TRES DESEOS

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TRES DESEOS


Portada L. Alfonso MartĂ­n Delgado


TRES DESEOS


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CONSIGNA DEL DOMINGO 26 DE ABRIL DE 2015 Tema

TRES DESEOS

Ponente

HORACIO TORT

Se trata de pedir tres deseos al Genio de la Lámpara y justificar el pedido. Reglas: 1) No se puede pedir deseos generales para la humanidad, como que se acabe el hambre, que haya paz en el mundo, etc. 2) Tampoco deseos familiares o para un tercero. 3) Tienen que ser tres deseos, inventados o reales, pero bien personales y egoístas. Pero, ojo, que el Genio de la Lámpara garantiza el cumplimiento. ¡A pensar en uno y a escribir! Saludos y buena semana para todos.

Daniela Acher Devuelta

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El deseo nos saca de nosotros mismos, nos desubica, nos dispara y proyecta, nos vuelve excesivos, hace que vivamos en la improvisación, el desorden y el capricho, máximas expresiones de la libertad llevada al paroxismo. El deseo reivindica la vida, el placer, la autorrealización, la libertad. Unos planifican su vida, mientras que otros la viven al ritmo que les marca el deseo. El deseo de vivir y de hacerlo a su manera. Por eso sus autobiografías son más descriptivas que explicativas, pues sus vidas no tanto se deben a los resultados u objetivos cumplidos, sino al sentido inherente al mismo proceso de vivir. Y este proceso, de uno u otro modo, lo establece siempre el deseo. Si bien el deseo rebosa incertidumbre acerca del itinerario, a muchas personas les garantiza la seguridad en cuanto a los pasos dados. Bien entendido el deseo no es una voz oscura, confusa y estúpida, sino que en una persona madura es luminosa, clara e inteligente. Se dice que es emocional. Visto de este modo, el deseo se convierte en el portavoz de uno mismo. Eduardo Punset

(Fragmento del libro El alma está en el cerebro. Apuntado para ir inspirando la consigna por: Cristian Williman)

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María Gabriela Failletaz

LOS TRES DESEOS AL GENIO DE LA LÁMPARA

Ya que tenemos al Genio y es gratarola, sencillito nomás... (paradójico: lo que se desea mucho, es poco).

1- Que el amor venga para quedarse porque se siente convencido y cargado de energía, superando a los anteriores y removiendo mis recelosos puntos de vista. 2- Que la vida me ofrezca un espectro de oportunidades de crecer en mis proyectos laborales y profesionales. 3- Que mis seres queridos estén cerca para que la felicidad sea completa siempre.

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Mariano Durlach

LOS TRES DESEOS

Siempre me dio un poquito de cuiqui eso de pedir deseos; me vienen a la mente los innumerables chistes acerca de los genios y su interpretación literal de los pedidos mal formulados... Otras veces me tengo que poner a hacer cuentas para no equivocarme... Finalmente y sin soberbia imagino pidiéndole al genio... ... Libertad. No de la que habla Frankl, que de esa siempre la tendré... Digo de la otra: de la que me permite moverme por donde yo quiero peeero que depende del poder de otros. ... Salud. Creo que tengo mucha responsabilidad en la calidad de mi salud y puedo ser protagonista en un alto porcentaje, peeero algunas variables no sé cómo controlarlas, así que una ayudita me vendría bien. ... El amor de mis seres queridos. Creo hacer lo necesario para recibirlo peeero, nuevamente siempre puedo equivocarme. Si así fuera, tener la tranquilidad de que el genio me va a asegurar su compasión y misericordia me tranquilizaría... Decía que -sin soberbia- si tuviera esas tres cosas aseguradas... creo que del resto de los deseos que se me puedan ocurrir me puedo ocupar yo. Con mejores o peores resultados...

