SINERGIA 8: GRUPO DE 1898

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Reportaje de Joaquín Costa: Un paso al Regeneracionismo «Doble llave al sepulcro del Cid para que no vuelva a cabalgar», un conocido lema Regeneracionista de Joaquín Costa. Joaquín Costa Martínez nacido en Huesca en 1846, y fallecido en Huesca en 1911). Fue un político, jurista, economista e historiador español, el mayor representante del movimiento intelectual decimonónico conocido como regeneracionismo,​ con sus conocidos lemas «escuela y despensa» y el lema que se muestra en la entradilla de este reportaje. Inició sus primeros estudios en la cátedra de Latinidad de Graus. Trabajó y estudió en Huesca y Madrid, donde se doctora en Derecho civil y canónico y en Filosofía y Letras. En Madrid como pasante, colabora en la Revista de España, en la Revista General de Legislación y Jurisprudencia y en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, donde presenta sus Estudios jurídicos y políticos y su Teoría del hecho jurídico individual y social. Más adelante, será profesor y hará un Plan de una Historia del Derecho español en la antigüedad. Continuando con el contexto histórico de la vida de Joaquín Costa, la intensa labor geográfica desarrollada, tiene como objetivo incorporar a España a las políticas de expansión y al “espíritu civilizador que agita a todas las naciones europeas”. Los cambios en la economía y política que la extensión de los ferrocarriles y barcos de vapor estaban provocando, afectarán a los temas agrícolas necesitados de profundas reformas en una economía global. Su fracaso político le radicaliza verbalmente, acercándose en sus últimos años al socialismo. Joaquín Costa volvió a donde vivía antiguamente, desilusionado y desencantado con la clase política española, incluido el proyecto republicano. Con respecto a su pensamiento en política y sociedad se destacan estos aspectos: Cambio radical en la aplicación y dirección de los recursos y energías nacionales (presupuesto volcado en educación, colonización interior, obras hidráulicas, repoblación forestal, investigación científica, etc.)... «en suma, desafricanización y europeización de España». Reforma de la educación en todos sus grados, «rehaciendo y refundiendo al español en el molde europeo» (el plan es muy detallado y se observa en él la impronta gineriana). Propuso un sistema de nuevo comercio Legislación social (contrato de trabajo, seguro social, cajas de retiro). Pág. 3


«Sanear y europeizar nuestra moneda, mediante la europeización de la agricultura, de la minería y del comercio, de la educación nacional, de la administración pública y de la política, así general como financiera, que reponga la confianza de Europa en nosotros», decía Costa. Creación de un poder judicial digno Autogobierno local: municipalización de servicios públicos y de ciertas industrias o comercios (tranvías, teléfonos, alumbrado, baños, lavaderos, fuerza motriz, tahonas, carnicerías, hielo, etc.). «Renovación del liberalismo abstracto y legalista imperante, que ha mirado no más a crear y garantizar las libertades públicas con el instrumento ilusorio de la Gaceta... sustituyéndolo por un neoliberalismo orgánico, ético y sustantivo, que atienda a crear y alianzar dichas libertades con actos personales de los gobernantes principalmente, dirigidos a reprimir con mano de hierro y sin tregua a caciques y oligarcas», una de los fragmentos más conocidos de su opinión con respecto al sistema político del S.XIX.

Conclusión: - Joaquín Costa escritor, abogado y político, se puede decir que fue un revolucionario de su época. Tenía muy claro que para resolver los problemas del país, éste tenía que modernizarse y hacer cambios legales e institucionales. Cosas que actualmente se siguen haciendo. Como por ejemplo: - Una buena base educativa, para todos por igual, al mismo nivel que los demás países. - Colaboración con otros países, tanto a nivel monetario, político y social. - Que los contratos laborales sean dignos y bien pagados. - Tener recursos al final de esa vida laboral (pensiones: “caja de retiro”). - Por último que la sociedad esté bien protegida a través de los recursos públicos (vivienda digna, seguridad social, educación -colegios, universidades…-, infraestructuras -carreteras, hospitales, …-).


Pág. 4 Escultura de Joaquín Costa realizada por José Gonzalo Víves, (Zaragoza). Reportaje realizado por: Francisco J. Parrado e Irene García 4ºF IesChN Pág. 5


Crítica literaria sobre ‘‘​Juan de Mairena’’​ de Antonio Machado. Juan de Mairena está representado con la figura del profesor informal. Los pensamientos de Juan de Mairena reflejan las ideas de Machado. Juan de Mairena es un filósofo cortés, un poco poeta y escéptico, que tiene para todas las debilidades humanas una benévola sonrisa de comprensión y de indulgencia. Mira las cosas con su criterio de librepensador, en la más alta acepción de la palabra, un poco influido por su época, la de fines del siglo pasado, lo que no impide que ese juicio de hace veinte o treinta años pueda seguir siendo actual dentro de otros tantos años. Juan de Mairena está hablando sobre la muerte. Sus reflexiones sobre la muerte están conectadas con las preocupaciones sobre el tiempo. Puede ser que Antonio Machado esté insinuando la Guerra Civil. El hombre según de naturaleza tiene que tener miedo de la muerte, pero como Juan de Mairena dice: El hombre, sin embargo, se encara con ellas, y acaba perdiéndoles el miedo. La muerte que todo lo apaga y que transforma a alguien en nadie, y a nadie en nada, y con tiempo a nada en nunca. Realizado por: Laura Gascón y Jose Gámez​ 4ºF Pág. 6


