Caro Diario Día 5

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Miércoles 20 de noviembre de 2013 Año 1 I Número 5

Dos potencias del cine experimental se saludan

superpoderochos Ya lo dijo Jonas Mekas: “el Super 8 salvará al cine”. Y se hace difícil no creerle al legendario cineasta lituano –cuya última película también puede verse en el Festival– cuando la grilla de programación rebalsa de proyecciones y actividades especiales en torno a este diminuto y cada vez más popular formato. Celebración de lo nuevo pero también homenaje a las figuras clave de la historia del paso reducido, este año nos visitan Narcisa Hirsch y Horacio Vallereggio, exponentes ineludibles de la “época dorada” del experimentalismo local, con tres Noches Especiales dedicadas a sus películas contundentemente personales.


Competencia Internacional

Drinking Buddies

Yvy maraey - Tierra sin mal

Estados Unidos, 90’ D: Joe Swanberg

Bolivia / México, 105’ D: Juan Carlos Valdivia

Probablemente mucha gente se enoje con la nueva película de Joe Swanberg (responsable, entre otras, de Nights and Weekends, Alexander the Last y Art History, todas exhibidas anteriormente por el Festival) por su crueldad

romántica extrema, al retratar –con un grado de realismo casi desesperante– la vida de Kate y Luke, dos compañeros de trabajo que son un poco más que amigos, aunque ninguno de los dos parece decidirse a dar el próximo paso. En defensa de ellos, hay que aclarar que tanto ella como él tienen sendas parejas (sin importar lo frágiles que sean esas relaciones), y que no por nada a alguien se le ocurrió esa máxima de que donde se trabaja mejor no hacer ninguna otra cosa. Pero bueno, más allá de toda la lógica que rodea a la imposibilidad de un potencial noviazgo, hay que bancar a muerte a Swanberg en ésta, y recordarles a todas aquellas personas que lo maldigan por sádico que alejarse de los finales felices es algo muy difícil. Y que hacer eso es tanto más disfrutable, mucho más.

HOY, 9.00, Auditorium | HOY, 22.00, Auditorium JU 21, 14.00, Auditorium

“El cine es un arma de destrucción” se repite una y otra vez el realizador boliviano (que aquí funciona como sinónimo de hombre blanco, o karai, en oposición a los guaraníes originarios) que se propone ir tras los pasos de un explorador sueco que, a comienzos del siglo XX, registró por primera vez imágenes en movimiento de los “salvajes” del Gran Chaco. El mundo ha cambiado demasiado desde entonces, está claro, pero quizá en esos parajes haya cambiado más todavía, como coincide con su compañero de ruta y guía, un líder indígena que tiene su propia agenda para la misión. “Ahora en Bolivia los blancos somos los indios”, dice uno. “Sí, definitivamente el mundo se ha dado la vuelta. Ahora les toca a ustedes defender su identidad. ¿Qué se siente, che?”, responde el otro, sarcástico. Entre la aproximación do-

cumental y el cine dentro del cine, el director de la notable Zona Sur construye una suerte de buddy movie etnográfica, tensa y poética, en la que las llagas de los choques culturales del pasado siguen supurando en cada encuentro, cada diálogo, cada imagen.

HOY, 11.45, Auditorium | HOY, 16.30, Auditorium JU 21, 12.00, Ambassador 1

Competencia Latinoamericana

A estas alturas de la vida

El amor a veces

Ecuador, 83' D: Alex Cisneros y Miguel Calisto

Argentina, 87´ D: Eduardo Milewicz

“La vida es en color, pero el blanco y negro es más realista”, dice Sam Fuller en El estado de las cosas, de Wim Wenders. En su versión de los conflictos de la clase media ecuatoriana, Cisneros y Calisto eligieron un blanco y negro que pueda representar la mayor cantidad de grises que se visibilizan en estos tiempos. Y lo hacen a partir de una mirada panorámica y general: subidos a una terraza desde la que se puede mirar el contexto, que a veces da vértigo, pero que responde más a una situación social más amplia. Dos amigos se juntan en una terraza para hacer un poco de catarsis a dúo, otro poco para salir de su rutina y proyectarse en un limbo comunitario. La realidad y el sueño se mezclan en una narración que no oculta la oscuridad, sino que se propone

No importa la edad, hay zonas donde la experiencia parece servir de poco: esa es la dura lección que transmite, no sin cierta cuota de esperanza y redención, la película de Milewicz. Del amor (tanto filial como romántico), del desencuentro, de alguien que busca a alguien que tiene ojos para otra persona, de ese círculo vicioso pero tan humano de depender de otros que no siempre retribuyen esa atención. El director traza una red de personajes a la deriva que va desde el jugador de vóley al borde del retiro –encarnado por Valenzuela, nunca más alejado de su veta de galán–, pasando por la madre de ánimos oscilantes y demasiado pendiente de su hija –que encarna Brédice– hasta Nuri: la revelación de la película, la joven Malena Vi-

echar luz sobre una generación. Miguel Calisto, codirector y protagonista de esta película, fue asesinado durante un robo en su casa, meses antes de que esté finalizado el montaje final. Por eso, el color negro de las imágenes parece señalar que el luto terminó por filtrarse para hacer aún más real esta ficción.

HOY, 10.00, Cinema 2 | HOY, 18.00, Cinema 2 JU 21, 13.00, Cinema 2

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lla, lánguidamente luminosa. Hay ausencias, o personajes cuya ausencia dice más que su presencia –como el padre rocker de la niña–, pero de eso se trata este retrato intimista de heridas cotidianas, cuyo encuentro, a veces doloroso, puede también ser clave para aprender a salir adelante.

HOY, 12.15, Paseo 2 | HOY, 20.15, Paseo 2 VI 22, 20.15, Paseo 2


Competencia Latinoamericana

Competencia Argentina

O sol nos meus olhos

Tres muertos

Brasil, 68´ D: Flora Dias y Juruna Mallon

Argentina, 73´ D: Jerónimo Atehorthúa Arteaga, Iñaki Dubourg

Brasil es una inmensidad en todos los sentidos, étnica, cultural y –como refleja esta sensible road movie– geográficamente. En el contraste entre esa inmensidad territorial y demográfica con la absoluta intimidad de

su propuesta, O sol nos meus olhos logra su mayor riqueza. En eso, y en su insinuada tesis central: que la muerte de un ser cercano es tanto una tragedia como la oportunidad de liberarse del peso de las obligaciones cotidianas para hacerse cargo del propio deseo. Y así, a partir de la muerte de su esposa, el hombre se lanzará a la ruta con el cuerpo inerte en una valija, sin rumbo ni destino preciso, buscando algo, muy probablemente a sí mismo. Y así, desde lo diminuto de su mundo íntimo y a partir de la ausencia de su media naranja, el hombre se encuentra con Brasil y su voluptuosidad de rostros, sabores y relatos. De la muerte a la vida, del retazo inicial de un cine de género a la multiplicidad y heterogeneidad de un cine libre y sin ataduras brota esta pequeña fábula brasileña, una llamada amable a ser libre y a salir al mundo.