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Paula Ancery

TRES DESEOS

Anoche me agarré un bajón bárbaro pensando en la consigna. Porque me di cuenta de que no se me ocurría absolutamente NINGÚN deseo que no tuviera que ver con viajar a mi pasado y cambiarlo. Doblar a la derecha todas las veces que opté por doblar a una izquierda que efectivamente resultó siniestra, esas cosas. Y minga de que si no me hubiera mandado todas las cagadas que me mandé hoy sería una persona distinta. ¡POR SUPUESTO que sería una persona distinta! ¡Sería y me sentiría mucho mejor! Pensé por un rato en la idea de jugar con eso pero, desgraciadamente, los deseos tendrían que ser muchos más que tres. Así que, vista esta limitación y las otras restricciones que hizo Horacio, abandoné toda pretensión de ser original. He aquí mis tres deseos: 1) Salud. 2) Dinero. 3) Que el tercer deseo pueda serle otorgado a mi amorcito, que mordió el vidrio por demás otra vez, para que él elija lo que quiera. Era esto o no participar. Gracias. Hasta luego.

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Antonio Lendínez Milla

LOS TRES DESEOS

Siempre está bien que sean tres, es un número mágico, cabalístico donde los haya, redondo sin duda. El primero: lograr la atención plena, el mindfullness, el estar presente en el aquí y ahora, en cada instante. No hay mejor forma de vivir sino es estando atento a este momento. Donde todo pasa y la vida transcurre siempre. El pasado nos conforma, y el futuro es incierto. Siempre se vive en este momento. El segundo: lograr saber qué soy, quién soy de verdad. Entiendo que eso me dará la seguridad y el conocimiento de mi mismo. El fin de esta existencia. Esa esencia que en el fondo soy; la que perseguimos todos: conocernos. Una vez que me conozca, sin duda entenderé mejor todo, no en vano -soy de la opinión-, todos somos iguales. Lo que nos pasa a cada uno, le pasa a todo el mundo, o puede pasarle. Mis reacciones, miedos e inseguridades, son las de todos los seres. Si las entiendo, y las conozco, conoceré mejor al ser humano. Nada extraño me es ajeno, también me atañe. Y el tercero: un deseo muy sencillo. No es bueno estar solo, ya se dijo. Aunque siempre lo estamos, andar solitario no es mi vocación. Y aunque tengo amigos y amigas, que aprecio y necesito, y prefiero estar solo a mal acompañado, mi deseo es el de la pareja, de la que se está enamorado, recíprocamente y en correspondencia, como ella lo esté de mí, en ese equilibrio. Desde lo más físico a lo más profundo del intelecto. Que ese amor sea mutuo y en la misma medida. Esa insatisfacción no colmada que se transforma en el placer mutuo. Tener por ella la misma admiración que ella pueda tener hacia mí mismo. Intelecto, mente y cuerpo, en deseo y libertad a un tiempo. Ambos unidos en libertad. No quiero nadie a mi lado que no sienta el amor y la calidad que quiero para mí mismo. Lo demás es cuestión de trabajar en el día a día, en el cambio constante, en la evolución. En la respuesta amante, tranquila y sosegada, abierta a la libertad. En el entendimiento y aceptación del otro, como de uno mismo. No quiero para quien amo, ni para los demás lo que no quiero para mí.

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Santiago Moure

TRES DESEOS

Querido genio: 1) Deseo escribir algo. 2) Deseo escribir algo que guste. 3) Deseo escribir algo que guste y perdure. Desde ya, muchas gracias. Santiago.

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Mauricio Castello

TRES DESEOS

1.- Salud mental plena. 2.- Salud fĂ­sica plena. 3.- Tener un deseo mĂĄs por cada uno cumplido.

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Daniel Goldenberg

TRES DESEOS INร TILES

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Deseo encontrar una lรกmpara como la de Aladino.

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Deseo que la lรกmpara contenga un genio.

