El duende quiso madrugar. nº 1

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EL DUENDE QUISO MADRUGAR REVISTA LITERARIA

Subtítulo del catálogo

PRIMER NÚMERO. OCTUBRE 2015.

MARIANO JOSÉ DE LARRA. Vuelve con nosotros. RINCÓN DE LA POESÍA: Título de la barra lateral Poesía mexicana, con Francisco de Terrazas. 

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Ejemplar gratuito Publicado en internet

La leyenda negra de SANTIAGO APÓSTOL y la deuda de la historia.


EL DUENDE QUISO MADRUGAR El duende quiso madrugar Número primero. Octubre de 2015. Es una publicación de Francisco Javier González de Córdova. Es una revista literaria de publicación mensual de difusión gratuita vía internet. Esta publicación se terminó de editar el 29 de septiembre de 2015 en México D. F. El contenido de los textos es responsabilidad del autor, cuya libertad de expresión viene amparada en la Carta de Derechos Humanos. Publicación sin fines de lucro ni patrocinada por ninguna organización o empresa. PROHIBIDA SU VENTA Pintura de portada: Caprichos de duendes y monjes, nº 70, de Francisco de Goya. Revista de edición libre para Rincón Filológico: https://riconfilologico.wordpress.com/ Esta obra está licenciada bajo la Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Para ver una copia de esta licencia, visita http://creativecommons.org/ licenses/by-nc-nd/4.0/.

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Humilde pero con entusiasmo surge este primer número de esta revista literaria. En un intento de recuperar la esencia de un gran periodista y escritor como fue Larra, su Duende Satírico vuelve a nosotros para desvelarse ante este nuevo proyecto que pretende llevar a cada casa que nos abra sus puertas un pedacito de lo que pretendemos transmitir a nuestros lectores, aquellas ansias del costumbrista escritor que, mediante cuadros sociales, pretendía hacer despertar a su público, que dormía ante los escombros de su realidad. No se pretende aquí cambiar el mundo, ni tenemos el deseo de alcanzar altos lares. Entretener es la base de la literatura, no a modo de circo, pero sí desde un punto de vista didáctico, para el lector que le pueda servir. De nuestro lado está uno de los grandes escritores españoles del siglo XIX, el cual nos va a acompañar por este largo camino que iniciamos ahora. Será Mariano José de Larra nuestra ilusión para seguir transmitiendo y difundiendo esta revista que acaba de nacer. Sabemos que no tenemos competencia, empezando porque no estamos abiertos al mercado competitivo. Nuestro andar es libre, como libre es aquél que decida introducirse en la lectura de estas páginas. Invitado estás a acompañarnos. Por ti, lector, estamos aquí, para ti escribimos y por ti, aunque creas que no, vivimos. Ambos nos complementamos. Bienvenido.

ÍNDICE Mariano José de Larra

4 Las nuevas costumbres

7 Noticias Pifias

9 Rincón de la Poesía

11 Poema al mundo. La leyenda negra de Santiago Apóstol y la deuda de la historia

13 Citas célebres

16 Lectura recomendada

17 El teatro del fin del mundo

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Francisco Javier González de Córdova Página 3


MARIANO JOSÉ DE LARRA

Costumbrista, de alma Larra parecía predecir el romántica, Mariano José declive que conduciría a la de Larra escribió una sociedad de su época; la continua crítica social en historia a veces cuenta que sus artículos periodístifue un desencuentro amocos. Muy joven mostró roso lo que le condujo a su desencanto hacia la su final dramático, pero sociedad de su país, dibujando con en sus escritos veremos mejor el sus palabras cuadros costumbristas motivo del mismo. que demostraban la decadencia de un pueblo que, lejos de recuperarse de sus perpetuas crisis, caía irremediablemente hacia un abismo que parecía no tener fin. EL DUENDE Y EL LIBRERO

–Buenos días, señor librero. ¿Qué le trae a usted por aquí?