En ese atípico cruce entre una puesta en escena contemporánea, construída sobre una sucesión de rigurosos planos de larga duración y una estructura de policial negro clásico –donde el final se nos adelanta y luego

se vuelve al comienzo, para que palpitemos cada tramo intentando conectar las piezas que hacen que todo se desencadene inevitablemente hacia su desenlace–, habita esta potente ópera prima. Los directores nos guían con delicadeza y sin énfasis, dejan que los tres jóvenes lleven a cabo sus rituales de juventud (música, drogas, alcohol y largos trances de ocio estival), y equilibran con serena distancia el peso de lo que vemos y la densidad de lo que apenas intuimos. Cine argentino joven y contemporáneo con suspense, eso es Tres muertos. Y en esa generosidad de apostar tanto por la duración como por la narración, en ese deseo de trascender lo cotidiano para avanzar hacia el terreno tan de Hollywood de antaño, donde los inocentes cometen errores imperdonables, se planta este mecanismo de relojería, ajustado al dedillo.

HOY, 10.00, Colón | HOY, 22.30, Colón VI 22, 15.00, Colón

HOY, 12.30, Cinema 1

Competencia Argentina

Polvareda

Diamante

Argentina, 104’ D: Juan Schmidt

Argentina, 65’ D: Emiliano Grieco

Cinco tipos con trajes y anteojos oscuros en medio de la vasta llanura pampeana pasan tan desapercibidos como una tarántula en un vaso de leche, diría Chandler. Pero la banda de ladrones profesionales que llega a las afueras del pueblo de Polvareda (no muy distintas a los “adentros”) y que pronto se verá dramáticamente reducida a cuarteto no tiene demasia-

das alternativas. Acaban de dar su gran golpe en una financiera de Buenos Aires, están en todos los noticieros, y deben aguardar hasta que un falsificador les fabrique pasaportes para salir del país. Polvareda, donde nacieron dos de los cuatro gangsters, parece una opción razonable para esconderse sin levantar demasiada ídem. Sólo que el pasado, en la forma de un comisario desconfiado y amigo de la botella, volverá para ajustar cuentas. Hasta que eso ocurra, la sabia, pudorosamente cinéfila Polvareda se dedicará a desplegar su amor (y humor, y melancolía) por los géneros, del western que tan bien le sienta al interior bonaerense a otros menos obvios, pero aquí igual de efectivos, como el polar francés o el cine de yakuzas.

HOY, 12.30, Colón | HOY, 19.30, Colón SA 23, 17.00, Colón

El retrato de un joven aspirante a pescador disfrazado de relevamiento geográfico que a su vez encierra toda una visión de las posibilidades del cine como observación creativa de

la realidad: la película de Grieco es todo eso y todavía un poco más. De comienzo a fin, su cámara atenta y para nada apresurada espía el paisaje fluvial del Paraná –atravesando islas a pie o a bordo de barcazas– sin perder de vista a Ezequiel, adolescente que vive junto a su madre y hermanas, y que parece decidido a aprovechar cada minuto para aprender los secretos del oficio pesquero. Grieco, alumno de Fernando Birri y Jorge Preloran, aclara que parte del reto a la hora de hacer su ópera prima fue buscar la esencia de lo humano. Y si hay algo que queda en claro luego de ver Diamante es que no sólo esa búsqueda dio en el blanco, sino que además el cine documental argentino ha sumado un nuevo talento.

HOY, 15.00, Colón | HOY, 17.00, Colón VI 22, 17.00, Colón

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Bong Joon-ho

Bienvenidos a Monstruópolis Hoy, no importa cómo nos salgan las cosas, estamos felices porque hay plan B: sí, B de Bong Joon-ho. Primero, nuestro ilustrísimo presidente del Jurado de la Competencia Internacional será el protagonista de una de las más esperadas Charlas con Maestros de esta edición. Y a la noche está la ¡última! proyección de The Host. Para bajar los niveles de ansiedad (tarea más difícil que cazar a la bestia del río Han), les regalamos este pedazo de texto de uno de nuestros críticos favoritos, el ex Village Voice J. Hoberman.

El terror asqueroso nunca se aleja demasiado de la comedia, y The Host, la vertiginosa película de monstruos de Bong Joon-ho, tiene un nivel de descontrol anárquico digno de una pila de viejas revistas Mad. Risueño show de payasos lleno de placeres en bruto, el Big Bang de Bong es un monstruo en sí mismo –la película más taquillera en la historia de Corea del Sur– y, desde su aparición en Cannes, el público de festivales la viene engullendo como si fuera un plato de fideos chinos. La principal atracción de The Host es una bola de baba mutante, carnívora y saltarina. Así como Mad una vez “animó” a un basural llamado The Heap (“El Montón”), The Host presenta lo que podría ser una flema regurgitada desde las fauces de nuestra arruinada tierra. Este renacuajo asesino puede nadar como un pez, escabullirse como un insecto y correr como un velocirraptor de Spielberg. Aún más que el King Kong de 1933, la criatura de Bong es una entidad surreal sin tamaño fijo. En tanto materialización misma del terror, este monstruo anónimo es más difícil de atrapar que el radiactivo y flamígero Godzilla. Es un “eso”. Deliberadamente, la alegoría de Bong no está atada a ninguna explicación; de todos modos, que la criatura tiene su origen en la estupidez y arrogancia norteamericanas queda bien claro en el prólogo, ambientado en una base del ejército estadounidense. Indignado por el polvo que encuentra sobre unas botellas sin usar

de formaldehído, un autoritario oficial norteamericano le ordena al pobre señor Kim que vierta varios galones de químicos tóxicos por un drenaje que desemboca en el río Han. Pasan unos años, y un par de pescadores ven algo que nada en la oscuridad... Corte a la familia excéntrica y disfuncional que regentea un puesto de comida rápida junto al río. El clan Park está compuesto por un viejo patriarca, sus dos inútiles hijos –uno vago, el otro borrachín– y una hija que es campeona de arquería, pero tiene un inoportuno problemita psicológico. También está Hyun-seo, la nieta de once años cortesía del holgazán, quien está muy ocupado sirviendo calamares fritos cuando nota que, en el río, la gente que pasea está paralizada por algo que cuelga bajo el puente. El “eso” cae en el agua y empieza a nadar hacia la orilla. La gente común, actuando justamente como lo que es, ataca alegremente a la criatura desconocida con basura hasta que, con la fuerza de un proyectil, salta a tierra firme y arranca la persecución: ¡zas! ¡Agárrense, lagartos saltarines! Con un tono tambaleante de terror carnavalesco que triunfa sobre casi todo lo que sigue, ese “pánico en el picnic” parece una recreación cómica del 11-S o incluso de las “Escaleras de Odessa”, de Sergei Eisenstein. Después la cosa se sumerge de nuevo en el río, desparramando una bandada de botes a pedal con forma de cisne, y se lleva a la pequeña Hyun-seo en sus garras de pescado. De ahí en más, esto va a volverse personal.

