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¡Increíble Recuperación! Condición: Cáncer de Hígado y Cáncer de Pulmón (Etapa IV). Mary Shapiro, San Pedro California. Edad: 56 años. Escrito por: David Shapiro (Esposo).
El 15 de julio de 2010
Imagen 1. David Shapiro (Esposo de Mary Schapiro)
,
mi esposa fue diagnosticada con cáncer de pulmón e hígado IV etapa. Su condición se complicaba día a día durante todo el año de 2010. Un día, la tuvimos que llevar a emergencias porque estaba deshidratada y presentaba problemas renales. Los doctores le sacaron varios rayos X del pecho y las noticias no fueron nada placenteras. El cáncer de pulmón había hecho metástasis en los dos pulmones y un TAC revelo dos lesiones en el hígado.
Una biopsia reveló que se trataba de un carcinoma. El TAC también mostró una masa en sus ovarios (Figura 2-4), los doctores sospecharon que fuera también maligno. Después de diez días en el hospital, mi esposa fue dada de alta. Durante estos días, le iniciaron su primera sesión de quimioterapia y era parte de un programa para controlar el dolor que se ofrece a pacientes con cáncer en este hospital.
Imagen 2. TAC demostrando presencia de masas tumorales. Tomado en Kaiser Permanente en Estados Unidos. 15 de julio de 2010.
Imagen 3. TAC demostrando disminución de masas tumorales. Tomado en Kaiser Permanente en Estados Unidos. 7 de octubre de 2010.
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En esos días, mi esposa me decía que
“estaba cansada de estar cansada”
porque tenía que
pasar todos los días en cama. Ella no quería comer, ni beber agua, en si no quería ni sentía ganas de hacer nada. Estaba también reteniendo líquido en sus piernas y brazos como las personas que tienen problemas del corazón. Tenía que ayudarla a moverse y levantarse de la cama porque difícilmente tenía energía en sus brazos y piernas.
Imagen 4. David Shapiro presentando el caso de su esposa Mary Schapiro en el seminario de Kamerycah Inc. en Noviembre de 2010.
Mi preocupación como esposo, era el hecho que no podía hacerla beber ni comer alimentos. La mala alimentación es la madre de todas las enfermedades y no quería que se enfermara más por no consumir alimentos. Una vez sus amigos se enteraron de que ella tenía cáncer, la noticia llegó a una amiga de ella de origen japonés. Nos llamó y nos preguntó si ella estaba dispuesta a tomar suplementos alimenticios. Le dijimos que en estos momentos estaríamos dispuestos a tratar cualquier cosa. Ese mismo día, se presentó en nuestra casa y nos dio un frasco de
Fucoidan Umi No Shizuku
(Imagen 5) en cápsulas. Además, nos dio un paquete de información y decidí informarme aun más por medio del internet. Ese mismo día, ordené otro frasco. Comenzó tomando seis cápsulas al día y después de 48 horas, me levantó en la mañana y me dijo que tenía hambre. En cuanto me dijo que quería comer, me levante y fui a comprarle lo que quería. Estaba muy feliz de saber que mi preocupación por saber que no quería comer estaba desapareciendo. Durante las siguientes semanas, sus piernas y brazos se veían mejor y estaba recuperando la fuerza en su cuerpo. Imagen 5. Fucoidan Umi No Shizuku Capsulas.
Page |3 Testimonio: Mary Schapiro Algo que se nos hizo sorprendente fue que la quimioterapia no le estaba causando efectos secundarios, ya que nosotros esperábamos que la quimioterapia provocara algunos de los efectos adversos que se mencionan en el paquete que nos dieron en la oficina de oncología, pero no fue así.
¡No vómitos, no nauseas, no cansancio, ninguna complicación!
Una vez me llegó la segunda botella de fucoidan (Imagen 6), aumenté la dosis a ocho cápsulas al día. Para este tiempo, ya le habían dado tres ciclos de quimioterapia y sus glóbulos blancos se mantenían dentro de lo normal. Hasta la cuarta quimioterapia, se presentó una reducción en sus glóbulos. Mi esposa perdió 50 libras de líquido en tres meses. Su piel empezaba a verse mejor y a pesar de que perdió su cabello, nadie podía notar que estuviera enferma.
Imagen 6. David Shapiro en la oficina de Kamerycah Inc. en Torrance, CA.
El 12 de octubre de 2010, le sacaron otros rayos X del pecho y mostraron que los pulmones no tenían las lesiones que anteriormente estaban presentes. En el TAC del mes de octubre, se encontró lo siguiente: “Existe presencia de algunas lesiones pulmonares debido a la presencia de una metástasis. Las lesiones han disminuido en tamaño y aquellas lesiones pequeñas que estaban ya no están presentes.” Por ejemplo, en el lóbulo izquierdo, la lesión ha disminuido de 1.00 cm a 0.70 cm. En el lóbulo derecho, la lesión ha disminuido de 1.2 cm a 0.90 cm. El tamaño de la lesión en el lóbulo posterior derecho ha disminuido de 2.5 cm x 2.6 cm a 1.5 cm x 1.3 cm (Imagen 7 & 8). Le preguntamos al oncólogo que esperaba ver en estos resultados y nos dijo que él no esperaba ninguna reducción en el tamaño de los tumores porque la quimioterapia solo controla las lesiones para que no incrementen en tamaño.
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Imagen 7. Lóbulo izquierdo con lesiones de 1.00 cm. Lóbulo derecho con lesiones de 1.2 cm. Lóbulo posterior derecho es de 2.5 cm x 2.6 cm.
Imagen 8. Lóbulo izquierdo disminuyo a 0.70 cm. Lóbulo derecho disminuyo a 0.90. Lóbulo posterior derecho disminuyo a 1.5 cm x 1.3 cm.
Le damos el crédito al Fucoidan por haber ayudado a que el tamaño de las lesiones disminuyera. Sabemos de antemano que las posibilidades de reducir el tamaño de un tumor son casi una en un millón. La lesión que se encontró en los ovarios no ha cambiado en forma ni en tamaño. Los doctores creen que no es maligna y que puede ser tratado quirúrgicamente una vez se hayan terminado los ciclos de la quimioterapia (2 ciclos mas). Mi esposa está en muy buen estado y ha recuperado energía y salud. Está poniendo todas las esperanzas en que Fucoidan podrá ayudarla. Nosotros sabemos que sin el Fucoidan esto no hubiera sido posible. Vamos a continuar comprando el Fucoidan por lo menos un año más o hasta que el cáncer no sea visible. Ya después, decidiremos si continúa con la misma dosis o si la disminuimos para prevenir un relapso.
David Shapiro