3 Deseo que el genio me devuelva los tres deseos que acabo de malgastar.

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Horacio Tort

TRES DESEOS

Según dicen, y vaya uno a saber si es cierto, cuando Gandhi estudiaba en Inglaterra había un profesor bastante racista y prejuicioso que estaba todo el tiempo provocándolo. Y en eso estaba cuando una vez le preguntó, frente al resto de los estudiantes, qué sacaría de una bolsa entre dos opciones, una de las cuales era sabiduría y la otra mucho dinero. Sin dudarlo Gandhi respondió que sería el dinero. Socarronamente el profesor le respondió que esto era un error, que él elegiría la sabiduría ya que el dinero se termina, pero la sabiduría no. Ante esto, Gandhi le retrucó que le parecía muy bien, ya que cada uno elige lo que no posee. Y como la idea de esta consigna es justamente esa, pedir aquello que no tenemos y justificar el pedido, no tengo ninguna duda de que mi primer deseo es pedir mucho dinero. Pero mucho, en serio. Algo así como el próximo Loto con Jack Pot. Por qué tanto, se preguntarán algunos, si el dinero no hace la felicidad, frase que, por algo será, jamás escuché de boca de un millonario. No he tenido una mala vida, no me quejo, he tenido buenos trabajos, he podido, con mucho esfuerzo, darle a mis hijos la mejor educación que el dinero puede pagar (a nivel colegios) e hice lo mejor que pude en casa también, pero para ello debí privarme de algunas cosas. Y si bien no soy una persona que ande corriendo detrás del dinero (probé una vez y quedé exhausto), sería tonto desaprovechar esta oportunidad para vivir bien, sin mirar el precio de las cosas, recorrer el mundo, poder ayudar a quien lo necesite. Mi segundo deseo sería tener una buena voz, poder cantar realmente bien, sin desafinar, algo así como una reencarnación de Sinatra o de Joe Cocker. Me encanta la música, me resulta una gran compañía y me encantaría que los perros a mí alrededor se sentaran a escucharme cantar en lugar de aullar y salir corriendo despavoridos, como sucede actualmente. Y por último, me gustaría que, cuando nos toque, tanto yo como mis seres queridos nos despidamos de este mundo rápidamente y sin sufrir. Porque no hay nada peor que presenciar el deterioro y sufrimiento de alguien a quien querés. Soy de los que creen que cuando morimos, al menos los que fuimos buena gente en vida, nos vamos a un lugar donde nos esperan aquéllos que partieron antes que uno, para compartir con ellos aquello que nos vinculaba en vida, sólo que de alguna manera

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potenciado. Así es como estarán los que me esperan para jugar un partido de fútbol en una Bombonera repleta, o para una vuelta de golf en Augusta, tomar un té con tostadas a orillas del Thames o para sentarnos a una mesa de póker sin límite de apuesta en el casino de Montecarlo. Si bien no lo sé a ciencia cierta, por eso prefiero pasarlo lo mejor posible en esta vida terrenal, creo que es un lugar de disfrute, por lo cual no le tengo miedo a la muerte y la tomo con naturalidad. Sólo quiero que ella sea benévola al elegir la manera de llevarnos. Creo que con eso me las puedo rebuscar bastante bien. Y tengo en claro por qué no pido otras cosas que muchos eligen. Salud me sobra (no veo un médico por enfermedad desde que tenía 26 años), me siento genial y no me interesa chequearme ni saber de antemano nada que afecte mi vida. Si algo tiene que venir, vendrá. Sabiduría tengo lo mínimo indispensable como para no ser un necio o un estúpido, pero al mismo tiempo no tanta como para que se convierta en una carga. Amor es algo que no quiero que me venga de arriba ya que no quiero perderme la etapa de seducción y conquista, tan agradable en sí misma. Bueno, eso es todo, los dejo. Me voy a jugar al Loto, quien les dice esta consigna sirve de llamador de la suerte.

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Luis Alfonso Martín Delgado

LOS TRES DESEOS

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¿Cómo podía haber sabido qué clase de genio era ése? Aquel hombre negro simplemente confió en sus palabras, tal y como había oído que hizo el árabe Aladino. Ni sabía cuántos días llevaba caminando solo y perdido por el desierto. Había salido de su pueblo centroafricano huyendo de la pobreza, del hambre, de la nueva esclavitud. Nunca habría podido conseguir el dinero que las mafias le pedían para llevarlo hasta la costa, donde lo hacinarían junto a otros como él en unas barcazas viejas y sin la más mínima seguridad que lo llevarían hacia quién sabe dónde. Quizás sólo hasta el punto en el que las podridas maderas dijeran basta y se rindieran al embate de una ola, dejando su carga de miseria a la deriva. Ni soñar con conseguir esa infame cantidad de dinero, por eso decidió hacer el camino solo. No sabía cuántas noches hacía que salió de su miserable cabaña ni cuántos días hacía que vio la última señal de vegetación. Nunca pensó que el desierto fuera tan grande ni tan desierto. Pero estaba decidido a seguir, nada lo detendría. Por eso, cuando vio entre la arena sobresalir algo parecido a una vasija, se lanzó a desenterrarla y comprobar si contenía algún tipo de líquido, tal era la necesidad de beber que en ese momento tenía. Pero cuando la tuvo entre sus manos y se le apareció el Genio comprendió que no era una vasija, sino una lámpara genial y pensó que sus males habían terminado. Le sonó a gloria escuchar al Genio decir eso de - Pídeme tres deseos y te serán concedidos. Así que sin pensarlo respondió con rotundidad: - Quiero ser BLANCO, MUY BLANCO. Sabía que en el lugar al que quería llegar el color de su piel sería un gran inconveniente para conseguir sus objetivos.