Como la versión original de Godzilla, la japonesa, The Host le da a la catástrofe una continuidad naturalista. Hay un funeral para las víctimas del monstruo en un gimnasio que aloja a los sobrevivientes traumatizados. El anciano Park se promete rescatar a su nieta, o al menos cobrarse venganza. La tía de la chica ofrece solemnemente su medalla de bronce. Sin embargo, a diferencia de los momentos equivalentes de Godzilla, esta escena sombría pronto se desintegra en la farsa. Llega el hermano borracho e inmediatamente empieza a insultar a su familia. Todos ruedan por el suelo histéricamente cuando el refugio es puesto bajo cuarentena. La criatura, se explica –de una forma que desafía toda explicación racional–, alojaba en su interior un virus misterioso. ¿Pero es el “eso” o Corea del Sur el verdadero portador? Desde la perspectiva de los Park, el monstruo viene a encarnar las fuerzas opresoras, sean las que fueren. Las autoridades son, básicamente, agentes del “eso”; su preocupación principal es dominar a la familia “contaminada” que, tras recibir una llamada desde el celular de Hyunseo, está desesperada por escapar. Cuando descubren que la criatura tiene almacenadas a sus víctimas, los Park remontan el turbio río Han en busca de su niña perdida. Entretanto, las autoridades van detrás del virus inexistente. Los siniestros norteamericanos incluso planean taladrar la cabeza de un tipo en la pesquisa: “definitivamente, el virus ha invadido su cerebro”. Es lo que Borat llamaba una “guerra de terror”. Bong, quien en sus películas anteriores ha lidiado con secuestra-mascotas desesperados y asesinos seriales –en la alocada comedia romántica Barking Dogs Never Bite (2000), y el policial sociológico Memorias de un asesino (2003)– no tiene problemas para integrar lo horroroso, lo disparatado y lo cotidiano. (En eso resulta incluso más extremo que nuestros propios maestros de los sustos baratos sociológicos: George Romero, Larry Cohen y Joe Dante). Así como el bio-terror truculento está decorado con efectos cursis y música inapropiada, los espasmos de dolor

naturalista se alternan con el slapstick lunático. The Host es repugnante en formas tan originales como inolvidables, como cuando el monstruo vomita huesos humanos y una indigerible (o nobiodegradable) lata de cerveza. Esa lata es clave. A Corea se la imagina como el vertedero de basura tóxica de alguien. Criticadas por Estados Unidos y la OMS por su torpe manejo de la situación, las autoridades planean rociar Seúl con el sugestivamente llamado “Agente Amarillo”. (No sorprende que Bong esté afiliado al izquierdista Partido Democrático del Trabajo coreano). El clímax de la película combina una manifestación contra el Agente Amarillo, disturbios con la policía y la última e inspiradora actuación de la familia. Bong es un director generoso. Aunque The Host tiene cierta tendencia a repetir sus rutinas, el director acostumbra a cerrar cada escena con alguna yapa cómicamente excéntrica que sirve para reinstalar la fantasía en la ciénaga de la cotidianeidad. Tan amorfa como su criatura, The Host tiene una fascinante negación a tomarse en serio a sí misma: no es ninguna Guerra de los mundos y aun así, por divertida que resulte, tiene poco de camp. Los sentimientos que revuelve The Host acerca del idiotismo del poder y las catástrofes venenosas son demasiado crudos; demasiado cercanos a la indignación. ¿La repugnancia es una forma de sublevación? La farsa de desastre de Bong termina con un plano lejano del río Han congelado. Da la impresión de que algo nuevo está gestándose en el fango: concretamente, esta película.

Charlas con Maestros - Bong Joon-ho Modera: Marcelo Alderete

HOY, 17.00, NH Gran Hotel Provincial - Salón Dauphin The Host

HOY, 22.15, Paseo 2

Panorama del Cine Latinoamericano

Abriendo caminos Entrevistamos a Alejandra Guzzo, directora (junto a Fernando Krichmar) de El camino de Santiago –periodismo, cine y revolución en Cuba–, imperdible documental sobre la obra y figura del maestro Santiago Álvarez, en su paso por el Festival. ¿Cómo y cuándo empezó el proyecto? Comenzó luego de que Fernando Krichmar y yo viviésemos y trabajásemos en Cuba, en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, durante tres años. Como integrantes de un grupo de cine militante y político, surgido a finales de los noventa, pudimos conocer la figura y la obra de Santiago Álvarez a través de algunos VHS de escasa circulación en la época. Y puede decirse que Santiago nos marcó para siempre, como así lo han hecho Fernando Birri y Raymundo Gleyzer. Solemos decir que Santiago es un padre adoptado por nosotros, pues nos enseñó a caminar entre el arte y la política en aquellos tiempos iniciales de nuestro Grupo de Cine Insurgente, cuando resultaba muy incómoda la reflexión y producción en el casi inexistente desarrollo de documentales (mucho menos políticos) en Argentina.

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¿Cómo fue la experiencia de hacer la película? Fue un proceso enriquecedor y caótico, atravesado por tensiones maravillosas; con más de tres generaciones produciendo una película y reflexionando constantemente sobre arte, cine y política. Me refiero a las generaciones de los que fueron alumnos de Santiago (que hoy promedian los 60 años), los jóvenes elegidos para hacer un corto en homenaje a Santiago, y nosotros. Cubanos, argentinos, una uruguaya (yo) y un mexicano como parte del equipo de rodaje en la isla. Y por supuesto, como gran escenario, Cuba y su revolución. Parafraseado a ese gran cubano universal que fue José Lezama Lima: “Rodar en Cuba es una fiesta innombrable”. ¿Te parece que existe algún tipo de identidad (o responsabilidad) compartida en el cine de la región?

