ALBA-TCP: Integración contra-hegemónica y desarrollo autónomo Omar Vázquez Heredia
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Entonces, en términos concisos y resumidos, el Diccionario de la Real Academia Española sostiene que la globalización es una “Tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales” (DRAE, 2001). De esta manera, nos encontramos en una dinámica que implica la desterritorialización de los mercados y de las empresas; por ello, un incremento de la interacción económica de diversas sociedades y pueblos estimulado por las necesidades del capital transnacional financiero y productivo. Para el economista argentino Aldo Ferrer supone un sistema de redes mundiales que permiten organizar el ejercicio del poder global de las potencias imperialistas dominantes en las relaciones comerciales, las inversiones de las transnacionales, las corrientes financieras y la migración en un plano global (2007: 431). Además, el comentado incremento de las interacciones tiene una dimensión fundamentalmente económica; sin embargo, paralelamente, implica la articulación de los distintos ámbitos societales en una escala mundial, constituyéndose un sistema-mundo capitalista en palabras de Immanuel Wallerstein (2009: 29). Así, la globalización se puede caracterizar como un acontecimiento, apuntalado en lo económico, pero que consolida la interdependencia planetaria para algunos o la dependencia de la periferia hacia los centros desarrollados imperialistas para otros, como Osvaldo Martínez (2005: 48-49). Ahora bien, según las ideas del pensador neoliberal Robert Reich (1993: 12), la globalización es un fenómeno irreversible impulsado por el desarrollo de la tecnología que deben asumir los diversos países como una oportunidad para insertar su economía de forma competitiva en los flujos comerciales globales, intentando lograr captar mayores márgenes de prosperidad distribuidos por la economía mundial. De forma similar, Félix Peña (2003: 85-86) manifiesta que el referido proceso mundial impone la necesidad de organizarse para lograr competir en los mercados mundiales aplicando cambios esenciales de carácter neoliberal como la apertura comercial, privatizaciones, desregulación económica y, sobre todo, un gran esfuerzo para incorporar tecnología en las actividades productivas.