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No he podido resistir la tentación de versionar un viejo chiste sobre tres deseos cumplidos.

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- Quiero tener AGUA, MUCHA AGUA. Sólo necesitaba recuperar fuerzas bebiendo, estaba dispuesto a afrontar el resto del camino con determinación si disponía del agua necesaria. Y por último, le salió de dentro el macho que había abandonado su poblado; quizás para siempre: - Quiero ver CULOS DE MUJERES, MUCHOS CULOS. Quería sentirse como el más poderoso hombre de su tribu, con muchas mujeres a las que poder mantener. Nunca podía haber imaginado que lo que había encontrado era la lámpara del Genio de la Mala Leche. El genio más guasón e hijo de puta que jamás se había conocido en el Sindicato de Genios. Sólo cuando se vio convertido en un BIDÉ lo comprendió.

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Claudio Beller

TRES DESEOS

1.- Volver a ESA noche en París cuando cumplí 19 años. 2.- Saber francés para entender lo que decís. 3.- Que ESA noche dure una eternidad.

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Cristian del Rosario

TRES DESEOS

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Ver nacer a mi hija.

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Que mi hijo me hable de rugby hasta nunca cansarnos.

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Ver con ella el amanecer en una isla griega.

ÂżSe puede pedir mĂĄs? No, gracias. La vida fue generosa conmigo, no quiero abusar.

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Mariasi Cañizal

TRES DESEOS

No hablamos de los 3 deseos que pedimos siempre al soplar las velitas o al ver una estrella fugaz o en Año Nuevo, ¿no? Yo por lo menos pensé en 3 deseos de esos tan hedonistas (como pidió la consigna) que ni me animaría a pedir por frívola petulante.. - Vivir en la casa de mis sueños, a orillas del mar, cerca de todas las personas a quienes quiero, que acudan a ella cuando les venga lindo, haciendo ejercicio cuando quiera, cantando y tomando clases de todo lo que se me antoje hacer, cocinando cosas ricas, con bodega propia y sin ningún problema de dinero ni de obligaciones. Con mis hijos y sus amigos incluidos, obviamente. Cuando no esté viajando por cualquier lugar del mundo pasándola bomba. - Pasar mi vida amorosa con el mayor de los amores, placeres y entretenimientos. Podría incluir pareja estable y amantes de a ratos, sin generación de problemas para ninguna de las partes. - Capacidad para disfrutar de todo esto hasta bien entrada la vejez y ¡sin engordar! (Al final no pude escapar de pedir siempre lo mismo: amor, salud y dinero ¡bah!..)

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Horacio Petre

TRIOLETTE

Un deseo cumplido es una especie de contradicción... algo así como un pez en la red... ¡Ya no es más un pez! Un pez es algo imposible de pescar y que siga siendo pez, por definición. Así y todo, si pienso en cosas que anhelo o desearía se cumplan o se hubieran cumplido, no puedo salir de todo lo concerniente a cuestiones familiares, fundamentalmente mi padre y mi hijo, pero intuyo que no tiene que ver con el tono jocoso propuesto por Horacio. Entonces... como yo soy flor de jodón y me siento inevitablemente atraído a todo lo que sea hinchar los kinotos y festejar sin motivo la alegría de la vida, planteo los siguientes tres deseos, que le pediría al Genio salido de la lámpara frotada: 1- Tener pelo en la cabeza. ¡Muchísimo pelo!! Para dejármelo largo, para cortármelo, para teñírmelo, para rapármelo y volverlo dejar crecer... 2- Tener habilidad y precisión en los deportes. Fundamentalmente el fútbol. Poder patear un córner y embocarle al delantero que está mejor posicionado. Recibir la pelota y saber que corno hacer. Salirle al cruce a un atacante contrario y poder frenar su avance. Y ya que estamos hacer un par de goles decisivos y sobre todo lindos. 3- Viajar. Y se me ocurre ahora leyéndolos, que pensándolo bien, si se cumplieran, me sentiría contento como mono con manguera. Y claramente me importaría tres pitos todo el tema de la contradicción entre lo deseado y lo cumplido que mencioné al comienzo.