Compartimos una identidad esencial, la de ser latinoamericanos. Por lo tanto, nuestro cine es latinoamericano sin posibilidad de duda o vacilación, y dentro de cada rincón del continente tenemos nuestros propios rinconcitos. El problema es que caemos día a día en las trampas perniciosas del lenguaje. Vemos y oímos diariamente en todos los medios de comunicación nacionales o extranjeros la palabra “latinoamericano” y naturalizamos su significado, caemos en lugares comunes. Yo misma no puedo salirme de esta trampa al tener que responder esta pregunta: ¿existe identidad o responsabilidad compartida en el cine de la región? Sí, ineludiblemente, sí. ¿Pero de qué hablamos cuando hablamos de un cine regional? ¿A qué responsabilidades nos referimos? Santiago Álvarez, siendo cubano, hizo una película dedicada a Chile que tituló De América soy y a ello me debo. Un título maravilloso que pienso que también sirve como respues-

ta a la pregunta. Somos latinoamericanos, del Sur, y del Río de la Plata. Nos debemos a este rincón del continente y, en cuanto a responsabilidades, ¡nos interesan todas! Ya sean estéticas, políticas, pedagógicas o culturales. Por eso, en el caso de los creadores de cine documental, la producción de obras está atada indisolublemente a la reflexión constante en torno a las políticas audiovisuales existentes y la creación de colectivos que las impulsen, las hagan cumplir y generen debates permanentes que no permitan modorras o anquilosamientos de ningún tipo. Ese fue el camino que nos marcó Santiago. El camino de Santiago –periodismo, cine y revolución en Cuba–

HOY, 15.15, Ambassador 4 VI 22, 20.15, Ambassador 4


Super 8

Experimentos sin fin En su segundo año, la sección que incorporó un formato hogareño a la programación de un festival clase A –no hace falta aclarar que es única en su tipo– trajo a varios exponentes de la novísima generación local de cineastas en Super 8 y, como si fuera poco, a dos de las máximas figuras del cine experimental argentino de la década del setenta: Horacio Vallereggio y Narcisa Hirsch. Como adelanto de la mesa de hoy, a la que se le sumará la presencia de otra leyenda, Claudio Caldini, entrevistamos a ambos acerca de sus películas y de cómo era hacer cine experimental cuarenta años atrás.

Horacio Vallereggio: diversión y asombro A menudo hablaste de tu formación y tu obra en el campo de las artes plásticas, ¿cómo surgió el paso de un trabajo pictórico al cine? Surgió cuando yo estudiaba en Bellas Artes, una profesora de la materia Visión nos propuso hacer fotos con esculturas de papel iluminadas, y yo le propuse filmarlas. Eso fue mi primer trabajo en 8mm con sonido, todavía lo conservo, se llama Imágenes de nuestro tiempo y dura tres minutos. A partir de ahí, cuando me recibí, empecé a trabajar en la docencia y a hacer los primeros cortometrajes, que se empezaron a ver en proyecciones íntimas que hacíamos por ese entonces en mi casa y en la de Narcisa Hirsch. Más tarde, se proyectaron en el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) y en el Instituto Goethe de Buenos Aires. ¿Cuáles pensás que son las diferencias entre filmar en Super 8 hoy y en tu época?

¿Y respecto a las proyecciones? En cuanto a las proyecciones actuales y las de esa época, debo decir que no creo que exista mucha diferencia, con excepción de que antes éramos rechazados abiertamente por el público, mientras que ahora no hay participación, porque creo que el público perdió la capacidad de asombro. A diferencia de casi todos los cineastas experimentales de tu generación, en tus películas hay una dimensión cómica y lúdica (que a veces bordea lo intencionalmente ridículo) muy fuerte, generalmente dada a través del trabajo actoral. ¿Cómo surge esta relación tan importante con tus actores y con lo cómico? Es verdad, mis películas son tragicómicas, tienen angustia y tienen humor, y a veces grotesco. Nosotros éramos un grupo de amigos

(ninguno de ellos era actor), y como grupo teníamos nuestros momentos de tristeza y de buen humor, además de que casi todos nos psicoanalizábamos. Con la que más se daba lo humorístico era Liliana Canteros, algo así como nuestra primera actriz. Pensando en retrospectiva, lo tragicómico era una estrategia para tratar de espantar a los fantasmas de nuestras personalidades bastante conflictivas. Yo no era muy consciente de lo que filmábamos, sólo lo hacía para divertirme y para expresarme, tampoco pensaba que mis películas tuviesen demasiada importancia; sentía que tenía que hacerlas para expresarme. Por último, ¿qué le dirías acerca de tus películas a alguien que las va a ver por primera vez en el Festival?

"No me gusta la idea de ‘entender’ una película. No creo que la razón sea un elemento esencial en la recepción del arte. Las películas tienen algo para decirte, o no lo tienen... Si te emocionan, no es necesario que te expliquen nada. Y si no te emocionan, ninguna explicación va a lograr emocionarte".

La cabellera de Berenice

HOY, 17.45, Ambassador 2 Cortos - Super 8 Vallereggio

JU 21, 17.45, Ambassador 2 Mesa “Superochistas: Hirsch / Vallereggio / Caldini” Moderan: Cecilia Barrionuevo y Pablo Marín.

Me gustaría citar un pensamiento de Fellini, cineasta que influyó mucho en mi trabajo:

HOY, 11.00, Punto de Encuentro

tábamos, debatíamos mucho, porque nuestro cine siempre fue muy atacado.

en este país, sin ayuda, sin subsidios, sin que nadie nos diera bolilla. En cambio, hoy en día, filmar en Super 8 es un lujo, una sofisticación que remite a querer diferenciarse de los videos, de cierta facilidad y superficialidad que tiene ese medio. A su vez, las proyecciones actuales vienen muy distintas, porque como se ve acá, en este Festival, ahora sí hay un interés y una atención a ese cine que hace treinta o cuarenta años era invisible. Por alguna razón, las nuevas generaciones se interesan por ese pasado, en donde sucedían muchas cosas muy conflictivas, enfrentamientos políticos y artísticos muy violentos. La sangre corría al río, incluso con el cine experimental.

Narcisa Hirsch: cámaras en la cartera ¿Cómo fueron tus inicios? ¿Y el Super 8? Mi marido había traído de afuera una cámara de 16mm (a cuerda, y que todavía conservo) para filmar los eventos familiares. Empecé a filmar al mismo tiempo que Marie-Louise Alemann. De ahí nos pasamos al Super 8. Fue muy lindo. Las cámaras eran muy chicas, las podías tener en la cartera, los rollos Super 8 eran muy baratos. Todos los que querían podían filmar en ese formato. De hecho había un festival en el interior de Buenos Aires que todavía existe, llamado UNCIPAR (que significa Unión de Cineastas de Paso Reducido). Nosotros éramos completamente anónimos. Ahí mostrábamos las películas, a la par de gente que hacía lar-

gometrajes narrativos en Super 8, con actores, en general horrible todo, muy malos (risas). Yo tenía una buena cámara Super 8 con bastantes chiches, pero también tenía una filmadora pequeña que era como una cajita, no era ni réflex ni nada, donde mirabas por un agujero, y que podías tener en el bolsillo en un viaje y filmar a través de una galletita, por ejemplo, lo que tuvieses a mano. Físicamente, quemé el celuloide, lo dibujé, rayé, construí filtros para poner delante del objetivo; todas cosas que no se pueden comprar comercialmente y que uno va inventando. También proyecté sobre lo que fuera: humo, hielo seco, y una vez sobre un conejo vivo blanco en una galería de arte. Proyec-

