por el signo ankh. Es el símbolo de la vida eterna; el circuito vital irradiado por el Principio descendiente sobre la superficie (sobre la pasividad que lo anima); el penetra en el trasfondo hasta el infinito, lo que se explica por la línea vertical. « El signo del ankh puede ser considerado también como el nudo mágico que une juntos una combinación particular de elementos formando un individuo. Puede igualmente simbolizar el destino, el nudo que une las diferentes influencias planetarias que hacen nacer al hombre con tales cualidades y tales defectos. » Lanéo-Villène ve, también, un « nudo » en el signo del ankh. El escribe 1: « Sostenido en la mano por las divinidades (o figurado cerca de ellas) el nudo - dicho cruz ansada - es ente todo un símbolo de ocultismo sagrado, porque, en la vida corriente, los que forman
nudos con algunas cuerdas o algunos lazos, sólo ellos saben desnudarlos facilmente, ya que ellos conocen el secreto; al igual que los iniciados egipcios seleccionaban todos los aspectos de los misterios del culto (ellos desnudaban los laxos invisibles) cuando se les había explicado las fórmulas de su esoterismo. El nudo representaba pues sobre todo, a hablar propiamente, en la antigua ciencia, el ocultismo protector de los misterios de la religión. » Nosotros no podemos aceptar esta asimilación del signo ankh a un nudo hecho con cuerdas. Basta por otra parte examinar los diferentes documentos egipcios para constatar la forma rígida de este símbolo. 1. Le Livre des Symboles, t. V, 1933, p. 268.
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