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Cristian Williman

EL DESEO MÁS QUERIDO

Con que se cumpliera uno alcanzaba. Así que cerré los ojos con toda la intención y apreté fuerte los párpados creyendo, quizá, que eso ayudaría. En un segundo repase en mi cabeza los deseos y al abrir los ojos sople con fuerza las velitas de la torta. Algunas flamas se apagaron enseguida, otras titubearon y algunas se resistieron ferozmente poniendo en riesgo el cumplimiento de mis anhelos y confieso que me fastidió un poco. Me pareció un atentado que usaran estas velas mágicas que fingían apagarse y volvían a encenderse. Me quedé un largo segundo mirando la torta y las velas humeantes. No me acordaba bien en cuántos cumpleaños había pedido deseos. Quizá no tantos. De más pibe pedía pavadas, cosas materiales. Luego fueron aspiraciones, lograr esto o aquello; y desde hace un tiempo meditaba más lo que quería y pedía más por otros. Había mucha emoción en mis deseos. A medida que pasaban los años me fui dando cuenta que fueron mutando del mero protocolo de la tradición a un momento de profunda conexión con lo que era importante. Era una manera de asomarse a la incertidumbre, a lo desconocido, a lo que vive más allá del terreno de nuestra posibilidad. De alguna manera comenzaba a entender que en cada deseo me estaba contando a mí mismo. Si querés, era una suerte de plegaria pagana, un pedido al universo de que ciertas cosas ocurrieran. Cosas que tenían un significado para mí. Ahora, mientras los aplausos y vocinglería sonaba a mi alrededor, internamente repasaba mis tres deseos. Una suerte de chequeo que había implementado para hacerlos conscientes. Hubo dos que fueron sólo para cumplir con el formato de tres: Había pedido seguridad económica, porque venía de una familia donde la falta de recursos siempre había sido un tema. No era cuestión de dinero, sino de ciertas condiciones para prosperar: una casa, trabajo, un plato de comida.

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El segundo deseo solía variarlo, pero básicamente pedía buena salud, en el sentido más amplio. Sentirme bien, claro, pero también poder disfrutar, compartir, mantener la curiosidad, buenos amigos, viajar, aprender. Estar en condiciones de salvar obstáculos, de eso se trataba. Mientras la rutina del cumpleaños mandaba saludar al festejado, me preguntaba si alguna vez esos deseos se cumplirían o si solo eran anhelos lanzados al viento que nos daban una vaga esperanza. Un comentario al oído me sacó de la abstracción: -Ojo con lo que deseas porque se te puede hacer realidad, me dijo un amigo en medio de un abrazo. Sonreí y nos miramos como si ambos supiéramos que estaba pensando: -Bueno, parece que no es cuestión de andar deseando asi nomas, ¿no? Hay que hacerse cargo de lo que uno pide, le dije. Aunque no había promesas, quedaba abierta una posibilidad. Si mis deseos eran concedidos demandaban responsabilidad. Este asunto de los deseos tenía sus reglas tácitas: había que pedirlos en determinadas circunstancias como cumpleaños o estrellas fugases; o con ciertos objetos especiales, como lámparas de Aladino, fuentes mágicas, etc. Y hasta se establecía ciertas formas de hacerlo. Esperaba estar haciéndolo bien. Mi tercer deseo me conectaba con mi historia y con mi parte más vulnerable. Quizá era el que más miedo me daba pedir, tal vez porque implicaba atravesar ciertos dolores, ciertas tristezas. Tal vez, porque como dicen los versos de la canción: "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver". En el medio del bullicio, hubo un momento de profundo silencio en mí. En ese instante sentí la emoción humedecerme los ojos; inclinándome hacia mi pecho apreté fuerte los párpados y escuché muy claro ese deseo tan querido vibrar en mi interior: sólo quiero volver a abrazarla. Sólo deseo que estuvieras aquí. No sé si fue la intensidad del momento, pero maravillosamente sentí una calidez que me envolvía y sólo pude sonreír.

