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Proyecto de sensorización en Fashion

Sandía Fashion trabaja con Basf en un proyecto para democratizar el uso de sensores entre sus socios y reducir al mínimo el consumo de agua

de palés, etc) en cada camión ‘cargamos’ entre un 30-40% de aire”. Otras medidas sostenibles son el uso de palés reutilizables y cartón reciclable.

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Campaña estable

En Sandía Fashion comienzan la campaña con una previsión similar a la del año pasado, 1.500 has y 75.000 toneladas, pese al descenso de volúmenes del ciclo de primavera temprana. “Al principio habrá algo menos de superficie, pero esperamos tener buenos rendimientos y calidad”.

Su ‘core business’ es la sandía nacional pero dos meses antes de empezar la campaña en Almería, abren el mercado con algo de producto de Senegal. “Sirve de palanca para posicionarse en los mercados y abastecer a los clientes hasta que comienza a haber producto español”. Esa mini campaña de importación comenzó con algunos problemas logísticos, pero en líneas generales ha ido bien y se han reducido los costes de los fletes respecto a 2022. “Aunque aún no estamos al nivel de 2019, se está regulando”.

Uno de los principales caballos de batalla de la agricultura es el agua. “Vamos a depender mucho de la climatología y de la limitación de recursos hídricos”, afirma Joaquín Hidalgo, coordinador general de Grupo AGF-Sandía Fashion. Para minimizar los efectos de la sequía, este año en Sandía Fashion tienen un proyecto para avanzar con sus socios productores en sensorización de cultivos. El objetivo es “intentar reducir en la medida de lo posible el consumo de agua. Llevamos años trabajando en ello y queremos democratizarlo en todas las fincas”. Para ello trabajan con Basf y un partner fabricante de la casa de semillas, tanto en dispositivos como en variedades adaptadas a las distintas zonas de cultivo, que permitan optimizar el consumo hídrico.

Postureo ‘verde’

Como recuerda Hidalgo, “la agricultura no gasta agua, consume agua. Porque producimos alimentos y es necesaria”. Empresas como Sandía Fashion se afanan en aprovechar cada gota y, al mismo tiempo, los supermercados aumentan las certificaciones en materia de sostenibilidad. Una tendencia que, a juicio de Joaquín Hidalgo, conlleva “un cierto postureo en algunas medidas, sobre todo de cara al consumidor”. “Hay algunas medidas que son más efectivas y fáciles de implementar, como cargar camiones completos. Y no se hace. Con las normas de recepción de mercancías de los supermercados (medidas