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Toponimia hispana

Ya incluso antes del año 1600, la cartografía elaborada por navegantes europeos dejaba en evidencia los nombres con que los españoles habían denominado diversos puntos importantes en el borde costero de estas latitudes del entonces llamado Mar del Sur, destacando entre estos Punta de la Galera y el Puerto de Corral, ambos nombres conocidos por su relevancia estratégica para el fondeo de navíos que encontraban gran abrigo en esta puerta de entrada al continente, entre las montañas costeras de la desembocadura del río Valdivia.

Fig. 3. Chile et Patagonium Regio. 1597. Barent Langens (+c. 1610). Fuente: Guarda & Moreno, 2010.

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Del mismo modo, en el afán de alcanzar el Estrecho de Magallanes antes que fuera ocupado por otros conquistadores, y con un sentido de unificación de los nuevos territorios conquistados, los españoles fueron encadenando reconocimientos geográficos a través de la toma de posesión y de nombramientos de los diferentes lugares a medida

que realizaban sucesivas avanzadas militares. En otras palabras, iban denominando el territorio a discreción, según sus propias concepciones e imaginarios culturales.

Los ejemplos cartográficos del siglo XVII y XVIII, generalmente derroteros, tienen un objetivo eminentemente práctico para los navegantes, a quienes se les proponen los accidentes geográficos más visibles para orientarlos, sea en el ingreso al puerto o los fenómenos de su entorno, desde volcanes en plena erupción a testimonios de su fauna y flora, dibujados a gran escala, no pocas veces con representaciones enteramente míticas, pero tan vistosas que permiten identificar sin equívocos las características del lugar. (Guarda & Moreno, 2010)

En este sentido, existen diveros topónimos que poseen este sentido práctico. Así como La Aguada (poblado ubicado en la zona norte de Corral) se refiere al aprovisionamiento de agua potable para una embarcación, y también a un paraje natural donde existe agua limpia y es posible surtirse de ella, del mismo modo, por Galera conocemos a un tipo de barco, muchas veces de guerra, utilizado ampliamente por diversas culturas desde la época antigua, que se impulsaba mediante la fuerza de los remos y también a través de los vientos, por lo que poseía una o más velas grandes, alcanzando su máximo esplendor en el siglo XVI. Podemos reconocer en este tipo de topónimos la cultura navegante e imperial que se encuentra detrás de los hechos históricos que han sido relatados por diferentes cronistas en torno a los viajes realizados por los conquistadores de América desde el siglo XV.

Por otro lado, la cosmovisión cristiana que los españoles llegados al continente traían en su imaginario colectivo los llevó muchas veces y en diversos territorios a lo largo del cono sur americano a recurrir a los hagiotopónimos con los que ya estaban familiarizados, muchos de los cuales se repiten en los diferentes territorios controlados por los conquistadores ibéricos.

Para bautizar un lugar, muchas veces los españoles recurrieron simplemente al santo que ese día indicaba el calendario. Así nos dice la historia que nació el topónimo San José de Alcudía, u otro ya olvidado, como la punta de San Mateo, en la bahía de Corral. (Bernales, 1990)

En este mismo sentido, Guarda afirma sobre la conquista del territorio: La posesión de esta parte de Chile llevaba incluida la de las comarcas vecinas y hacía casi inútil la repetición del ceremonial. Sin embargo, la misma operación se repitió en los puertos que se descubrieron después de éste, deteniéndose “en una punta muy señalada que sale mucho a la mar”, a la que bautizaron San Mateo, con motivo de ser ese santo del día. (Guarda, 1953)

En el caso de la localidad de San Carlos, al sur de Corral, lugar donde miembros del Real Cuerpo de Ingenieros Militares de España proyectaron la construcción de un fuerte que comenzó a materializarse a partir del año 1763, encontramos un símil en la comuna de Ancud, en la isla de Chiloé, donde también los españoles construyeron, en 1767, una fortificación militar que bautizaron con el mismo nombre.

