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PO Viero
Sagitario
¡Nosotros
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Capricornio Acuario
Tu destino es
Puerto Carreño
(Meta) (Vichada)
Un viaje guerrero lleno de aventura
Descubre tu destino Macarena según tu signo
te llevamos!
Piscis
Guateque
Tu destino es (Boyacá)
Te encanta estar de fiesta en pueblitos mágicos
Garagoa
Tu destino es (Boyacá)
Los lugares llenos de arquitectura bonita y tranquilidad son perfectos para ti
Tauramena
Tu destino es (Casanare)
Estar rodeado de agua, naturaleza y vistas increíbles llenan tu alma.
¡HAGAMOS AL HOMBRE A NUESTRA IMAGEN Y SEMEJANZA!
Un gran abrazo espiritual a todos nuestros queridos lectores de la revista AVENTURAS MACARENA en su número 42 que sea el Señor el que los bendiga y proteja. Como en la revista anterior se nos acerca una gran fecha el dia del padre tan importante como la del día de la madre. Y quiero reflexionar con ustedes lo que significa ese cuarto mandamiento de honrar, respetar, amar y valorar a Padre y Madre. Empecemos con esto: Hijo el día que ya no pueda más ir por ti, no te olvides venir por mí. Si un día yo ya no recuerdo tu nombre, ven y recuérdame quién eres tú. Si un día ya no puedo expresar mi orgullo y mi amor por ti, recuerda que mi alma nada de eso perdió. Eres y seguirás siendo la parte más importante de mi vida. Y si te pasa algo cuéntamelo, porque no es justo que riamos juntos y llores solo. Recuerda que tener un lugar donde ir se llama hogar, tener a quien amar se llama familia y tener ambas cosas se llama bendición. Los hijos podrán irse de la casa, alejarse de ti y de la familia. No querer ir a la Iglesia ni saber nada de Dios. Pero nunca podrán huir de tus oraciones. Queridas familias no nos podemos rendir, sigamos orando por nuestros hijos, presentándolos en todo momento delante de la misericordia de Dios. Abraza a tu familia y deja de pelear por tonterías, la vida se termina en un instante. Ama a tu familia agradece a Dios por ellos. Es doloroso escribir esto, pero se los dejo para la reflexión: en la casa de los padres caben todos los hijos, pero en la casa de los hijos muchas veces no caben los padres.
Carta de un hijo a los padres: ¡hola papá! Hoy quiero además de saludarte pedirte lo siguiente, pues es más que necesario para mi bien personal y el de nuestra familia. No me des todo lo que te pido. A veces solo pido para ver cuánto puedo coger. No me grites. Te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar a mí también, no quiero hacerlo. No me des siempre órdenes. Si en vez de órdenes a veces pidieras las cosas, yo las haría más rápido y con más gusto. Cumple las promesas buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo; pero también si es un castigo. No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos. Si tú me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir; y si me haces lucir peor que los demás, seré yo quien sufra. No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debes hacer, decide y mantén esa decisión. Déjame valerme por mi mismo, pues si tú haces todo por mí, yo nunca podré aprender. Cuando hago algo malo no me exijas que te diga el por qué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé. No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un aprieto. Me haces sentir mal y perder la fe en lo que me dices. Cuando estés equivocado, admítelo y crecerá la opinión que tengo por ti y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también. Trátame con la misma amabilidad con que tratas a tus amigos: que seamos familia no quiere decir que no podamos ser amigos también y que tienes derecho a tratarme bruscamente algunas veces. No me exijas que haga lo que tú no haces. Aprenderé y siempre seré lo que tu hagas, aunque no lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas. Enséñame a amar y a conocer a Dios, no importa si en el colegio me quieren enseñar, porque nada vale, ¡si yo veo que tu ni conoces ni amas a Dios! Cuando te cuente un problema no me digas “no tengo tiempo para boberías” o “eso no tiene importancia”. Trata de comprenderme y ayudarme. Quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo. Recuerda que soy tu hijo. Soy un pedazo de tus entrañas: ámame, perdóname y edúcame. ¡Que sea el Dios que compartimos en familia el que nos bendiga a todos! Por siempre el hijo que te ama.
Son muchos los padres que han partido a la eternidad, a la casa del Padre y hoy en esta nueva edición de la revista Aventuras Macarenas les hacemos un homenaje, en Don Rafael Sarmiento Medina, a todos los papás en el cielo de Flota la Macarena. Nunca se van del alma los que han hecho magia en nuestras vidas. Aunque nuestros ojos no los puedan ver, los podemos sentir, sabemos que están siempre con nosotros. Muchos se fueron sin despedirse porque sabían que si se despedían no los hubiéramos dejado ir. ¡Paz hasta el cielo!
¡Con un millón de bendiciones a todos ustedes queridos lectores y un abrazo inmenso les recuerdo que se les quiere con el corazón!