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Mención Especial en Castellano ME TOO (Relevos Montserrat Garnacho Escayo

Menciones Especiales en Castellano

#ME TOO (Relevos) Montserrat Garnacho Escayo

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Les mocines de Llinares Yo pa mi yá nun les quiero Que son mines esplotaes Nun quiero ser vagoneru… Popular . Llinares del Puertu, Llena . …Y entonces ese día fui a esperarlo a la salida, donde lampistería, para hablar . Y él no quería, claro, porque además salían todos . Y voy y le digo, Juan . Y me dice, ¿qué quieres? Y le digo, Juan, que es que tenemos que casarnos, que estoy preñada . Y dice, ¿y a mí, qué? Y le digo, ¿cómo que a ti qué? Y dice, sí, a mí qué me cuentas . Por esa bocamina tuya entran y salen muchos vagones sueltos… Y si me clava una puñalada no sangro, Lola, pero le digo, con ganas de cruzarle la pala así en los morros, que llevaba la pala del veinte en la mano, me había escapado un momento, tenía que volver corriendo con las otras, pero es que hacía unos días que ahora nunca lo veía, como si no quisiera darme cara… Y le digo, cómo tienes el cuajo de decir eso, Juan, si sabes tú de sobra que yo sólo duermo contigo . Y me dice, ¿ah, sí? ¿Y

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ahora se hacen durmiendo, las barrigas? ¿O se hacen picando los hombres en el corte y yendo y viniendo monte arriba y monte abajo tú con ellos, a los turnos? ¿O no te había dicho yo mismo de casarnos hace tiempo, pero que tenías que dejar el embarque y recogerte? Pues ahora pagas las consecuencias . Y le digo ¿y si dejaba la mina, quién sacaba adelante a los hermanos? ¿O ibas a darles de comer tú, que no te duelen? …Que mi madre se había muerto al nacer los mellizos y mi padre al poco, de accidente, en Congostinas, que por eso a mí me metieron en Llinares, que tenía catorce pero me pusieron dieciséis… Y le digo, además, que a tu voluntad se hizo todo, Juan, o no te acuerdas de lo que tú mismo dijiste: “Bueno, pues mientras crecen y no crecen, o hacemos vida de casados o te buscas a otro, que yo no voy a esperarte” . ¿O no fue así? Y bien seguro sabes que la barriga es tuya, Juan . . . Y me dice, no, yo no sé nada… ¿O no estabas la semana pasada jabonándole la espalda a Laude en la explanada, que bien que me lo dijo todo el mundo? Y le digo, y eso qué tiene que ver? Se la jaboné porque él no podía, que tenía mal el hombro… Y además que sabes tú de sobra que Laude y yo somos vecinos, nos hemos criado como hermanos… Y me dice, no, yo lo único que sé es que a las vagoneras os gusta mucho andar en danza, sois muy libres… Y le digo, bueno, Juan, pues entonces, qué… Y me dice, pues que éste no es lugar . Nos vemos a la noche en la tenada…

Y a la noche acosté a los niños y me puse un vestido de percal precioso de una tela de flores que él me había regalado hacía dos años, cuando empezábamos de novios, y salí por detrás para ir hasta El Cabán, que tenían ellos allí vacas, que en casa, no, él no pisaba, no quería yo, por culpa de los críos, y cuando llegué ya estaban esperándome . Él y otros cuatro, Lola . Cinco, eran . Pero uno, Arsenio, ése no entró . Ése era primo mío y ése se quedó de vigilante… Y lo único que te digo, Lola, es que, de aquellos relevos de aquella maldita noche tengo yo como tengo esta cadera . Nunca se me compuso . Desde los veinte años, que estoy coja . . . Y va y aún me dice, para irse, el asqueroso: esto es para que aprendas que yo no me caso con putas… Y allí me dejaron muerta, Lola, rota, con el vestido a cachos, que menos mal que como era septiembre y refrescaba, se me había ocurrido coger el chaquetón al salir y pude taparme así un poco por los hombros, que pregúntale a Delia la de El Ruso, si no me vio al pasar, de amanecida, y no me dijo, ay, Nieves, qué te han hecho . . . Y ese mismo día ya dejé los críos con Flora, la vecina, la madre de ese Laude que te digo, que mandé a buscarlos enseguida, y me fui de Malveo y nunca jamás volví, aunque sí supe que este desgraciado me andaba sacando cuartetas por el pueblo, él y los otros…

Y mira por dónde voy a encontrármelo hoy aquí de desayuno, sesenta años después, al Juan baboso, que ya has visto qué pintas, qué piltrafa, arrastrando las babas y el dodoti, que él ni me conoció… ¿Y dices tú que de dónde vengo, Lola, con esta corajina? De avisar . De hablar con la directora de la Residencia y con Abel y Sonia y todo el mundo . . . Y que, o me lo quitáis de mi mesa y de mi vista o, por éstas que le clavo un tenedor en la barriga y le arranco lo que le quede de cojones…

A Nieves G .G ., “Nieves la albañila”, nacida el 17 de septiembre de 1926 en Llanos de Somerón (Llena) . Y a Delia, que la vio pasar de madrugada por delante de su casa y me contó esta historia no hace mucho . . .