–Vaya, no empecemos con la modestia.

–Amigo, lo que a todo el mundo le hace ir y venir: el deseo de ganar la vida y, si se puede, de agenciarse algunas superfluidades.

–No, señor, no es modestia, es comodidad, pereza, reflexión, todo lo que usted quiera.

–Siéntese usted, que no vendrá usted tan de prisa, y explíqueme en qué puedo servirle.

–Vamos, y ¿qué quería usted que escribiera? Para fastidiar al público siempre se está a tiempo; además... que... en verdad... no tengo nada que decirle por ahora.

–Señor, hablemos claro, y ahorrémonos de palabras; vengo a animar a usted a que escriba, y a que escriba para el público. –Hombre, mal pleito trae usted.

–Pero, es posible...

–¡Por Dios! ¿No tiene usted nada que decirle? Y ¿no ve usted los abusos, las ridiculeces; en una paPágina 4


labra, lo mucho que hay que criti- sin que nadie se pueda ofender. car? –Es cierto; pero no se puede evitar –¡Criticar! ¡Ay! Usted está loco; mi que haya tontos que se crean el librero ha perdido la cabeza: objeto de la sátira del autor, cuan¿piensa usted que reservo yo la mía do éste tal vez no les ha hecho el para lances de honor? ¿O usted cree honor de acordarse de ellos para que tengo yo gusto en vérmela ro- tomarlos por modelos; y menos se ta? puede evitar el que muchos de es–Eso no, usted habla en chanza: el tos tontos quieran echarla de vaGobierno vigila sobre la seguridad lientes, y vayan todos los días a de los individuos que están a su desafiar al redactor, que tiene encuidado, y castigaría a cualquiera... tonces que dejar a todas horas la pluma para tomar la espada, y dar –Sí, señor, el Gobierno vigila sobre satisfacción particularmente a cada la sociedad; y la sociedad no cesa de individuo de los que componen el conspirar a desbaratar los buenos público de lo que sólo ha dicho a fines del Gobierno; sí, señor, éste éste en general; y yo no hago ániprotegería tal vez a quien criticase mo ahora de empezar mi carrera los vicios y los abusos, porque estos militar; me ha parecido siempre siempre conspiran contra el Go- más cómoda la del bufete, porque bierno; castigaría también, es cier- aprecio las cabezas de mis semejanto; pero, Señor librero, ni el Go- tes tanto como la mía; y soy de bierno podrá evitar que una paliza opinión que más bien se hicieron acabe con mi gana de criticar, ni a todas para discurrir que para recimí me importará nada que el Go- bir golpes, prueba de ello lo muy bierno cuelgue al que me la haya fáciles que son de romper, y lo pegado, a no ser que le cuelgue poco que resisten esa clase de ejerantes de pegármela. ¿Y qué necesi- cicio... dad tengo yo de matarme por los –Conque, es decir, que mi visita es abusos de otros? en balde... –Mejor sabe usted que yo que se puede criticar sin nombrar a nadie, –Pero, hombre, si pide usted coPágina 5


sas... –Pues yo no creo que usted, con ese genio que Dios le dio tan mordaz, deje de tener algo escrito que valga la pena de leerse; y vengo por ello. –Una cosa es que yo me divierta en reírme en mi cuarto de todo lo que me choca, y otra cosa es... –Sí, señor, usted tiene mil razones, pero yo no salgo de aquí sin llevar algo. –Hombre, déjeme usted en paz, no sea usted el diablo, que muchos se lo agradecerán. –Ahora mucho menos; y más, se ha de proponer usted dar un periódico, hay materia para ello, yo conozco que me puede valer mucho. –No, no, no, eso no; comprometerme a dar un periódico, no señor; supuesto que usted se empeña saldrán, sí, de la oscuridad unas cuantas hojas que escribí noches pasadas, y Dios quiera que no me tenga que arrepentir. Si como es regular me sigue el humor, publicaré otras cuando me acomode o pueda, por artículos sueltos; si no,