Considerado como un fuerte marítimo y permanente, su nombre verdadero es “Fuerte Real de San Carlos de Borromeo”. Recuérdese que la toponimia de los conquistadores hace referencia a localidades propias de su península de origen. Pero esta denominación cristiana sólo duró el tiempo de la Colonia; transcurrido ese período, casi siempre se recuperó la toponimia indígena (Flandes Indiano Chiloense: un patrimonio invencible en el tiempo 2010. Ver bibliografía) Así, como diversos lugares y fortificaciones de Chile, América y España, el nombre otorgado a la fortificación ubicada al suroeste de Corral y, por extensión, al sector, se deba probablemente al honor que se rendía al santo milanés Carlos Borromeo (1538-1584) o como alusión u homenaje

al rey de entonces, Carlos III, monarca del país ibérico entre los años 1759 y 1788.

Por otro lado, no era extraño que los españoles denominaran los territorios conquistados según sus diferentes procedencias de origen en el país ibérico. De este modo podemos encontrar topónimos similares en ambas latitudes, como

Fig. 4. Plano de Isla Mancera elaborado en 1765. Fuente: Memoria Chilena.

Fuentes bibliográficas señalan los diferentes períodos de creación de topónimos hispanos:

1544-1552. Desde el "descubrimiento" del río Valdivia y la llegada de Juan Baustista Patene al puerto que llamó San Pedro hasta la fundación de Valdivia el 12 de febrero de 1552.

1552-1599. Desde la conquista hasta la destrucción, junto con otras seis ciudades del país, de Valdivia por alzamiento indígena, el 24 de noviembre de 1599.

1599 - 1645. Período de abandono y dominación holandesa

1645 - 1810. Desde la reacción española, refundación de Valdivia y construcción de sistema de fortificaciones hasta la Independencia de Chile. 1810 - 1850. Desde la Independencia hasta la colonización alemana.

Fig. 3. Plano perfil y elevación de Fuerte San Carlos. 1763. Fuente: Guarda & Moreno, 2010.

Para Bernales (1990) la toponimia referida a la Conquista, Reconquista y poblamiento (1544-1817); y por otro lado, los topónimos relacionados con la religión católica o la fe cristiana que guiaba y protegía a los militares que luchaban en nombre de la Corona Española, permanecen hasta hoy en día como testigos del pasado y de la historia del territorio.

A) Toponimia referida a geografía descriptiva

La geografía descriptiva abarca aspectos diversos como el relieve, los cursos de agua, la explotación del suelo, los elementos existentes en un lugar, etc.

1. Morfotopónimos. Nombres de los diferentes accidentes geográficos del territorio, dentro de los cuales podemos encontrar: • Cerros • Montes • Lomas • Morros • Cuestas • Peñascos • Piedras • Islas • Playas • Puntas • Barras

2. Hidrotopónimos. Nombres de cursos de agua como: • Arroyos o esteros • Ríos • Lagos y lagunas • Saltos de agua

3. Designaciones que se refieren a elementos existentes en el lugar o a características especiales del mismo, como: Existencia de cosas o elementos. Ej. Palo Muerto, Los Liles, Características especiales que presenta o presentó el lugar. Ej. Tres Ventanas,

B) Toponimia referida a manifestaciones vitales

Esta categoría describe a los topónimos relacionados con fauna, flora, las manifestaciones humanas, los nombres de lugares referidos a personas o personajes históricos, y los nombres de santos.

1. Fitotopónimos. Considerada una importante fuente de inspiración onomástica, esta categoría de topónimos abarca nombres de árboles, arbustos, plantas, etc., que también nos habla de la geografía botánica de una zona, así como de hábitats y ecosistemas endémicos de cada lugar.

Clasificación de topónimos hispanos identificados

TIPO

Hagiotopónimos. Nombres de origen religioso.

Origen marítimo imperial, de guerra o de Conquista y Reconquista

Fitotopónimos o nombres de especies vegetales

Zootopónimos o nombres de especies animales

Características físicas del territorio

SIGNIFICANTE

San Juan San Juan Chico San Juan Grande San Miguel Santa Elisa San Carlos

Isla del Rey Isla Mancera Punta Galera Centinela Corral

Los Ulmos Palo Muerto (Olivillo)

Los Liles

Tres Chiflones Tres Ventanas La Unión Palo Muerto