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Ce Pérez Hillar

TRES DESEOS

Te dejo para que te desvistas, dijo el Mago, porque sólo desnuda acudirán los dioses y me besó en la frente. Sólo entonces se presentaron los cuatro: EL FUEGO... pedí lo que desees. EL AGUA... lo que necesites. LA TIERRA... pedí para todos. EL AIRE... sólo para vos. Tenía poco tiempo, tres turmalinas y un dios para ofender. Pero lo que deseo se parece mucho a lo que necesito, pensé. Como no respondían, repetí en voz alta ¡LO QUE DESEO SE PARECE MUCHO A LO QUE PRECISO! Nada. Bien... ¡ahí va! Tres piedras azules por lo que deseo para todos y para mí. El AGUA, sabia, sabrá arrimar lo necesario. O no.

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Amelia Molina Burgos

TRES DESEOS

¡Ah, la salud! ¡Ah, el dinero! ¡Ah, el amor! Sin ellos, al menos sin dos de ellos, esto de vivir se hace muy cuesta arriba. Y los tres son oscilantes y esquivos. Conozco a muy pocas personas que dispongan de todos en cantidad y calidad suficientes ¿Azar? ¿Esfuerzo personal? Yo diría que una mezcla de ambas cosas. Así que voy a hacer una abstracción y a imaginarme que los poseo a todos en la medida que me gustaría. No siendo del todo cierto, sería injusto que me quejara. Sólo tengo que mirar alrededor para agradecer por la parte que me ha tocado de cada uno. Al genio de la lámpara, que espero que sea un auténtico genio, le pediría: 1. Dormir ocho horas seguidas; o incluso siete... o seis (bueno, venga, dejémoslo en cinco), a pierna suelta, como una auténtica marmota. Que el insomnio no sea más que un mal sueño. Y por supuesto, en buena compañía. 2. Pasar una tarde a la semana, o un día completo con su noche cada quince días, con mis seres queridos que se fueron de esta vida, la única en la que creo. Escucharles la voz otra vez. Sentir sus abrazos. 3. Que nunca me falten las ganas de tener sueños.

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Julio Fernando Affif

SECUENCIAL

Tengo un deseo que vale por tres. Tomarte las manos. Un beso furtivo. Tocarte los pies.

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Carmen Navajas Rodríguez de Mondelo

TRES DESEOS EN UNO

¡Soy El Genio De La Lámpara! Apareció de repente cuando ella estaba intentando subirse un pantalón en un minúsculo probador. Ella pensó:”Lo que me faltaba, con este calor y tú aquí. Lo siento, no me interesa, tengo de todo y no quiero cambiar de compañía de móvil.” Él, asombrado, le dijo: “Sólo me aparezco una vez cada mil años y a una sola persona ¿Cuáles son tus tres deseos?” Ella seguía intentando ponerse el pantalón... “A ver... Uno, o me quitas muslo o me adaptas el pantalón a mis piernas... un moldeado esbelto y fibroso no estaría nada mal... Sigamos, unos centímetros más de estatura, un poco más largas las piernas a ser posible... odio los tacones... Y por último, por qué no, el pelo liso y sedoso y las canas fuera...” Por fin consiguió subirse el pantalón “¡Qué bien me queda! Estos espejos trucados hacen un tipo de jovencita...” Fue a pagar el pantalón. Estaba feliz ¡Qué bien encontrar una prenda ajustada a mi cuerpo! Por fin un tallaje real. Pagó con tarjeta de crédito y al enseñar el DNI vio que la foto era de cuando ella tenía treinta años.