allí se quedará donde a mí se me acabe el gusto. –Conque, por último... –Sí, señor, por último, ha vencido usted, bien a mi pesar: ahí van esos borrones; póngalos usted en limpio, en la inteligencia de que no quiero que nadie sepa que yo soy el que los publico; póngales usted cualquier título, que en el día no se repara mucho en eso, y mientras más desatinado más gusta, es decir, más llama la atención, más se compra; de modo que ya eso del título es especulación del librero; pero entienda usted que no le doy licencia sino para anunciarlo, pelado de toda alabanza, nada de prevención, que juzgue el público lo que quiera. –Pero para venderlo... –Si no se vende, que no se venda; yo le abonaré a usted el gasto. Vaya usted con Dios, y hasta otro mes no me vuelva usted a incomodar.

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LAS NUEVAS COSTUMBRES Frente al televisor Un mundo de noticias se mueve en torno a nuestra sociedad. Según el territorio, unos medios están más al alcance que otros, según la decisión las políticas de turno, cuyo fin es mantener una imagen limpia y pura ante el espectador holgazán y acostumbrado que sabe amoldarse a lo que la caja tonta le dicta. Un nuevo cantante (Alitas de pollo) está de moda sin haber vendido aún ningún disco. Sin fama precedida le alaban. Su nombre, la primera vez que todos le escuchan. ¿Cómo llegó a la pequeña pantalla? Nadie se lo pregunta. Todos le oyen, pero nadie duda de las intenciones de los medios de comunicación. En pocos días saldrá su disco, que muchos comprarán porque lo vieron por televisión. Su música se parece a otras, pero no se le da importancia; cómo se va a pensar que tras sus canciones hay todo un estudio social, al igual que la imagen del artista, con el fin de llevarlo al estrellato. Menos mal que aún nadie se pregunta por qué salió en la televisión como una aparición, de la nada. Mi televisión tiene varios canales. Estoy muy bien informado. Uno defiende a un político; otro defiende a otro. ¿No son, por curiosidad, ambos políticos los que representan a los partidos mayoritarios? ¡Cuánto dinero tienen los grandes partidos, que incluso pueden mantener sus canales de televisión! ¿Que los canales les apoyan desinteresadamente? Por algún motivo son empresas que mueven grandes capitales. En cambio, los partidos pequeños, que no tienen su canal, parecen no convencer tanto; ¡mala suerte! Yo ya tengo mi canal favorito. ¡Qué buenos noticieros! ¡Qué razón tienen los de mi partido! Que conste que mi canal es imparcial; de vez en cuando una crítica a los míos; a la oposición se le deja hablar unos minutos (¡pero que malos son!). ¡Menos mal que el país va bien, a pesar Página 7


de las dificultades! Si gobernaran los otros, estaríamos en la ruina. Hay que tener paciencia, porque dentro de poco veremos los buenos resultados. ¡Qué cerdos son la oposición! Por su culpa, los buenos resultados no llegan; obstaculizan siempre las bondades de nuestro gobierno, que tanto hace por nosotros. ¡María, vente! Acabaron las noticias. Está a punto de comenzar la película de los once Óscars; en los comerciales cenamos. ¡Qué bien que se ve esta televisión que me regalaron por nada! ¡Imbéciles los que no la quisieron! ¿Otra vez frijoles para cenar? Maldita oposición, como está destruyendo el país. ¡María, ya empieza! Alitas de pollo patrocina la película.