Hablando de eso, ¿cuáles pensás que son las diferencias entre filmar en Super 8 hoy y en tu época? ¿Qué diferencias (en el contexto, en el público) ves entre las proyecciones actuales de tus películas y las que hacías en los setenta? La diferencia principal es que el Super 8 en los setenta era la manera más barata de filmar, yo diría que era la única manera para los que hacíamos cine experimental; porque el 16mm –que usaban eventualmente en Estados Unidos o en Europa– era imposible para nosotros

Una nueva etapa en la historia del cine Homenajeado el año pasado con una Noche Especial, Claudio Caldini mantuvo, a diferencia de muchos cineastas de su tiempo, un estrecho vínculo con la reflexión sobre su oficio, colaborando con revistas como Expreso Imaginario y Mutantia. En este texto suyo de 1978, publicado originalmente en la Guía Heraldo del Cine, el cineasta escribe sobre nada menos que la cuestión que nos atañe: el Super 8. El cine ha recorrido en ochenta años una escala de enfoques y de “ismos” que en otras artes han requerido siglos. Por eso pudo Antonin Artaud referirse a “la precoz vejez del cine”, frase que evidencia la contradicción entre su novedad y la densidad cultural de su trayectoria. Actualmente, cada vez más y más películas son hechas en forma independiente, debido a que el cine ha perdido su mistificación hollywoodense. También los materiales de producción son más económicos y sencillos. Cuando surgió el formato de 16mm, aquellas personas que no dependían del cine para subsistir comenzaron a liberarlo del comercialismo emprendiendo

una búsqueda que contribuyó altamente al desarrollo del arte cinematográfico. Surge entonces el 8mm; pero tenía un inconveniente: la gran pérdida de calidad que se produce al reducir el tamaño de la imagen a la mitad y la falta de una técnica eficaz en los equipos. En 1965 se anuncia oficialmente el Super 8. Tendría las mismas dimensiones del 8mm, pero sus perforaciones habían sido reducidas y colocadas en el centro de la imagen, produciendo así un cuadro fotográfico cincuenta por ciento mayor que el de 8mm y en consecuencia una mejor calidad de imagen. Se crea también un nuevo sistema en el rollo de pelí-

cula: el casete. Este difiere fundamentalmente del 8mm (y del 16) en que ambos carretes (emisor y receptor) están contenidos uno sobre el otro en el mismo envase exponiendo a la luz solamente unos pocos fotogramas en el momento de cargar la cámara. Desde 1965 hasta la actualidad el desarrollo de los equipos Super 8 ha sido sumamente acelerado. Cámaras cada vez más perfeccionadas: potentes zooms, diafragmas automáticos, posibilidad de fundidos y encadenados. En este mismo período aparecen las cámaras Ektasound, con sistema de sonido directo incorporado. Las producciones en Super 8 no rinden cuentas

ante ningún sindicato de técnicos. Ni de artistas ni de distribuidores, ni de exhibidores. Tampoco deben pasar frente a ningún censor de turno. Ni pagar turno. Ni pagar impuestos. El Super 8 impone otra relación con el cine, desde su concepción hasta su muestra. Admite inéditos circuitos de exhibición. ¿Cuáles? Los que sus hacedores imaginen y concreten. Son ellos los que eligen qué tipo de film hacer, sus públicos y la manera de llegar a ellos. Una autodeterminación que muchos profesionales bendecirían. El Super 8 exige redescubrir las posibilidades del oficio. Los veteranos del 35mm suspiran: “Hoy cualquiera filma…”. Justamente de eso se trata.

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Sentidos Críticos - Hoy: Hernán Panessi

La pesada del rock’n’roll El rock es un póster. Uno que genera infinita humedad genital y un caudal musculoso de dinero, tetas y flashes. En las orillas de esa humedad –también del dinero, las tetas y los flashes– hay un grupo de ninjas que trabaja sigilosamente para que, entre los dedos del músico y el oído del público, la magia suceda. ¿Quiénes son? Pues, los plomos. Por eso, Gabriel Patrono y Paulo Soria, dos leyendas contemporáneas cuyo origen dice por todos lados “contracultura y autogestión” (Patrono: La Nave de los Sueños; Soria: Farsa Producciones), despegan cuidadosamente ese póster de la pared para encontrarse debajo con humanos en estado de rock. Y en su intento por desacralizar a las instituciones, el documental El blues de los plomos estaciona en lateral y devela un puñado de historias arquetípicas que mucho tienen que ver con la perfección, pero más con la amistad. Y, se sabe, nada más

Y Las Naves van…

perfecto que la amistad: por eso, el silencio de Aníbal “La Vieja” Barrios, plomo histórico de Luis Alberto Spinetta, rememorando al Flaco, redobla cualquier retórica letrada. Por eso, asimismo, ese silencio se transforma en el grito explosivo de aquellos héroes anónimos encargados de que todo salga bien sin pedir –casi nada– a cambio. Y el rockumental El blues de los plomos cuenta además con la plusvalía de ser un trabajo que gana en ritmo, pero que multiplica en emociones: son pocas las cabezas parlantes y muchos los protagonistas pintados in situ. Ahí, entonces, donde la acción sucede –en un concierto de rock, claro–, los gestos técnicos y la pericia aceitada se ponen a flor de piel. Y así las cosas, el origen del concepto “plomo” –con la participación de muchachos de la talla de Alberto Podestá en un barcito de Capital Federal– hasta la composición del hit “Canción de los plomos”, de

Oveja Negra, pero popularizado por León Gieco, pasando por el contraste con los empleados circunstanciales de los megafestivales, se funden y confunden en un sinfín de anécdotas que linkean en directo con el corazón de esa entelequia poderosísima llamada rock nacional. Y siempre que ese corazón bombee sangre o el póster siga siendo tal, detrás habrá unos fieles plomos pensando, como en su canción, como en una bandera, “Yo soy el que arma una banda de rock”. Dándolo todo, sin

Con el lema “¿Por qué filmar?”, el primer número publica manifiestos de realizadores de Argentina y del mundo en los que se discute sobre el agotamiento y la transformación de los modelos de producción y representación en el cine contemporáneo. Incluye manifiestos de: Albertina Carri / Alejandro Fadel / Alejandro Landes / Ana Poliak / Andrés Di Tella / Andrew Bujalski / Apichatpong Weerasethakul / Azazel Jacobs / Carlos Reygadas / Christoph Hochhäusler / Claire Denis / Delfina Castagnino / El Pampero Cine / Franz Müller / Gastón Solnicki / Gob Squad / Gustavo Fontán / Hermes Parralluelo Fernández / Ira Sachs / James Benning / Katrin Eissing / Klaus Lemke / Lucrecia Martel / Luis Ortega / Marie Vermillard / Mario Mentrup y Volker Sattel / Martín Rejtman / Matías Meyer / Matías Piñeiro / Nico-

lás Pereda / Nicolás Prividera / Nina Menkes / Paz Encina / Raúl Perrone / Rodrigo Moreno / Romuald Karmakar / Santiago Mitre / Santiago Palavecino / T. Newhard. Las Naves 2: Diarios de cine En esta segunda edición de la revista, el foco está puesto en la intimidad del proceso creativo de directores consagrados y emergentes, como también de una actriz, un productor, el presidente del jurado de un festival, un cronista, un estudiante de cine y un editor de publicidad, entre otros, con el objetivo de ofrecer un panorama de la experiencia de hacer cine. Los autores de este número son: Valeria Correa / Andrés Di Tella / Alberto Fuguet / Paula Gaitán / Paul Guth / Miguel Gomes / Raya Martin / Hernán Musaluppi / Gerardo Naumann / Ana Poliak / Matthew Porterfield / Hernán Rosselli / Quintín / Nele Wohlatz / Gabriel Yeannoteguy.

