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Gustavo Pereira, pág 76
from FIPGRA 2020. III Festival Internacional de Poesía Patria Grande Latinoamérica y el Caribe
by FIPGRA
Gustavo Pereira (Bolívar, 1940). Es uno de los poetas más importantes de su generación y de la historia literaria venezolana. Ensayista y crítico literario, doctorado en la Universidad de París y fundador del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Oriente. Formó parte del grupo Símbolo (1958), fue director y fundador de la revista Trópico Uno, de Puerto La Cruz. Ha obtenido numerosos reconocimientos: · Premio Nacional de Literatura (2001) · Premio José Antonio Ramos Sucre (1997) · Premio de Poesía Fundarte (1993). Director de la Revista Nacional de Cultura en los años 1999-2002 y autor de una treintena de libros; entre ellos: Preparativos del viaje (1964), En plena estación (1966), Hasta reventar (1966), El interior de las sombras (1968), Los cuatro horizontes del cielo (1970), Poesía de qué (1971), Libro de los Somaris (1974), Segundo Libro de los Somaris (1979), Vivir contra morir (1988), El peor de los Oficios (1990), La fiesta sigue (1992), Escrito Salvaje (1993), Antología poética (1994), Historias del paraíso (1999), Dama de niebla (1999), Oficio de partir (1999), Costado indio (2001) y Sentimentario (2004)
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NADIE SE ENFADE
Una libra de queso un metro de leche Sobre el mostrador las migas del pan se levantan rezongando y el dependiente tiene unos ojos largos Etiquetas bebidas baratas las frutas aumentaron la leche también El panadero pone menos harina en el pan Qué pasa todo eso es un robo qué pasa nadie se enfada Salgo del café silbando como los otros.
HAY UN TIEMPO
Hay un tiempo de echarse a pensar y un tiempo de arder y días de caer rendidos bajo techo Un tiempo de amar hasta el fondo y días de herrumbre inmersos en nuestras cosas Hay un tiempo de tender la mano y un tiempo de golpear y un recuerdo que naufraga en nosotros y un rostro que acaso hemos visto o no.
MEMORIAL DE LA CASA VACIA
Hay una casa vacía que no espera a nadie. Hay un puente que nadie cruzará. Hay una espuma sobre la que ningún rayo de sol deja fulgor. Hay una mujer que me espera pero que no me conoce. Hay un sentimiento humano tapiado para siempre sin que ningún poeta descifre su terrible poder. Hay un rencor que no se da y una piedad que no se recibe. Hay un oscuro presentimiento en los huesos del que ansiamos deshacernos y sólo logramos avivar. Hay pájaros que confunden sus jaulas de hierro con espesos amaneceres e idiotas que piensan ser dioses porque tal vez en verdad lo son. Hay nubes y frutos desconectados de todo egoísmo y una ventana que sólo sirve para ignorar el mundo. Hay un cofre hecho para el vacío y una boca nacida para no ser besada. Hay una piedra que sueña con que jamás nadie estorbe su muerte. Hay una escritura cuya grafía es el secreto. Hay una piel hecha para que el mar la borre. Y hay quien sueña con un bosque solitario junto a una pradera solitaria cerca de una colina desde donde pueda oírse cantar el firmamento.
SOMARI
Un ridículo poema en tu nombre señora una taza levantada en tu nombre señora la última cerveza en el último bar en tu nombre señora. Todos los sueños ¿adónde se escaparon? Aquello que brilló ¿fueron tus ojos alguna vez? Déjame extraer la última moneda de mi manga por ti señora la última moneda del sol. Un pájaro a lo lejos tal vez el mar parroquianos fumando y este ridículo poema en tu nombre amor mío, amor mío.
SOBRE SALVAJES
Los pemones de la Gran Sabana llaman al rocío Chirïke-yeetakuú que significa Saliva de las Estrellas; A las lágrimas Enú-parupué que quiere decir Guarapo de los Ojos, y al corazón Yewán-enapué: Semilla del Vientre. Los waraos del Delta del Orinoco dicen Mejokoji (El Sol del Pecho) para nombrar el Alma. Para decir amigo dicen Ma-jokaraisa: Mi otro corazón. Y para decir olvidar, dicen: Emonikitane, que quiere decir Perdonar. Los muy tontos no saben lo que dicen Para decir Tierra dicen Madre Para decir Madre dicen Ternura Para decir Ternura dicen Entrega Tienen tal confusión de sentimientos que con toda razón las buenas gentes que somos les llamamos salvajes.