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EDICION nº 30 24 de octubre 2009

Preparado por:

F

FUNDACION EQUITAS

30 ediciones en 3 años

Edición aniversario Los Momentos ► Desde el 15 de septiembre 2007 Fundación Equitas ha aportado este boletín al Proyecto Propedéutico. Inicialmente se pensó para complementar las clases de Gestión Personal, pero también ha servido para proveer información relevante para los estudiantes de los tres Propedéuticos actualmente en desarrollo.

6 ► Un resumen con las mejores nueve portadas se muestra en la última hoja de esta edición.

Tres años de reportajes al propedéutico se han cubierto con las treinta ediciones del Boletín Los Momentos

FRASES PARA PENSAR EN…

LA COMUNICACIÓN III

— Juicio no es el conocimiento de las leyes fundamentales; es saber cómo aplicar a ellos un conocimiento (CHARLES GOU) — Juzgar los hechos amargos con sesgo optimista equivale a no habernos enterado debidamente de ellos (ORTEGA Y GASSET) — Juicio en política es la capacidad de oír, antes que nadie, el distante ruido de los cascos del caballo de la historia (BISMARCK) — Si queréis formar juicio acerca de un hombre, observad quiénes son sus amigos (FENELÓN) — Los seres humanos son animales que enjuician (NIETZSCHE) — Hago más caso del testimonio de mi conciencia que de todos los juicios que los hombres hagan de mi (CICERÓN) — ¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio (ALBERT EINSTEIN) — Yo no tengo prejuicios: odio a todo el mundo por igual (W. C. FIELDS) — Nuestros prejuicios son igualitos a nuestros relojes: nunca están de acuerdo, pero cada uno cree en el suyo (A. POPE) — A los veinte años la voluntad es reina; a los treinta, lo es el ingenio; a los cuarenta, lo es el juicio (BENJAMIN FRANKLIN) —- Nada nos engaña tanto como nuestro propio juicio (LEONARDO DA VINCI) — No debemos pretender entender el mundo sólo con la inteligencia; lo conocemos, en la misma medida, a través del sentimiento. Por lo tanto, el juicio de la inteligencia es, en el mejor de los casos, sólo la mitad de la verdad (CARL JUNG)


Apuntes de Gestión Personal

Sobre los actos lingüísticos

A continuación seguimos con los resúmenes para el curso de Gestión Personal, temas que han sido vistos en clase y que queremos complementar para que tengan más información para sus proyectos personales… y para las pruebas.

► Hoy avanzaremos en otro acto lingüístico, que pertenece a la familia de las declaraciones: Los Juicios. ► No es lo mismo describir cómo observamos un hecho, que hacer un “juicio de valor” de ese hecho, pues esto último representa sólo una opinión. Esta confusión, creer que los juicios son afirmaciones, está presente en nuestra vida diaria, y puede traernos muchas complicaciones a nivel relacional, afectivo, y en cosas prácticas como nuestra vida laboral o académica. Es por eso que para los fines del Propedéutico es vital que los alumnos/as logren apreciar esta distinción y empiecen a aplicarla en sus actividades cotidianas (aprender haciendo). ► Ya hemos visto que el lenguaje es acción, y que cada vez que hablamos nos comprometemos de una forma y diferente delante de la comunidad a la cual estamos hablando. ► Los juicios de valor no son independientes de quien los emite. Cada vez que emitimos juicios, dejamos entrever el tipo de observador u observadora que somos en el mundo. Es por eso que señalamos que los juicios dicen más de quién lo dice, que sobre quién se refieren (el juicio siempre vive en la persona que lo formula). ► Los juicios, como declaraciones y opiniones, pueden ser impugnados. Los juicios válidos los emiten quienes tienen autoridad y poder para hacerlos. Pero es la comunidad quien le confiere autoridad a alguien para que emita tales juicios.

¿Puedes distinguir los juicios de las afirmaciones?

► Los juicios requieren además un compromiso social muy específico, que es que sean fundados. A continuación mostraremos 5 formas en los cuales podemos fundar nuestros juicios:

1.

Emitimos un juicio por algo o para algo, pues de alguna forma estamos pensando en el futuro, en las posibilidades que abren o cierran los juicios emitidos.

2.