Foro Cinematográfico y Audiovisual de Mar del Plata

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El blues de los plomos

HOY, 22.00, Paseo 1 SA 23, 0.15, Paseo 1

Para quienes hayan asistido el domingo pasado a la presentación del esperado segundo número de la revista Las Naves (registrada en la foto de abajo, en la que aparecen Nele Wohlatz y Juan Manuel Brignole), publicación semestral y bilingüe de cine contemporáneo que cuenta con el apoyo de la prestigiosa revista de cine alemana Revolver, y sobre todo para los que se hayan sumado al Festival más tarde, acá les contamos un poco más en detalle acerca de los dos primeros números de este emprendimiento de Hernán Rosselli y Julieta Mortati, publicado por la editorial Tenemos las Máquinas y disponible a través de sus sitios web tenemoslasmaquinas.com.ar/las-naves y tenemoslasmaquinas.wordpress.com, así como su casilla de email, tenemoslasmaquinas@gmail.com. Las Naves 1: Manifiestos de cine contemporáneo

En el marco del Festival, esta tarde se presentará el Foro Cinematográfico y Audiovisual de Mar del Plata (FoCA MdP), un espacio abierto de reflexión y acción para el fomento de la actividad. Habrá disertaciones sobre el rol estratégico de la industria audiovisual para la economía local y sobre la importancia del Parque Informático y de Industrias Creativas de General Pueyrredón como ventaja competitiva del sector a nivel regional y nacional. Asociaciones de profesionales, cámaras empresarias, sindicatos, PyMEs, organizadores de eventos, medios y publicaciones especializadas e instituciones educativas con carreras y cursos relacionados con la creación, producción, exhibición, difusión y comercialización audiovisual de la ciudad de Mar del Plata (cine, televisión, vi-

que nada más importe y otorgando –cualquiera sea la circunstancia, no importa dónde sea el show y con todo puesto a su servicio– un sentimiento superador a la amistad y a cualquier otro humanamente conocido.

deo, música, actuación, radio, fotografía, publicidad y diseño de imagen y sonido) están invitados a participar de esta actividad, que también contará con la presencia de autoridades municipales y representantes institucionales de las principales industrias productivas de la ciudad.

HOY, 17.00, Punto de Encuentro (Salón Bristol Restó del Teatro Auditorium, acceso recova). La acreditación se realizará a las 16.45 h. El horario es estricto por la programación. Se solicita puntualidad.

En el marco del 28° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, la Gerencia de Fiscalización del INCAA presentó ante la Asamblea Federal el Informe de Gestión y comunicó a cada una de las provincias los datos relevados de las mismas. El pasado lunes 18, la Gerencia de Fiscalización presentó sus publicaciones, que contienen análisis y estadísticas de los sectores cinematográfico y audiovisual.


La buena educación

¡(Des) Veladas Nocturnas de lujo!

Dentro de la generosa oferta de actividades especiales del Festival, hay propuestas para todos los gustos. Hoy queremos recomendarles cerrar una jornada especialmente interesante y ecléctica (Super 8, el estado de la crítica, la presentación del libro Más allá del olvido y ¡Bong Joon-ho!) con la charla-debate sobre la educación pública y formación audiovisual que organiza CEGEADIS, el Centro de Estudiantes y Ex Alumnos de la Carrera de Diseño de Imagen y Sonido - FADU-UBA. Con la presencia de Natacha Mell (coordinadora general del IDAC), Ana Mohaded (directora del Departamento de Cine y TV de la Universidad Nacional de Córdoba), Marcelo Altmark (director de la Carrera de Imagen y Sonido – FADU-UBA) y Esteban Ferrari (jefe del Departamento de Artes Audiovisuales de la Facultad de Bellas Artes de la UNLP), se hablará sobre

El nuevo clásico de las noches festivaleras marplatenses sigue a todo ritmo en nuestro Punto de Encuentro (una vez más, para todo este público: Salón Bristol Restó del Teatro Auditorium, acceso recova por foyer del teatro), y esta noche con dos invitados de lujo, pero de lujo en serio, ¿eh? No hay otra forma de adjetivar a ese

la educación pública audiovisual, los modos de enseñar, las diferencias entre mundo académico y campo laboral, y el rol de las universidades en el marco de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, entre otras importantes cuestiones. No estamos en la página 8, pero lo decimos igual: ¡No se lo pierdan! Mesa “Educación pública y formación audiovisual”

inagotable trovador moderno que es Palo Pandolfo, fundador y voz cantante de grupos fundacionales de nuestro rock como Los Visitantes y Don Cornelio y La Zona, ni tampoco al marplatense Daniel Gorostegui, histórico tecladista de esta última banda, que se pondrá detrás de las bandejas tras el show de su compinche. Sí, amigos: ellos vendrán a iluminar estas playas oscuras con su música. ¡Ahí nos vemos! Palo Pandolfo + DJ Daniel Gorostegui

Moderan: Mónica Acosta (Comisión de Educación de AsAECA y docente FADU-UBA) y Joaquín Daglio (cineasta y presidente del CEGEADIS).

HOY, 21.00, Punto de Encuentro El ingreso a los shows es para acreditados. De no serlo, las entradas se retiran en el Stand de Informes del Teatro Auditorium hasta completar la capacidad, entre las 10 y las 18 h.

