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El hombre y la mujer, una construcción de la sociedad

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Introducción

Introducción

El hombre y la mujer, una construcción

de la sociedad

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Desde que nace y llega a este mundo el ser humano se vuelve en una construcción de su entorno, adquiere y representa los pensamientos y el actuar del entorno social y cultural que le rodea, el cual se le inculca desde pequeño. Dando un vistazo alrededor logramos notar una clara desigualdad que se sufre entre los dos géneros, una desigualdad generada y construida por la misma sociedad la cual le da más poder y privilegios al género masculino por la anticuada idea de que el hombre sólo por ser más “fuerte” tiene privilegios sobre la mujer, esto ha causado que culturalmente la mujer sea vista como alguien incapaz que necesita de un hombre para poder tener una vida plena, alguien que no puede aspirar a más que un hombre. En la mayoría de los casos el estigma social y cultural provoca que en muchas situaciones cotidianas la mujer no sea vista como un ejemplo a seguir, mientras que el hombre si, como si el hecho de ser o no ser de un género influyera en una actividad como el manejo de un vehículo o la organización de una empresa entera, en derechos y oportunidades el hombre y la mujer son exactamente iguales y aunque en algunas características no lo sean eso es lo que nos diferencia como humanos y el sabio conocimiento de esto nos permite avanzar como sociedad pensante e inteligente. Nos han impuesto esta idea desde niños que incluso en la actualidad la desigualdad se ve normalizada. En las tasas de desempleo casi siempre han sido más altas para las mujeres que para los hombres, aunque siempre hay alguna excepción, como para los países desarrollados, si vemos estadísticas generales, solo el 49% son mujeres que tiene participación laboral, sin mencionar que muchas de ellas tienen que adaptarse a la mala calidad de trabajo, solo porque en la sociedad que vivimos la mujer no es capaz de tomar un empleo clave o fijo. Tomando en cuenta todo lo ya mencionado, podemos concluir que en la actualidad se sigue viendo la desigualdad de género, aunque ya no de una forma tan marcada como antes, esto mismo formándose en el entorno en el que uno crece desde que nace, en el ejemplo que se le da y la forma en la que se le enseña al ser humano, siendo esta discriminación más evidente hacia la mujer que hacia los hombres.

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