Podemos fundar un juicio determinando el estándar de comparación con los que se compara el juicio. Por ejemplo, si decimos que “Pía es muy productiva”, tendríamos que ver con qué o quién la estamos midiendo.

3.

Cuando emitimos un juicio, generalmente lo hacemos en un determinado dominio de observación. Puede que Pía sea más productiva que Ricardo, pero lo es sólo en cierta área de su trabajo, en otras, no lo es.

4.

Se logra fundar los juicios al proveer afirmaciones en relación a lo que estamos juzgando. En el ejemplo, podemos señalar que Pía ha superado en un 80% las metas asignadas a ese trabajo en particular.

5.

Por el contrario, podemos encontrar afirmaciones que fundan el juicio contrario, por ejemplo, que en todo caso Pía ha llegado todos los días tarde esa semana y no ha entregado ningún reporte a tiempo.

► Entonces, tenemos que los juicios pueden ser: Válidos ó inválidos (con respecto a la autoridad), o Fundados ó Infundados (con respecto al pasado). ► Los juicios también hablan del futuro, pues esa es su función principal, se emiten pues hay algo en el futuro que nos interesa hoy y por eso lo declaramos. Así, los juicios fundados nos sirven para diseñar nuestro futuro y el de los otros. Nos permiten movernos en el futuro de una forma más efectiva. Y con ello, nos permitirían facilitar o bloquear la gestión de la convivencia que necesitemos. ► En los juicios fundados desde el pasado, hay información para el futuro. El aprendizaje y la innovación permiten que en el futuro no se repitan hechos del pasado. Es valioso comprender cómo los juicios conectan el pasado, el presente y el futuro, lo que llamamos estructura de temporalidad.


► Ahora, los juicios se presentan tan poderosos como invisibles, tan automáticos como necesarios. Y es por eso que están a la raíz del sufrimiento humano. ► ¿A quién pertenece el juicio que emitimos, a mí ó a la comunidad en la que me muevo? ¿Quién es el verdadero creador de este juicio? Si el observador/a que somos se constituye en el otro/a, como hemos visto anteriormente, entonces los juicios que emitimos también son aprendidos en cierta forma del medio, la cultura, la sociedad, nuestra familia y amigos. Esto no quiere decir que no tengamos juicios propios, si no que hemos aprendido ciertas mecánicas que permite que se generen cierto tipo de juicios. ► Cuando hablamos del sufrimiento humano, tenemos que hacer mención también al hecho de que hay personas que viven de acuerdo a los juicios ajenos. Toda su vida depende de qué dirán, de cómo lo o la evaluarán, de si la miran mal o bien. Vivir preso de la opinión de otros resta posibilidades de acción y acrecienta un miedo a relacionarse con el otro/a. El problema es que estas personas delegan en otros la autoridad de su propia forma de ser, viven de acuerdo a los juicios de los otros y se desdoblan intentando complacer a otros. ► Es por eso que proponemos realizar un proceso de distinguir los juicios propios que tengamos sobre nosotros mismos, y aquellos que hemos recibido de afuera y que de alguna forma hemos “comprado” como nuestro, y para ello, fundar los juicios es una gran ayuda. Condena al sufrimiento, ya que es imposible satisfacer a todos alrededor. ► Modificando los juicios que hacemos sobre aquello que nos sucede, podemos encontrar un mecanismo efectivo para aliviarnos del sufrimiento. ► Ahora, un juicio que es tremendamente importante para los alumnos/as del Propedéutico, especialmente para lo que vayan a realizar una vez que salgan de cuarto medio, independiente de si entren a estudiar a la Universidad o no. Y esto es el Juicio de la confianza. ► Necesitamos tener confianza en el otro/a para poder establecer una relación, eso nos parece que está medianamente claro para todos/as ustedes. Lo interesante es saber que esta confianza se construye, pues la confianza se constituye a través de un juicio. ► Una última palabras sobre la importancia de fundar los juicios. Cuando estamos en presencia de un juicio fundado, entonces aparece la confianza. Cuando estamos frente a un juicio infundado, nos motiva el juicio de ingenuidad. Ahora, si tenemos fundamento para un juicio, pero no lo declaramos, nos aparece la prudencia. En el mismo sentido, si no nos declaran un juicio, y este es infundado, lo que provoca es que nos aparezca el juicio de desconfianza.


Especial: las mejores portadas en 3 aĂąos

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