RESEÑA BIOGRÁFICA DE LOS AUTORES DE ‘‘LA GENERACIÓN DEL 98’’ - Miguel de Unamuno Nació en Bilbao en 1864. Estudió Filosofía y Letras en Madrid y fue catedrático de griego en la Universidad de Salamanca donde ejerció muchos años como rector. A causa de su oposición a la Dictadura de Primo de Rivera, fue desterrado a la isla de Fuerteventura. Regresó en 1930 a Salamanca donde murió el 31 de diciembre de 1936. Unamuno es el escritor más representativo del 98 y todos sus compañeros de Generación admiraron y respetaron su inigualable y contradictoria personalidad, la profundidad de su pensamiento y su estilo apasionado. Toda su obra está llena de preocupación y problemática filosófica; pero sin perder su valor literario. El autor siente una gran angustia ante la muerte y un deseo de vida eterna que permita al hombre seguir existiendo. El problema religioso y la búsqueda angustiada de Dios son un tema constante en su vida y en su obra. Su estilo no tiene un claro propósito artístico; es seco, robusto y no siempre elegante, pero extraordinariamente exacto e incitante. Le interesa expresar su mundo interior y convencer a los lectores, por ese orden. De ahí que su tono sea apasionado y que sus razonamientos no estén ordenados, sino en un continuo movimiento de vaivén. Su vehemencia hace que utilice cadenas de sinónimos como si con una sola palabra no bastará para expresar todo su complejo y rico mundo interior. Su producción literaria es muy extensa, utilizando todos los géneros literarios: La novela, poesía, ensayos y artículos, cuentos... - José Martínez Ruíz, Azorín Se llamaba José Martínez Ruiz. Nació en Monóvar (Alicante) en 1873 y vivió en Madrid dedicándose al periodismo y a la literatura. Pasada su juventud vivió una vida tranquila sin hechos destacables y murió en 1967. Pág. 7


Sintió profundamente los problemas de España y centró su atención en Castilla: sus pueblos, sus hombres, su paisaje y su pasado histórico y literario. Su estilo es muy personal, llamando poderosamente la atención su arte descriptivo. Es capaz de percibir los más mínimos e insólitos detalles de la realidad. Se vale de una técnica impresionista muy cercana a la utilizada por la pintura o por el cine, que consiste en seleccionar unos cuantos detalles significativos de lo que quiere describir para darnos, a través de ellos, la esencia íntima de la realidad descrita. Su prosa, de estilo inconfundible, se caracteriza por una elegante, primorosa y elaborada sencillez. La sintaxis es simple: frases cortas, normalmente coordinadas o yuxtapuestas. El léxico, por el contrario, tiene gran riqueza y precisión. - Pío Baroja Nació en San Sebastián en 1872; murió en Madrid en 1956. Fue médico pero abandonó su carrera para dedicarse a la literatura. Viajó mucho; sin embargo, su vida fue bastante tranquila. Baroja fue un hombre solitario, independiente y profundamente sincero. Su visión de la realidad española es amarga y pesimista, lo cual se refleja en sus obras, pero también se plasma su espíritu sensible lleno de humor y, a veces, de ternura. Critica claramente los vicios que aquejan a los españoles con una marcada intención reformista. Todas las obras de Baroja pertenecen al género narrativo. Sus personajes suelen ser rebeldes, arrojados e intrépidos en contraste con su falta total de fe en el mundo y en la acción. Escribió sesenta y seis novelas además de otras narraciones. Entre ellas destacan: La busca, Mala hierba, Aurora roja, La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz, Zalacaín el aventurero, Camino de perfección. - Ramón María del Valle-Inclán Nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra) en 1866 y murió en Santiago de Compostela en 1935. Después de una accidentada estancia en México, paso la mayor parte de su vida en Madrid; aunque siempre estuvo vinculado a su tierra gallega. Fue conocido tanto por el valor de su obra literaria como por su extraña figura: largas melenas y barbas, vestidos estrafalarios y gestos desmesurados de gran señor. Perdió su brazo izquierdo en una pelea. Dirigió en Roma la Academia Española de Bellas Artes. Pág. 8


Cultivó todos los géneros literarios, pero destacó en la novela y en el teatro. Su estilo está marcado por dos etapas bien diferenciadas. Las obras de la primera están escritas en una prosa refinada y exquisita, llena de musicalidad y de sensaciones de color. La segunda se caracteriza por una visión pesimista de la realidad, que se expresa a través de un lenguaje desgarrado y de un humor deformante. - Antonio Machado Nació en Sevilla en 1875; pero siendo aún muy pequeño se trasladó a Madrid con su familia. Fue profesor de Francés en los institutos de Soria, Baeza, Segovia y Madrid. Cuando vivía en Soria, se casó con Leonor Izquierdo. Consiguió un beca para ampliar sus estudios en París, pero tuvo que regresar a causa de la enfermedad de su esposa. Su muerte causó en el poeta un gran dolor que marcó toda su vida. Al estallar la guerra civil española, su espíritu liberal y republicano hicieron que apoyara la causa del pueblo con su verso y con su ejemplo. En los últimos días de la guerra, como tantos otros, marchó a un pequeño pueblo de Francia llamado Collioure, donde murió en 1939. La poesía de Antonio Machado tiene tres temas principales: la intimidad del poeta, el paisaje o mundo exterior a él y su amor por Leonor, muerta al poco de casarse. Su mundo interior está hecho de recuerdos, añoranzas, ensueños (mundos imaginarios creados por el deseo y la soledad); y por el sentimiento del paso del tiempo. El paisaje es Castilla y es Andalucía, porque vivió en ambos lugares; son las gentes castellanas, su historia pasada y su vida presente. También es la realidad nacional vista con sentido crítico. El amor de su mujer hace que salga por algún tiempo de su soledad y ensimismamiento. Pero vuelve a ellos cuando Leonor muere. Realizado por: Lucía Vargas y Jesús Balbuena 4ºF Pág. 9



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