HOY, 18.00, Teatro Auditorium Sala Nachman

Programa País - Gerencia de Acción Federal INCAA

El Programa Espacios INCAA reunió a 80 gestores de todo el país. La capacitación en Gestión Cultural, la presentación de una nueva plataforma de trabajo virtual y un encuentro con distribuidores y programadores marcó la agenda de la Gerencia de Acción Federal del INCAA, en el marco de las actividades del Programa País. El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata continúa siendo el lugar elegido por el Programa Espacios INCAA para realizar el encuentro anual de gestores de salas que integran la red. A cargo de Eme Desarrollos Culturales, el primer encuentro se realizó el domingo en la Sala Nachman del Teatro Auditorium. Bajo el

título “Hacia una gestión sustentable para los Espacios INCAA”, los oradores presentaron herramientas destinadas a la optimización de la exhibición de los estrenos cinematográficos argentinos –se estrenan más de 130 realizaciones por año–, que también contemplaron el desarrollo de actividades como la programación de ciclos y encuentros con los realizadores. El lunes la jornada de trabajo se centró en la presentación y el desarrollo de proyectos culturales sustentables en todas las etapas, desde la formulación y la presentación hasta la posterior evaluación. Los Espacios INCAA, además de garantizar pantallas para la exhibición del cine argentino, son centros de formación de espectadores y, en ese sentido, tienen la posibilidad de tender lazos con organizaciones sociales de carácter público y privado para formar espectadores críticos. La novedad de este año seguramente fue la presentación de una nueva plataforma de trabajo virtual que conecta en red a los gestores de las salas con los distribuidores y el equipo de Espacios INCAA, y que optimiza la logística en todos los niveles: administración, programación, distribución, coordinación de actividades especiales y comunicación interna. En ese sentido, el coordinador del Programa Espacios INCAA, Juan Pablo Zaffanella, y el desarrollador web Santiago Barilatti, presentaron

INSPIRACIONES Vecinos queridos: con la cantidad de películas imperdibles que hay hoy en los cines, debería ser sábado. Sí, además de las competencias –que, como siempre y sin más motivos que falta de tiempo y cierto grado de locura, no toco–, además de maestros como Roberto Rossellini y Miklós Jancsó, además de repeticiones de Johnnie To, clásicos como El último payador y además de demás ademases, también llega a Mar del Plata el señor John Landis. Intercambio de genios del humor, parece que es el nombre del juego. Y el señor John Landis desembarca con dos funciones que implican que uno corra para no perdérselas: Colegio de animales, el clásico inoxidable que hizo de John Belushi un ser inmortal, capitoste universal del humor moderno; y seguidita, la película que hizo POP más fuerte que ninguna otra, o sea, Los hermanos caradura o, en el original, The Blues Brothers. Atención: sólo habrá una proyección de esta película, por lo que estar en cualquier otro lugar del mundo será un error. ¡No lo cometan, vecinos! Títulos a mansalva, a diestra y siniestra, a tro-

la nueva Intranet y abrieron la discusión a las posibilidades de desarrollo de la misma. El debate continuó ayer, durante el encuentro entre gestores, distribuidores y programadores, en el que participaron representantes de algunas de las distribuidoras cinematográficas más importantes del país: Esteban Szuzscko, de Disney; Patricia Primón, de Aura Films; Agustín Marcó del Pont, de UIP; Juan Crespo, de 3CFilms; y el programador Adrián Ortiz, y se sumaron Verónica Sánchez Gelós y Juan Boeris, de la Gerencia de Fiscalización del INCAA. Los CINEMÓVILES FEDERALES, que año a año recorren el país, están proyectando actualmente en distintos puntos de la ciudad de Mar del Plata. En el encuentro que realizaron los Cinemóviles se vieron proyecciones y reseñas del trabajo anual. Los cortos institucionales realizados especialmente desde las diferentes provincias reflejaron con mucha claridad y emoción las historias que se tejen y se protagonizan llevando buen cine a lo largo de nuestra rica geografía y al corazón de las comunidades, para los distintos tipos de audiencias que fueron receptoras de numerosas acciones a lo largo de todo un año. La coordinadora, Alejandra Frontero, realizó la

entrega de dos nuevas colecciones audiovisuales: Retrospectiva de “La noche del corto” y Retrospectiva de Historias breves, realizadas por el Departamento de Cortometrajes del INCAA, a cargo de Liliana Amate. Desde el área Patrimonio se dictó una capacitación técnica a cargo de Pablo Barilatti. En esta oportunidad también se hizo entrega de pantallas adaptadas a los nuevos vehículos de la flota de Cinemóviles Federales.

¿Por qué no jugás en el infierno? Por el licenciado Frank Booth, padre del Chico de la Motocicleta

che y moche, decíamos, lo cual nos lleva oootra vez a los dilemas existencinéfilos que este año nos vienen aquejando (¡por suerte!, dirán algunos; yo sufro y sufro) con particular ensañamiento. ¿Mis peores amigos, la secuela, una década después de las risueñas aventuras que vivían Roberto, Condoro y Papitas en Promedio rojo, de nuestro habitué transcordillerano Nicolás López, a las 22.15, o la rompe/abre/explotacabezas A Spell to Ward Off the Darkness, de la yunta de Big Bens del cine experimental compuesta por Rivers y Russell, a las 22.30? ¿La “ch” inicial de la tan inquietante como evocadora Chapman, de Justin Owensby, a las 0.15 en el Ambassador 2, o la “ch” en el medio de la fiesta cervezal, suburbana y excesiva de Cichonga, de Esteban Rojas, a la misma hora pero en el Paseo 1? ¿El último delirio sangriento del japonés Sion Sono, Why Don’t You Play in Hell?, a las 0.30 en el Ambassador 1, o la pantera Grace Jones vuelta vampiresa en El club del terror, también a esa hora en el Paseo 2? Ay, vecinos, no sé si puedo seguir así... (Mentira, sí que puedo y ¡cuánto me gusta!)

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Miércoles 20 9.00 I Auditorium

12.30 I Cinema 1

14.30 I Paseo 3

16.30 I Paseo 3

17.45 I Paseo 4

20.00 I Ambassador 3

22.00 I Paseo 1

0.15 Ambassador 2

Joe Swanberg

Flora Dias, Juruna Mallon

John Reinhardt

Homero Manzi, Ralph Pappier

Alfred Hitchcock

Roberto Rossellini

Paulo Soria, Gabriel Patrono

Justin Owensby

Drinking Buddies 90’ / INT

10.00 I Ambassador 3

A mãe e o mar Gonçalo Tocha

82’ / POR

10.00 I Cinema 1

O sol nos meus olhos 68’ / LAT

62’ / CAS

12.30 I Colón

14.45 I Ambassador 2

Polvareda Juan Schmidt

104’ / ARG

Lacrau

12.30 I Paseo 3

99’ / POR

Luis Saslavsky

João Vladimiro

10.00 I Cinema 2

La dama duende 101’ / CAS

A estas alturas de la vida

12.45 I Ambassador 4

82’ / LAT

Gabriela Obregón

Álex Cisneros, Manuel Calisto

10.00 I Colón

Tres muertos

Jerónimo Atehortúa Arteaga, Iñaki Dubourg

73’ / ARG

11.45 I Auditorium

Tango bar

El hombre detrás de la máscara

La cárcel del fin del mundo Lucía Vassallo

77’ / PAN 15.00 I Ambassador 3

El camino de Santiago -periodismo, cine y revoluciónFernando Krichmar, Alejandra Guzzo