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Mariángeles Soules

TRES DESEOS

1) Porque no quiero ser una carga para mi familia, deseo que cuando ya no pueda valerme por mi misma, el Señor me lleve hacia la vida eterna. 2) Porque soy cobarde y odio el dolor, deseo no sufrir accidentes graves ni largas enfermedades. 3)Porque disfruto mi libertad pero no me gusta la soledad infinita, deseo encontrar a esa persona tan especial para poder dar y recibir amor, compartir momentos de charlas, paseos, triunfos y preocupaciones, caminando siempre a mi lado, nunca más atrás ni más adelante

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Daniel Dionisi

TRES DESEOS

A los 10 años mi deseo era jugar en la primera de Independiente. A los 25 años mi deseo era jugar en la primera de Independiente. Y ahora, a los 53, mi deseo es jugar en la primera de Independiente Con la nueve. La diez la va a usar el Bocha. Por suerte todavía no se me cumplió, porque las velas del barco de la vida las infla ese viento poderoso llamado deseo. Así que yo… sigo entrenando.

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Guillermina Silva D’Herbil

TRES DESEOS

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Deseo desear siempre que alguien esté aquí.

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Deseo que siempre sea verano.

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Deseo llorar de risa, muchas noches por semana.

Pero cuando paso por debajo de un puente por el que está pasando un tren, sólo deseo Salud, Dinero y Amor

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María Guerra Alves

TRES DESEOS

Querido genio de la lámpara: Es muy difícil reducir los deseos a tres, cuando se tienen tantos sueños. Y como los que elegí son iguales en importancia, prefiero no enumerarlos y separarlos sólo con viñetas. Confío en tu palabra. Has cumplido en otras ocasiones, en momentos mucho más complicados que el actual. Ahora no pretendo una fecha exacta, pero, si fuera posible para mi cumpleaños, que será el próximo 19 de mayo, lo valoraría más aún. ¡Muchas gracias! − Recuperar la salud, que ninguna enfermedad vuelva a ser parte de mí y vivir muchos años, a pleno. − Volver a ver juntos a los tres seres que más amo. No como antes, sino como debería ser ahora, en un presente mucho mejor que el pasado. − Convertirme en una escritora reconocida.

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Elena Herrero Navamuel

LOS TRES DESEOS

Me pasé tanto tiempo deseando cosas con tantísima intensidad que el Universo debió de colapsarse de pura emoción contenida. Tanto deseo reprimido me llevó a errar en mis decisiones, a valorar en exceso la mediocridad ( cuando no ruindad) de lo ofrecido y a acelerar en demasía mis actitudes. Sin saberlo, muy despacio, fui dejando de desear para dar paso a existir simplemente. A vivir, a transcurrir, a incorporarme a la vida y, sobre todo, a dejar atrás mis miedos. Y así, el universo se descolapsó, y la máquina del tiempo y de los deseos retomó su engranaje natural, como un reloj bien engrasado y limpio y poco a poco todo volvió a su cauce, y los deseos que ni siquiera yo sabía que existían en mi, tomaron forma ante mis ojos y se instalaron en mi vida sin pedir permiso. No me atrevo a desear nada de nuevo, no vaya a ser que colapse otra vez al Universo, aunque siempre quedan ilusiones, proyectos e ideas que pugnan por salir de las entrañas. Y como tal, no como deseos, las enumero: - Que mi proceso de liquidación de gananciales termine de una vez después de 6 años de peleas, enfrentamientos y miserias expuestas. - Que mi proyecto de casa-hogar-taller-refugio-estudio salga adelante. Tengo hasta plantados los esquejes para trasplantar... - Que lo maravillosamente feliz que me siento ahora mismo se prolongue hasta el infinito y más allá.... contagiando a quien esté a mi lado de este bienestar permanente que me acompaña desde hace un tiempo.

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Andrea Goldberg

TRES DESEOS

Supongamos que hay tal cosa como un genio que venga a concederme a MI, 3 (tres) deseos. Egoístas, como dice la Acher. ¡Va! A partir del día de la fecha y hasta finalizar los campeonatos del año, ganará Boca cada superclásico sin excepción. Ok. ¿Y el segundo deseo? ¿Qué? ¿Hay algo mejor para desear?

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EDICIONES LIPE DOMINGO 3 DE MAYO DE 2015


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