55.
La expresión se entrena imitando. Los músicos saben esto y dedican muchas horas a la imitación de los sonidos musicales. Pero cualquier sonido puede servir como modelo para imitar. Una vez traje unas campanas de bambú a una clase y le pedí al grupo que tratara de acercarse lo más posible en la imitación de las campanas con sus voces. Escuchamos el original, luego tratamos de reproducirlo, escuchamos nuevamente, tratamos otra vez, hasta que comenzamos a comprender todos los parámetros de este enrevesado sonido. Usted podría hacer lo mismo con otros productores de sonido: un reloj despertador, un juguete mecánico, el barrer de una escoba, un sonajero de bebé, etc. Lo principal es perseverar, escuchando e imitando, hasta obtener el mayor parecido posible.
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