EDITA
Patronato Adolfo Lozano Sidro
COORDINADOR DEL CATÁLOGO
Miguel Forcada Serrano
DISEÑO Y MAQUETACIÓN
Nerea Cordeiro Cerviño
Fran A.H. Alvarado
TEXTOS
Miguel Forcada Serrano
Balbino Montiano Benítez
Juan Carranco Hernández
M. Esperanza Durán Ruiz
Fran A.H. Alvarado
(Francisco Ángel Hernández Alvarado)
IMPRESIÓN
Imprentas Arroyo
FOTOMECÁNICA
© de los textos, sus autores
© de las fotografías, sus autores
© de esta edición, Patronato
Adolfo Lozano Sidro, 2023
COMISARIADO
Y SELECCIÓN DE OBRAS PARA EL CATALOGO DE LA EXPOSICIÓN DE ESCULTURA
Balbino Montiano Benítez
Juan Carranco Hernández
M. Esperanza Durán Ruiz
Fran A.H. Alvarado
El escultor Venancio Blanco vino por primera vez a Priego en 1990 invitado por D. Antonio Povedano para impartir una conferencia en el marco del III Curso de Paisaje y tuvo conocimiento de que el Ayuntamiento de Priego estaba montando un horno de fundición como base de una Escuela Taller que formaría a jóvenes en las técnicas de la fundición y de la forja.
Entrevistado por el Periódico ADARVE, D. Venancio Blanco pronunció estas palabras:
“Priego es un pueblo inquieto y muy sensible y estos valores va a obligar a muchas cosas. Aquí se puede montar no solo un taller de fundición sino otros talleres que por desgracia se están perdiendo y hasta despreciando. Las dificultades que puede encerrar la fundición no son tantas como las que puede tener otro taller, sino que son específicas. Yo he querido durante muchos años montar un taller de fundición en la Escuela de Artes Aplicadas y no lo he logrado. Pero eso no es culpa del taller de fundición. Priego en cambio tiene mucho a favor, aquí hay una escuela taller y muchas inquietudes. Ahora bien, ¿cómo se le puede sacar rendimiento a una fundición?. Yo me refiero a lo bonito que sería una fundición en Priego volcada hacia las necesidades culturales. Hay muy pocos escultores fundidores; el que en Priego hubiera una gente joven que disfrutara con el hecho plástico que encierra el recorrido de una idea hasta verla en bronce, eso sería importante. Yo no pensaría en una fundición para ganar dinero, sino para preparar a gente joven en ese enriquecimiento cultural”.
Sus palabras se convirtieron en un curso de Dibujo y Escultura en Bronce que se mantiene en Priego, treinta y tres años después…
Miguel Forcada Serrano
La idea
Hay una idea que no me deja dormir, abro mis ojos, miro a mi alrededor e intento conciliar nuevamente el sueño. Una sensación de vacío y lleno a la vez invade mi cuerpo, quiero expresar muchas cosas y se atropellan unas y otras; no puedo interpretar absolutamente nada.
Demasiada información, demasiadas líneas, volúmenes, espacios, texturas y un sinfín de posibilidades que las encuentro necesarias para conformar algo diferente se encuentran difusas y sigo sin entender nada.
No veo lo suficientemente claro, el pensamiento se transforma en sueño, el sueño en pesadilla y me encuentro inmerso en una espiral que no tiene salida. Una sensación de ahogo colapsa todo mi ser. No tengo aliento suficiente, y de forma estrepitosa, un enorme ruido dentro de mi cabeza me bombardea una y otra vez.
Me retuerzo en la cama luchando con mi interior, quiero decir muchas cosas y no encuentro nada. Un momento, a lo lejos comienzo a ver algo de luz, parece que asoma con la nitidez necesaria y tengo la sensación que se me va a escapar de un momento a otro, lucho por mantenerla junto a mí, lo más precisa posible y observo con rabia como se marcha entre mis dedos.
Me levanto agitado, me falta la respiración, empapado de sudor cojo rápidamente mi libreta, mis lápices y comienzo a realizar anotaciones, palabras sueltas, trazos que se asemejan a todo aquello que por un momento era lo que verdaderamente quería expresar.
Por un segundo, la tranquilidad se apodera de mí, y todo aquello que por un instante era negro y gris comienza a disiparse, y se convierte en algo tangible.
Mi escultura toma forma, ha sido un día duro de trabajo, estoy extremadamente cansado y me encuentro en el mismo lugar donde todo comenzó.
Es muy tarde y hay una idea que no me deja dormir deben transmitir estas experiencias.
Balbino Montiano Benítez DirectorSegún palabras del maestro
A lo largo de nuestra vida son muchos los aprendizajes, algunas enseñanzas proceden en primera instancia de nuestra familia, de nuestro entorno más cercano, de las sucesivas etapas de enseñanza hacia una formación académica y profesional y cada vez más a través de las redes sociales. En un frenesí de continuos acontecimientos que nos afectan a todos y a todas, es necesaria una pausa y reflexionar, fundamental para desarrollar un pensamiento crítico y generar aquellos valores que favorezcan nuestro crecimiento personal, necesitamos de personas sensibles, tolerantes y comunicativas para conformar un mundo menos hostil y más esperanzador.
En la práctica artística y en concreto en la fundición es vital la cooperación de todos sus participantes, hay una gran variedad de procesos constructivos, estando muy pendientes de las necesidades técnicas en cada momento, reconociendo las posibilidades que nos ofrecen los materiales y sus estados, en el taller se desarrolla una labor intelectual (ya lo decía el maestro), en una búsqueda muy personal por comunicarnos a través de un lenguaje propio de formas, ante nosotros se presentan muchas posibilidades y nuestras sucesivas decisiones nos aportarán una riqueza de experiencias, donde el camino será el mejor aprendizaje.