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NOTICIAS PIFIAS

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RINCÓN DE LA POESÍA ¿Qué es poesía?, preguntaba Bécquer, y veía la respuesta en los ojos de la amada, así como también podemos encontrarla en la Naturaleza, incluso en nuestro bello pensamiento, en un gesto; en definitiva, en un sentimiento capaz de expresarse en cualquier forma, visible e invisible, tan propia de este enorme universo que nos rodea, físico y espiritual. En este rincón de la poesía que ofrecemos a nuestros lectores iremos ahondando en las distintas épocas para acercaros la belleza que a través de nuestros tiempos ha ido forjando nuestra cultura en forma poética. La historia de la poesía sigue su curso, tras un trayecto maravilloso que, poco a poco, iremos compartiendo con todo aquel que se acerque a estas páginas. El poeta que les presentamos a continuación posiblemente no es de todos conocido. Francisco de Terrazas, natural de México, hijo de conquistador español (1525-1600) ha llegado hasta nosotros no con una amplia obra, pero sabemos de los elogios que recibió de Cervantes y Baltasar Dorantes de Carranza, el cual lo definió como “excelentísimo poeta toscano, latino y castellano”. Terrazas, a parte de su obra con espíritu petrarquesco, nos relata la Conquista de México a modo de la Araucana de Ercilla. En esta ocasión les presentamos dos de los nueve sonetos que han llegado hasta nosotros, cuya belleza no puede dejar de recordarnos a la belleza con que Petrarca nos regaló en su Canzionere, donde el verso es la fusión de la queja y el amor que mueve a la poesía del Renacimiento en lengua castellana, época también conocida como Siglo de Oro. Les invitamos a disfrutar con Francisco de Terrazas.

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RINCÓN DE LA POESÍA DEJAD LAS HEBRAS Dejad las hebras de oro ensortijado que el ánima me tienen enlazada, y volved a la nieve no pisada lo blanco de esas rosas matizado. Dejad las perlas y el coral preciado de que esa boca está tan adornada; y al cielo, de quien sois tan envidiada, volved los soles que le habéis robado. La gracia y discreción, que muestra ha sido del gran saber del celestial maestro, volvédselo a la angélica natura; y todo aquesto así restituido, veréis que lo que os queda es propio vuestro: ser áspera, crüel, ingrata y dura. SOÑÉ QUE DE UNA PEÑA Soñé que de una peña me arrojaba quien mi querer sujeto a sí tenía, y casi ya en la boca me cogía una fiera que abajo me esperaba. Yo, con temor buscando, procuraba de dónde con las manos me tendría, y el filo de una espada de una asía y en una yerbezuela la otra hincaba. La yerba a más andar la iba arrancando, la espada a mí la mano deshaciendo, yo más sus vivos filos apretando... ¡Oh, mísero de mí, qué mal me entiendo pues huelgo verme estar despedazando de miedo de acabar mi mal muriendo!

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POEMA AL MUNDO LA LEYENDA NEGRA DE SANTIAGO APÓSTOL Y LA DEUDA DE LA HISTORIA

El pasado 25 de julio, día de Santiago Apóstol, me hice una pregunta que quizás pocos se han hecho en su vida: ¿Por qué un Apóstol de Dios, gran ejemplo de moralidad, aparece tantas veces dibujado sosteniendo un sable y dando muerte a musulmanes? Otra pregunta vino a completar la anterior: ¿Y por qué dichas pinturas hacen gala dentro de numerosísimas iglesias, sabiendo que uno de los mandamientos más predicados de la Ley de Dios es “no matarás”? Para contestarme a estas preguntas tuve que remitirme a los hechos históricos de la antigüedad, y me encontré, para mi alivio, la leyenda negra del Apóstol Santiago, que queda, para suerte del cristianismo, en mera leyenda y no en realidad, base de la historia. Antes que nada, uno debe acercarse al momento histórico del predominio de Mahoma, y cómo este nuevo profeta lleva la palabra de Dios con una perspectiva distinta a la Iglesia Católica, que va perdiendo territorios en el Viejo Mundo frente al nuevo movimiento religioso musulmán. Vamos a responder directamente a la cuestión que pretendemos tratar aquí. ¿Mató realmente Santiago a alguna persona, en este caso a algún musulmán? La respuesta es: No. Después de este gran alivio que habrán tenido, seguramente, los verdaderos cristianos, podemos seguir narrando qué sucedió a lo largo de la historia con respecto a esta persona, tan cercana a Jesucristo. Para empezar, sabemos que España se ha apoderado de la imagen de este Apóstol y lo ha nacionalizado. Ante todo, debemos quitarnos la Página 13


