Mayra Lucía Carrillo Colmenares - María Angélica Carrillo Español - Julia Margarita Barco Rodríguez
sus esencias. Por lo tanto, desde este modelo, se plantea para la enseñanza del dibujo la necesidad de cultivar una disposición sentimental por parte del aprendiz que le permita concentrarse, vaciarse de lo exterior y poder entrar en un estado interior. Así, el primer trazo hace presente las fuerzas contrarias mediante las cuales el dibujante habrá de dar lugar a la “metamorfosis” que le permitirá alcanzar la plena forma; en el que mancha y vacío se presentan como ciclo continuo a partir del cual la vida se hace presente en la imagen creada. Si bien en el texto ya mencionado no se referencian los discursos preexistentes como recursos que el dibujante ha de tener en cuenta para formarse e integrarlos a su trabajo o, por el contrario, desecharlos, se sabe que la filosofía y tradición del pensamiento oriental poseen también sus estilos y por ende sus maestros. Sin embargo, es la preparación sensible del dibujante la que ha de lograr que la representación de las cosas, en su propia vida y fuerza, primero surja en el interior del artista y, cuando este haya alcanzado la madurez, habrá de surgir en los signos que su mano creará con el fin de evocar los nexos vitales que unen el universo.
Imagen 38. Jonnathan Castiblanco Cabrera. La muerte. Poéticas del Dibujo 2013 - I.
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