Es un recorrido donde se establece un continuo diálogo entre el artista (esa cabecita loca donde afloran otras maneras de ver el mundo y un rico vergel de conexiones) y el artesano (donde convergen todo lo necesario para llevarlo a cabo, su aportación será meditada desde el oficio), ambos tendrán su momento, alternando su protagonismo y estableciendo una relación que no tendría sentido del uno sin el otro, (según palabras del maestro Venancio).
A menudo tenemos la dicha de cruzarnos con esas personas que cambian para siempre nuestra percepción del mundo y nos enriquecen con su obra, su enfoque o sus actos, ya sean anónimas o reconocidas por todos, sus enseñanzas se transmiten pasados los años a través de sus alumnos como es el caso, continuando su legado. Gracias a todos esos maestros y maestras de vida por su pasión.
Se dice que cuando el alumno está preparado aparecerá el maestro.
Juan Carranco Hernández ProfesorVuelve
Vuelve el olor a cera, la música de los pasos por Rivera de Molinos, el baile del humo sobre la incandescencia de un fuego que aviva la ilusión de nuestros alumnos, ansiosos por descubrir un nuevo mundo, un nuevo proceso que cada día les acerca más a la obtención de su escultura. Cada obra nueva se une a un gran libro de conocimiento lleno de experiencias dibujadas por un espíritu sensible, motivado por el cultivo del conocimiento.
Este año hemos contado con una armonía maravillosa la cual debo de agradecer a todos y cada uno de los alumnos cuyo trabajo e ilusión ha generado la perfecta unión y baile que han seguido al unisono durante los procesos siempre con entusiasmo. Es curioso como personas tan dispares en procedencia, pesonalidad y edad son capaces de trabajar juntas, casi sin conocerse, siguiendo un camino común, siempre con una sonrisa llenando un espacio tan grande de ilusión y alegría sin perder la concentración ni el ritmo.
Muchos piensan que somos unos locos por pasar las semanas más calurosas del año al lado del fuego. Yo creo que estos cursos son pequeñas dosis de energía positiva que en un mundo cada vez más hostil nos permiten crear un pequeño oasis en el que escapar y ver el mundo con otros ojos, acercando el conocimiento y la cultura al corazón de nuestros alumnos.
Cada año el corazón dicta la palabra
Cada año el sentir es distinto…
Cuento los años según mi calendario y como mi existir comenzó en agosto, para mí, año nuevo está en este mes, porque cada uno puede inventar su calendario ya que todos los calendarios son inventados.
Esto lo vengo haciendo este mes y en esta tierra desde 2009*
Cada año es igual pero distinto.
Este año la ‘hippie’ descalza de dibujo que se tira por el suelo y luego me ayuda con el catálogo es distinta pero se porta igual: este año Nerea es la Ana del año pasado.
Este año repiten Manolo y Carmen, que tienen un cachito de mi corazón con la forma de un cárabo. También repiten Anabel, Tamara, Juan Manuel y Aurora. Ella ha repetido mucho, no porque lo hiciese mal sino porque le gusta esta celebración lo suficiente como para estar con nosotros un año más; ya me ha dicho que este año es el último y, como todas las familias, esta de la fundición sigue creciendo. Se incorporan amigos, nietos, parejas y hermanos políticos… Los nuevos son Manuel Jesús y Ana (ellos son pareja, creo), Juamna, Miguel (el de Tamara), David (me contactó por Instagram) y Pepe. También han venido María, José y Jaime (estos forman un trío muy bonico), Alba, Juan Antonio (el del lince) y Chen (qué buen ‘Dj’, todas las canciones que pone me gustan).
En mi año nuevo las campanas las tocan Esperanza, Juan y Balbino, que este año ha venido con María (qué carita de sueño más linda). Cada año es igual pero distinto.
Y después de lo recorrido, este año, como siempre, de madrugada le robo horas al sueño para recordar que ya son 10 los años, 5 de alumno y otros 5 de profesor, que cuento las fiestas en este bastión de la subbética y mi pensamiento viaja saltando de agosto en agosto: El primero fue el de mi primogénito, el segundo el de las avefrías, el tercero fue el de ‘Alba’, mi lechuza que, por “hartible” instalé en un ventana haciendo una pieza de 2 metros de altura. Luego vinieron la flautista, Venancio y la presentación de la flautista con sus clases de dibujo. No, me he saltado uno. Tengo que pensar… También está el año que vine a enseñarle a Marta los petos de cuero que me había hecho y el año del trombo que vinimos a visitar a Bea, la Choni, Gil y Javi. Todo esto pasó antes de la flautista. Luego están estos últimos 5 años de profesor; echo de menos a mi Andrés y a Lolita, los tres nos rejuntamos para aprender juntos (otro trío).
Ah, muy importante, el año que le presenté a mi Andrea a Venancio y caigo en que este año el Maestro cumpliría 100 años.
Siempre celebro mi año nuevo inventado en agosto, siempre en Priego y sobre todo este año en el que mirar al cielo me es más necesario…
Gracias por caminar conmigo y hacerme feliz.
* A excepción de los años en los que el curso no se pudo celebrar
Venancio Blanco
Aurora García-Calabrés Ballesteros
Anabel Pareja Ocampos
La mejor ola está por llegar