idea de que Santiago andaba por el país cantando el “yo soy español, español, español”. Antes de que hubiese existido este país, tras la muerte de Jesucristo, los apóstoles emprendieron la misión de propagar la palabra de Dios por los distintos puntos del mapa conocido. Santiago llegó hasta la Península Ibérica; se dice que pisó suelo gallego, y que a la altura de la actual Zaragoza vislumbró a la Virgen, madre de Jesús, tras su muerte. Santiago moriría en la Península Ibérica, pero no sería hasta muchos años después de su muerte cuando reconocerían su importancia y utilizarían su memoria para construir el estandarte por el cual animarían a los nuevos pueblos cristianos a alzarse en armas en pos de la conquista peninsular primero, para seguir con la conquista americana después. En una de las batallas importantes por el territorio (Clavijo, 844 d. C.), Ramiro I de Asturias tuvo la excelente idea, a modo de propaganda de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, de brindarle dicho triunfo al pobre Santiago Apóstol, ya fallecido siglos atrás. Y es que a uno no lo dejan descansar tranquilo. Según Ramiro I, la victoria “cristiana” fue posible gracias a la aparición del santo en el suelo de batalla. Ahí viene lo más perturbador de toda esta historia; sólo hay que imaginarse al santo animando a cortar cabezas del otro combatiente en nombre de Dios. Algunos aceptarán esta blasfemia, que adorna las iglesias católicas desde tiempos inmemorables. A otros les resultará una hazaña épica digna de la españolidad y el catolicismo, a pesar de la aberración de la historia que no conjuga en ningún momento con las Leyes de Dios o la moral digna de ningún pueblo. Este mito, quizás bello para algunos faltos de moral, deja una etiqueta poco favorable a un pueblo que no deja de estar en la boca del mundo internacional, que a día de hoy acepta en sus fronteras vallas de la muerte, e impide que puedan acceder fácilmente refugiados de otros países que sufren las masacres continuas de sus hermanos. Si han de limpiar su nombre, primero deben empezar corrigiendo los desastres provocados en la actualidad, pero sin olvidar limpiar el pasado que, a pesar del mito, Página 14


aceptarlo implica autoetiquetarse no sólo como xenófobo, sino además como ignorante. Aún hay mucho por hacer. ¿Por qué, Santiago, te recuerdan como no fuiste? Tú, Apóstol consagrado de bondad grandiosa, hasta lejanas tierras tu legado llevaste, y te pagaron con sangre, la historia tediosa. ¿Por qué, ni nunca heriste, te llaman “matamoros”? Imagen tienes de ser genocida en la tierra. Son las pinturas de la Iglesia con marcos de oro los que alaban tan lamentable imagen de guerra. Tú, pacífico, el quinto mandamiento te cuelgan, manipulación del clero; Dios no abre la puerta al traidor, a quien sus manos de sangre lo llenan, ni a quien anima a ensangrentar a su amada huerta. Con esas pinturas que te hicieron, se condenan, al pedir al pueblo de Dios matar en su nombre, ¡terrible blasfemia!, para alzar al mal que adoran y oscurecer así al bello espíritu del hombre. Francisco Javier González de Córdova

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CITAS CÉLEBRES “Para concebir una perfección se requiere cierto nivel ético y es indispensable alguna educación intelectual. Sin ellos pueden tenerse fanatismos y supersticiones; ideales jamás”. JOSÉ INGENIEROS. “Dos grandes verdades: primera, la necesidad de una religión en todo orden social, necesidad innegable pues que la experiencia no nos presenta en el transcurso de los tiempos un solo caso de un pueblo ateo; y segundo, el derecho común de los hombres por el cual ninguno de ellos puede adjudicarse más predominio sobre los demás que el que estos miembros quieran darle”. MARIANO JOSÉ DE LARRA. Quizá mi única noción de patria sea esta urgencia de decir Nosotros quizá mi única noción de patria sea este regreso al propio desconcierto. MARIO BENEDETTI.

Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo. ARISTÓTELES.

En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad. ARTHUR SCHOPENHAUER.

Cuando hayamos descubierto las leyes que rigen la vida, nos daremos cuenta de que el hombre de acción se ilusiona más que el soñador. Amo a la humanidad, pero, para OSCAR WILDE. sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos No existe la libertad, sino la cariño me inspiran las personas en búsqueda de la libertad, y esa particular. búsqueda es la que nos hace libres. FIODOR DOSTOIEVSKI. CARLOS FUENTES.

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LECTURA RECOMENDADA La lectura es un placer que nadie se debe perder. Uno de los grandes defectos de la sociedad es el desconocimiento de su historia, así como dejar en las manos de unos pocos el manejo y difusión de la misma que, en muchas veces, ha sido contemplada de manera muy diferente a la realidad. Sólo el lector puede vencer los obstáculos que difuminan a la historia de los pueblos; pero para ello se debe seleccionar bien lo que se lee. Para comenzar, les quiero recomendar un libro: La muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes. Se encontrarán ante una peculiar redacción, el pensamiento más profundo de un moribundo, Artemio Cruz, en un divagar continuo, la presentación de la toda una vida en un cerebro cansado por la enfermedad y los años, un estado difícil de comprender para el sano, y tan bien representado en esta magnífica obra que no deja de lado un contexto histórico importante, como es el antes y el después de la Revolución mexicana. No quiero dejar de invitar a que lean este libro sin antes ofrecerles uno de sus pasajes tan cercano a dos culturas, como son la mexicana y la española. Aún hay mucho que reflexionar en nuestras actuales sociedades; superar los errores que durante tantos siglos hemos ido arrastrando, y que nos hace vulnerables ante la cultura misma. Los libros (sólo los buenos, aún sabiendo que hay mucha confrontación a la hora de delimitar la calidad de los mismos) nos ayudarán a conocer la historia. Está en nosotros querer poner de nuestra parte para alcanzar dicho conocimiento. En el mar de la lectura existen barcos buenos y otros no tan buenos, o directamente malos; fracasaremos si no adPágina 17


vertimos nuestra situación y la calidad de nuestro navío: si aún seguimos a flote, o ya nos hundimos en la ignorancia.

A continuación les ofrezco uno de los párrafos magistrales de la obra que aquí les recomiendo: “[…] en las columnas blancas de los pórticos campestres y en las entonaciones voluptuosas del cuerpo y de la voz morirán los efluvios: habrá aquí una frontera: luego se levantará el pedestal sombrío de las águilas y los pedernales: una frontera que nadie derrotará: ni los hombres de Extremadura y Castilla que se agotaron en la primera fundación y después fueron vencidos sin saberlo en el ascenso de la plataforma vedada que les dejó destruir y deformar sólo las apariencias: víctimas, al fin, del hambre concentrada de las estatuas de polvo, de la succión ciega de la laguna que se ha tragado el oro, los cimientos, los rostros de cuantos conquistadores la han violado; ni los bucaneros que colmaron sus bergantines con los escudos arrojados desde la cima de la montaña indígena con una carcajada agria; ni los frailes que cruzaron el Paso de la Malinche para entregar nuevos disfraces a dioses inconmovibles que se hacían representar en una piedra destructible pero que habitaban el aire; ni los negros traídos a las plantaciones tropicales y alaciados por las avanzadas indias que ofrecieron sus sexos lampiños como un reducto de victoria sobre la raza crespa; ni los príncipes que desembarcaron de los veleros imperiales y se dejaron engañar por el dulce paisaje de palmacristi y fruta en drupa y ascendieron con sus equipajes cargados de encaje y lavanda a la meseta de paredones acribillados; ni siquiera los caciques de tricornio y charreteras que en la muda opacidad del altiplano encontraron, al cabo, la derrota exasperante de la reticencia, de la burla sorda, de lo indiferente: tú serás ese niño que sale a la tierra, encuentra la tierra, sale de su origen, encuentra su destino, hoy que la muerte iguala el origen y el destino y entre los dos clava, a pesar de todo, el filo de la libertad“ La muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes.