Yvy maraey Tierra sin mal

13.00 I Cinema 2

105’ / INT

86’ / INT

12.00 I Ambassador 1

14.00 I Auditorium

Cortos Portugal Alterado 1

Diego Quemada-Diez

Ramon Zürcher

79’ / POR

Juan Carlos Valdivia

Bright Day

Hossein Shahabi

La jaula de oro

The Strange Little Cat

102’ / INT

72’ / INT

12.00 I Paseo 1

Uahat

Julián Borrell, Franco González, Demian Santander

76’ / NAT

12.15 I Paseo 2

El amor a veces Eduardo Milewicz

95’ / PCL 15.15 I Paseo 4

Varios directores

15.30 I Cinema 2

14.30 I Ambassador 1

Mambo Cool

Johnnie To

62’ / LAT

Drug War 106’ / HOR

Chris Gude

16.15 I Paseo 2

14.30 I Paseo 1

Roberto Rossellini

Mariano Baez

India

Escuchar a Dios

90’ / ROS

104’ / BSO

Yvy maraey Tierra sin mal

Juan Carlos Valdivia

105’ / INT

0.15 I Paseo 1

Cichonga

Nicolás López

0.30 I Ambassador 1

22.15 I Ambassador 4

Nadia Szold

Miguel Ángel Pérez Blanco

24’ / BMD 17.00 I Colón

Diamante

Emiliano Grieco

65’ / ARG 17.00 I Paseo 1

Cortos Cañas Programa 2 María Cañas

63’ / CAÑ 17.30 I Ambassador 3

Mika, mi guerra de España

Fito Pochat, Javier Olivera

78’ / PAN 17.45 I Ambassador 2

Cláudia Alves

12.30 I Ambassador 3

22.15 I Ambassador 2

90’ / HUM

Horacio Vallereggio

16.30 I Auditorium

El laberinto de lo posible

Flamingo

90’ / JAN

51’ / POR

A estas alturas de la vida

84’ / BMD

18.15 I Paseo 2

La cabellera de Berenice

87’ / LAT

20.15 I Ambassador 4

17.00 I Cinema 1

Los rojos y los blancos Miklós Jancsó

18.00 I Cinema 2

75’ / SUP 17.45 I Ambassador 4

Operación Masacre Jorge Cedrón

115’ / CED

Wanadi Siso

Cantata

Carl Zitelmann

Miklós Jancsó

5’ / PCL

94’ / JAN

20.15 I Paseo 2

18.30 I Paseo 3

El amor a veces

Pierre Chenal

87’ / LAT

82’ / CAS

20.15 I Paseo 4

Sección desaparecidos

19.00 I Auditorium

Los hermanos caradura John Landis

133’ / LAN

19.30 I Ambassador 1

L’Inconnu du lac Alain Guiraudie

97’ / AUT 19.30 I Cinema 1

Gerontophilia Bruce LaBruce

90’ / BMD 19.30 I Colón

Polvareda Juan Schmidt

104’ / ARG 19.30 I Paseo 1

15 días en la playa Flavia de la Fuente

Eduardo Milewicz

Cortos Portugal Alterado 2 Patrick Mendes

62’ / POR

20.30 I Cinema 2

A memória que me contam Lúcia Murat

95’ / PCL

20.30 I Paseo 3

Safo, historia de una pasión

Carlos Hugo Christensen

98’ / CAS

22.00 I Ambassador 1

Pelo malo

Mariana Rondón

93’ / INT

22.00 I Auditorium

Drinking Buddies Joe Swanberg

Why Don’t You Play in Hell?

Iván Mora Manzano

0.30 I Ambassador 3

115’ / PCL 22.15 I Paseo 2

The Host

Bong Joon-ho

119’ / HOR

O quinto evanxeo de Gaspar Hauser Alberto Gracia

61’ / ALT

119’ / BON

0.30 I Paseo 2

22.30 I Ambassador 3

Richard Wenk

A Spell to Ward Off the Darkness Ben Rivers, Ben Russell

El club del terror 93’ / VHS 0.30 I Paseo 3

98’ / ALT

Todo modo

22.30 I Colón

120’ / FIL

Tres muertos Jerónimo Atehortúa Arteaga, Iñaki Dubourg

73’ / ARG 22.30 I Paseo 3

Los inocentes Juan Antonio Bardem

105’ / BAR

Elio Petri

0.45 I Ambassador 4

Despertar el polvo Hari Sama

78’ / PCL 0.45 I Paseo 4

A Band Called Death Jeff Howlett, Mark Covino

96’ / BSO

22.45 I Paseo 4

Princesas rojas Laura Astorga Carrera

19.45 I Ambassador 2

22.00 I Cinema 1

23.00 I Cinema 2

Carlos Martínez

João Canijo

Joel Novoa

82’ / PAN

60’ / VEN

Sion Sono

100’ / PCL

Condenados

Esteban Rojas

Sin otoño, sin primavera

90’ / INT

63’ / ALT

Chapman

77’ / BSO

68’

14.30 I Cinema 1

Sobre viver

100’ / ROS

82’ / LAT

Los dinosaurios ya no viven aquí

15.15 I Ambassador 4

90’ / HIT

El blues de los plomos

Álex Cisneros, Manuel Calisto

John Landis

15.00 I Colón Emiliano Grieco

Roma, ciudad abierta

109’ / LAN

Colegio de animales

83’

Diamante

The Lodger

Mis peores amigos: El regreso de Promedio rojo

68’ / ESP

Sebastián Alfie

12.45 I Paseo 4

115’ / AUT

17.00 I Ambassador 1

Joy de V.

65’ / ARG

Bruno Barreto

90’ / CAS

Gabor

90’ / VEN

Flores raras

El último payador

É o amor

Esclavo de Dios

135’ / POR

90’ / LAT

¡No te lo pierdas! Los frutos del mayor trabajo de restauración emprendido por el British Film Institute en su historia –la puesta a nuevo de los largometrajes mudos del maestro Alfred Hitchcock– están por fin entre nosotros, gracias a los amigos del British Council. Y, tal como sucederá con Blackmail y The Ring en los próximos días, la primera función de The Lodger, el neblinoso thriller expresionista que catapultó a “Hitch” a la fama, será musicalizada en vivo por dos especialistas en la cuestión: Fernando Kabusacki y Matías Mango. Pero las razones para justificar el

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grito de “¡No te lo pierdas!” no se agotan allí, y si no miren las simpáticas caretas que repartirán en la sala para que, como decíamos ayer, “todos seamos el director estrella”.

The Lodger

Con música en vivo de Fernando Kabusacki y Matías Mango HOY, 17.45, Paseo 4

Montse Callao Escalada Pablo Marín Agustín Masaedo Gustavo Sala Guido Segal Diego Trerotola DISEÑO Cecilia Loidi Gastón Olmos FOTOS Horacio Volpato

COLABORAN HOY Pablo Conde Hernán Panessi PROGRAMA PAÍS GERENCIA DE ACCIÓN FEDERAL Nora Araujo Informe Bernadette Laitano IDENTIDAD VISUAL Adrián Goldfrid Agustina Turchetto


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