidad, se interceptó con el mapa de estado de conservación -grado de conversión de ecosistemas naturales- dejando al margen del análisis, las zonas o regiones en estado crítico
Buho viscachero o búho de madriguera (Athene cunicularia) | Fotografía: Edmond Sánchez
Los beneficios de la biodiversidad en diferentes ámbitos geográficos, se valoran en el presente capítulo a través de indicadores definidos en proporción y superficie de las zonas con alta riqueza de biodiversidad por unidades de análisis político-administrativas (departamento y municipios) y unidades de análisis definidos por límites naturales (provincias biogeográficas y subcuencas).
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