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EL TEATRO DEL FIN DEL MUNDO Llegamos al punto y final de este primer número de esta revista literaria. Seguiremos llenando páginas de literatura, y el mundo seguirá girando en torno a los mismos o nuevos ideales, con mayores fronteras si cabe y aún mayor número de muertos tras las espaldas de los que se dicen llamar liberadores del mundo. En esta nueva guerra mundial sin haber sido declarada oficialmente, nos mantendrán entretenidos con los deportes, el morbo de los programas de televisión o los foros populares de internet tan repletos de comerciales que pretenden mantener en todo lo alto un modelo de neoliberalismo cada vez más caduco. El telón ya se abrió para la nueva representación del mundo hace ya mucho tiempo, y aún no hemos pasado de escena, a pesar de la entrada de nuevos personajes. El público sigue expectante ante las historias contadas mediante el juicio de los más populares personajes y medios de lo absurdo. Ahora sí se podrá decir, a pesar de que se molesten muchos, que se les dan la basura que el público exige, quizás por el mediocre conocimiento de las cosas, aparte del aún menos interés por la realidad de los acontecimientos. Cuando está la pereza por abrir un libro es cuando más sencillo resulta difundir las mentiras convincentes, obviamente para las mentes menos trabajadas, que cada vez aumentan en número. La televisión tiene un papel muy importante, que se acrecienta con el convencimiento de los mediocres al creer que ahí siempre les tienen que contar la verdad. Una fe nacida de la pereza por adquirir conocimiento. La mercadotecnia está en su boom. Mientras que los líderes políticos hacen sus cuentas y estudios sociológicos derivados de la mediocridad humana que ve la televisión basura, los mencionados mediocres aceptan su papel, siempre que la oferta atienda a la gratuidad del método de enPágina 19


tretenimiento que exigen. La duda nos viene a los que rechazamos lo mediocre, y no entendemos cómo ante la oferta literaria gratuita que ofrecemos, sigue la gente apostando por la basura televisiva. Seguramente, los que aceptan dicha basura vean en esta oferta literarias una calidad pobre para sus expectativas. No podemos vender esto como lo mejor, pero tampoco creemos que pueda compararse a lo otro. No salvaremos la estupidez humana mediante estas palabras, ni tampoco es nuestra meta. Digamos que este es un método que ofrecemos para el entretenimiento del que acepte acercarse hasta nosotros; podemos o no funcionar, pero al menos tenemos la intención de ofrecer nuevas alternativas, aunque sabemos que no son tan nuevas, frente a lo ofrecido por gobiernos que no aparentan tener buenas intenciones con su pueblo (quédese ahí nuestra impresión al respecto). Sin ser los mejores, ni tampoco pretender entrar en la competencia, nuestra oferta es gratuita y diversa. Somos parte del mismo mundo, como así son nuestras letras, pedazos que aquí les ofrecemos, retazos que tanto nos representa. Mundo literario ofrecemos; mundo mismo al que pertenecemos todos, lo acepten o no. Francisco Javier González de Córdova

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Hasta el próximo número

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